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Quedé embarazado en una dulce noche. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Desde entonces, había estado soñando con su pequeño bebé casi todas las noches. Incluso después de haber sido llevado a Roma e incluso después de dar a luz. El pequeño tenía ojos redondos, cabello rubio esponjoso y unas mejillas suavecitas y bastante rojas. Cuando lo abrazó, lloró contra su pecho y lo buscó de esa manera que le hizo sentir un amor irresistible por él.

Pero ya había pasado mucho tiempo desde eso. 

(....Todavía no me dejan ver a mi hijo. Ni siquiera he salido de aquí.)

Estaba en una castillo del cónsul, en la ciudad de Roma, y malditamente encerrado en un viejo calabozo como si fuera basura. Incluso aunque acababa de parir. Sin embargo, no podía hacer nada porque su hijo estaba siendo retenido por Galba como si fuera un rehén.

A diferencia de los Beta, los bebés Omega nacían en siete u ocho meses aproximadamente, por lo que tenían que tener mucho cuidado con ellos. A él se le administraron medicamentos para paralizar su conciencia y sus funciones físicas y le cortaron el abdomen. En ese momento, le sacaron al bebé de manera segura y después de eso, estuvo confinado aquí de día y de noche como un animal. Venían a darle comida y agua y había un médico que aparecía casi todos los días para verificar que se cerrara su herida. Su niñito era diminuto, así que le dijeron que esperarían hasta que fuera tan grande como el bebé de un Beta y también, que lo estaban monitoreando en un centro médico especial rodeado de doctores estupendos. Cuando se volviera fuerte, lo sacarían por primera vez y tratarían de averiguar si era Alfa u Omega usando una hierba especial. ¿Y podría salir de aquí para entonces? Además, Galba le dijo que la próxima vez que estuviera en celo, se aparearía con él para volverlo "un hombre de verdad."

Bueno, él no iba a permitirlo.

Justo en la tarde del vigésimo día, finalmente comenzó a sentir un calorcito extraño por culpa de la desestabilización de sus hormonas debido al embarazo. Por suerte, fue durante la ausencia del señor Galba y en un lugar en el que estaba prácticamente a solas.

"¡¡Trae a Lucius aquí, ahora!!"

Nefert clavó un cuchillo, para pelar manzanas, en el cuello de la criada y ordenó a otra en el pasillo que trajera a Lucius. 

"... Nefert-sama, pero no podemos hacer eso. Si Galba-sama se entera, estaremos en un gran problema."

"Deberías escuchar. Suelta a la criada."

Lucius apareció debido al grito, así que Nefert soltó a la criada tal y como se lo pidió y aventó el cuchillo al otro extremo. Su mirada fría, con un claro dejo de desprecio y odio, hizo que su corazón crujiera tanto que hasta sintió ganas de llorar.

"Tenía muchas ganas de verte. Es por eso que tomé a la doncella como rehén."

"¿Por qué tendrías ganas de verme?"

Lucius cerró la puerta de la mazmorra y lo miró. En ese momento, frunció el ceño y volteó la cabeza para todos lados. 

"Es tu aroma..."

"Sí... Estoy en celo. Está mal debido al embarazo y por eso yo...".

"Galba vendrá en la noche."

"Lucius, por favor….Si las cosas continúan así, será un gran problema para nosotros."

"La verdad es que no sé cuál es la definición de "problema" para ti. Es tu compañero ¿No?"

"No, no. Por favor, tienes que escucharme. Dejaste de venir a verme desde que supiste de mi embarazo y no pude explicarte nada ni una sola vez."

"¿No fue suficiente dolor con ese día?"

"Ah... ¿No...? ¿No me sientes? ¿No sientes lo fuerte que está mi aroma?"

Lucius pareció confundido y enojado a partes iguales. Sin embargo, definitivamente quería ser de él ahora y no planeaba irse con Galba, enlazarse con Galba o follar con él.

"Tienes razón ¿Cómo puedes atraer a otros alfas si eres el compañero de Galba-sama?"

Intentó hablar sin borrar la mentira.

"Los faraones pueden tener múltiples parejas". 

"Ya."

"De todos modos, ahora estoy en celo. ¡Tengo que bajar la fiebre! Hasta que vuelva Galba, no quiero que otros Alfas me violen. Así que muérdeme el cuello".

"Wo. Alto con eso. Yo no voy a hacer eso cuando eres la pareja de mi tío."

"¡¡... Puedo tener varias parejas!!Puedo hacerlo, de verdad. Es solo que no estabas cerca, así que por eso no te dije."

"Parece una mentira."

"Para un Alfa, tal vez es raro. Pero no para mí."

Tal vez fue debido a la prisa, pero se dio cuenta de que estaba emitiendo una cantidad considerable de feromonas de su cuerpo. Podía ver que el interior de la mansión había comenzado a ponerse ruidoso porque seguramente el olor empezó a transmitirse a los Alfas que estaban protegiendo la entrada.

"Por favor, por favor". 

"..."

"Lucius.... Te lo ruego. No puedo soportarlo más. Por favor, ven conmigo."

"¿Sabes que esto puede arruinar tu reputación entre los ciudadanos romanos? Van a decir que diste a luz al bebé del cónsul y que semanas después lo engañaste."

"No me importa si dicen que soy un ninfómano. No me importa si dicen que soy un Omega demoníaco o algo así… Por favor... Date prisa y ven conmigo. Solo te he esperado a ti. Todo el tiempo."

Nefert de verdad pareció ansioso por dejar que Lucius le mordiera el cuello.

"No lo voy a hacer."

"Lucius…"

"No te tomaré como compañero, pero intentaré refrescarte del calor."

Lucius empujó a Nefert hacia abajo y le abrió las piernas.

"Um..."

"Tomaré al hombre de Lord Garba. No me pidas otra cosa". 

El culo de Nefert, que ya estaba empapado con un montón de secreciones diferentes, fue atacado fácilmente por Lucius.

"Ah... ¡Ah!"

Como en respuesta a eso, el sonido de Lucius, enchufando y desenchufando repetidamente su verga, ocasionó que todo se sintiera bastante húmedo y pesado como para poderlo soportar.

"Ah, ah, ah, ah, ah..."

La conciencia de Nefert estaba dulcemente entumecida debido a las olas constantes de placer que estaba empujando contra su pecho. Este era el signo de un Omega en celo. Un olor denso que se asemejaba a un nenúfar, que salía de su cuerpo y que se perdía en la nariz de los dos. Al final, incluso intercambiaron un beso que le hizo sacar la lengua.

"Nefert..." Le tocó los pezones. "Aquí... Tal vez sea porque diste a luz pero, la forma ha cambiado mucho". 

Sus pezones, que alguna vez fueron pequeños granos de fruta, habían madurado hasta que se hincharon a un tamaño que su bebé pudiera mamar.

"¿No sale leche materna?"

Preguntó Lucius, mientras pellizcaba sus pezones hinchados con los dedos. 

"Es que... Me quitaron a mi bebé de inmediato."

"... Lo sé. Lo siento."

Lucius tiró de él hasta hacer que ambos muslos estuvieran bien abiertos de par en par. Y entonces lo perforó.

"¡¡Aaaah!! Ay, Lucius. Lucius."

"Es increíble... Tu olor es aún más rico que la primera vez. Es como si estuvieras diciendo lo mucho que te mueres por hacer que te viole".

"Um..."

Un sollozo se escapó de la punta de su lengua. Y mirando a Nefert, quien estaba tan perturbado por el placer como para pensar de una manera adecuada, Lucius se burló:

"Que cara más lasciva. Como se esperaba de un Omega del Nilo". 

Un duro trozo de carne, gordo y grueso, golpeó su culo hasta hacer que comenzara a moverse de un lado a otro como si no pudiera respirar. Además, la sangre, el cuerpo y el cerebro de Nefert estaban entumecidos por un placer que le hizo alcanzar el clímax incluso antes de que se diera cuenta de eso. Gritó, sus ojos se volvieron de un blanco puro y un torrente caliente corrió por su vientre hasta hacer que se arrojara por completo al abismo que le daban sus manos. En ese momento, de repente sintió que podía escuchar la voz de su niño en la distancia diciendo:

"¡Pan de leche de coco! Me gusta que tenga mucha miel. ¡Voy a darle a papá!"

Después de todo, era un adorable pequeñito rubio. La figura sonriente del niño le hizo pensar que era la criatura más linda que hubiera visto su vida y de todos modos, no pudo evitar preguntarse ¿Quién era ese "papá" al que iba a compartirle el pan de leche?

¿Su papá iba a ser Lucius o se iba a quedar aquí con Galba?


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