Las cortinas se mueven al compás del viento. La luna brillante se asoma en el cielo nocturno. En la oscuridad dos cuerpos desnudos se ven bañados por los rayos del astro que entran por la ventana. Los sonidos de placer se mezclaban con el silencio de la noche. Las respiraciones se entrecortan con gemidos ahogados.
Unas delgadas manos se aferran a la sabana con cada envestida, mientras en su rostro se refleja el placer y la satisfacción que le recorre el cuerpo.
La cara bañada en sudor y una sonrisa lasciva se pueden observar en el rostro del “atacante”. Acariciando ágilmente la piel bajo sus manos, llega hasta las manos de su pareja y las entrelaza, obligando a que estas suelten la delicada seda ahora arrugada de la enorme cama.
Un grito ahogado de ambos se escucha en la habitación, las manos unidas se tensan al igual que sus cuerpos. La tensión comienza a desvanecerse en unos minutos y la respiración de los dos se calma. Se separan lentamente con leves caricias y pequeños besos fugases. Pero aun así, siguen tomados de la mano. Sus cuerpos se recuestan completamente y sus ojos se pierden en el techo al mismo tiempo.
Un pequeño momento…y el menor de ellos se atreve a romper el relajante silencio.
-Hikaru…-
El mayor voltea hacia el clavando su mirada en las pupilas ambarinas que le observan y con la mano libre retira algunos cabellos que cubren el rostro frente a él.
-Que sucede Kaoru?-
Kaoru le muestra a su hermano una sonrisa, con un movimiento rápido, suelta la mano que lo sujetaba y lo abraza, escondiendo su rostro en el cuello de su gemelo.
-Perdóname por favor Hikaru…-
-No tengo que perdonarte Kaoru… lo importante es el ahora…ah! Como quisiera que este momento durara para siempre, que nos quedáramos así el resto de nuestra vida!
Kaoru volvió a sonreír, porque con cada palabra lo apretaba más a su cuerpo.
-Talvez no podamos pero…siempre se puede repetir, ne?-
Los dos se vieron a los ojos y sonrieron en forma de complicidad.
“Esta parte de nuestro mundo, no la conocerá nadie”
“Y nadie se interpondrá entre este lazo que nos une”
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“Nunca pensé que estos sentimientos estuvieran encaminados a ese rumbo y siempre me creí consiente de estar enamorado de la persona correcta… hace un mes… comenzó nuestra separación, cuando mi hermano y yo, abrimos completamente la puerta de nuestro mundo y el lazo que nos unía se rompió casi completamente y todo gracias a mi forma tan egoísta de actuar.”
- Ricos bastardos…- Haruhi se quejó entre dientes por tanta irresponsabilidad, otro día en que faltaban a la escuela los maestros de 3 clases seguidas y paresia como si solo a ella le importara. Y así era, todos sus demás compañeros hablaban animadamente entre ellos.
-Eh! Haruhi! Que haces?!- Pregusto Hikaru ruidosamente a la chiquilla.
-Estudiando Hikaru, párese que soy la única que recuerda que la próxima clase hay examen…ore? Y Kaoru?-
-Salio del salón, dijo que tenía algo urgente que hacer y me pidió que viniera a hacerte compañía- Hikaru bajo la mirada un poco triste mientras hablaba, hace tiempo que su hermano se alejaba de él más de la cuenta y comenzaba a sentirse solo.
-No gracias, estoy bien así, porque no vas mejor con Kaoru, creo que te necesita mucho mas…vez? –Haruhi señalo hacia el salón vecino por la ventana.
Donde se veía que Kaoru tenía atorada la manga en la esquina de la ventana, y por más que forcejeaba no podía sacarse. Un joven de cabello castaño se acerco a él de una forma extraña.
Hikaru se desespero rápidamente al ver el pequeño problema de su hermano y sin decir más, salio del salón en su ayuda.
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