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Mentiras de un traidor (LawLu/ZoLu) por Kayako

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—¿¡Crees que no intentamos buscar a ese idiota!? En cuanto supimos que terminó a Luffy por llamada, yo y Sabo fuimos a buscar al hijo de puta a su departamento para darle la golpiza de su vida pero no lo encontramos— Ace caminaba de un lado a otro intentando calmar sus fuertes ansias de ejercer violencia.

—¿Hace cuanto fue eso?— Zoro también enfoco la mirada en Luffy, parecería ser una malvada ilusión de su mente, no podía creer que la imagen delante suya fuera auténtica, Luffy, su adorado capitán, el muchacho que tanto amó, y aún amaba aunque ya no de la forma tan apasionada o más bien obsesiva con la que lo había hecho por años, estaba ahí, con una herida más que física, estaba en un lugar recóndito, solitario y frío que nadie podía alcanzar, un lugar que Trafalgar Law había creado con dulzura y romance y luego destruyó con crueldad, ahí postrado sobre una cama débil y vulnerable.

Zoro, en parte se sentía culpable por ello, no debió haber actuado como lo hizo, una vez que reconoció su negligencia, apretó los puños y crujió los dientes.

—Si no está en su apartamento, te aseguro que debe estar con alguno de sus amigos, no me voy a quedar con los brazos cruzados— el peli verde emprendió camino a la salida, Sanji le siguió

—¡Alto! ¡Chicos por favor! ¡No! ¡No hagan cosas de las vayan a arrepentirse!— Dadan se puso en medio de los muchachos para evitar que estos causarán alguna desgracia.

—Madre, lamento tener que desobedecer, pero esto es por mi hermano— el pecoso pasó a un lado de la morena, mientras que Sabo imitó la misma acción.

[…]

—¡Maldición sea Koby! ¿¡Dónde putas dejaste nuestras jodidas placas!? — Drake estaba eufórico buscando sus documentos de marine, debían huir lo más pronto posible de la ciudad antes de que los sombreros de paja o lo familia D se diera cuenta de sus verdaderas identidades, por lo que la presión de hacer todo de una ya estaba agobiando a los miembros de la ex operación SOC+.

—¡ESTÁN DEBAJO DE LA CAMA, DEBAJO DE LA CAMA DRAKE TE LO DIJE DESDE EL DÍA QUE LLEGAMOS!—el peli rosa metía velozmente los documentos personales de todas las personas a las que habían investigado durante el tiempo que fueron estudiantes.

—¿¡Cómo mierda vamos a llegar al puerto!? Podrían asesinarnos en el camino— declaró Penguin recargando algunas armas que habían guardado todo ese tiempo debajo del suelo.

—¡Oye Law! ¡LAW!

—¿¡QUÉ!?— Law también estaba sudando ante el esfuerzo físico que conllevaba guardar toda prueba de su estancia en la ciudad

—¡Tu maldito teléfono no deja de sonar!— gritó Drake lanzándole el aparato.

El comandante se acarició la sien tratando de mantener su mente tranquila, lo cual fue inútil, especialmente cuando reprodujo el último mensaje de voz.

—¡MALDITO BASTARDO!, JURÓ QUE VOY A ASESINARTE DE LA MANERA MÁS CRUEL QUE SE ME OCURRA, POR TU CULPA MI HERMANO ESTÁ EN EL HOSPITAL, NO TIENES IDEA DE LO QUE TE ESPERA— de manera tajante, Law dejo de escuchar el mensaje de Ace para luego darle espacio a un rostro cabizbajo lleno de incógnitas.

—¿Capitán?— Penguin se acercó a su comandante, era realmente inusual verlo decaído especialmente en medio de una fuga. Drake le hecho una mirada furtiva al ojigris, era un hecho.

Law estaba preocupado por Monkey D Luffy.

Repentinamente el tatuado cambio la expresión de su rostro y adoptó una pose firme y decidida —¡Si la familia D nos están buscando entonces no hay tiempo que perder, hay que largarnos ya!

El cuarteto de marinos salió del departamento cargando maletas y mochilas, era casi medianoche, por lo que su retirada parecería pasar por desapercibida, al menos eso pensaron hasta bajar al estacionamiento dónde Sanji, Law, Ace y Sabo estaban esperándolos recargados sobre sus autos.

—¿A dónde van? ¿No creen que es demasiado tarde para salir de viaje?— enunció el rubio fumando su clásico cigarro.

—Mierda— Koby trago saliva al notar que el revolucionario sostenía una clase de tubo, era un hecho que no iban a conversar.

—Koby, Penguin, huyan de aquí, llévenle la información que recolectamos a la marina, nosotros nos haremos cargo de estos tipos— menciono Law soltando las maletas que cargaba consigo, Drake imitó está acción, necesitaban estar libres para pelear.

—¿¡QUÉ!? Pero… capitán

—¡Hagan lo que les ordenó! Tenemos que proteger la misión a como de lugar.

Penguin y Koby soltaron un par de respiros inquietos, la adrenalina se sentía al mayor en todo el escenario, no les quedaba más opción que acatar las órdenes de su superior.

—Bien— afirmaron ambos cabos para luego correr hacia sus motocicletas, claramente ninguno de los cercanos a Luffy Iban a permitir que se fueran tan fácilmente

—Tenias razón Ace, el imbécil es un marino— menciono Sabo al mismo tiempo que preparaba su arma.

Law sonrió satisfecho, fuera cuál fuera el resultado de aquella contienda, había logrado gran parte de su objetivo, causo de manera indirecta que dos miembros de los mugiwaras dejarán la banda y mejor aún…

—No sabes que puto placer me da saber que le rompí el corazón a ese pequeño idiota.

Law recibió un fuerte golpe en el rostro, al mismo tiempo que Sabo corría en dirección a Koby, mientras que Sanji iba por Penguin, por desgracia ninguno de los dos logro llegar hasta ellos pues Law y Drake se interpusieron en el ataque, el tatuado freno las katanas de Zoro con la Kikoku su amada espada de combate, Drake por otra parte detuvo a Ace con su cuerpo, era tan fuerte, como la piel de un dinosaurio.

—Así que también eres espadachín— menciono Zoro ejerciendo fuerza sobre las katanas

—¿Interesante no crees? Tenía todo lo que tú tenías y aún así Luffy me escogió a mí— sonrió coqueto al tiempo que Zoro lo lanzaba lejos con la presión de sus sables.

—Hasta aquí llegaste “Torao”— Sanji pateó a Law de una forma especialmente precipitada, el tatuado a penas tuvo tiempo para reponerse después del golpe.

La pelea se intensificaba con cada segundo que transcurría, Drake no logro seguirles el ritmo a los hermanos D. En cuestión de minutos el pelirrojo ya estaba en el suelo recibiendo los brutales golpes de Ace y Sabo, aunque el comandante trato de ayudarlo le fue imposible al mantener la contienda en sintonía con el cocinero y el espadachín.

—¡Estás peleando con nosotros!—Zoro corto al aire en dirección a Law, este no pudo esquivar el ataque por lo que todo su hombro derecho terminó rasgado y derramando sangre.

—Ahora es mi turno— Sanji pateo al ojigris en la. Mandíbula, la colisión fue tan abrumadora que el marino soltó su katana quedando completamente desprotegido.

Ahí se dio cuenta que había perdido el combate, pues en cuanto Ace y Sabo terminaron dejando inconsciente a su compañero, él fue el siguiente en recibir lo peor, entre los cuatro muchachos desquitaron todo el enojó, toda la rabia en agresiones que iban más allá de la brusquedad, Law solo pudo protegerse con los brazos, no supo cuando todo terminó, lo último que sintió fue el tubo que Sabo llevaba consigo impactarle en el estómago, por un momento pensó que sus órganos explotaron.

—¡MI HERMANO NO MERECÍA ESTA MIERDA!— gritaba Ace a la lejanía cómo si poco a poco su conciencia se estuviera retirando de su cuerpo

—¡MALDITO HIJO DE PUTA ARRUINASTE NUESTRAS VIDAS!— la voz de Sanji se estaba dispersando a una lejanía desconocida

—¡MARINO DE PORQUERÍA, ESTO ES POR MI HERMANO!— Sabo impactó un último golpe con el tubo a la cabeza de Law, quien quedó casi inconsciente sobre el pavimento, aquella situación le recordó al pasado, a cuando Corazón había terminado de la misma forma, herido y desangrándose sobre una superficie fría.

Cómo el tatuado había dejado de moverse, Zoro detuvo la contienda, posteriormente se agachó para tomar del cabello a Law y mirarlo a los ojos

—Luffy jamás te escogería a ti, bastardo— Zoro se levantó, tomo su katana y luego se preparó para hacer un corte mortal al cuello de Law, quien cerro los ojos y dio una última sonrisa al mundo, si iba a morir, lo haría como lo grandes, como su padre.

“Vive mi pequeño Law, encuentra el corazón que tanto necesitas”

Fue lo que había dicho Cora-san previo a su muerte, era una lastima, lo alcanzaría antes de lo que esperaba; Law recordó una última vez lo que había significado la vida para él, buscar a mugiwara, cobrar venganza ¿Y luego? Ya no había nada más después de ello, simplemente había desperdiciado su vida entera odiando.

—Muere— declaró el peliverde soltando el ataque, el ojigris visualizo una última vez el recuerdo de Luffy, su sonrisa, su energía, su manera tan bella de ver al mundo.

Ojalá en alguno de tantos universos, estemos juntos

Y de pronto todo se puso oscuro, la muerte había llegado a Law y el solo podía aceptarla sin caprichos, así que se dejó llevar en el aura del fin, solo esperaba que al despertar Corazón estuviera ahí esperando por él.

[…]

El comandante Trafalgar Law despertó totalmente desorientado, su pulso estaba demasiado alto, no hablar de las condiciones demacrantes de su cuerpo, sentía cada fibra de el herido y moteado, pronto se percató de la sangre seca en su boca y del frío helado proveniente del lugar.

Primero abrió los ojos con mucho cuidado, toda la habitación estaba sucia, abandonada y tenía un cariz tétrico de lado a lado, luego observó la única luz visible en el cuarto, Finalmente miró sus piernas agarradas a la silla con esposas de roca marina.

—¿Qué? ¿Dónde estoy?— Law recordó la última vez que estuvo despierto, claro había sido golpeado sin clemencia por parte de los mugiwaras y la familia D, pensó que Zoro lo había asesinado pero no, milagrosamente estaba vivo o algo así, por qué tenía conciencia, pero su cuerpo estaba en un punto de desgaste bastante inhumano, seguro que había perdido demasiada sangre, se sentía en extremo débil.

“Fui secuestrado, van a sacarme información”

Pensó muy seguro de que estaba en un cuarto de tortura, solo esperaba que Drake también estuviera vivo, al igual que Koby y penguin hayan podido llegar hasta el cuartel de la marina, que al menos valiera la pena su sacrificio, era obvio que la familia D no lo iba a dejar vivo una vez que el se negara a cooperar.

De repente la puerta de la habitación se abrió lentamente, con la poca visión que el ojigris tenía enfoco la mirada en las personas que iban entrando a la habitación, casi sufre de un paro cardíaco al ver a los sombreros de paja ingresar uno a uno con semblantes amenazantes, Law pensó que se había vuelto loco, pero no, la realidad es que eran ellos haciendo una fila para recibir al más importante de la banda.

Al principio se escucharon unos pasos que poco a poco fueron haciendo un eco sordo hasta llegar a la habitación donde el Mugiwara entró usando una capa negra de alta marca, por supuesto sin dejar a un lado el sombrero tan característico del capitán. El tatuado recuperó la visión de un solo golpe, no podía creer que Luffy estuviera ahí parado, viéndolo con seriedad, lo último que supo fue que estaba en el hospital, sin duda fue verdad pues el menor aún tenía la cabeza vendada.

—Muy bien, es hora de que hablemos con la verdad— finalizo Luffy mientras cruzaba los brazos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Mil gracias por leer mi historia ♥?


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