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When there was you and me por SYRY

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Notas del fanfic:

Ojalá les guste

Notas del capitulo:

Lo dicho en el Shot anterior. Esto es sólo la subida de dos shots que escribí para el rol del foro, nada más.

Besos

  WHEN THERE WAS ME AND YOU

 

Fic Original

 

Por  Syry

 

One-Shot

 

 

No podía creer cómo Pablo le había hecho eso. Lo había traicionado de la manera más cruel y ni se había inmutado, simplemente lo había hecho. Había cogido sus cosas, hasta la última foto donde sólo saliera él, lo había metido todo meticulosamente ordenado en la maleta y simplemente, se había marchado. Había salido de su vida para siempre, con la simple excusa de que estar con él ya no le era suficiente, que necesitaba más que amor, que necesitaba una casa grande, dinero y posibilidades. Y dicho eso se fue.

 

 

 

Ahora estaba en su casa, esa que durante tres años había compartido con el chico que se había convertido en su vida y en su amor. Era un pequeño apartamento situado en el cuarto piso de un edificio céntrico en New York. Sólo tenía una habitación, una cocina-comedor, un pequeño salón que usaban como estudio y un aseo diminuto que tenía pie de ducha de milagro, y las vistas eran más edificios, pero el apartamento estaba bellamente decorado, era acogedor, y sobre todo, era un hogar.

 

 

 

Sentía que las paredes le iban a aplastar de un momento a otro, los recuerdos y el dolor le asfixiaban. El nudo de su garganta se desató y un río de lágrimas brotó de sus ojos, inmisericordes, causándole un dolor mayor que el de un golpe físico. Se sentía destrozado, deshecho, humillado y utilizado, y sentía que ya no sabría seguir hacia delante, ya su cuerpo no daba para más. Se rió sin ganas ante el recuerdo de su mejor amigo, que siempre le decía que era muy fuerte y que sabía sobre ponerse ante los golpes de la vida con facilidad, que equivocado estaba.

 

 

 

Conoció a Pablo hacía cinco años, cuando era un chico solitario y que no se abría a nadie, un chico que nunca mostraba sus preocupaciones, problemas o sentimientos, y Pablo era totalmente opuesto a él. Alegre, divertido, amable, seguro de si mismo, gustaba a todos con los que se cruzaba, todos se quedaban prendados de él, y más de uno, como él mismo, se enamoró de él. Y cuando comprendió que Pablo le hacía más caso a él que a ninguno, sintió que no había imposibles, que todo podía suceder, y creyó en los milagros.

 

 

 

Y aunque quería morirse, tirarse por un acantilado, perderse por una selva o abrirse la cabeza, debía seguir adelante, haciéndole creer a todos que no le importaba, para no preocuparlos. Se dejó caer en el sofá y puso un brazo sobre sus llorosos e irritados ojos, intentando calmarse. Ya nada para él tenía sentido, Manuel sentía que sin Pablo, simplemente iba a dejar de existir. A sí mismo se juró, no volver a amar jamás a nadie. Nunca más, ni una sola vez más.

 

 

 

Cuando Pablo se le declaró, cuando le dijo que le amaba, que sin él no era nada, sintió que era todo un cuento, o quizás un sueño, pero al principio pensó que no podía ser verdad, que un ser tan sumamente especial como Pablo no podía estar por él. Pensó que por fin, sus deseos habían sido escuchados y alguien decidió dejarselos cumplir. Y cuando le pidió vivir juntos, ahí si que supo que el deseo que le pidió al viento, de no separarse jamás, comenzaba a hacerse realidad. Y ahora ya nada de eso quedaba.

 

 

 

Al principio todos le decían una y otra vez a Manuel que estaba dependiendo mucho de Pablo, que parecía su dios y que no era como él pensaba, y era entonces cuando él les decía que no tenían ni puta idea de como era, de lo maravilloso, cariñoso y amoroso que era. Cuando le decían que confundía la realidad con sus sentimientos, Manuel les decía que cayaran y no se metieran en su vida. Si tan sólo hubiese sabido mirar más allá de sus sentimientos...

 

 

Y ahora, Manuel comprendía que el mundo real, no se regía bajo las normas de los cuentos, y ahora era cuando su parte racional regresaba y le hacía ver, que esos tontos pensamientos acerca de que los sueños se pueden hacer realidad y que se pueden soñar despierto, se esfumaba. No había deseos cumplidos, ni sueños despiertos... ni cuento de hadas. En la realidad sólo había dolor y desilusión. Pero quiso creer, quería creer... ¡Creyó!

 

 

 

Ahora Manuel comprendía tantisimas cosas, ahora él mismo sabía que el Pablo que amaba, el que soñaba, el que intentaba ver, no era el Pablo real. Ahora sabía que sus sentimientos, su amor, le habían cegado al punto de que cada pequeño gesto, para Manuel era lo máximo, sólo porque le gustaba como era, como se veía, cuando estaba con su novio.

 

 

 

Y lo peor es que siempre lo intuyó, y se autonegó la veracidad de sus pensamientos, se negó a reconocerse que no era tan perfecto ni él tan miserable, que Pablo no era un dios y él una cucaracha, que realmente no flotaba, y que decididamente, aunque se lo negara le importaba cuando su novio le hacía sentir inferior.

 

 

 

Simplemente porque le gustaba Pablo, porque le amaba, porque le gustaba el ser casi místico que veía ante él. Pero su mayor error fue sin duda creer que su, ahora ex novio, sentía las mismas sensaciones por él, que cuando estaban juntos él también perdía el mundo de vista, que sentía también ese agradable vértigo cuando se besaban, que hacían el amor y que no sólo follaban. Pero Pablo nunca, nunca lo vio así, sólo le vio como una diversión y una fuente de sexo segura.

 

 

 

Se levantó del sofá y se fue al baño. Limpió sus ojos y se miró al espejo. Y en ellos no vio brillo alguno, sólo un gran vacío. Y realmente era así como se sentía: vacío y sin vida. Suspiró profundamente y se metió en la ducha, con ropa y todo. Abrió el grifo del agua fría, y esta cayo inmutable por sobre su cuerpo, haciendo que sus ropas se le pegasen al cuerpo y que el frío le golpease brutalmente. Apoyó la frente y las manos en la pared y volvió a llorar, dejándose resbalar por la pared hasta quedar sentado.

 

 

 

No sabía cuanto tiempo había estado en el suelo de la ducha, sentado y llorando bajo el chorro, que cada vez desprendía más frío, cuando alguien entró al aseo de un portazo, gritó un "¡jesús!" muy asustado y cerró el grifo del agua. Salió un momento y luego entró con una toalla. Le quitó la ropa y le secó con la toalla. Al ver que ni le miraba, le rodeó con una gran y mullida toalla y le cogió en brazos, para llevarlo a su habitación. Allí le vistió con un pijama y le metió bajo las cálidas mantas.

 

 

 

Esa persona, que Manuel aún no sabía quien era, salió un momento. Ya el encamado pensaba que no volvería cuando entró de nuevo, portando una bandeja con una sopa de pollo, por lo que podía deducir a través de su olfato. El chico misterioso se sentó a su lado en la cama y apoyó la bandeja en la mesita de noche. Luego empezó a hablar, cansado de que le ignorara de manera tan descarada y en parte, grosera

 

 

-Pablo me lo dijo. Me dijo que te había dejado-Dijo. "Ezequiel, nuestro mejor amigo en común. Su mejor amigo. Mi mejor amigo. Nuestro. Algo que aun nos une." Pensó Manuel, empezando a llorar de nuevo. Ezequiel le abrazó-Shhh desahoga Manu, sé que no es fácil pero debes seguir adelante, no puedes destruirte a ti mismo de esta forma ¡reacciona!

 

 

-No podré olvidarlo.-susurró

 

 

-No tienes que olvidarle. Tienes que afrontarle y superarle. Tienes que seguir hacia delante sin mirar atrás, sin olvidar ni enterrar las cosas, los sentimientos y los problemas, hasta que sólo sean recuerdos

 

 

-No puedo. No sé hacerlo

 

 

-Manu, habría mil hombres que matarían porque estuvieses con ellos. Un clavo no saca otro clavo, pero puede clavarse y ser más fuerte, más autentico y especial. Vamos ‘bebé' eres sumamente especial y atractivo, lo sabes-le sonrió y le revolvió el, aun húmedo, cabello.

 

 

-Nadie, sino me ama él no quiero que me ame nadie. No puedo amar a nadie más-y por fin, le respondió el abrazo a su grandísimo amigo

 

 

-Créeme, lograrás recuperarte- le respondió su amigo, depositando un beso tierno en sus cabellos

 

 

-¿Cómo estás tan seguro?-preguntó, inocente

 

 

-No puedo estarlo-Manuel frunció el cejo-Como no podemos estar seguros de millones de cosas, pero llegará un día que encontrarás al hombre ideal, el que te cuide, te trate como un rey, te ame sin reservas o condiciones, y tú podrás enamorarte de él y serás feliz...

 

 

-Pero Pablo...

 

 

-Pablo es parte de tu pasado, mirate y piensa, ¿te mereces esto acaso? Venga Manuel, eres un chico inteligente, culto, divertido, alocado... ¡por dios! Me faltarían adjetivos para describirte. Para empezar, vas a alejarte de este hogar que tan malos recuerdos te trae. Sólo te hará falta una maleta con tus cosas más personales, lo demás lo llevarán a mi casa la semana próxima... o eso espero-susurró. Manu tembló en sus brazos.

 

 

-¿A tu... casa?- preguntó confundido

 

 

-pues sí, allí te podré vigilar-y sonrió

 

 

-Está bien...

 

 

Poco después ambos salían de aquel endemoniado departamento. Manuel era simplemente un autómata a manos de Ezequiel, quien le miraba con angustia e impotencia por no ser capaz de ayudarle. Sólo dolor y desesperanza había en el corazón del despechado. Llegaron a la media hora. Manuel demandó que quería dormir y Ez le dejó que se acostara en su cama mientras acomodaba todo.

 

Porque lo único que Manuel quería...

 

Lo único era...

 

Dejar de sentir

 

 

 

 

 

xXx

 

 

 

 

WHEN THERE WAS ME AND YOU

 

It's funny when you find yourself

Looking from the outside

I'm standing here but all I want

Is to be over there

Why did I let myself believe

Miracles could happen

Cause now I have to pretend

That I don't really care

 

I thought you were my fairytale

A dream when I'm not sleeping

A wish upon a star

Thats coming true

But everybody else could tell

That I confused my feelings with the truth

When there was me and you

 

I swore I knew the melody

That I heard you singing

And when you smiled

You made me feel

Like I could sing along

But then you went and changed the words

Now my heart is empty

I'm only left with used-to-be's

Once upon a song

 

Now I know you're not a fairytale

And dreams were meant for sleeping

And wishes on a star

Just don't come true

Cause now even I can tell

That I confused my feelings with the truth

Cause I liked the view

When there was me and you

 

I can't believe that

I could be so blind

It's like you were floating

While I was falling

And I didn't mind

 

Cause I liked the view

Thought you felt it too

When there was me and you

 

 

Notas finales: Gracias por leer. Ojalá se pudiese repetir.

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