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EDOBITS por Akia_Nekoi10

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Notas del fanfic:

Basada en la obra original de CLAMP. "CHOBITS"

Más el desarrollo es 100% original.

Notas del capitulo:

Un GRACIAS enorme a Syao9 que bautizó el fic con el nombre de EDOBITS, ella fue la que lo inventó!

gracias ninia!!! TE AMO!!!

 

 

En un mundo común y corriente, perdido en el tiempo cuestión tecnología, se puede apreciar Tokio en su esplendor,  lleno de todos sus habitantes, felices y trabajadores. Pero algo novedoso y único existe en esta ciudad, algo que el hombre ha creado para su propio placer.

 

Las Sexdoll, pero no son como otras muñecas de placer, estas muñecas vienen con su propia inteligencia y funcionamiento, así como su propio disco duro de memoria para cualquier cosa, no son únicamente para proporcionar placer, aunque también depende de su dueño,  pero estas muñecas también pueden funcionar como agendas personales, recordatorios, mapas, entre otras cosas, claro, siempre y cuando tu, como propietario, le des las instrucciones para que lo haga. Si no, la muñeca únicamente suministrará placer.

 

La nueva novedad está en el mercado, siendo agotada con facilidad y a unos precios carísimos, en el mundo ya no sabes si con quien estás es una Sexdoll o un humano, pero eso no influye ni afecta... claro, siempre y cuando... no te enamores de ella

 

Así empieza nuestra historia, sobre un humano común y corriente y su Sexdoll...

 

EDOBITS

 

-Ya estoy aquí! -gritó emocionado el chico de cabello negro, alzando sus brazos y dejando que su mochila colgara de su hombro, la gente de Japón caminaba con calma por las calles -No lo puedo creer! En verdad que Tokio es una ciudad muy grandota! -dijo el chico, viendo todo con ojos emocionados.

 

El pelinegro caminaba con calma por las calles, viendo todo a su paso, hasta que llegó a una tienda en especial, llamada "EDOBITS", se le quedó mirando largo rato, hasta que notó que en los cristales de ésta, se reflejaban unas muñecas sentadas y con los ojos cerrados.

 

-Wooaa!! Estas son las muñecas de las que tanto se habla en Okayama -dijo, pegando sus manos a la vitrina, con ojos soñadores -En verdad que son lindas -soltó con ilusión -Quiero comprarme una! Ahorraré y la compraré! -se dijo con justicia y alegoría en la voz, levantando el puño.

 

$5898.0034

 

-QUE?!! ESA COSA ESTÁ MUY CARA!! -gritó señalando el precio con desagrado, y los ojos desorbitados por la taquicardia. Una mano se posó en su hombro. El chico volteó en el acto.

 

-Roy! A que hora llegaste?! -soltó un muchacho, más o menos de la misma edad del pelinegro, pero un poco más alto y con lentes.

 

-Maes! Que gusto verte! Me sentía un poco perdido -dijo Roy con una gota en la cabeza y con lagrimitas en los ojos, Hughes sonrió con satisfacción.

 

-Estabas viendo a las Sexdoll? -preguntó Maes, también asomándose a la vitrina del local con inspección. Roy se crispó.

 

-Que?! Como crees?! Por Dios! Sería incapaz de algo así!! -se defendió Roy moviendo los brazos de un lado a otro, exasperado y más rojo que un tomate.

 

-Vamos, hombre, no tiene nada de malo, es normal tener una de esas -dijo Maes tranquilo, señalando a la muñecas -Yo tengo una, mira -dijo Maes, buscando en su maleta deportiva, Roy lo miró con cara de duda.

 

-La llevas en la maleta?! Te cabe? -preguntó asombrado.

 

-Claro, tú eliges el tamaño de tu Sexdoll -dijo el de lentes y sacó de su maleta una Sexdoll con dos colitas y una sonrisa muy tierna, la pequeña saltó y saludó al presente.

 

-Hola!! Mi nombre es Elisya! -dijo la pequeña, mientras bailaba con emoción en la mano de Maes, Roy se quedó boquiabierto.

 

-Esta es una Sexdoll compacta, pero yo la uso como agenda y compañía -dijo Maes muy emocionado, viendo bailar a la pequeña en su mano.

 

-Y... de ese... ese tamaño también las pide... bue-bueno, tú sabes...-preguntó Roy con ligera vergüenza, y sintiendo su cara arder.

 

-Eh?....para sexo? -Roy se crispó y asintió con rapidez -Pues, no sé... éstas son más ideales para compañía, más que para placer -dijo guardando de nueva cuenta su Sexdoll -Porque lo preguntas? Son más caras las pequeñas, sabes.

 

-Lo suponía -dijo Roy con pesimismo, ambos empezaron a caminar lejos de la tienda y se adentraron a las calles más tranquilas.

 

-Y bien, Roy. Ya que estás aquí, vas a comprarte una? -preguntó Maes sin el menor pudor -Tengo un catalogo que me llegó ayer y puede servirte para que elijas la que más te guste -sugirió Hughes, dirigiendo a Roy hasta su casa, que era donde éste ultimo se iba a quedar.

 

-Para que voy a querer yo una cosa de esas?! Es enfermo si quiera pensarlo! -gritó enojado, acusando a su amigo, Maes sintió su cabello volar por el grito.

 

-Vamos, hombre, no te pongas así -soltó palpándole la espalda a Mustang, quien solo lo miró con ojos asesinos -Tener una Edobits es esencial para la vida de ahora -dijo con sublimidad.

 

-Edobits? -le preguntó Roy, viendo con interés a su amigo -Que no se llamaban Sexdoll?

 

-Sexdoll, Edobits, es lo mismo -dijo Maes sin darle importancia al nombre -Cambia el nombre porque en Edobits las consigues -aclaró Maes al ver la cara de confusión de su amigo.

 

-Suena mucho mejor Edobits, que Sexdoll -dijo Roy con un aire de culpabilidad chistosa, y un semblante azul.

 

-Si te quita la culpa de depravado, llámalas como quieras -Roy falló en el coscorrón que le iba meter a Maes, ya que se había agachado al sentirlo venir.

 

-Cierra el pico, Maes! -gruñó Roy entre dientes y con la cara muy roja.

 

Después de aquello se encaminaron a la casa de Maes conversando de cosas triviales de la vida, de cómo se la habían pasado al estar separados desde hacía dos años y lo que habían hecho en el transcurso de estos. Maes vivía solo, con sus 19 años, ya sus padres lo dejaban mantenerse, ya que gozaban de muy buena posición económica. A Roy eso le había parecido buena idea y quiso unírsele, empezando con ello su viaje desde Okayama hasta Tokio, el cual no era muy barato que digamos, pero bueno, sus padres no se interpusieron y eso fue lo mejor.

 

-En serio solo las tiene Edobits? No las puedo conseguir en otro lado más baratas? -preguntó Roy con frustración a su amigo, viendo el catalogo que éste le había prestado, los precios eran traumáticos.

 

-Pues no, solo Edobits las tiene -dijo Hughes mientras instalaba en su Sexdoll un nuevo programa, la pequeña sentada en la mesa y con unos cables saliéndole del cuello, que daban a parar al monitor de la computadora del de anteojos. Hughes leía las instrucciones del nuevo sistema y la pequeña movía sus pies sin desesperación, Roy veía todo intrigado, pero a la vez aburrido.

 

-Yo la verdad te sugiero que ahorres, te hará falta una -Maes sintió una almohada golpearlo con fuerza -No por eso! Ahora tener una Sexdoll es indispensable, la hacen de directorios, agendas, Internet, lo que quieras...sexo -dijo perversión.

 

-Vete al diablo, Maes! -gritó Roy, aventándole la sábana de la cama y dándole la espalda. Maes se le quedó mirando y luego a se Sexdoll, la cual seguía con emoción haciendo el "LOADING" del nuevo sistema. Sonrió con perversidad.

 

-Sabes, Elisya -la pequeña lo miró con ingenuidad -Tengo una gran idea -dijo y ambos sonrieron con cinismo.

 

-Idea, idea para Roy! -susurró emocionada la pequeña mientras bailaba.

 

Al día siguiente ambos amigos caminaban con tranquilidad por las calles de Odiaba, todo tan tranquilo que sentían que las calles se despejaron solo para ellos dos.

 

-Me alegra haber venido en vacaciones! Así podré conseguir un trabajo de tiempo completo y ganar dinero para la escuela -dijo Roy emocionado, mientras estiraba los brazos al aire. Maes asintió ante el comentario.

 

-A donde vamos, Maes? -preguntó Roy, ya que no conocía ningún lugar de aquí y miraba a todos lados intrigado. Maes volteó case satánicamente y Roy sudó una gota enorme.

 

-No es a donde vamos, Roy -dijo Hughes con voz macabra -Es en donde estamos -y TARAN!!

 

"EDOBITS"

 

Roy empezaba a desarrollar un ligero tic nervioso en el ojo.

 

-MAES! TE DIJE QUE NO QUERÍA SABER NADA DE ESTE MALDITO LUGAR DE PERVERSIÓN!!!

 

-Si, amigo, claro... pero bien que en la noche no dejabas de gritar "Vamos, más rápido, vamos" -soltó Maes moviendo su mano con desinterés. Roy sintió calor.

 

-CLARO QUE NO!! -gruñó agarrando a su amigo del cuello y ahorcándolo. Roy soltó a Maes y se encaminó con pasos energúmenos fuera del local.

 

-A donde?! -soltó Maes estirando el brazo y tomando a su amigo del hombro, para entrar los dos al local -Vamos a que te compres una Edobits y asunto arreglado, no te va a pasar nada por tener una.

 

Maes arrastró a Roy a la tienda y éste último tenía los ojos llorosos.

 

-Te digo que no tengo dinero!! Como voy a pagar algo tan caro!! -gruñó Roy, viendo a su amigo con ojos de poca paciencia, pero Maes parecía no escucharlo.

 

Al entrar al local Roy quedó de piedra al ver la cantidad de muñecas que en el había. De todo tipo, tamaños, usos, colores, sabores?!... cada quien. La tienda también gozaba de utensilios para placer sexual, que muchos provocaron el nerviosismo de Roy que jamás se imaginó que llegaría a conocerlos.

 

La tienda se dividía en dos secciones principales, Heterosexuales y Homosexuales, y de esas secciones había subsecciones, las cuales Roy no quiso investigar cuales eran, ver la sección de homosexuales lo había incomodado mucho.

 

-Yo creo que esta es muy bonita -dijo Maes, tomando una caja algo grande con una Sexdoll rubia dentro de ella, Roy sudó una gota y negó.

 

-Maes, no tengo dinero para pagar una cosa de estas -soltó Roy un poco más serio, viendo con algo de recelo a los muñecos. Maes sonrió con emoción.

 

-Por eso amigo mío -decía tomando a Roy de los hombros -Yo te regalaré una! -gritó con júbilo y un fondo de brillos y un letrero enorme que decía algo así como "BUEN AMIGO"

 

-Que?!! por que? no estas viendo lo caras que son?! -exasperó Roy moviendo los brazos con nerviosismo, enseñándole los descomunales precios a su amigo.

 

-Bah! Cualquier cosa -dijo sin darle importancia -Además, cumpliste 19 hace poco, tenemos que celebrarlo! Y que mejor que con una Sexdoll! -gritó emocionado Maes, empezando la búsqueda de la Edobits correcta.

 

Roy respiró con cansancio y dejó a su amigo perderse entre la multitud de muñecas, que excusa tan barata esa de que porque cumplió 19?... en todo caso con una simple noche de borrachera tenía, no quería una de esas muñecas, se sentía tan... morboso... 

 

Caminó por los diversos stand, pasando su mirada de un lugar a otro, casi sin interés, mirando a las muñecas sin vida, muchas eran muy bonitas, no podía negarlo, pero seguían siendo eso... muñecas... suspiró con fastidio. Caminando cabizbajo y aburrido, hasta que...

 

-Y esto? -se preguntó al ver una Edobits de apariencia muy tierna, aunque vestía muy sensual, con orejitas de gatos y el cabello rubio y suelto. Roy no pudo evitar soltar una sonrisa.

 

-Eres muy linda -se dijo, no pudiendo evitar levantar la mano para palpar la caja en la que la muñeca estaba, Roy la examinó por completo, hasta que notó la extraña forma en la que estaba su mano izquierda.

 

"Parece como si estuviera agarrando algo..." pensó al ver con detenimiento la mano de la Edobits. No lo pensó dos veces... si le iban a comprar una Sexdoll, esa era la que quería. Tomó la caja, la cual pesaba mucho y se la llevó arrastrando en busca de su amigo.

 

-Quieres esa? -preguntó Maes viendo la caja con detenimiento, Roy asintió sonrojado, pero feliz. Maes se encogió de hombros y pasaron a pagar a la muñeca.

 

El cajero se les quedó viendo con cara de extraño y pervertido, más los amigos no le dieron importancia. Pagaron y salieron del lugar. Roy feliz, sin sabe porque, con su Edobits y Maes feliz puesto que Elisya no se sentiría tan sola y tendría con quien jugar.

 

Al llegar a la casa, Roy parecía niño con juguete nuevo y empezó a abrir la caja con rapidez, viendo que en ella había mucha papelería y varios cables, así como uno que otro disco. Maes agarró un sobre tamaño carta, decorado finamente y sacó lo que en él había.

 

-Ah es el certificado de nacimiento -soltó Maes en un murmullo, leyendo el contenido. Roy en cambio leía las instrucciones y examinaba a la muñeca que ahora descansaba en el suelo.

 

-Aquí dice que el sensor de encendido está en el área del cuello -se dijo, viendo que, efectivamente, había una especie de portezuela, la abrió y ahí estaban dos botones, pequeños, el verde era de encendido y el rojo de apagado.

 

Oprimió el verde y en efecto, la muñeca se sentó casi en automático, la mano que aparentaba agarrar otra, se cerró con fuerza, a Roy le sacó un susto de muerte y Maes seguía leyendo la carta de nacimiento. El pelinegro veía asombrado como la muñeca estaba sentada sin abrir los ojos, parecía como analizando el lugar.

 

El monitor en el que estaba conectada empezó a trabajar, dando como señales un "LOADING" y después muchas barritas y demás ventas que aparecían con instrucciones y licencias. Pero Roy parecía no notarlo.

 

Fue en ese momento que la Edobits abrió los ojos, revelando con ello unos hermosos orbes doradas, Roy quedó embelezado con ello. La Sexdoll miró a Roy analizándolo, hasta que una tierna sonrisa se dibujó en sus labios.

 

-Ho...hola...-susurró nervioso el chico, viendo a la muñeca frente a él. Sin ver los movimientos, la Edobits ya estaba encima de Roy, pegando su cuerpo al de este, de una manera muy insinuante, ahí Roy supo que tendría un infarto.

 

-Hola! -dijo la Sexdoll, mirando con ojos cariñosos al pelinegro frente a él, Roy la miraba entre confundido y nervioso. Además de que ciertas partes de su cuerpo se estaban tocando y Mustang notó "cierta" cosita que NO debería de estar en su muñeca.

 

-Mira Roy!! Te has equivocado! Bueno, quiero creer que te has equivocado -soltó Maes sin despegar la mirada de la hoja -Has agarrado una para gays, jajajaja y para colmo pedófilos! -soltó con burla levantando la mirada, su sonrisa se congelo.

 

Roy con la Sexdoll encima... muy comprometedoramente...

 

-No...no es lo-lo que tu crees e-ella se-se -tartamudeaba Roy, intentando quitarse a la chica de encima.

 

-No es una ella, es un él -soltó Maes, señalando el certificado de nacimiento, era de un color azul pastel, con detalles rosa -Por eso el vendedor no miró raro -dijo con la mano en la barbilla.

 

-MAES DEJA ESO Y QUITAMELO DE ENCIMA!!! -gritó frustrado Roy, sin atreverse a tocar su muñeca, la cual lo miraba con duda, pero su sonrisa seguía en sus labios.

 

Maes ayudó a Roy a quitarse a la Edobits, dejándolo sentado a su lado, Roy respiraba con agitación y Maes examinaba a la muñeca.

 

-Como... como que es hombre? -preguntó Roy ahora un poco más conciente, revisando todo el papeleo que vino con la muñeca, el rubio lo miró e imitó.

 

-Sip, no viste a que sección entraste? -preguntó Maes, quitando el cableado de las orejitas de gato que llevaba la Edobits, y guardándolos en una caja. Roy negó con frenesí y el rubio también.

 

-Yo...solo la vi, LO vi... y pues... -Roy volteó a ver a su Sexdoll, éste lo miró de vuelta y le sonrió, Roy se puso más serio -Tengo que devolverlo... yo no quiero un niño de compañía.

 

Roy sintió una mano posarse en su pecho, al voltear, vio los ojos tristes y preocupados de la muñeca, el pelinegro se quedó un poco fuera de sí. Perdiéndose en el dorado de los ojos grandes de la Sexdoll. Roy suavizó la mirada y acarició con ternura la cabeza del rubio.

 

-Perdón, pero... no puedo tenerte -dijo Roy viendo con lástima a la muñeca. Apretó con más fuerza su agarre.

 

-No...-susurró quedito, bajando la mirada con decepción. Roy se sintió extraño al ver que la mano pequeña de el Edobits de alejaba de él.

 

-WAAA!!! -gritó la voz chillona de Elisya, todos voltearon a verla y en sus pequeñas manitas estaba el recibo de la tienda, partido a la mitad.

 

Maes y Roy se quedaron de piedra... el recibo... para poder devolver a la muñeca...

 

ROTO!!

 

-MALDITA MUÑECA!!! -gritó fúrico Roy, lanzándose contra la susodicha.

 

-OYE! NO LA VAYAS A ROMPER! -gritó Maes en defensa.

 

El rubio miró dudoso todo y se echó encima de la conmoción, para ser exactos, encima de Roy, quien se quedó de piedra por aquello. Volteó enseguida, quedándose a pocos centímetros del rostro del Edobits.

 

-SE QUEDA, SE QUEDA, SE QUEDA! -bailaba la pequeña Elisya, a un lado de Maes y con los trozos de papel en sus manitas.

 

-Eres una tramposa, Elisya -le susurró Maes con una sonrisa. Elisya guiñó el ojo y continuó bailando.

 

-De acuerdo, de acuerdo! Se queda! -dijo cansado Roy, el Edobits, muy feliz, se le echó encima a Roy otra vez, abrazándolo con cariño. Roy nuevamente sintió absolutamente todo en la muñeca -Di-dios... solo quítate...-susurró frustrado, más una sonrisa algo tonta aparecía en su cara.

 

El Edobits estaba feliz, acurrucándose en el pecho de su nuevo dueño.

 

-Roy...-susurró muy quedito, en sus ojos se reflejó una frase "NEW NAME.... SAVE"

 

Justo cuando todo eso pasaba, en la misma tienda en la que había sido comprada la Sexdoll. La gente seguía comprando y viendo en la tienda, agotando la mercancía, pero si nos vamos un poco más abajo, en la bodega... mucha más mercancía podía ser vista...

 

En el fondo... una Edobits olvidada y empolvada...

 

Un brillo rojizo, su mano, que aparentaba agarrar algo, se cerró con fuerza...

 

Sus ojos dorados se abrieron con lentitud y se paró con dificultad. Su cabello dorado resbaló graciosamente pro su hombro...

 

Una sola palabra salió de sus labios...

 

-Edward...

 

Continuará...

Notas finales:

Mundo Cibernetico de AKia:

Moo mina! otro fic cortito, pero esperemos ke más largo que el anterior, jejeje, espero que les guste y me dejen sus opiniones!!!

BYebye

 


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