Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secreto Longevo por yaoiana

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este fanfic es inspirado en la canción Shadow of Oscar de Kamijo, la cual recomiendo escuchar mientra se lee. 

Secreto Longevo

 

La luz y la oscuridad son como esclavos,

asumen cualquier cruz que tengan que llevar.

Cuánto más siga amándote, no miraré de nuevo atrás…

Ahora nos enfrentamos a unas rosas peligrosas.

 

–       “¿Por qué te esfuerzas tanto, Naruto?

 

–       Ya te lo he dicho Sasuke, porque eres mi amigo

 

–       ¿Y qué significa eso para ti?

 

–       Yo… no lo sé– pensativo– solo sé que verte sufrir, me duele”

 

 

–       Naruto, idiota… mmm… ¿en qué estás pensando?

 

–       Sa…suke….– la pregunta del azabache lo había vuelto a traer al presente.  En este preciso momento, estaba haciéndole el amor a su amigo. Sasuke lo tenía abrazado de la cintura con las piernas mientras él, lo embestía con lentitud… le gustaba prolongar aquel placer y el disfrute de aquella piel, puesto que eran pocas las oportunidades en que podían escaparse para amarse.

 

–       Solo… pensaba…– gruñó al sentir que la entrada del oji ónix se contraía.

 

–       Nunca piensas y ¿justo lo haces en este momento?– le reprochó.

 

–       Jaja, por más que me insultes, no se me bajará la calentura…– susurró a su oído mientras lo embestía con más fuerza.  Las uñas de Sasuke se clavaron en su espalda, le encantaba cada vez que lo hacía porque significaba que estaba perdiendo cualquier tipo de raciocinio.

 

Tomó de la cintura al pelinegro y lo acomodó sobre su pelvis sin salir de su interior; sabía que Sasuke había descubierto que le encantaba verle el rostro cuando estaba por venirse.  Eran de las pocas veces que podía ver otra expresión en ese frío rostro.

Aprovechando que lo tenía de frente, lo besó con lentitud.  La húmeda pero caliente boca lo recibió con necesidad y cariño… era adicto a esa letal boca.  Cuando interrumpieron el ósculo, le acarició el rostro viendo como con docilidad, Sasuke se acomodaba en su palma. Con su pulgar acarició los párpados, nariz y labios de su amante… aquel hombre era tan apuesto, que comprendía perfectamente los celos de Sakura.

 

–       Naruto…. – lo llamó sin despegar su mejilla de aquella mano.

 

–       Dime…

 

–       Tienes cayos en las manos… ¿te estás excediendo de nuevo con el trabajo?– preguntó algo molesto mientras lo escudriñaba con la mirada.

 

Encuéntrame, ámame, mátame con tu mirada.

Las caricias de tus ojos arrastrándose sobre mi, están perforando mi corazón.

Siento que tenemos mucho en común,

Yo también soy un adicto a perforar con espinas rápidamente.

 

Sonrió ante la arrolladora mirada carbón, ahora más que nunca, estaba seguro que su existencia estaba en las manos de Sasuke, es más, si aquel hombre le ordenara morir por él… sin duda lo haría. Le tomó de la cintura y embistió ante la sorpresa del azabache: – estoy bien, tuve que dejar trabajo adelantando para poder venir a verte.

 

–       Más te vale que no me estés mintiendo, no me hagas usar el sharingan – le advirtió.

 

–       Cariño, sabes que jamás podría mentirte, además, siempre me descubres– sonrió mientras le daba leve mordidas en el cuello.  Adoraba ver como su amante se transformaba en “otro”, cuando estaban intimando.  Sasuke no era el tipo frío, frígido y solitario que proyectaba en las otras personas, cuando hacían el amor, era un tanto más dócil, necesitado de atenciones y exigente en mimos… tal vez y solo tal vez, podría ser su forma de pedir todo el cariño que requirió por años.

 

Continuó con las penetraciones y los besos, realmente eran estos momentos con Sasuke, los que lo hacían sentir VIVO. Ser Hokage, esposo y padre, habían pasado a ser acontecimientos algo rutinarios y monótonos; empero, estar con el azabache siempre era emocionante, rebelde y aventurero.  No lo atribuía a que siempre se vieran en secreto, no, lo emocionante de estar con Sasuke era simplemente porque “era estar con él” y poder desfogar todo el amor que le tenía y que tarde habían comprendido…

Ambos se habían casado sin ser conscientes de sus fuertes sentimientos, querían a sus esposas e hijos, los dos estaban de acuerdo, sin embargo, ninguno de los dos sentía que las amaban.  Cuando se tomaron una noche de copas y de desahogo de sus penas, no se percataron en qué momento ni qué fue lo que detonó que comenzaran a comerse a besos; luego, sus ropas retiradas y finalmente, entregarse mutuamente como lo estaban haciendo ahora.

Después de ese encuentro, se habían distanciado un poco. Cada uno estaba buscando en su interior una razón para definir y poder asimilar lo que había pasado.  No obstante, cuando por cuestiones laborales se topaban, sus pieles palpitaban recordando y deseando volver a unirse. 

Fue su impulsividad, la que abrió el camino de aceptación.  Cuando estuvo con Sasuke a solas en su despacho, lo tomó de la ropa, lo estrelló contra la pared y lo besó con ahínco. El azabache le había respondido con un fuerte golpe, pero sin importarle, volvió a tomar su boca… en ese entonces había asumido en que no importaba que su amigo le diera una paliza, porque se sacrificaría por un solo beso. Sin embargo, el Uchiha lo abrazó con fuerza del cuello y correspondió con violencia y necesidad… ambos habían cruzado la peligrosa línea y las cosas cambiarían.

Si no me permiten estar contigo,

El dolor que persiste en mi cuello aumentará más.

Quiero abrazarte tan fuerte que sea doloroso para ti.

Quisiera estar ahogándome entre rosas peligrosas ahora mismo.

 

En esa ocasión, con celeridad hicieron nuevamente el amor y fue definitivo su entendimiento… ambos sentían un sentimiento fuerte por el otro y no era el “vínculo de amistad” que siempre habían exteriorizado a los demás. Debían aceptar a consciencia, que toda la vida estuvieron equivocados, ellos no se perseguían por un lazo de “amistad”, sino, por un lazo de amor que tergiversaron.  Se perseguían porque se amaban, porque no podían estar el uno sin el otro y porque sabían que solo el otro sanaría esas heridas de dolor y soledad. 

Concluyeron que se amaban,  cuando aceptaron que jamás harían lo mismo por sus esposas ni ninguna otra persona.  Querían a sus familias y las protegerían, pero nunca sacrificarían el estar juntos, por ellas. Ese nivel de sacrificio, de dolor, tristeza, soledad, angustia y  esperanza… solo la podían tener el uno por el otro.

 

Nadie está solo, nadie debería vivir solo.

Como la luna y el sol que iluminan la noche oscura,

en la que estoy seguro que puedo caminar solo,

después de cometer un pecado.

Es cuando una persona se da cuenta de su error

 

Finalmente habían aceptado amarse… pero, ¿ y ahora qué?, ¿ cómo podían asumir ese error de haber unido sus vidas a otras personas?. Nadie tenía la culpa, ni Sakura, ni Hinata, ni Sasuke ni él. Pensaron en sus hijos y llegaron a un acuerdo, seguirían la pantomima por el bien de sus retoños, ya que no querían que vivieran una infancia triste, sola y atormentada como la de ellos.

Les fue algo obvio poner en primera opción erradicar sus sentimientos y fingir que ninguno sentía nada por el otro, realmente, realmente con determinación lo habían intentado. Sin embargo, ¿cómo extinguir ese amor y vínculo que desde niños había construido?, les fue imposible… era una batalla perdida.

La luz y la oscuridad son como esclavos,

asumen cualquier cruz que tengan que llevar.

Quiero abrazarte tan fuerte que sea doloroso para ti

Y apagar la luz de la luna.

 

Es por eso que habían decidido  continuar con la cruz de su matrimonio pero optando por seguirse amando en secreto.  Él estaba dando todo de sí, pero realmente no tenía los dotes actorales que poseía el azabache, quién fingía a la perfección seguir siendo su “ brazo derecho”.  En muchas situaciones casi “ mete la pata” frente a los otros shinobi y es que no podía contenerse de verlo, de olerlo, probarlo y posar sus manos en esa fina cintura.

Por eso, la única opción que tuvieron eran las misiones tipo S que Sasuke realizaba en campo.  Cuando Sasuke partía; utilizaba grandes cantidades de chacra para mantener un clon de sombras y poder escapar para encontrarse con él. Tal como estaba pasando en ese instante.

 

–       Na… Naruto, ya casi, ya casi… – gemía ante las constantes embestidas.

 

–       Ahh... si, yo también… apriétame rico, Sasuke… – gruñó de placer al sentir como aquel hombre se contraía y presionaba su hombría.  El muy pervertido sabía que le encantaba y lo hacía siempre que estaba por venirse.

 

–       Más… más fuerte usuratokanshi…– alzó su voz pues sentía que aquella fuerza caliente le recorría por toda la médula espinal hasta la cabeza. 

 

Obediente, continuó hasta que ambos culminaron.  Con la única persona que podía unir su cuerpo era con Sasuke y ese fue otro punto en el cual ambos concordaron. Ninguno de los dos había vuelto a tener intimidad con sus esposas desde el nacimiento de sus hijos y no la tendrían ahora que juntos podían hacer el amor.  Los dos eran lo bastante celosos como para soportar el pensar que se acostaban con aquellas mujeres, por lo cual, pactaron jamás hacerlo.

 

–       Sasu…– mencionó mientras lo llevaba a su pecho.

 

–       ¿ Mmm?– respondió, manteniendo sus orbes cerradas debido a la tranquilidad y plenitud que sentía.

 

Si no me permiten estar contigo,

El dolor que persiste en mi cuello aumentará más.

Quiero abrazarte tan fuerte que sea doloroso para ti.

Ahora las rosas han florecido para mí.

 

–       Ya que eres más listo que yo, ¿ has pensado que pueden descubrirnos?

 

–       Naruto, la posibilidad existe, aunque no la he contemplado aún– comentó mirándolo fijamente– ¿ te preocupa?

 

–       Mi única preocupación es alejarme de ti, asumiré cualquier consecuencia por estar contigo– le dijo con determinación.

 

–       ¿Así sea perder tu sueño de Hogake?

 

–       Incluso eso– le expresó con determinación mientras le tomaba del mentón y le robaba un beso.

 

–       Si serás dobe– sonrió leve– yo jamás voy a permitir que tires por la borda tu sueño– comentó apoyándose más en el fornido pecho de su rubio–  no te preocupes Naruto; yo estaré contigo y evitaré que algo malo pase, confía en mí.

 

–       Lo hago, ciegamente– dijo mientras se acomodaban para dormir. Solo cuando definió su amor por Sasuke, fue que entendió las palabras de Itachi: “solamente puedo dejar a Sasuke a tu cuidado”.  El mayor Uchiha, confiaba en sus sentimientos y en su fuerza para proteger por siempre a su hermano menor; promesa que cumpliría hasta su muerte.

 

Sonríen para mí.

Se apoyan sobre mí.

Pero cuando llega la mañana,

seguramente los dos, la luz y la oscuridad, están dándose la espalda

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado¡¡

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).