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Quedé embarazado en una dulce noche. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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"Señor Nefert, señor Nefert, es de mañana".

"¿Um?"

Anoche había regresado al palacio después de una larga ausencia. Tras el funeral del antecesor y el entierro de los altos funcionarios, el viernes, dentro de un día, finalmente sería la ceremonia de entronización para volverlo faraón ante el reino. Y tuvo una visión bastante extraña mientras tanto. Se decía que los faraones perdían sus poderes mágicos cuando estaban embarazados así que comenzó a pensar que lo más seguro era que, en lugar de ser un sueño profético del futuro, fuera solo algo que quería que pasara. Aún tenía esa vocesita en la cabeza diciendo "papi" y la visión de verlo tener unos bollos de leche de coco en sus manitas. Le dolió el corazón porque no podía olvidar ni por un momento la mirada adorable de su bebé, que se parecía demasiado a la de Lucius.

Nefert se llevó la mano al estómago. Su hijo, que aún no había nacido en este mundo, era fuerte. Recientemente pensó que lo había sentido moverse así que, ya que solo faltaban cinco meses para verlo en persona, imaginó que era bastante natural que le mostrara que de verdad estaba allí con él. Además, la forma de sus pezones había cambiado y aunque el abdomen no se le estaba hinchando tanto, si notaba una pequeña curvita que le hacía tener la ropa ajustada. Era posible que el mundo pronto descubriera que iba a tener un bebé. Además, Galba dijo que iba a hacer todas las preparaciones pero ¿Realmente iba a anunciar a este niño como suyo? 

"Nefert, el cónsul de Roma pidió una audiencia".

"Oh, sí".

Le deprimía pensar que tenía que volver a verlo, pero no podía evitarlo.

Nefert se arregló la ropa y se dirigió a la sala de audiencias del palacio. Dentro del lugar, que estaba hecho de mármol brillante, sin techo y con enormes ventanales, había manantiales artificiales con nenúfares que florecían aquí y allá y también, un par de banquitas de piedra. Habiendo estado orando en la cámara funeraria durante mucho tiempo, fue extraño regresar al espacio colorido y brillante por primera vez así que le dio la extraña sensación de estar todavía en un sueño. 

"¡Papi!"

No podía olvidar esa linda voz. En el sueño, cuando se dio la vuelta y dijo que podía darle también a su papá, descubrió que solo había una sombra parada junto a la puerta. ¿Era Galba?

(No. Es imposible que Galba coma dulces. Es muy agresivo para eso.)

Y justo ahora, estaba a punto de ver a ese hombre otra vez. Tenía que estar preparado. 

Pero cuando fue a la sala de audiencias, solo estaba Lucius. 

"Ah..."

"Cuánto tiempo sin verte."

Su corazón dolía dulcemente. Aquí, en este cuerpo, tenía a su hijo. Y estaba ansioso por decirle la verdad y tomar su mano para que pudiera sentir como se movía. Pero en lugar de eso, Nefert tembló cuando escuchó una voz detrás de él decir:

"Nefert, te he estado esperando. Mi amada pareja. ¿Cómo está el bebé? ¿Te sientes bien?"

"..."

"Lucius, mi súbdito. Espero tu lealtad a partir de ahora. La ceremonia de coronación aún está por llegar, pero Nefert y yo ya hemos firmado un pacto de pareja y hemos hablado muchas veces sobre nuestro futuro."

El rostro de Lucius se contrajo.

"Galba-sama..."

Galba lo abrazó por detrás y le dijo:

"Anda, cariño. Puedes ser honesto. Dile a Lucius que pasaste mucho tiempo conmigo en el palacio. Estábamos unidos en el momento de la oración cuando concebiste a mi hijo."

Dijo esas palabras mientras frotaba el estómago de Nefert de arriba para abajo hasta hacer evidente esa pequeña curva en su carne. Lucius lo miró de una manera que pareció echar fuego.

"Ya veo, señor."

"Lucius, espero tu bendición. Aquí está mi hijo. Si es Alfa, será una nueva vida para heredar Roma. Si es Omega, será un Faraón que heredará el Reino del Nilo. De cualquier modo, será poderoso."

"Felicidades".

Las yemas de sus dedos tocaron sus pezones por lo que Nefert respiró hondo. El propósito de este hombre era hacer enojar a Lucius, así que pensó que realmente lo odiaba.

"Tus pechos tienen buena elasticidad. Dicen que de este lugar sale leche cuando estás esperando un bebé, pero ahora todavía no sale nada".

Lucius no dijo nada, inclinó la cabeza en su dirección, tomó sus cosas y se fue tan rápido que hasta dio miedo. Nefert sintió que estaba a punto de llorar.

"Es un chico fácil de entender. Parece que está realmente enamorado de ti". 

"... No hay Alfa que no se enamore de mí. Excepto tú".

"Pero mira donde estamos ahora. Me elegiste para ser tu esposo ¿No?"

"Es la única manera para el Reino del Nilo".

"Vale la pena si puedo ver la expresión tan destruida de mi sobrino."

"..."

"Después de que nazca el niño, decidiré qué hacer contigo. Irás a Roma para dar a luz".

"¿Por qué a Roma?"

"Nefert, por el bien del Reino del Nilo, por el bien de Roma, y para que Ined y Libia no intervengan en el futuro. Sabes que camino debes tomar. No es necesario que te diga todo siempre."

"Pero yo..."

"Esto también es para Lucius. Puedo encontrar muchas razones para ejecutarlo ¿Sabes? Después de todo, en realidad es un esclavo".

Nefert miró a Galba a los ojos.

"No te metas con él."

Sonrió.

"E incluso por el bien de tu hijo por nacer"

Nefert frunció el ceño. 

"Si este niño es un Omega, será el Faraón del Reino del Nilo, y si es Alfa, va a ser el sucesor de mi familia como cónsul de Roma. Sin embargo, como mi hijo, al final es mi responsabilidad."

"..."

Realmente pareció que no había más remedio.

"Parece que el período de celo no llegará por un buen tiempo después de que des a luz. Pero cuando te venga, sería bueno que vinieras conmigo de inmediato para hacerte un hombre de verdad. Prepárate para eso."

"... Lo haré."


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