Amores de Barra por Danish

Un rubio se sentaba en una barra cansado, suspiró profundamente, en realidad su trabajo no era bien visto y creía que nunca lo sería

-Me da un wisky seco –le pidió al cantinero mientras levantaba su rostro y mostraba unos ojos azules parecidos al agua del mar

-Naruto... –lo apremio un barman de cabello negro y largo, de ojos grises y de mirada tranquila –sabes que tienes que estar sobrios para los clientes

-Solo quiero uno... no puedo más con este trabajo

-Será mejor que te jubiles

Una chica pelirrosa y de ojos verdes se acercó también a la barra, mientras se ponía un top pequeño

-Todas dicen que estas algo viejo –terminó de decir y comenzó a reírse

-¡Sakura! –el barman estaba furioso -¡Acuérdate que es Naruto el que atrae clientes... no ustedes

La pelirrosa se fue furiosa de la barra y Naruto también se levantó

-Naruto... lo siento –susurro el hombre

-No puedo más... sabes que no me gusta este trabajo –el rubio golpeó la barra con los puños y sus ojos fueron tapados por su cabello

El barman suspiro, Naruto era como su hermano, pero aquella cuenta que tenía que pagarle a aquel hombre era inmensa e iba creciendo conforme los años que pasaba en ese lugar

-Me voy a dar una vuelta Neji –dijo Naruto antes de alejarse del barman

-Naru...

-Tranquilo... estaré aquí antes de la noche

-Ne... Neji-Kun –una pelinegra y de ojos grises igual que Neji se acercaba a él, pero era demasiado tímida

-¡Hinata-Sama! –el pelinegro saltó la barra con entusiasmo y abrazó a la chica

-Etooo... –Hinata se colocó de un rojo intenso –era para que supieras que hoy...

-¿Te toca hoy turno? –preguntó con una sonrisa de oreja a oreja Neji

-A... e... si... –susurro la chica

-Bien... –el pelinegro sonrió -¿Me ayudaras?

Hinata solo asintió sonrojada

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Naruto salía del bar, estaba vestido con una camiseta negra y un pescador caqui, miró las letras que estaban escritas en katakana (letra de escritura japonesa) y dijo

-Ichikaku

Sonrió de medio lado y miró el sol radiante de la mañana y se dijo

No supo cuanto caminó, pero vio un hermoso y acogedor café, revisó su cartera y tenía dinero suficiente para comerse algo dulce y porque no... tomarse un té

Entró a aquel local y sonó una graciosa campanita que hizo que todas las personas que estaban hay lo miraran, por vergüenza se sentó en una de las ultimas mesas, pero se dio cuenta que había captado la atención de unos ojos tan negros como la noche, sonrió y llamo a un mozo rubio como él, pero con ojos verdes y este sonrojado por la belleza de Naruto le preguntó con timidez

-¿Qué?... ¿Qué se le ofrece?

Naruto lo miró boquiabierto y sonrió, había comprendido el porque del comportamiento de aquel hombre, pero tenía que calmarse, no estaba en el Ichikaku, eso no era un bar de mala muerte, de eso estaba seguro

-Por favor me trae un té y una ensalada de frutas

-S... si... en...en un momento estará listo

El rubio solo sonrió, se repitió una y otra vez que no estaba en su trabajo y miró una ventana que estaba cerca de el y apoyó su frente en el marco de esta, una lágrima rodó por su mejilla y cuando iba a cercársela unas dulces manos y una voz algo autoritaria lo pararon

 -Quédate así... e encontrado tu aura interior

-Su esposa tiene buen gusto –aclaró de inmediato Naruto al ver la ropa de aquel hombre, sin embargo el pelinegro solo rió -¿Qué le parece tan gracioso? –preguntó algo cabreado

-Es que... –el pelinegro no paraba de reírse –yo... yo no tengo esposa

Naruto se sonrojo, había dicho algo indebido, ¿En donde estaban sus modales que no los encontraba?. Pero dejó de pensar en eso cuando el pelinegro le propuso algo

-¿Puedo pintarte?

El shock de Naruto no era normal ¿Qué si lo podía pintar?, ¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿Con que propósito?, ¿Cuanto le pagaría?. Pensó en eso y su estómago dio un vuelco, el maldito dinero lo tenía así, trabajando en ese bar y satisfaciendo el placer de su jefe

-Disculpa si te dije algo indebido –se apresuró a decir el pelinegro –es que como te dije vi un aura en ti...

-¿Por qué me quieres pintar? –preguntó Naruto, pero se quedó impactado al ver que el pelinegro estaba bien sentadote en la silla que tenía al frente -¿¡Pero que demo!?...

Naruto iba a regañar al pelinegro por tal osadía, pero el mozo sirvió una bandeja de frutas y un té y se quedó boquiabierto al ver al pelinegro

-¿Usted es?... ¿Usted es?.... ¿Sasuke Uchiha? –el mozo miraba al pelinegro algo alegre

-A... así es... –dijo el pelinegro

-¿Sasuke Uchiha?... ¿El artista plástico?

-Jejeje –el de mirada negra rió un poco –en realidad soy solo pintor –aclaro

El mozo rubio solo se sonrojo, hizo una reverencia y se fue rápidamente de la mesa

-Así que pintor –dijo Naruto mientras comenzaba a comer uvas

-Si... –Sasuke sonrió –¿Me dejas pintarte?

-¿Cuando?

-Cuando puedas... si quieres te busco a tú trabajo... por cierto... ¿En donde trabajas?

Naruto se atragantó con una uva y sus pupilas se dilataron, ¿Cómo le diría al pelinegro en que trabajaba?

-¿Estas bien? –preguntó Sasuke mientras le daba golpecitos en la espalda al rubio -no creo que sea tan horrible en donde trabaja

-Yoo... –Naruto no sabía en donde meter la cabeza cuando dejó de toser

-¿Ni que trabajaras en el Ichikaku prostituyendo tu cuerpo?

-¿Y si lo hago que? –preguntó el rubio amenazadoramente, pero cuando se dio cuenta de lo que dijo se tapo la boca con las dos manos asustado

Sasuke quedó en shock, no pensaba que aquel rubio se prostituía, no sabía que decir, trataba de articular alguna palabra, pero de sus labios no salía nada, miró esa expresión de “Metí la pata” de aquel rubio, no sabía que decirle para que no se preocupara

-Gomene –susurro Naruto antes de irse corriendo de aquel café

-Espe... –pero cuando Sasuke ya había dicho eso el rubio había desaparecido y el mozo se acercó

-¿Todo bien? –preguntó el mozo

-Si... yo pago la cuenta –aclaró el pelinegro

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Naruto corría rápidamente, sus lágrimas no paraban de brotar, su corazón se aceleraba. ¿Por qué tenía que haberle respondido al pelinegro así?.

Se acordó de la cara de shock que tenía el chico, lo había arruinado todo, se había acostumbrado a ser lo que es

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-Pst... Hinata –Neji le susurraba a una chica que limpiaba los vasos con él

-¿Si?... ¿Neji-Ni-San? –preguntó la chica de cabellos negros y largos

Neji bufó, cada vez que Hinita le decía Neji-Ni-San se arrepentía de ser su primo, la quería para él, solo para él. Sabía que aquella situación lo volvía loco pero debía aceptarlo, ellos eran familia

-Limpia bien los vasos, no quiero que se te caiga ninguno –fue lo único que pudo decir, no sabía como actuar al frente de su prima, y aunque Naruto le había dicho que le dijera sus sentimientos no sabía como reaccionaria la chica

-¿Por qué eres así conmigo Neji? –pensaba Hinata -¿por qué no entiendes que te amo? –unas lágrimas recorrieron la cara de la chica y Neji se percató de ellas

-Hinata, siento si te hice llorar

-No... no importa... yo... yo ya estoy acostumbrada a ello –aclaró Hinata y salio de la barra al terminar de limpiar el ultimo vaso

-Espe... –pero había sido muy tarde, la chica se había ido del bar –Hinata –dijo en un suspiro Neji -¿Cómo hago?

-¿Cómo haces para que querido Neji-“Ni-San”? –preguntó Sakura mientras se sentaba en la mesa de la barra

-Pensé que hablaba solo –aclaro Neji

-Pero las paredes tienen oído Neji... además... supe que hoy también trajeron nuevo encargo

El pelinegro bufó, ¿Por qué su hermano tenía la manía de manejar la trata de personas?, terminó de arreglar las botellas y se fue del lugar. Quería terminar sus estudios, en realidad el Ichikaku le daba asco

-¿Cómo será el nuevo encargo? –se preguntó en voz baja Sakura mientras se bajaba de la barra –espero que no sea hombre, ya con el Naruto me basta

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Sus ojos negros se abrían despacio para no chocar con la luz del día, lo tenía en la parte trasera de un camión. Estaba un poco desaliñado, le dolía todo el cuerpo, no quería trabajar hay, no podía

-Quizá fue por el viaje

Escuchó unas voces que provenían de aquella cegadora luz

-Está bien lo quiero para el bar, se que se sentirán bien al verlo, generalmente tengo solo a un rubio, pero está bien, el rubio no puede con todos los hombres...

Sus ojos negros se dilataron al ver una sonrisa macabra y se acurrucó un poco más

-Bienvenido al Ichikaku... Sai... –susurro el hombre que le sonreía

-Déjenme ir –fue lo único que susurro el pelinegro

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-¿Para qué nos han llamado?

Un hombre alto de cabellos rojos y alborotados, de ojos azules y vestido solo con una camiseta blanca y un jean azul se sentaba en una sala de reuniones

-Como siempre Gaara -susurro un moreno –eres mi mejor amigo, pero no te puedo estar cubriendo en todas las reuniones

-Me estaba divirtiendo un poco... tu sabes...

Sasuke suspiró, no le gustaba aquel concepto de la vida que tenía su compañero, aunque tenía que admitir que era un buen pintor, era de esos bastardos que  olvidaban después de acostarse con alguien

-Tranquilo, no lo vuelvo a hacer

-Solo siéntate Gaara

Pasaron las horas en aquella reunión, Gaara bosquejaba en un papel a la última mujer con que se había acostado, hasta que Sasuke le dio una patada en la pierna ya que estaba a su lado y le susurro

-Te pedirán tu opinión en cuatro minutos

-¿De que se trata la reunión?

Por culpa de aquella pregunta Sasuke le colocó una mano en la frente, sabía de ante mano que su amigo no le estaba prestando atención a nada, solo bosquejaba a una mujer desnuda y el volvió a susurrar

-De la próxima exposición... quieren saber nuestra opinión como pintores...

-Artista plástico, soy artis... –trató de corregir Gaara pero Sasuke fue más rápido

-Quieren saber si los nuevos pintores y escultores trabajen el cubismo o lo que a ellos se le pasen por la cabeza

-Obvio que... –pero Gaara fue interrumpido por un hombre algo anciano que estaba parado en la punta de aquella amplia mesa de roble

-Señorito Gaara –el pelirrojo le prestó suma atención a aquel hombre -¿Qué dice usted?

Gaara se levantó de su puesto, colocó al revés el bosquejo que hacia y comentó

-Yo dijo que el arte es libre, si los nuevos egresados en arte quieren hacer lo que quieran, pues que lo hagan, el arte no puede ser oprimido por un género, el arte tiene que ser como el artista, no importa si es abstracto cubismo, impresionismo, eso es lo que menos importa, lo que en realidad me gustaría ver es el potencial de cada uno de ellos, que demuestren lo mejor que puedan, que saquen de ellos la luz que los iluminan a la inspiración... eso es lo que dijo

Todos los que estaban presentes hay (Menos Sasuke) aplaudieron y el pelirrojo se sentó con una sonrisa, Sasuke solo negó con la cabeza y le susurro a su amigo

-Se ve que tienes un potencial para mover masa ¿Por qué no estudiaste política? –ironizó

-Me lo pregunto todos los días Sasuke –Gaara sonreía ante los presentes –todos los días

-Es un caso perdido –se dijo Sasuke antes de esconder su cabeza entre sus brazos y se acordó de aquel rubio que le impactó, estaba decidido, es noche iría al Ichikaku y le pediría que Gaara lo llevará, ya que él no tenía la menos idea de donde quedaba, sonrió para si mismo –creo que es verdad lo que dice Gaara, soy un niño muy bueno para mi propio bien

 C-O-N-T-I-N-U-A-RA