Muchas veces juzgamos las acciones de los demás, por raras o extrañas, normales, buenas o malas, la verdad es que las acciones no se pueden juzgar así; ya que todo depende de la manera en como las miras, he aquí un ejemplo.
Era una tarde tranquila en la aldea oculta de la hoja, en el bosque de dicha aldea se encontraban un par de jóvenes recostados en el pasto, uno era rubio y su nombre era Naruto, el otro pelinegro y su nombre era Sasuke.
No era raro que estuvieran ahí pues, habían ido a entrenar y se encontraban cansados.
No era extraño que en un impulso, como los que tenía muy seguido, el chico llamado Naruto se incorporara para sentarse sobre el abdomen de su acompañante y le aprisionara las manos sobre su cabeza.
No es extraño que aprovechara el sentirse un poco más valiente al sentir cierta ventaja respecto de su amigo y decidiera confesarle uno de sus tantos secretos.
- Sasuke, se que no tengo derecho de decir esto, y menos ahora pero, te amo
No es raro que después de tal confesión y aprovechando la confusión del otro bajara la cabeza para besarlo como siempre había querido.
No es extraño que luego de darse cuenta del significado de las palabras de su amigo el pelinegro correspondiera el beso, demostrando que de igual manera correspondía el sentimiento.
No es raro que al terminar de besarse ninguno dijera nada, que podían decir si dentro de siete días el pelinegro se casaría con la heredera del clan Hyuga, Hinata; la mejor amiga del rubio.
No es extraño que quisieran disfrutar lo poco que les quedara de tiempo juntos, así que en un mudo acuerdo se dirigieron a la mansión Uchiha, en donde dieron rienda suelta a su pasión hasta acabar sin fuerza y abrazados esperando la llegada de Morfeo.
No es raro que dos amigos quieran estar tiempo juntos antes de la boda de uno de ellos, ya que es bien sabido que los nervios suelen hacer estragos en el animo de los que pronto contraerán nupcias; por eso nadie dijo nada cuando pasaban horas juntos en la casa de uno de ellos.
No es extraño que los demás amigos quisieran celebrar una despedida de soltero para Sasuke un día antes de la boda, ni tampoco que éste pasara a recoger a su mejor amigo para poder ir juntos.
No es raro que Naruto no estuviera listo ya que, había llegado una hora antes de lo acordado.
No es extraño que Sasuke quisiera aprovechar mejor el tiempo con la persona que amaba deteniéndolo antes de que saliera de su habitación y llevándolo a la cama, en donde lo hizo suyo mientras le susurraba palabras de amor.
No era raro par los amigos del pelinegro que aun siendo su despedida de soltero, éste no diera mucha muestra de interés, o que un rubio supiera que, para Sasuke; la verdadera fiesta sería después de esta y en su habitación, en la cual solo estarían ellos dos.
No es extraño que después de hacer el amor terminaran abrazados, prodigándose ligeras caricias, ni que Sasuke sintiera dudas con respecto a su boda.
No es raro que Naruto supiera de esas dudas, después de todo lo conocía mejor que nadie, tampoco que sabiendo lo mucho que su amigo arriesgaba si su boda no se efectuaba y antes de que el dijera algo, le dio una noticia.
-Después de tu boda con Hinata, me iré con Gaara a Suna en una misión de tres años.
No es extraño que Sasuke se haya quedado conmocionado ante tal noticia y quisiera saber la razón de dicha decisión.
-¿Porqué?
-Por que deseo que mi mejor amigo cumpla su sueño
No es raro que llegada la hora de celebrar el enlace el novio necesitara un consejo de su amigo, y quisieran estar solos un momento, sobre todo si el novio era una persona tan reservada como en este caso.
No es extraño que durante ese tiempo dos enamorados se dijeran lo mucho que se amaban:
-No lo olvides, no hagas que tus hijos compitan
-Si
-No dejes sola a Hinata, ella es muy bonita y alguien podría intentar quitártela
-Lo se
-Cuídate durante las misiones no importa si no parecen muy peligrosas
-Si Naru
-Te amo- dijo mordiéndose un pedazo del labio inferior
-Yo también te amo- respondió mientras abrazaba al otro por la cintura y lo besaba
-Sasuke , una última cosa; cuando estés en el altar no me mires
-Esta bien
No es raro que Sasuke no hiciera lo último que Naruto le pidió, pues necesitaba saber que a pesar de todo lo tenía para darle apoyo. Y cuando volteo para verlo eso fue lo que encontró, solo así encontró el valor para seguir.
No es extraño que la caravana del kasekaga partiera al día siguiente poco antes del amanecer; ya que siendo un hombre tan importante tenía muchas cosas que hacer y no podía ausentarse mucho tiempo de su aldea, tampoco que Naruto siendo amigo de él fuera con ellos y menos si tenía una misión que cumplir en Suna, aun que tal misión hubiera sido asignada a otro antes que a él y cambiada cuando fue a hablar con Tsunade y llorando le pidió que lo mandara lejos durante un buen tiempo y más que nada que fuera un secreto.
No es raro que después de una boda aún más, después de la noche de bodas los novios salieran tan temprano de sus habitaciones ni siquiera para despedirse de sus amigos, de los cuales ya se habían despedido con anterioridad.
No es extraño que Naruto esperara que su mejor amigo fuera a despedirse de él como el resto de sus amigos, aun si le había dicho que no iría; pues no soportaría verlo partir.
No es raro que él rubio de ojos azules anhelara que Sasuke no cumpliera con lo dicho, como lo hizo en el altar, y mientras se alejaba de la aldea mirara de reojo hacia atrás esperando verlo.
No es extraño que una esposa, que quiera a su marido, comprenda que para él es importante decirle adiós a su mejor amigo cuando esta se irá por tanto tiempo y le sugiera ir.
No es raro que Sasuke corriera por el camino lo mas rápido que pudiera para alcanzar a la caravana, más en concreto al rubio que iba en ella.
No es extraño que Naruto al oír a Sasuke llamándolo fuera corriendo a encontrarlo, ni que los demás quisieran darles un poco de privacidad y se adelantaran.
No es raro que una vez fuera de la vista de todos y queriéndose tanto, Naruto y Sasuke se fundieran en un profundo beso, que se dijieran lo mucho que se querían y extrañarían, para después y por último volver a besarse.
No es extraño que se soltaran con reticencia y se dieran la espalda.
No es raro que sintieran morir por lo que sería la despedida definitiva, por que aunque Naruto regresaría, ellos ya no podrían estar juntos.
No era extraño que comenzara a llover en esa época del año, ni menos que esa lluvia se mezclara con la lagrimas que derramaban.
No es raro que corrieran casi a tiempo en direcciones contrarias, para no dejar todo y huir juntos, mientras sentían el corazón estrujándose en sus pechos.
No es extraño sentir tal dolor cuando te separas de la mitad de tu alma, de ese ser amado por el que tu corazón late de alegría, de aquel que hace mejor tu día con sólo estar ahí.
No es raro que sientas tanto dolor cuando tienes que alejarte de la persona que amas aunque no quieras.
Por que no es extraño, ni mucho menos raro que te enamores de quien no debes.