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HAPPY ENDING por xcanybalismx

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Notas del fanfic:

No contiene nada fuerte, así que léanlo con total libertad XD

Final Feliz 

Mello se levantó de la cama lentamente para no despertar a Matt y dijo por lo bajo 'Dios, como odio despertar.' Había sido una noche díficil, como muchas al borde de la muerte, pero siempre el hilo del que ambos pendían quedaba intacto, y por un lado eso le molestaba a ambos, tanto a Matt como a Mello.
Mello miró a la habitación, inspeccionando con cuidado cada sucio rincón de ella: Cajas tiradas, colillas de cigarrillos, latas de cerveza desparramadas, no encontrar una rata era suerte, a lo que Mello sólo pudo responder con una mueca de desprecio.
Pateando cosas del piso vagamente, entró al baño y se miró al espejo. Todas las mañanas miraba su cicatriz y sentía aún más desprecio por Near, por Kira, y por todos esos idiotas que murieron y lo dejaron solo. El fuego había comido la mitad de su cara, de su brazo, de su pecho y de su espalda, pero eso ya no importaba y hacía lo posible por ignorar el asco que a sí mismo se daba verse desnudo.
El dolor de cabeza lo mataba y tenía ganas de vomitar.

Matt despertó a los pocos minutos, despeinado, desprolijo y adolorido por algunos golpes que había recibido la noche anterior. Se paró detrás de Mello y lo tomó por los hombros.
El rubio tenía la mirada baja, si todos los días sentía ganas de no despertar, hoy eran mayores, cada día se encontraba más lejos de sus metas, y la noche anterior lo había demostrado, sus actos eran en vano.

Matt: -susurrando- ¿Lo mismo de siempre?

Mello: No... hoy de verdad quiero morir.

Matt: -suelta una risita dulce- ¿De veras? ¿Crees que es el momento?

Mello: No lo sé, Matt, y no malpienses, no soy una de esas perras melodramáticas que solo piensan en suicidarse.

Matt: No pensé en eso, no te preocupes. -baja la mirada-

Mello: Mejor.

Matt: -sonríe-

Mello: ¿Por qué sonríes, idiota?

Matt: No lo sé -lo suelta- Iré a ver si puedo preparar algo.

Mello sabía por que Matt había bajado la mirada con el comentario de 'Las perras melodramáticas'. Matt tenía su pasado, y había intentado matarse al menos dos veces, antes de encontrar a Mello.
Pero nada era importante en ese momento. Mello tomó una pastilla y salió dle baño a vestirse.
Matt estaba en la cocina mirando al espacio, sin hacer nada, y el rubio nunca descartó la opción de que su comentario era el causante.

Mello: ¿Pasa algo?

Matt: ...

Mello: Ya veo.

El pelirrojo de vistió lo más rápido que puso y salió del departamento a fumar, ya que era lo único que lo dejaba pensar y Mello odiaba que fumara en interiores.
Se sentó en la vereda, encendió un cigarrillo y los recuerdos que tenían con Mello comenzaban a tomar forma en su cabeza, desde su primer día en la Wammy's House.

...

Era su primer día en la Wammy's House, un orfanato para chicos dotados en Inglaterra. No tenía muchas espectativas y prefería dejarlo así, y que cada vez que tenía espectativas terminaba decepcionándose.
El lugar era enorme y muy elegante, se sentía privilegiado de estar ahí con solo 13 años de edad.
Cuando entró por primera vez estaba asombrado, mirando cada rincón, las lámparas de araña, los enormes ventanales y las piezas de arte que colgaban de las paredes.
Watari, el director del orfanato, lo llevó a un patio donde había por lo menos 30 chicos, algunos jugando fútbol, otros cartas, elástico, chicas hablando por detrás de los árboles, había de todo. Pero Matt simplemente decidió sentarse el lado de un árbol a jugar con su mini-consola DS.
Era todo un mundo para él, un vicio, no podía dejarlo aunque quisiera, era prácticamente todo lo que tenía.
Era extraño como al tener tanto espacio para correr, gritar y saltar, cosas que Matt estaba reprimiendo, sólo se sentaba y jugaba con una consola. Tal vez no le llamaba la atención, o simplemente prefería no hacerlo.

De repente una pelota de fútbol golpeó su cabeza, dejándolo atónito buscando el lugar del que venía con la pelota en brazos.
Un chico de cabellos rubios y penetrantes ojos celestes se acercó a él con una mirada pedante a sacarle la pelota de las manos. Matt no pudo hacer otra cosa que quedársele mirando como se iba sin emitir palabra.
Tras ese acto, decidió ir adentro a jugar tanquilo sin el peligro de que una pelota lo decapitara o romper su preciosa consola.
Entró a la sala de juegos donde había un chico de pelo blanco, pálido y de ojos negros jugando con un rompecabezas, completamente concentrado, y haciéndolo con muchísima habilidad como si hubiese hecho el rompecabezas miles y miles de veces. Lo miró atentamente pero el chico no dirigió su mirada y seguía con su juego.
El pelirrojo se sentó en el suelo, apoyado en una pared a jugar con su DS, concentrado igual que el otro sin quitar los ojos de su juego.

De un golpe entró una manada de 6 chicos, uno de ellos era el rubio que había golpeado a Matt con la pelota hacía unos minutos.
El rubio de ojos celestes se acercó hacia el a hacerle algo de conversación con los otros 5 chicos a sus espaldas.

Rubio: Hola chico consola, ¿Cómo te llamas?

Matt: M-Matt... ¿Tú?

Mello: No creo que te incumba pero me llamo Mello...

Matt: -tratando de contener la risa-

Mello: ¿De qué te ríes?

Matt: No, de nada, disculpa...

Mello: -Toma su consola- A ver que juegas. ¡MARIO!

Chicos: -estallan en risa-

Matt: ... Sí.

Mello: Genial -se la lanza- eres un freak.

Matt: ... ¿Freak?

Mello: Sí Mario, freak.

Matt: Oh...

Mello: -Toce- Bien... nos vamos.

Matt vio como se iban lanzando risas al aire, pero eso realmente no le importaba, tenía cosas más importantes para pensar que en los apodos que le ponían.
Los chicos de aproximaban al pequeño de cabellos blancos que jugaba con su rompecabezas, rodeándolo mientras Mello lo miraba desde arriba. El pelirrojo no quitó la vista de allí, pensaba que si Mello sin conocerlo ya estaba tratando de desmenuzarlo, con el chico de cabello blaco sería el triple.
Vio desde lejos como los chicos tomaban al pequeño y otros le desarmaban el rompecabezas. Sintió un profundo odio por dentro pero decidió no entrometerse, después de todo no conocía al chico y no quería tener problemas con Mello.
Se rieron un poco del pobre chico de pelo blanco y se fueron de la habitación contentos.

El peliblanco miró con tristeza su rompecabezas desarmado, algunas piezas masticadas y llenas de saliba y comenzó a armarlo desde cero otra vez. Matt sentía una profunda ira por lo que habían hecho Mello y sus amigos los minutos anteriores, ya estaban fichados como unos inútiles abusadores.
Se acercó hacia el peliblanco, ayudándolo a juntar las piezas que los chicos habían desparramadas. El peliblanco lo miró, y no emitió palabra, simplemente seguía armando su rompecabezas.

Matt: Aquí tienes -Le da un puñado de piezas-

Peliblanco: ¿Eh? ... Gracias ...

Matt: No es nada -sonríe-

Salió de la habitación decidido a encontrar a Mello, ya había pasado demasiadas estupideces como para que viniera un rubio cualquiera con guardaespaldas y comenzara a hacer sentir miserable a otras personas.
Caminaba por los pasillos de la Wammy desorientado, sin saber por donde ir, hasta que llegó Mello, para su sorpresa sin sus amigos cubriéndole las espaldas.

CONTINUARÁ... 

Notas finales: -Los pokea con un palito- No duerman ;_________;

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