La cancha de básquetbol, le fascinaba estar en ese lugar, desde que era un niño, no había día en que no fuera a una cancha para lazar la pelota al aro, se sentía libre, sí, esa era la palabra, lejos de tantas personas que lo tachaban de ser diferente, por que no le gustaba leer, ver la televisión, estar con niños de su edad, no, eso no le importaba, él solo quería poder practicar ese juego.
Por que al principio lo vio como un juego uno en el que el quería ser el mejor, no sabía por que razón le gustaba tanto y no le importaba, solo quería ser el mejor en eso que le apasionaba tanto.
Desde esa edad saltaba con todas sus fuerzas para poder llegar al aro pensaba “creceré y saltaré lo más alto para poder hacer una clavada”, y así lo había hecho, a sus quince años podía saltar lo necesario para poder hacerla, nunca se rindió, y consiguió su sueño. O al menos parte de su sueño, pues en Tomigaoka, era el mejor jugador de todas las escuelas, pero cuando entró a Shohoku y tuvo su primer partido de práctica, se llevo una gran sorpresa al ver lo que ese chico hizo, lo derroto, le paso por encima y eso no le gustaba, el sería el número uno.
Después de su derrota, no se quitaba de la mente a ese chico, Akira Sendoh, su estúpida sonrisa, extendiéndole la mano, pero que tonto como si él se la fuera a dar, no quería, practicaba cada día para poder ganarle y quitarle esa sonrisa y demostrarle que era mejor.
Pasaron los días y el seguía entrenando, sin algún cambio en su rutina, sus peleas con el Doa’ho, sus prácticas con el equipo, su práctica en la cancha a la que siempre iba.Un día se encontró con Kyota por casualidades de la vida, este lo reto a un uno contra uno, y claro él no se iba a negar, así que empezaron con el partido, y como era de esperarse Rukawa ganó.
Kyota estaba molesto, así que intento golpearlo, afortunadamente Maki, que los estaba observando quien sabe desde cuando, se interpuso entre los dos.
-Vamos Kyota, es tu culpa por retarlo tan pronto, ¿cómo estas Rukawa?
-Mm…-
Fue lo único que contesto.
-Siempre tan comunicativo, por cierto te vez muy bienEse comentario lo desequilibró un poco, pero no lo dejo ver.
-Mmm…Maki se acerco a él y eso no le agrado.
-¿Y por qué estas aquí tan solito, ninguno de tus compañeros quiere ayudarte a entrenar?, si quieres yo puedo hacerme algún tiempo y con mucho gusto te ayudo.
Desde el partido que tuvieron, el capitán de Kainan se le insinúo, aunque en aquella ocasión tanto Akagi como Mitsui, lo sacaron del problema, lo malo es que ahora estaba sólo.
-No es necesario, pero gracias Maki, de momento Kaede me estaba esperando ¿verdad?Los tres voltearon a ver al chico que pronuncio aquellas palabras, Sendoh lo miraba esperando una confirmación a sus palabras, y claro que las acepto, aunque Maki fuera un mejor jugador, él sólo tenía en mente a ese chico de pelos parados, y no iba a dejar pasar la oportunidad de jugar un uno a uno con él.
Cuando salio de sus cavilaciones observo que los dos chicos mayores se observaban con rencor, quizá fuera por su rivalidad, pero no estaba seguro.
-Sí, es verdad.
-Que se le va a hacer, pero la oferta sigue en pie Rukawa, cuando quieras tengo tiempo para ti.
Maki y Kyota se fueron dejándolos solos, entonces Sendoh hablo.
-Disculpa, no debí meterme donde no me llamaron.
-No, al contrario, gracias. ¿Tienes tiempo para un juego?
-Claro Kaede.
Su nombre en boca de ese chico, era gracioso, ya que era su enemigo a muerte y el único que se dirigía a él con su nombre, y extrañamente no le molestaba,.
Empezaron a jugar y claro las jugadas practicadas no tardaron en salir, sabía que no debía dejar que Sendoh las estudiara desde antes de sus partidos pero era imposible no mostrar sus habilidades en cada encuentro con él y a Sendoh le pasaba lo mismo y lo sabía, sólo entre ellos podían sacar a flote sus verdaderas habilidades.
Cuando el partido termino con la victoria de Sendoh por un punto, se tumbaron en el suelo de la cancha.
-¿Y qué haces aquí Sendoh?
-¿No lo sabes?
-¿El qué?
-Bueno, eso contesta mi pregunta, mi entrenador consiguió dos lugares para un equipo de entrenamiento en Yokohama y por supuesto pensó en ti, así que hoy mismo le hablo al profesor Anzai para saber que opinaba, al principio tu entrenador no estaba seguro, pero cuando le prometió que te cuidaría bien y que estarías de regreso en una sola pieza acepto, aunque claro me envió a mi a decírtelo, no sé por que.
-¿Iremos a Yokohama a entrenar?
-Sí.
-Eso es increíble, aunque no tanto como el hecho de que tu entrenador pensara en mí.
-Ah. Eso es por que él quiere vernos jugar a los dos en un mismo equipo, ya que ese era su sueño antes de que rechazaras su oferta, y además siendo honesto, nadie más de mi equipo podría entrenar allí, según el entrenador, es demasiado duro, así que… ¿Te gustaría ir?
-Claro, sí, por supuesto.
-Ja, nunca habías hablado tanto.
-Tonto.
Se levantaron para irse a sus respectivas casas.
- Bien, mañana el profesor Anzai te lo comunicará y te dirá lo que debes llevar, a que hora pasaremos por ti y cuando saldremos a Yokohama.
-Gracias, Sendoh.
-No me las des a mí, yo solo te lo hice saber antes de tiempo.
Fin del primer capítulo.