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Entre Motocicletas por Yagami Rose

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Notas del fanfic:

Hola..... aki estoy de regreso con un fic más patetiko ke los otros -_- ha en fin espero ke les guste y acepto komentarios de todo tipo..... de ante mano gracias por leer....

 

Después del accidente que tuve con mi antigua moto me había resignado a dejar esa obsesión mía por la paz... había estado en el hospital por casi tres meses y eso me dejo el miedo suficiente como para no querer regresar ahí jamás, el solo pensar en la horrible comida que dan me hace temblar, esa asquerosa gelatina verde que parece tener vida propia y esos purés de no sé que verduras, ¡no!... pero tal vez, hubiera podido soportar la comida más que a la maldita enfermera con cuerpo de toro y cara de salamandra que me atendía, ella sí que me causaba un enorme terror y peor aun cuando llegaba con esa diabólica sonrisa en su rostro, ya sabía lo que venía: "Señor Kusanani, ya es hora de su baño de esponja, esta vez, no se escapará jovencito"... eso sí que era horroroso, en primera ni si quiera podía decir mi nombre y en segunda no soportaba tener que ser bañado por un monstruo como ella, mi pobre cuerpo era maltratado con cada pasada de la esponja sobre mi pielcita y... lo peor, ¡¡¡estar desnudo frente a ella!!!... ¡¡¡no!!! Ya no quiero recordar esos espantosos momentos en ese endemoniado hospital, creo que le tengo más miedo a ella del que le tenía a Yagami... ¿Yagami?... ¿Qué será de él?... ¿Cómo estará?...¡¡bah!! ya estuvo bueno de pensar en él, además él se largo, quien sabe a donde y... me dejo, en fin...hum, no puedo mantenerme más tiempo alejado de la velocidad y de toda esa adrenalina que reúno en cuanto me subo en ella... tengo que recuperarla, ¡¡debo tener una moto nueva!!

 

Caminaba entre la gente, totalmente ajeno a todo aquello que no fuera encontrar un nuevo bebe... me dirigí al centro comercial, estaba dispuesto a conseguirla y que mejor lugar que la agencia local... entré al amplio local y comencé a curiosear, tocaba las camionetas familiares y los pocos deportivos que tenían, algo raro para ser la agencia de autos más popular de la ciudad...me encaminé hasta el mostrador...

 

-Oiga... disculpe...- Trato de llamar la atención de una chica que esta mirando el televisor... según veo esos malditos programas en serie llenos de chicos guapos salvando a la chica bonita han regresado... ¿salvando a la chica? ¿Por qué me suena? -¡Hey!... señorita ¿puede atenderme?...- Al fin me mira...

 

-Sí, ¿Qué se le ofrece?- Se acerca al mostrador con una cara de "maldito tenías que venir a molestar en la parte más emocionante"...

 

-Ah... ¿podría mostrarme los modelos de motocicletas?...- Le digo con una tonta sonrisa plasmada en el rostro... estoy tan emocionado que no aguanto las ganas de verlas...aunque no hay ninguna en las plataformas -... Es que no las... veo...-

 

-Claro... permítame, ya traigo el catálogo- La chica se daba la vuelta cuando la frene en seco

 

-¿Catálogo?... ¿Qué no las tiene en existencia?- Mi rostro cambiaba de alegría abrumadora a desconcierto total...

 

-Pues... ¿como decirlo?... ¡No!-

 

-¡¿Qué?! ¡¡¡¿Por qué el mundo esta en mi contra?!!!- Levante los brazos reclamándole al cielo y dejando salir mis lágrimas como dos chorros de agua de mis ojos...

 

-Verá, pronto tendremos una Expo de deportivos y motocicletas por lo que la agencia no pidió ninguna, al menos no hasta que sea la Expo...- La chica sonreía sádicamente clavando sus ojos en los míos... pronto tuve una nube negra lloviendo sobre mi cabeza y llenando mis ojos nuevamente de una llorosa expresión-...lo siento joven, ¿Por qué no viene cuando tengamos nuestro evento? Tal vez encuentre algo de su agrado-

 

-Y... ¿Cuándo, cuándo es?...- Le pregunte un poco más calmado y tratando de sosegar mi agitado pecho

 

-La semana entrante, el viernes...- Ya había estado tirado en cama tres meses y otro más sin poder conducir recuperándome en casa y que decir de estos dos que has sido toda una aburrición, una semana no era nada en comparación a eso pero aun así parecía ser demasiado...

 

-Ah...y... ¿me asegura que en verdad tendrán motos para ese día?- Coloqué mi dedo casi sobre su cara para demostrarse que estaba hablando en serio

 

-Sí joven, ¡se lo prometo!- La chica levantaba la mano en señal de juramento -... y no solo eso si no que también habrá una que otra motocicleta extranjera... nos visitará una agencia Italiana ya sabe uno de nuestros mayores socios la traerá exclusivamente para este evento...- En cuanto pronunció esas palabras mis ojos se llenaron de un brillo celestial y comencé a imaginarme con una de esas bellezas italianas en mis manos...

 

-¡¡Muy bien!!... entonces aquí estaré el viernes listo para comprar una...-

 

-Ah, sí, como usted guste...-

 

Salí del lugar un poco triste por no haber conseguido la moto de inmediato; aunque había más agencias de autos en la cuidad no estaba dispuesto a comprar en otro lado, pues ahí había sido el lugar donde compre mi primera moto, con la cual me estrelle por cierto... el accidente...miré por las grandes ventanas de uno de los pasillos laterales, logré ver la intersección donde hace casi seis meses, todo había sucedido, pero ya sin rastro alguno de eso...y frente a ella, el edificio donde Yagami vivía y donde me había tomado por primera vez...

 

FLASH BACK

 

-¡¡¡¿Qué?!! No, no puede ser, Beni ¿Estás seguro?- Esa tarde había recibido una llamada de Benimaru, al parecer Iori dejaría Japón... así, como si nada...

 

-Sí, lo escuche de uno de los miembros de su banda, creo que se va a Europa, no estoy muy seguro...

 

-Pero, ¿Por qué?, no lo entiendo, si él y yo...

 

-Kyo, ¡¡ya por dios!!, sabes tan bien como yo que lo amas demasiado como para dejarlo ir así nada más, sin razón...ve, búscalo, o te arrepentirás después...- Las palabras de Benimaru provocaban cierta ansiedad en mi no solo porque lo que decía era la verdad sino también porque su voz iba quebrándose poco a poco -...aun tienes tiempo de alcanzarlo, por lo que oí su vuelo sale a las cuatro ...

 

-Beni... es que...- Ya no pude terminar de hablar pues él había colgado el teléfono, tenía razón, en todo, yo estaba amando a Iori desde hacia tiempo y él había estado apunto de quererme también pero algo lo aparto... y Benimaru, yo sabía de su amor por mí, de un amor que siempre me fue demostrado pero que nunca correspondí, que ignore a toda costa sin importarme nunca sus sentimientos y a pesar de todo, él sigue aquí, conmigo, para mí...

 

-¡¡Tengo que irme, Iori, no puede irse!!...- Colgué el teléfono apartando mi cabeza de todo aquello que no fuera Yagami Iori...

 

Baje corriendo de mi apartamento y salí del edificio lo más rápido que pude pues faltaban solo cuarenta minutos para las cuatro; tomé mi moto, la encendí y acelere, estaba dispuesto a detenerlo, no quería que se marchase, no sin tenerlo, no sin siquiera poder verle por última vez...

 

Rebasaba un auto y luego otro, incluso llegue a pasar por las aceras para facilitarme el camino... el trayecto era de por si largo y con aquella desesperación de saber que se alejaría de mi para siempre se me hacía eterno... el centro comercial del este marcaba el fin del camino, solo un cruce más y estaría donde Iori... llegué a la intersección, una cruz formada por las calles principales era mi último obstáculo, pronto el semáforo marcaría un alto para la calle de donde yo iba, no estaba dispuesto a esperar teniéndolo a solo unos metros y con el tiempo encima, no, no podía esperar más... no me detuve, al contrarío, aceleré, creí que lograría ganarle al semáforo... pero, antes de llegar al cruce, la luz cambió... escuche el claxon del otro auto, pero fue muy tarde...sentí de pronto el estremecimiento del choque; un espantoso ruido llenó mis oídos, el sonido del metal retorciéndose, de cristales rotos volando por todas partes... hasta mi propio grito al salir disparado junto con mi moto hasta el otro lado de la calle... caí tendido sobre el asfalto con la moto a un costado mío, aun estaba algo consiente, alce la vista a lo largo del edificio hasta que encontré el departamento de Iori, el cual, poco a poco, empezaba a tornarse de color rojo ante mi mirada, coloque difícilmente uno de mis brazos contra el suelo e intente levantarme pero al apoyar mi mano, logre escuchar el sonido de mi muñeca rompiéndose a un más, caí de inmediato al suelo, un agudo dolor invadió mi pecho, recorriendo todo mi cuerpo en un instante... después, cerré los ojos, no supe más de mí...

 

Desperté en un cuarto de color blanco, parpadee varias veces tratando de aclarar mi visión, no reconocía el lugar, bajé mis ojos y vi mi cuerpo, mi brazo envuelto en ajustadas vendas hasta las puntas de mis dedos, me dolía todo el cuerpo... moví la cabeza hacía un lado y ahí sobre una silla, dormitando y con un semblante lleno del más puro desvelo, estaba Benimaru recargando su cabeza sobre su mano...

 

-Be... Beni...- Musite con dificultad y tal como si hubiera estado concentrado solo en mi voz, al escuchar la primer palabra salir de mi boca, Benimaru despertó...

 

-¡¡Kyo!!, gracias a dios, ya despertaste... imbesil me tenías muy preocupado...- El cielo en la mirada de Beni comenzó a vidriarse y las lágrimas reinaron sobre su rostro...

 

-¿Qué?... ¿Dónde estoy?...-

 

-Tranquilo, no te muevas, estas en el hospital... te accidentaste...-

 

-¿Accidente?...- Mi cabeza comenzó a despejarse y recordé las escenas, incluso, el origen de todo aquello...

 

-¡Iori!- Grite con desesperación intentando incorporarme -¡¿Dónde esta?!-

 

-¡Kyo!, ¡Kyo!, calma, quieto, por favor... Iori... él se fue hace casi ya cuatro días y tú, tienes el mismo tiempo inconsciente...

 

En cuanto escuche eso abrí los ojos en su totalidad, no me importaba el tiempo que tenía dormido, ni siquiera había notado la gravedad de mi estado... solo me importaba saber de él, pero, él, ya no estaba, se había ido, y yo, no había podido verle...

 

-Kyo...- Beni pronunció con aun más dolor forjado en él, sus ojos, su voz, todo él me decía que estaba sufriendo más que yo... reaccione entonces, ya era suficiente el daño que le estaba causando a Beni como para que ahora me estancara en el recuerdo de Yagami y, solo por Beni, por él, trataría de seguir sin la mitad de mi alma...

 

-Tranquilo Beni, estoy bien, hace falta más que una golpecito como este para matarme y eso, lo sabes bien...- Le sonreí para tratar de calmarlo -...oye Beni...-

 

-¿Sí?, ¿Qué pasa?-

 

-Y mi... mi moto...-

 

-¿Qué?- Beni parecía nervioso y trataba de no responderme -¡Hey! Mira, ya esta aquí tu comida... bien a comer...-

 

-Benimaru Nikaido, contesta ¿Dónde esta mi moto?- Le dije serio y firme, realmente me preocupaba mi hermoso bebe...

 

-Ah, bueno, este... tu moto, veras... fue tan grave el golpe que...hay ¿como te digo?-

 

-Beni, dime que esta bien- Mis ojos aumentaron seis veces su tamaño con lo llorosos que se ponían con cada palabra que Benimaru decía... algo me gritaba que mi niña no estaba del todo bien...

 

-Es que... ¡hay ya!, tu moto quedo destrozada, gracias a dios ella recibió casi toda la fuerza del impacto con el otro carro... trate de ver que la repararan pero no se pudo hacer nada por ella... Kyo, tu moto, esta... muerta...-

 

-¡¡¡¿Qué?!!!, ¡No!,- Sentía que mi cuerpo se hundía en el más profundo y negro de los abismos, mi pobre corazón terminaba de romperse...

 

-Tenemos que darle las gracias a ella de que estés vivo, a ella y a...-

 

-No, Benimaru, ya vasta ya no me digas más, mi pobre motocicleta... ¡¡¿Qué voy a hacer sin ella?!!- No deje que Benimaru continuara, realmente no quería escucharlo... la moto formaba parte de mi ya pasada adolescencia, ella era la mejor adquisición en toda mi vida y ahora ya no estaba -... bueno, dices que ella me salvo la vida, bien, entonces que así sea le debo la vida a mi linda niña...-

 

-Sí como quieras, pero no solo ella te salvo la vida...-

 

-¿Qué?- Benimaru salía del cuarto dejándome con la enfermera para que me medicara...

 

Estuve metido en el hospital por tres meses completos, entre recuperación y terapias para que mi mano volviera a moverse como antes, realmente me preocupaba que ya no pudiese pelear, pues es bien sabido que cuando un hueso se rompe es muy difícil acoplarlo otra vez, entre tanto me mantuve distraído y concentrado en otras cosas... sin embargo, el deseo de saber de Yagami no desaparecía...

 

FIN FLASH BACK

 

Sacudí la cabeza para librarme de todo aquello y continué mi camino... pronto me vi caminando en el parque, entre niños y parejas, todos ellos con la alegría desbordándose de sus rostros, jugando entre los árboles, entre las flores... me senté en el suelo frente a un pequeño lago, los recuerdos llegaron nuevamente a mi cabeza, recuerdos de cuando Benimaru y yo solíamos pasar las tardes aburridas aquí... "Lo extraño mucho", hace casi dos semanas que Beni se había ido de Japón con destino a Londres,  todo por su trabajo de modelo, y yo, me encontré nuevamente solo y encerrado en mis sentimientos, en esa obsesión mía por Yagami, a pesar de que de él no sabía nada hacia seis meses atrás... Benimaru me llamaba cada vez que podía, preguntando por mi estado y siempre diciendo que me tenía una sorpresa, algo que no me imaginaba y que me haría realmente feliz, pero que si quería saber que era, tendría que esperar hasta su próxima llamada, la cual, según él, sería hasta el viernes entrante pues su trabajo le impedía llamar antes... me levanté, la tarde avanzaba y el frío de la noche comenzaba a hacerse presente, tenía que llegar pronto a casa...

 

Poco a poco los días se sucedían, eternos y pesados, cada uno más cansado que el anterior, sin nada más que Yagami en mi cabeza, solo él, metido entre mis sueños, en mi carne... hasta que por fin el día esperado llegó...

 

-¡¡¡Al fin, Viernes!!!- Salté de la cama, con un entusiasmo que no había tenido desde mucho tiempo atrás, dormir hasta casi medio día me había revitalizado y estaba listo para las dos cosas importantes que se presentaban ese día... la primera, la llamada de Beni revelando por fin la misteriosa sorpresa que me tenía preparada y la otra...

 

-¡¡¡Mi moto!!!- Terminé de vestirme y comenzó la odisea...tenía que esperar hasta las seis de la tarde, pues a esa vendita hora se les había ocurrido hacer la inauguración del evento y lo que era peor no sabía a que hora, Benimaru llamaría, para colmo de mis males mi celular estaba descompuesto desde que tome la costumbre de desahogarme arrojando todo lo que veía en frente, solo tenía el teléfono de casa... decidí salir a desayunar para luego esperar y esperar por casi dos horas y media, pero nada, mis ojos se cerraban poco a poco y los bostezos tomaban mi boca, me tire en el sofá y me quede dormido...

 

El sonido del teléfono me saco de mi dulce sueño... por un momento no le hice caso y el pobre continuo sonando por unos tres minutos más... ya me estaba hartando así que tome uno de los cojines del sofá y lo arroje hacia el teléfono, en cuanto lo escuche caer al suelo recordé que había estado haciendo antes de dormirme...

 

-¡¡No Beni!! No cuelgues ya voy- Casi me caigo al bajar del sofá, comencé a buscar el teléfono, una parte de él estaba estrellada a causa del golpe...

 

-¡¡Bueno!!- Contesté acelerado, sentado en el suelo y con el teléfono en medio de mis piernas

 

-Vaya, hasta que te dignas a contestar... al menos es por cobrar...-

 

-Beni, perdón, es que estaba durmiendo...-

 

-No, nada, nada... dime, ¿estas listo?- Beni atenuaba su voz haciendo de su pregunta un poco más misteriosa y emocionante...

 

-Sí, vamos suéltalo, ¿Qué es?, ¿Qué vas a darme?-

 

-Ok... escúchame bien, no preguntes nada hasta que te haya dicho todo, ¿entiendes?-

 

-Ah... sí, como tú digas, pero...- La forma de hablar de Beni me intrigaba, corroía mi vasta curiosidad de gato hasta un grado fatal...

 

-¡Hey, hey!... Qué te dije, nada de preguntas... ahora escucha... sabes, yo sé que has estado sufriendo mucho por él...- Mis ojos no cabían por la impresión Beni, me estaba hablando de Yagami -...también, siempre supe que tu y yo jamás tendríamos nada, pues, somos amigos, los mejores y eso no cambiará y la verdad es que no quiero cambiarlo y que quede así... además ya tienes a Iori, solo depende de que te sepas mover...-

 

-Benimaru... ¿De qué hablas?, ¿Moverme?, tú, ¿Estas bien?- Realmente no lograba comprender lo que decía, de lo único que estaba seguro era de que por primera vez Beni no se quebrantaba al hablar de... los dos...

 

-Sin preguntas, deja que termine... por mi no te preocupes, digamos que yo también tengo por quien preocuparme, es lindo, hasta puedo decir que más que tú y me ha enamorado totalmente...-

 

-¿Te enamoraste?, ¿De quien?... ¡oye! ¿Quién puede ser más lindo que yo?...- No podía creerlo, no me era posible creerlo, por una fracción de segundo me sentí... celoso...

 

-Nunca entiendes ¿verdad?, te pedí que no preguntaras, pero ya que insistes... es el menor de los Bogard, ya tú sabrás quien es... bien, ahora sí, tú sorpresa...-

 

-¿Qué no era esa la sorpresa?- Calmé mis emociones y atine a hacerme a la idea de que había perdido a un fiel amante pero no al amigo...

 

-¡No!, no lo es...para que tantos rodeos, solo ve a esa Expo de motocicletas...-

 

-¡¡¡¿Qué?!!! ¿Cómo sabes de eso?, tú ya no estabas aquí cuando se anunció-

 

-Solo hazlo, ve y di a cualquiera de los que estén como agentes que te lleven con el promotor general de ventas que viene de Italia, solo él va a atenderte, la sorpresa comienza a partir de que lo encuentres...no preguntes más quieres y créeme yo no tengo nada que ver en esto, todo fue idea de él...yo solo le dije que no era justo tú dolor... -

 

-¿De él?, ¿De quien?... ¡¡Beni!! Maldición ¡Contesta!...- Nuevamente me quedaba hablando solo... la incertidumbre estaba en mi cuerpo, la Expo, ¿Cómo es que sabía de eso?... miré el reloj, eran las cinco treinta, ya era hora de salir...

 

Caminé hasta el centro comercial, desde afuera se notaba el gran bullicio que aquel evento estaba provocando, subí hasta el piso donde se llevaría a cabo la Expo, había mucha gente y tanto por ver... un BMW de color vino tomo toda mi atención, caminé hasta él totalmente hipnotizado por su diseño, era perfecto, pero pronto su magia se acabo, justo a un lado de él estaba esa chica con la cual había tenido esa pequeña riña cuando había ido a preguntar por las motos...

 

-¡Joven, regresó! Que... bueno...- Ella me brindaba una forzada sonrisa  con una mirada de no querer verme de nuevo...

 

-Sí, le dije que estaría aquí para comprar una moto, pues bien, aquí estoy...-

 

-Muy bien, pues adelante, al fondo, en la plataforma principal encontrará los tres nuevos modelos que trajo nuestra socia Italiana...- En cuanto pronunció eso recordé las palabras de Benimaru, así que sin dudarlo me lance a hacer lo que me había dicho...

 

-Disculpe... me dijeron que preguntara por el promotor de Italia... ¿usted sabe dónde esta?, es que, me esta esperando, eso creo...-

 

-Hum, así que eres tú el cliente que atenderá personalmente el promotor general... por ahora él esta atendiendo algunas ventas de los nuevos deportivos, pero en cuanto se desocupe yo le digo que ya has llegado... mientras tanto, entra y ve decidiendo cual comprarás... te recomiendo la Yamaha FZ, es perfecta...-

 

La joven me empujaba dentro del local, al parecer, tal como Beni había dicho, todos sabían que alguien me esperaba, el problema era que yo no tenía ni la menor idea de quien era esa persona... llegué hasta las plataformas principales, cada una iluminada desde abajo y con dos motos de diseños sorprendentes, y, ahí, frente a mi, se erguía imponente la más bella moto que mis mortales ojos hubieran visto antes a excepción claro de aquella que se hizo pedazos... una Honda CBR, color plata con negro, mis ojos se estancaron en ella, tanto me apreso que nunca note a la persona que estaba a mi lado, hasta que me hablo...

 

-Hermosa, no es ¿verdad?...  montura de diamante, las mejores suspensiones y una velocidad de arranque asombrosa, es perfecta para reemplazar a tu perdida moto...- Su voz corto mi pensar... lentamente voltee la cabeza hasta que le mire de frente, el carmesí de sus ojos estaba ya sobre los míos... no era posible, Yagami, Yagami estaba ahí...

 

-Io... Iori ¿Eres tú?, ¡Realmente, eres tú!, no puede ser...- Aquel por el cual había pasado tanto ahora estaba a mi lado como si nada, como si apenas nos hubiéramos visto ayer, y yo sin caber en mi de la emoción, de las ganas de aferrarme a él y decirle cuanto me había faltado... su porte, todo él, tan formal, no era el Yagami de siempre con esa mirada fría y poderosa, no, ahora era más bien tranquila pero sin perder ese toque de dominio, note entonces la forma en que vestía, un pantalón de vestir negro, camisa blanca y una corbata roja, simplemente ya no era el mismo, o sí, no lo sabía, la emoción de verlo me llenaba pero también el miedo renació, aquel miedo que me gritaba una y otra vez que Yagami no sentía nada por mi, nada y que todo era solo un juego... pues eso era lo que siempre me había demostrado...

 

-Hola... Kyo... dime ¿te gusta?- No contesté a su pregunta, estaba tan conmocionado, ¿acaso esa era la sorpresa de la que Benimaru tanto hablaba? Encontrarme con Iori después de seis meses, ¿de eso se trataba?...

 

-Kusanagi, dime ¿te gusta la moto?-

 

-S... sí, me gustas... es decir la moto, sí, es hermosa...-

 

-Hum...Perfecto ya es tuya... ¿Qué te pasa?... no esperabas verme, ¿verdad?- Iori se acercaba lento a mi, por instinto me aleje unos pasos, pero fui frenado por su mano acomodada ya en mi cintura

 

-Espera, Kusanagi... aun no hacemos el papeleo, ven acompáñame, te daré todo lo que hay que firmar y esa Honda será tuya...- Iori parecía estar tranquilo, como si ya hubiese sabido que yo estará ahí, como si todo ya hubiera estado planeado desde el principio... ¿planeado?, recordé entonces las palabras de Benimaru "Yo no tuve nada que ver, todo fue idea suya...aunque le dije que no era justo tú dolor..."

 

-Yagami ¡¡¡¿Qué pretendes?!!!- Le dije alejando bruscamente su mano de mi cuerpo y encarándolo, no podía estar tranquilo, no después de tanto tiempo, de su abandono sin razón...

 

-Nada... además, supongo que Nikaido te dijo que el promotor es el único que tiene que atenderte esta noche, bien, así que, aquí estoy... a tus órdenes...-

 

-¡¡¿Benimaru?!! ¿Acaso tú... tú planeaste todo? ¡¡Es por eso que él me dijo que todo era idea tuya!!...-

 

-Cálmate, luego sacas conclusiones primero nuestros negocios, ven a la oficina, tengo que hacer el papeleo... aunque sí, fue idea mía hacer este evento, como socio de esta agencia tengo que traerles ganancias...-

 

Iori comenzó a caminar y yo empecé a seguirlo, tal vez por reflejo, tal vez por ganas, pero lo seguí; subimos al segundo piso de ese local donde se encontraban las oficinas de la agencia... mi cabeza era un maraña de ideas, uní cada parte de lo que había estado pasando, primero Beni enterado de la Expo, Yagami resultando ser el promotor y el socio del cual me habían hablado esa rara chica y Benimaru... sin darme cuenta me encontré sentado frente a un gran escritorio con Yagami mirándome sutilmente, recorría mi cuerpo, podía sentirlo, y eso, me causo un poco de temor... note que el lugar estaba apenas iluminado por las luces que se filtraban entre las persianas, luces que provenían de las plataformas y anuncios del evento que se llevaba acabo en el piso de abajo... pase mis ojos por el rostro de Iori quien continuaba mirándome, no lo soporté más y explote, tenía que dejar salir todo aquello que se adormeció por casi seis meses...

 

-Iori... ¡¡¡¿Por qué?!!!- Pregunte lastimeramente dejando quebrar mi voz y azotando las manos en el escritorio -... ¿Por qué te fuiste sin decir nada?...sabiendo que yo...-

 

-¡¿Por qué?! Aun te atreves a preguntar ¿Por qué?-

 

Iori se levantó de golpe y estuvo de inmediato de mi lado... me tomo de las manos y azoto mi espalda contra la pared, el miedo apareció junto con su cruel mirada... pronto estuve sin fuerzas, sin poder quitar los ojos de los del él...

-¡¿Quieres saber?! Te diré por qué... porque nunca, por más que intenté, nunca pude sacarte de mi cabeza Kyo, te estabas fundiendo en mi sangre... tu cuerpo, tu voz, todo tú estabas en mí... y aquel día, cuando me atreví a tocarte, me di cuenta que estaba sucumbiendo ante mi acérrimo rival, ante el hombre que se supone debía matar... ante ti, ante tu belleza, tu cuerpo... tú Kyo eras y sigues siendo mi tentación...-

 

Los labios de Iori habían comenzado a explorar mi cuello, probando y lamiendo cada centímetro que dejaba expuesto para su total deleite y de igual manera para el mío... entre tanto sus palabras me abrían los ojos a todas aquellas confusiones que llevaba dentro desde que se marcho... su frente ahora estaba recargada en mi pecho...

 

-Creí que la distancia me haría olvidarte... pero fue peor, cada día me era insoportable, podía sentir tu piel prendida de la mía... te llamaba entre sueños, te... te deseaba cada vez más... y luego, un día en Londres me tope con Nikaido y planee todo esto... solo para ti, para poder verte... Kyo, ya no lo aguanto, me aleje para tratar de olvidarte y no lo he logrado, estoy rendido a tu esencia, te necesito Kyo, por eso volví... te amo...-

 

Mi ser en su totalidad no sabía responder a todo aquello que había salido de las entrañas de Yagami... él, separó su frente de mi pecho y soltó mis manos, me miró fijo por unos segundos y luego pude sentir la calidez de sus labios de nueva cuenta sobre los míos, reclamándome, después de tanto tiempo de ausencia era como vivir otra vez... correspondí de inmediato a sus caricias, tome su espalda entre mis brazos y lo estreche con fuerza, con necesidad...

 

-Iori... no sabes cuanta falta me hiciste...- Pronuncie con los ojos quebrados para luego lanzarme a su boca otra vez...

 

Mientras nos besábamos comencé a desvestir su camisa blanca pasando mis manos por debajo de ella tocando aquella piel que tanta falta me hizo y que ahora me llenaba de tanta excitación... sus manos trabajaban en mi cintura, acariciándome con arrebato, proclamando mi cuerpo como suyo... la falta de aire detuvo nuestro encuentro, pero yo no quería separarme de él ni un instante más, lo tome de los hombros y lo atraje a mi cuello guiándole para que poseyera aquella parte de mi ser, sentí como su pierna iba adentrándose entre las mías y como poco a poco comenzaba a subirla y a moverla, creando en mi, una excitación aun mayor... su lengua se desplazaba con ímpetu entre mi lóbulo y la base de mi cuello mientras que su pierna subía y bajada, frotando mi sexo con extrema pasión, de un rápido movimiento cambio su boca hacia la mía y su pierna por ambas manos... me levanto hasta quedar mi entrepierna rozando con la suya, deseando la libertad que les era negada; se pegaba a mi moviéndose con ritmo, yo solo atine a sujetarlo con mis piernas para atraerlo aun más... nuestros jadeos comenzaron a presentarse...

 

-Sigue... Dios Iori... sigue... aah-

 

Pronuncié en cuanto me dejo respirar pero casi de inmediato se separo de mí, la falta de su cuerpo me lleno de frío y por instinto lo seguí unos pasos hasta que él dio media vuelta y camino hasta el escritorio, tomo la silla y se sentó, lentamente comenzó a desabrocharse la camisa, yo solo miraba desde el otro lado del cuarto, lleno de lujuria, de deseo, al notar como aparecía ente mi la piel de su pecho, tan perfecta, tan tentadora...

 

-Ven... Kyo...ven...-

 

Iori soltó aquello en un susurro, el cual aumento en mi la necesidad de tocarlo... me acerque a él y me arrodillé hasta tener su pecho dominado por mi lengua... lo recorrí todo, cada línea que sus músculos formaban fue mía... de sus labios logro escaparse un gemido claro y lleno de placer en cuanto comencé a formar con mi lengua uno de sus pezones, lo contuve entre mis labios masajeándolo, poseyéndolo... pase de aquella parte y llegue hasta su cuello, sin importarme nada lo mordí con fuerza provocando un nuevo gemido en él...

 

 -Agh... aah...aah-

 

Tomo mi rostro con sus manos haciendo que le mirara, se puso de pie, quedamos frente afrente; en ese momento quería decirle tanto pero no pude ni siquiera susurrar nada, solo esperaba su próximo movimiento, caminó hasta uno de los lados del escritorio y arrojó al suelo todo lo que había en él, regreso hacia mi y tomándome ahora de la cintura, con un solo movimiento me acomodo en el escritorio, tomo mi nuca con su mano y me beso lentamente mientras que nos acostábamos en él...

 

Su respiración era acelerada mientras que sus manos tomaban mi cuerpo con destreza, mi cabeza giraba mientras que trataba de aferrarme a algo, solo logré encontrar la espalda casi desnuda de Iori, la tomé con fuerza aumentándola cada vez que mis gemidos se dejaban escuchar...

 

Iori se levanto un poco y poso sus manos en el cuello de mi playera, lo tomo con fuerza y de un solo golpe la rasgo justo por la mitad, mi pecho quedo descubierto ante sus deseos, sin dudarlo un poco atacó aquella placentera parte de mi ser con aun más apetito, me mordía, me besaba, tomaba mi pecho y lo grababa con su nombre... arrancó lo que quedaba de mi playera, mi espalda pegó de lleno en el frío escritorio, lo cual , me hizo estremecer...

 

-Descuida, pronto se entibiará...- Las manos de Iori se acomodaron en mi espalda, subiendo y bajando, creando calor en mi cuerpo y un más ganas en mi sangre...

 

-Hum... ah, hum, sigue, tómame... Iori hazme, tuyo...-

 

Supliqué entre gemidos y jadeos cada vez más constantes... Iori, tomo mi petición y comenzó a despojar mi cuerpo del resto de mi ropa, pronto me encontré desnudo, claramente sonrojado, de eso no había duda, en cuanto terminó conmigo, él, se desnudo totalmente, mis deseos por tenerlo aumentaron, deseaba sentirlo, quería sentirlo en mí...

 

-Iori... ámame... hazme tuyo, solo tuyo, hazme... hazme el amor, ¡tómame de un vez!...-

 

-Esperaba a que lo dijeras... -Iori sonrió plenamente ante mi desesperada necesidad... mordió mis labios, jugando con mis pezones haciéndome retorcer... una de sus manos bajó  lentamente, rozando mi piel, hasta que llego a mis caderas, poco a poco la metió entre mis piernas sin perder la oportunidad me tocar mi evidente excitación... cerré los ojos tratando de apaciguar el dolor que apareció en cuanto Iori invadió mi entrada con dos de sus dedos, los movía, los adentraba y sacaba haciendo de mi agitado cuerpo un arco con cada roce... Iori me miraba, disfrutaba ver mi ser curvarse ante tanto placer, caer ante su cuerpo, ante su hombría...

 

Apoyados en el escritorio, nos besábamos, entre caricias y gemidos míos que eran causados por el movimiento tan placentero que Iori tenía marcado en sus dedos; ya estaba clavándome en la sensación que ellos creaban en mí cuando Iori los saco del golpe...

 

-Aah...-

 

Una fuerte envestida sacudió mi cuerpo, mi entrada era ahora parte de la extensión de Iori... jadeaba y gemía sin poder evitarlo, entre tanto, él comenzó a poner ritmo a aquellos asaltos de su miembro, frotaba sus caderas contra las mías, lento y desesperante, para mí, tanto que, aumente aquellos deliciosos movimientos haciéndolos más fuertes de su parte y más rítmicos de la mía...

 

Ambos estábamos cubiertos por el sudor y la piel del otro, la poca luz que nos llegaba, me dejaba ver la exquisita expresión de Iori cada vez que entraba con mayor fuerza en mí... lo tome con fuerza y arquee mi cuerpo totalmente ante mi inevitable derrame sobre su abdomen, una calida esencia apareció en mi interior junto con un gemido ahogado por parte de Iori, sin poder evitarlo terminamos derramándonos uno en el otro... Iori permaneció recargado en mi pecho por unos instantes mientras que salía lentamente de mí, luego  se dejo caer en la silla llevándome con él...

 

-Ah... ah, Iori, te deseaba tanto, que ahora... que he vuelto a tenerte, estoy seguro... de que ya no podré dejarte...- Iori sonrió un poco y beso mi frente, se estiró y atrajo su camisa hacia nosotros cubriéndonos con ella... el cansancio era amplio y el sueño aun más, no estaba seguro de la hora, pero por mis cansados ojos estaba seguro de que ya era tarde, me quede mirándolo hasta dormirme...

 

Desperté en la silla de aquella gran oficina con solo una camisa blanca sobre mi cuerpo y... solo, despeje mis ojos y comencé a buscar a Iori, miré hacia las ventanas y ahí con la vista fija a no sé donde estaba él, siendo tocado por los suaves rayos del que en su momento simbolizo a mi familia...

 

-Iori...- Susurre su nombre y de inmediato me miró...

 

-Despertaste... que bueno, porque tengo que irme ya, regreso a Italia hoy y...- Abrí mis ojos en su totalidad, no creía lo que escuchaba, tenía planeado volver, dejarme de nuevo...

 

-¡¡¿Qué?!! ¿Te largas otra vez?... Yagami eres un... un idiota, solo jugaste conmigo otra vez... maldito...- Me levante y comencé a buscar mi pantalón, mientras que sentía como mi alma se hundía de nuevo en las sombras...

 

-¡¡¿Es qué tú nunca dejas que uno termine de hablar, verdad?!! Sí, me largo a Italia...- Iori arremetía con fuerza hacia mí tomándome de los hombros y acercándome a su cuerpo - Solo que tú te vas conmigo... no pienso dejarte, que no entiendes que te necesito...grábatelo bien porque no pienso repetirlo-  Sus labios se clavaron en los míos, feroces, posesivos y excitantes...

 

Salimos de esa oficina a las once del día, después de arreglar el pequeño inconveniente que la ropa rasgada había generado... bajamos hasta donde estaban las plataformas y en una de ellas aun estaba aquella Honda que según Iori ya era mía y por la cual había pasado la noche en una oficina revisando el papeleo...

 

-Kyo... esta moto es tuya, pero ¿estas seguro de que la quieres? por lo que paso hace seis meses, creí que habías dejado de conducir...-

 

-¿Cómo lo sabes?- La mirada de Iori se tornaba difusa y cristalina...

 

-Yo... salía del edificio cuando te vi inconsciente en el suelo, llamé al hospital, te acompañe por un rato hasta que Nikaido llegó y bueno lo demás ya lo sabes...-

 

-Así que tú... tú fuiste quien me salvo de quedar en ese lugar... ahora recuerdo que Beni me dijo que había alguien más, alguien que había salvado mi vida...-

 

-No... tu moto recibió casi todo el impacto, yo, no hice nada...- Me acerque a él por detrás y lo abrace con fuerza, con amor... ahora sabía que no solo a él le debía mi felicidad sino también mi vida y estaba dispuesto a pagarle entregándosela...

 

-Iori... te debo todo, mi bienestar, mi vida... te amo y no pienso dejarte escapar jamás...-

 

-Ni yo, pero...- Iori giró y me tomo de la cintura haciendo presión entre nuestros cuerpos -...¡¡Por el amor de dios, Kyo no vuelvas a estrellarte!!-

 

Caí de espaldas al suelo ante tal comentario mientras que una enorme gota se desplazaba por mi cabeza... me incorporé de inmediato, miré a Iori con la más pura ternura que pude tener y lo besé... estaba seguro de que a su lado, sería, al fin, totalmente feliz...

Notas finales: Espero ke les haya gustado...... gracias por leer!!!!

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