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Mentiras de un traidor (LawLu/ZoLu) por Kayako

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Notas del capitulo:

Aquí el tercer capítulo, ojalá les guste ??????

Los mugiwaras llevaban bastante tiempo sin tener un banquete tan ameno, tanto así que las botellas empezaron a quedarse cada vez más vacías, pronto el resto de clientes se fue y el restaurante evidentemente terminó su horario laboral, como Sanji era hijo del dueño, no había problema en encargarle el cierre, de modo que el lugar se quedó exclusivamente para los sombrero de paja y compañía, bebieron, bailaron y cantaron.

 

—¡Fondo! ¡Fondo! ¡Fondo!— cantaban todos al unísono (a excepción de Law) para animar a Jinbe a beber todo un vaso de cerveza obscura.

 

—¡Siiiii!—gritaron orgullosos al ver la capacidad del "jefe" 

 

—Ahora la siguiente es Robin ¿Lista?—pregunto Usopp

 

—Adelante—sonrió sonrojada pues su cuerpo ya reflejaba el alcohol de más.

 

Usopp y Chopper leyeron una de las tarjetas que contenía preguntas personales, las habían hecho para jugar "cuánto conoces de tu compañero" 

 

—¿Cuál es la canción preferida de Franky?

 

 La ojiazul se quedó un rato pensando, todos se mantuvieron al pendiente de la respuesta.

 

—Gasolina de Daddy yankee— contestó muy segura de su respuesta, la banda soltó una carcajada escandalosa, la profesora estaba en lo correcto.

 

—Esa es mi supeeeeeer nena—Exclamó Franky orgulloso de la arqueóloga mientras hacía su típica pose con los brazos 

 

—Acertó—murmuró el ojigris; a pesar de que era una misión, no podía negar que los mugiwaras traían un buen ambiente cuando se trataba de fiesta

 

—Ah pues claro, Franky y Robin están comprometidos—agregó Luffy alegre.

 

Law mostró gran sorpresa —¿Qué? 

 

—En tres meses es la boda; yo seré caballero de honor— sonrió 

 

Trafalgar miró a ambos profesores, la marina no tenía ninguna noticia sobre esa futura unión, algo le dio mala espina, definitivamente había algo anormal sobre esa dichosa boda.

 

—Bien, ahora le toca a Zoro—agregó Nami tomando de su copa —¿Preparado?

 

El espadachín se tomó casi media botella, ya estaba demasiado borracho y quería agarrar más valor por si acaso.

 

—Bien—La pelirroja quiso agregarle suspenso a la pregunta— ¿Con quien fue el primer beso de nuestro tonto capitán?

 

—Uhhhhh— sonó en burla por parte de todos los presentes, Luffy oculto su rostro rojizo bajo el sombrero de paja, no quería que nadie supiera, Law por otra parte agudizó el oído, definitivamente quería escuchar eso.

 

El peliverde miro a Trafalgar con cizaña —Por supuesto que se con quien— el peli verde se lamió los labios. 

 

—¡LUFFY! ¿¡NO LE DIJISTE A TUS HERMANOS QUE ESTARÍAS CON NOSOTROS EN EL BARATIE!?—interrumpió Sanji como si de algo catastrófico se tratara.

 

La primera reacción de Luffy fue buscar su teléfono —Ay no—el menor se dio cuenta que tenía más de sesenta llamadas perdidas de Sabo y Ace.

 

—¡Cómo eres imbécil! Prendí la televisión para poner más música y me encontré a Sabo y Ace en el canal 5—mencionó Sanji prendiendo nuevamente la T.V más cercana.

 

En la pantalla se podían ver a Sabo y Ace pegando carteles de se busca con la cara del strawhat.

 

—Por favor si ven a mi hermano llamen a este número, fue visto por último vez hoy en la mañana, ayudenos ¡POR FAVOR! ¡POR FAVOR! — el pelinegro abrazo al reportero para desahogar sus lágrimas, mientras tanto Sabo robo el micrófono.

 

—Te encontraremos Luffy, te encontraremooooooos

 

Sanji apagó la televisión, los mugiwara se soltaron a reír ante el cómico drama que hacían esos dos por su hermano menor, Law quedo boquiabierto al ver lo lejos que llegaban esos dos.

 

—YOHOHOHOHO, Luffy-san será mejor que les llames—mencionó Brook.

 

Antes de que lo hermanos de Luffy llegaran, todos ayudaron a Sanji con la loza además trataron de dejar lo más limpio posible; en cuanto terminaron salieron al encuentro de los dos miembros más importantes de la familia D.

 

—¡Luffy!—gritaban ambos mientras corrían en dirección al pelinegro, tenían lágrimas en los ojos de pura felicidad, el capitán iba a corresponderles el brazo, lamentablemente no se percató de cuando las caras alegres de sus hermanos cambiaron a unas de irá y enojo puro.

 

—¿¡ACASO PIENSAS QUE PUEDES HACER LO QUE QUIERAS!?— reclamaron al tiempo que pateaban al Mugiwara sobre el concreto, los demás veían con gracia, ya era común ese tipo de escenarios. En cuanto terminaron de golpear a Luffy cómo castigo, Ace y Sabo hicieron una reverencia hacia todos los sombreros de paja.

 

—Gracias por cuidar de nuestro hermano.

 

—No se preocupen, serían solo $20,000 berries— mencionó una pelirroja que apenas podía mantenerse de pie, había bebido más de lo que podía soportar.

 

—¡Aún borracha piensa en dinero!— río Chopper también tambaleándose.

 

—Se los pagaremos luego — río Ace —¿Pueden llegar a sus casas? Hay espacio en el auto

 

—Tranquilo, nos aseguraremos que todos lleguen con bien, Torao trae motocicleta así que puede llegar solo—Franky señaló al ojigris, debido a la falta de iluminación en el estacionamiento, ni Ace ni Sabo habían visto al desconocido.

 

—¿Torao?

 

Debe ser el amigo del que Luffy nos habló ayer

 

Pensó el rubio analizando al muchacho—Luffy nos habló de ti, por favor tenle paciencia, es un poco fastidioso pero tiene un gran corazón— indicó el "revolucionario" 

 

El marino tuvo que morderse la lengua en cuanto escuchó el "gran corazón", no tenía idea de lo que hablaban, ahora más que nunca debía llevar su actuación a un premio Oscar.

 

—Lo sé— Finalizó fingiendo una sonrisa.

 

Sabo asintió —Bueno, nos vemos pronto; Ace hay que irnos.

 

El pecoso inmediatamente metió a Luffy por la fuerza dentro del automóvil.

 

—Espera Ace, no me he despedido de Torao—declaró el mugiwara tratando de salir.

 

—Yo lo hago por ti ¡Chao Torao!— Ace volvió a meter al menor al auto y le cerró con seguro para que no saliera, el capitán se pegó al vidrio trasero para mirar al ojigris.

 

 

—¿Ese es Torao?— preguntó Ace arrancando el coche —Parece drogadicto, no lo apruebo Luffy.

 

—Shh te está escuchando Ace—susurro Sabo poniéndose el cinturón 

 

—Bien, vámonos, anda Zoro-kun sube—propuso Jinbe abriendo la puerta del coche, Law ya se había dado la vuelta para irse a dónde su motocicleta, se detuvo cuando sintió unos pasos detrás suyo, al voltear se dio cuenta que se trataba del espadachín.

 

—¿Necesitas algo?—preguntó el marino calmado.

 

—¡Cabeza de musgo! ¿Qué carajos estás haciendo! Sube al maldito auto — Sanji se quedó parado esperando a que el otro subiera.

 

—Váyanse, me iré con Torao.

 

Law frunció el ceño, no estaba muy de seguro de a dónde quería llegar con eso, pero tampoco podía oponerse, debía mantener un perfil bajo, cualquier mínimo error podía ser el final de la operación, por lo que miró nuevamente al hombre frente a él, Zoro no parecía ser de los que hacían incoherencias ebrios así que sin sentir amenaza alguna, respondió:

 

—Tranquilos, yo lo llevaré a casa.

 

Jinbe y el resto de los Mugiwaras, esperaron la respuesta de Zoro.

 

—Ya lo oyeron — Roronoa se sentó detrás de Law con los brazos cruzados, el tatuado no tardó nada en encender la motocicleta.

 

—Descuiden Torao es buen chico, además Zoro no es ningún débil—Usopp deshizo la tensión que había en el ambiente, era verdad, el peliverde podía cuidarse solo, cabe destacar que aunque estuviera ebrio, seguía cuerdo respecto a sus decisiones, así que los demás debían respetarlas, no obstante solo Jinbe y Robin se dieron cuenta de la rivalidad entre ellos, solo esperaban que eso no afectará el futuro de los mugiwaras.

 

[...]

 

Law se detuvo a un lado de la autopista, dónde había un pequeño mirador al océano, alumbrado por un simple poste de luz con un teléfono público, ni un alma en pena se pararía en ese lugar a las cuatro de la madrugada.

 

—Dejemos de hacernos tontos ¿De que quieres hablar Roronoa-ya?

 

El peliverde que aún traía la botella en la mano, bebió un poco más antes de bajarse de la moto y caminar hacia el mirador justo debajo de la única luz disponible, así pasó un tiempo en silencio, alejado de los dominios de su conciencia, meditando sobre todo y nada, sobre lo que tenía y no podía tener.

 

—Torao, solo quiero pedirte un favor— la voz del espadachín sonaba hostil—No me quites a Luffy solo porque puedes.

 

Law se pasmo ante las palabras del peliverde.

 

—Algo vió Luffy en ti, sea lo que sea, solo me queda claro que no te puedo hacer competencia— la voz del muchacho se apagó por unos instantes. —Luffy significa mucho para mí, así que pase lo que pase, elija a quien elija, no me voy a separar de su lado, no importa cuántos celos trates de darme, no me iré.

 

El marino se quedó mudo ante esas palabras, había sido demasiado optimista al pensar que podía separar a Luffy y a Zoro, solo esperaba que el espadachín no sospechara de su verdadero plan.

 

—Si de verdad te gusta Luffy, adelante, por más que me moleste— Zoro mantenía una expresión seria—No obstante si solo lo haces por algún bien personal, es mejor que me lo digas ahora, te daré lo que necesites, nombres, ubicaciones, no importa que sea, no tienes qué herirlo.

 

Trafalgar tomó un largo respiro, luego pensó en el daño que Luffy le había causado, por lo que con la mente fría y el corazón cerrado, decidió dispersar las dudas del espadachín.

 

—No tengo otras intenciones con mugiwara-ya, más que el de ser amigos.

 

Lo mejor era ocultar momentáneamente el propósito de enamorar a Luffy, algo como eso debía darse de forma natural, de lo contrario podrían empezar a sospechar de la misión. El peliverde caminó hacia él; con calma; había escuchado lo suficiente.

 

 —No hay más que discutir— Zoro se bebió el último trago de la botella, por consiguiente subió a la motocicleta.

 

Durante el resto del viaje, el cuerpo de Roronoa estuvo débil, aun así fue capaz de indicarle a Law la dirección exacta de su casa, sin embargo, al llegar a esta, Trafalgar se dio cuenta de que su acompañante estaba completamente dormido, lo menos que podía hacer era dejarlo en su habitación, por lo que estacionó la moto y con precaución cargo a Zoro hasta su cuarto, era un departamento pequeño y sencillo, en la recámara a penas tenía fotos de sus compañeros y torneos, los cuadros que más llamaron la atención del marino fueron en los que estaba con Luffy, estos parecían tener su propio lugar especial.

 

“Entonces, esto es amor "

 

Pensó con nostalgia, de algún modo Law agradecía no haber amado a nadie nunca de una forma romántica, seguro que era desgastante, tal como Roronoa, el pobre, debía vivir con el alma rota, tenía a quien deseaba tan cerca y a su vez tan lejos, debía contener toda la adoración que sentía por Luffy, vivía prácticamente para el, y todo para que al final otro se quedara con el corazón que era suyo por derecho. Finalmente el ojigris recostó al peliverde en la cama, una vez hecho eso, salió del departamento.

 

—Nunca serás tú Roronoa—concluyó encendiendo la motocicleta.

 

Notas finales:

Gracias por leer :')


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