Habían pasado algunas semanas desde que Lucius y Nefert llegaron al Reino del Nilo desde Roma. Se fueron a vivir juntos, como toda una familia real en un palacio construido sobre una colina hermosa.
Y así, lentamente, llegó la primera temporada de apareamiento de su esposo.
Debido al enlace que tenía con Lucius, Nefert no estaba especialmente atormentado por el calor del celo mientras los dos habían permanecido separados. Pero ahora que estaba a su lado, su cuerpo pareció volver a la normalidad tan rápido que, en respuesta al olor de Lucius, había comenzado a emitir unas feromonas tan fuertes que hicieron que el hombre se sintiera atraído a él en un solo segundo.
Ya habían pasado algunos días con el libido a tope, y eso le dio la impresión de que este período le estaba viniendo particularmente fuerte. ¡Nefert ni siquiera podía levantarse de la cama! Y por esa misma razón, se decidió que Lucius estaría a cargo de cuidar a los niños hasta que se le pasara. Incluso un poco más si era necesario.
"A partir de hoy, no van a poder ver a papá por un tiempo. Pero yo voy cuidar de ustedes ¿De acuerdo? Ahora, hay que ponerse la pijama para dormir."
"Bueno."
El hijo mayor, Quinn, que se parecía mucho a Lucius, era un Alfa, y el segundo hijo, Ruti, que tenía rasgos faciales más parecidos a los de Nefert, era Omega. El primero iba a convertirse en emperador de Roma y el segundo en el faraón del Reino del Nilo. Básicamente, tenían una tradición en la que ni el faraón ni el emperador criaban directamente a los niños y sin embargo, debido al fuerte deseo de Nefert de tenerlos muy unidos, los habían estado acostumbrando así desde que regresaron al Reino del Nilo desde Roma.
"Voy a cambiarle el pañal a tu hermano." Después de pensarlo con atención y tal vez para llenar un poco el silencio, agregó "Es bastante incómodo ¿No?"
En el Reino del Nilo, tenían pañales de tela que se ajustaban en la parte inferior del cuerpo de los bebés. Pero era bastante difícil atarlos.
"A veces siento que lo estoy lastimando".
Hubiera sido agradable si el niño abriera bien las piernas, pero a Ruti no parecían gustarle mucho los gestos de manos de papá. Menos cuando parecía tan rudo.
"Papá, se le está cayendo".
"..."
A veces los pañales eran más difíciles que pelear en la arena porque, en este caso, tenía que tomar una técnica bastante delicada. Incluso simplemente agarrar los tobillos del bebé y colocarle un paño debajo de la cintura le hacía pensar que podía ser doloroso.
No obstante, Lucius era el emperador de Roma y tenía que demostrar que era muy bueno para esto. Incluso aunque no tuviera ni la más mínima idea de lo que se suponía que tenía que hacer. Sino, Nefert sería ridiculizado al hablarse sobre como su esposo no podía hacer lo que seguramente el faraón del reino del Nilo haría con los ojos cerrados. Y pensando que sí no demostraba que podía cuidar a sus hijos de maravilla, afectaría su condición de emperador romano, Lucius logró envolver a Ruti en el pañal en un momento.
"¡Papá hace un montón de cosas muy rápido! ¡Eres bueno cocinando, y luchando con leones y cuidando al bebé y dando baños incluso aunque eres un tonto y feo Alfa!"
"¿... Qué quieres decir con "tonto y feo Alfa"?"
"Bueno, eso es lo que dijo papá. ¡Los Alfa son tontos y los Omega son muy cool! Yo soy cool también porque tengo sangre de la familia real del Reino del Nilo. Pero papá es un Alfa que no tiene la gran sangre Omega".
"..."
"¡Pero aún así te quiero mucho!"
Ay, Nefert... ¿Cómo se atrevía a decirle eso a un niño? Lo iba a castigar mucho esta noche.
"Quinn, no tienes que hablar de tu padre de esa manera."
"Sobre todo ¡Papá siempre dice que te ama más que a nadie!"
"¿Dice eso?"
"Sí. Dice que cuando estaba en Roma, rezaba por ti todos los días y que te extrañaba un montón. Dijo que nunca había amado a alguien así. Nunca, nunca jamás."
"Vaya..."
Cuando pensaba en eso, era hasta extraño que ni siquiera le importara ser considerado un tonto alfa.
"Bueno, a dormir. Sé un buen chico y cierra los ojos ¿De acuerdo? Ruti lo hizo primero que tú y no puedes dejarlo solo."
"Okey."
Después de acostar a sus hijos y darles un beso en la cabeza, Lucius fue de inmediato a la habitación de Nefert y abrió la puerta de la manera más cuidadosa posible. Su amplio dormitorio, con vista al mar, estaba lleno de flores de loto que parecían hacer que su aroma fuera aún más dulce que nunca antes.
"Nefert..."
Nefert estaba durmiendo. Quizá, debido al calor de la temporada de apareamiento, sus mejillas estaban tan sonrojadas que fue hasta lindo de presenciar. Además, su piel firme y bronceada no podía ser más hermosa y brillaba como un diamante a la luz del sol. Y que su figura se viera perfecta, incluso en ese estado, ciertamente le hacía sentir como un tonto y feo Alfa.
"... Hola".
"Hola."
"¿Los niños?"
Preguntó Nefert, con los ojos muy abiertos. Sentado a su lado y colocando sus brazos alrededor de su espalda, Lucius besó su mejilla una última vez.
"Están durmiendo. Es difícil cuidar de los dos, pero he llegado a ser capaz de hacerlo sin sentirme tan cansado".
"No creo que estés cansado. Siempre lo haces... Y eres perfecto en eso".
Pensó que estaba familiarizado con el encanto de esta persona durante el período de celo, pero sintió que su lascivia había aumentado más mientras estaba lejos de él. Cuando lo tenía así de cerca, su cerebro comenzaba a sentirse inútil.
"Nefert-sama... Ahora que lo pienso, escuché que le dijiste a nuestro hijo que yo era un tonto Alfa."
"... Solo un poquito."
"Qué grosero de tu parte decir eso. Voy a castigarte mucho hoy para que no lo vuelvas a hacer."
"¿Vas a castigarme? ¿Qué vas a hacer?"
"Creo que ya sabes..."
"Es el mejor castigo entonces."
Antes de que se diera cuenta, Lucius estaba apoyado en Nefert. Ahogándose en todo ese amor que tenía por él.
FIN