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No eras tú... por pionguis

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Notas del fanfic:

toy loc aya lose, ya no puedo , pero siguele y siguele, bueno disfruten

 Los personajes de Harry Potter no me pertenecen 

*-*

 ¿Cuál es la manera correcta de querer? Que pasa cuando los lazos de la sangre se diluyen y pasan a ser el objeto  máximo de deseo. 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* 

 La noche era fría, como casi cualquier noche de invierno en Inglaterra el viento soplaban con rigor afuera, pero eso a ellos no les importaba. Para ellos el mundo dejaba de existir una vez juntos, cuando las manos del otro comenzaban su descenso, cuando su calida boca, se juntaba a la suya y seguían una danza casi brutal de deseo, cuando las prendas iban cayendo exponiendo su ardiente piel al otro, cuando ya no importaba que descendieran de la misma sangre… 

 

Se alejo un poco para observar mejor  a su amante, su largo cabello rubio estaba esparcido  por la cama,  la suave luz emitida por la pequeña lámpara de mano daba un toque dorado a su piel blanquecina, sus avispados  ojos grises se clavaron en el con ternura y deseo a la vez, era extraño, pero por unos momentos llegaba a pensar que esto significaba mas que noches de deseo para él. 

 

Sonrió  algo condescendiente,  era difícil decir hasta donde llegaban sus limites, desde  hace años que sus lazos sanguíneos dejaron de importarles, primero eran simples besos, luego carias, cambios de cama por las noches, pero con el pasar del tiempo las prendas fueron cayendo, las caricias avanzando, la pasión y el deseo  se mezclaron hasta lograr que perdieran la cordura.

 

 Las manos del mayor ceñían  la cintura del pequeño, le encantaba,  era tan estrecha, si apretaba un poco mas podría sentir sus delicados huesos cubiertos apenas por la delicada piel, esa piel que adoraba, la que lo volvía loco y hacia estremecer de solo mirarla, tan pura, tan suave, tan suya… 

 

Fijo la mirada en el pequeño, su rubio cabello caía desordenado por los costados de su cara, la luz lo hacia parecer casi irreal, como el lo veía, perfecto. Ya no era un niño, había crecido hasta casi alcanzar su estatura, su delgado cuerpo había tomado una forma definida,  todo lo que pudo pedir un día estaba ahí, frente suyo, no podía creer que estuviera ahí, parecía un sueño, y es que ahora se daba cuenta, lo amaba y no como  un hermano  debe amar a su hermano, lo amaba como a un hombre, con deseo, lujuria, pasión, desenfreno y ternura… 

 

-Hola – dijo sonriendo a lo que su pequeño hermano correspondió

-Hola… - contesto mientras se doblaba sobre si para darle un beso, tan suave y húmedo que lo hacia estremecer, cerro los ojos, podría morir en este instante, pues hacia sentido ya la máxima satisfacción. 

 

Bajo su boca hasta instalarse en el cuello de su hermano, con su lengua recorrió  su nuez  presionando ligeramente, elevo con una mano su barbilla y bajo mas, hasta el centro de su clavícula, le encantaba ese hueco, tan suave y marcado, su piel ardiente quemaba su lengua al pasar; el mayor se guardaba los gemidos que rogaban por salir de su boca, ya no aguantaba Draco sabia como volverlo loco.

 

 Sus manos envolvieron su cuerpo, quería mas contacto, lo necesitaba, el sudor en sus cuerpos les hacia pegarse, el sabor a sal embargaba sus bocas, el mayor oprimía sus manos en torno a Draco cuanto mas lo estrujaba mas necesitaba de él, beso su estomago con ternura y lentamente bajo hasta su vientre, tan plano, a veces desearía que no fuese así, devaneaba  pensando  que un niño no estaría mal, uno suyo y de el; tan perfecto como Draco, lo amaría como a nada en este mundo. 

 

Un bebe

 

 Cerro sus pensamientos para seguir con su labor, Draco se dio la vuelta y se monto en el, sus miembros rozaban  dando un toque eléctrico al ambiente 

-Estoy listo… – le  murmuro  al oído, este asintió, se estiro para coger el bote de lubricante, pero una mano lo detuvo - lo quiero así – sentencio Draco y una vez mas su voluntad fue hecha 

 

  Se sentó ahorcadas sobre su hermano, el miembro de este fue colocado en la entrada del menor, poco a poco este empujaba y el otro se hundía, en su cara se reflejaba el dolor al que era sometido por su propia voluntad, Alexander quiso parar, no podía ver a la persona que mas amaba sufrir, pero el se negó, la fricción entre sus cuerpos se hizo mas dura.

 

 Draco sentía su entrada arder, dolía, si, pero era lo que necesitaba, lo que merecía, cerro los ojos y se dejo caer con pesadez sobre su hermano, el dolor era insoportable, pero hermoso… 

 

 Se aferro con fuerza al cuerpo del mayor, sus cabellos, se pegaban a sus cuerpos, Draco se encogía al sentir los movimientos de Alexander, dolía, dolía  mucho, pero no quería que se detuviera, esta vez  deseaba  terminar, esta vez quería que todo acabara, cerro los ojos, imaginando su imagen , su piel blanca, su cuerpo alto y fornido, su cabello rubio platinado cayendo por sus hombros, su elegancia, su porte ostentoso y fino, su voz gruesa llamándole, sus manos haciéndolo suyo, suyo, y de nadie más…

 

 Fue perdiendo el control conforme sentía el cuerpo de su hermanito lleno de el, sintió su suave calor abrazarse a su espalda y ahogar los gemidos en su hombro y cuello, que podía hacer? El no quería que se detuviera, el mismo no quería detenerse, esta noche era especial y en un mutuo acuerdo silencioso decidieron continuar, harían de esto la mejor noche de sus vidas. 

 

Sentía las embestidas cada vez mas duras, el escozor en su ano le decía que parara, pero el quería mas, aun no llegaba al punto deseado, oía  los roncos gemidos de su hermano llegar a cada nueva embestida, el impacto era fuerte, pero sabia que Alexander era cuidadoso, el afamado vigor Malfoy. 

 

Reforzó el agarre al cuerpo del mayor, pronto todo terminaría, y así fue, en sus entrañas estaba derramada la semilla de su hermano, el se vino segundos  después, cansados se mantuvieron así por unos minutos mas.

 

 -Te amo… - le escucho decir, mientras sostenía su cuerpo y acariciaba su cabello

 

  *-*

 

  -Sectus Sempra! – se oyó gritar al otro lado del lugar, la amplia habitación fue cubierta de una luz verde, de un momento a otro Alexander fue arrojado de su lado Giro la cara hasta dar con el causante de dicho acto; sus ojos parecían los de una bestia a punto de dar su último ataque, había  mas que furia en ellos, el deseo de venganza y dolor se apodero de ese hombre, con premura corrió hasta donde estaba su hermano, la sangre había comenzado a  salir por las heridas, era obvio que el daño fue grave.

 

 Se acerco hasta el cuerpo de su hijo, calibrando que tan mal estaba. 

 

-P...por que…? - logro articular el chico, Lucius le miro con desdeño, ahí estaba su hijo, el primogénito, el chico que cualquier padre quisiera tener, listo, sagaz, intrépido, elegante, con clase y estilo, todo un Malfoy y sin embargo debía morir por sus propias manos. 

 

Se acerco impávido hasta estar muy cerca de él, tomo la varita de su hijo y la clavo en su pecho, justo a la altura de su corazón  

 

-Esa no es la manera de amar a la familia… - dijo mas para si, que para sus hijos , cuando sintió que ya no había vida en ese cuerpo dejo de presionar, tiro la varita y se irguió

 

 -Cúbrete – dijo ronco, Draco se enredo en unas sabanas y se acerco a Alexander, se tiro al suelo subiendo  la cabeza de su hermano en su regazo, tomo su mano fría y sin vida entre las suyas, no había nada, alzo ligeramente su mano, ya no había oposición, ni sentimiento que indicara que le   correspondía, comenzaba a enfriarse y la soltó,  la mano cayó más lenta de lo que esperaba, como dándole la oportunidad de arrepentirse 

 

Aquellos ojos grises que hace solo minutos lo veían con ternura ya no transmitían nada, sus manos calidas que recorrían con carias su cuerpo, estaban flácidas  y su delicada boca, que solía decirle palabras lindas, estaba pálida y fría…  Una gota de sangre resbalo por esta, estaba muerto.

 

 Bajo la vista recorriendo el resto del cuerpo, todo ese hermoso cuerpo estaba  lacerado y manchado de sangre, la seda beige en la que estaba enredado también se teñía del color carmesí, con presura casi con miedo de contagiarse de la misma enfermedad se alejo Por  sus ojos comenzaban a deslizarse gotas saladas, su mirada fija, en el ahora muerto cuerpo de su hermano, no dejaba de atormentarlo. Poco a poco alzo la vista, en la entrada de la habitación se encontró con la dura mirada de su padre. 

 

-Vístete – menciono antes de salir dando un portazo, la ira en sus ojos era indescriptible, Draco nunca se sintió tan sucio. 

 

*~*

 

El espejo frente al que estaba le hacia sentir basura, hoy fue el funeral de su hermano, después de todo y tras los ruegos de su madre, fue tomado como un Malfoy, le hicieron los honores, y lo sepultaron en la cripta familiar, no sabia que era peor, pues en momentos como este desearía mas que nada en este mundo dejar de ser un Malfoy  

 

Una de esos seres mágicos, admirados por todo el mundo, llenos de gracia, estilo, poder, elegancia, pero más que nada inteligencia, astucia, liderazgo, podría decirse que eran la muestra de la perfección. Pero el no quería esa perfección, no quería ese linaje, es mas lo odiaba,  su sangre era lo único que lo detenía a ser feliz, era egoísta lo sabía, pero no sabía como arrancarse eso que lo perseguía, ese inmuno deseo llamado  amor… 

 

Si, amor, desde hace mucho que lo sentía, pero hace poco que lo acepto, desde que supo lo que era, trato de combatirlo, eliminarlo, suplantarlo, nada funcionaba, sabía que no era correcto, que era imposible, pero entonces una noche en la cena, vio esa mirada gris clavarse en el, prestándole demasiada atención y entonces lo supo, era correspondido. 

 

Todo su interés paso a ser de él, lo que hacia, lo que veía, lo que admiraba, a cada momento tratando de llamar su atención, avanzo despacio, pero supo que lo tenía, el era asustadizo, a cada paso que daba, el regresaba dos, la idea de mezclar sangre con sangre le perturbaba, no, mas bien lo volvía loco, sabia que no era correcto, que los dioses castigaban a los paganos, que no podía ser, pero el seguía insistiendo sabiendo que en el fondo lo deseaba, pues lo que sentían no era pasión, no era lujuria, era amor… 

 

Amor puro y verdadero, si todos pueden, por que ellos, ¿no? Se preguntaba cada vez con mas frecuencia, que de malo tenía amar? – recargo sus manos sobre el pedestal del lavabo, estaba cansado,  las cosas no tomaron el curso que el esperaba y ahora…  

 

 El sonido que emite la puerta al abrir lo saco de sus pensamientos, fijo su mirada en al puerta, por esta, la figura de su padre entro con porte altivo  y orgulloso, observo a  su hijo con detenimiento, y poco a poco se fue acercando sin cambiar su carácter. 

 

-La gente espera despedirse de ti – menciono algo fuerte

-No estoy dispuesto, que se marchen… - dijo casi aletargado

-Esa no es la manera de recibir a los invitados – estepo, mientras lo rodeaba

 -Me importa una mierda!,¡ que se larguen! – grito manoteando  Lucius ni se inmuto

-Deberías agradecer que no les importe mancharse viniendo aquí, quien querría estar al lado de una escoria como lo fue tu hermano, aun si ya no vive, por que no bajas? Después de todo creo que a ti te corresponder recibir el pésame, ya que no estuvo casado, ni tuvo concubina, tú, su amante  - esto ultimo lo dijo casi sin mover la boca -eres lo más cercano a eso, por que no bajas? Ahora te avergüenzas? Te repugna que sepan que te metías con tu hermano? Que no les importo ni el apellido, ni la familia, ni la sangre! Que solo pensaban en liberar su asqueroso deseo carnal y comportarse como unas bestias, bajando el nivel de los magos y peor aun el de los Malfoy, aun peor que el de los muggles! – siseo

 

-Basta! – grito apesadumbrado

-¿Que  ahora te molesta escucharlo? ¿Es demasiado fuerte para ti? Te duele que haya muerto ese cerdo? Pues te diré que es lo menos que merecía – siseo 

 

Draco cerro los ojos, quería controlarse,  su padre estaba yendo demasiado lejos, todo lo que se guardo en el momento en que los encontró hasta ahora, salía por fin, y Draco no quería hablar, sabía que no resistiría guardar su secreto, no ahora… 

 

-Sabes – comenzó a hablar lentamente – no me avergüenzo, de hecho cada recuerdo es un brillante tesoro, recuerdo muy bien sus caricias, sus besos, como me estrujaba mientras estaba dentro de mi, como me empujaba y me hacia gritar su nombre – no se había dado cuenta de lo cerca que estaban en su afán de molestarlo empezó a encerrarlo, y luego una bofetada, su cara se de ladeo por el impacto, con los ojos cerrados quiso intensificar el dolor de dicho golpe, estaba mal, lo sabía, pero solo algo más grande podía borrar lo que en realidad pasaba  

 

-Cállate! No te atrevas a mancillar esta casa con tus comentarios sucios!  Draco sonrió al tiempo que  se erguía de nuevo  - Sabes yo fui quien lo incitaba, tu hijo predilecto, el mejor Malfoy de toda la historia – menciono burlón-  cayo ante mi… Y sabes por que lo hice? – dijo acercándose hasta estar a la altura de su padre, cara a cara, frente a frente, escasos milímetros los separaban, sus respiraciones  chocaban al salir de sus cuerpos, para encontrarse con la otra  y volver mas tibia, mas seductora, mas sucia… 

 

-No me importa saberlo, lárgate de mi casa! – espeto , pero Draco haciendo caso omiso continuo

 

-Por que era brillante, inteligente, audaz, joven y apuesto, en pocas palabras era tu viva imagen – termino gruñendo – ¡tuve que estar con el, por que no pude estar contigo!

 

Sabes lo que se siente entregar tu cuerpo a alguien que no quieres, y tener la vaga ilusión de que cuando abras los ojos sea verdad y estés con el ser amado, peor aun que ese ser sea tu padre! Que en ves de querer jugar quidicht pretendas que te haga el amor! Que sepas que lo que sientes es incorrecto, pero no encuentras la manera de liberarte! Que cada noche sueñes con el y sabiendo que esta solo a tres puertas de distancia, nunca puedas llegar a el? ¿Sabes que es eso? ¿Lo sabes? – grito acorralándolo

 

  Su respiración era aun más agitada, sus manos habían tomado el cuello de su padre y lo jalaban hacia si. 

 

Una pobre caricia, un beso, un roce, algo… Se volvía loco guardando todo esto, lo jalo con tanta fuerza que el choque de sus bocas fue brutal, pero no le importo, quería mas, por fin tenía al hombre que deseaba,  y no lo dejaría pasar por un simple golpe, ya no eran mas copias suyas, ni falsas imágenes en su cabeza, ni sueños, era él… 

 

 Lucius  se resistía, pero Draco no aflojaba el agarrare, era hora o nunca, con premura arranco sus prendas, y comenzó a tocar con brusquedad a su padre, la tibia piel lo recibía deseosa, al menos a vista de Draco, se estremeció al sentirla, tan suave, tan limpia, tan calida, era perfecta, todo lo que estuvo esperando durante  años 

 

Y lloro, como nunca antes pudo hacerlo, le dolía, pero nunca renunciaría a esa sensación, se acurruco al cuerpo de su padre y aspiro su aroma, fuerte y suave a la ves, esa esencia suya que recordaba desde niño, parte de lo que le hizo amarlo, todo el era perfecto y no cabía en su cabeza o corazón o lo que fuera que lo manejara en estos momentos, la posibilidad  de  dejar de amarlo. 

 

-Hazme tuyo… - rogó, aforrándose a su espalda – hazme tuyo… Por favor, hazme tuyo… - decía entre sollozos

 

 Lucius estaba estupefacto, en menos de un minuto Draco se había abierto a el de la manera menso esperada, y ahora… Le pedía algo imposible 

 

-Por favor, por favor, solo quiero amarte, solo eso… Se que no puedes darme más, solo dame una noche, Padre, por favor – murmuro clavando sus ojos en la otra mirada gris, casi idéntica a la suya, pero mas fría, aferrando sus manos al cuerpo del mayor en busca de su calor, ya no podía mas, estaba implorando, él, un Malfoy!Draco Malfoy! Estaba rogando  con desespero por una caricia, la que fuera, una insignificante muestra de cariño llegada de alguien que minutos antes le había dicho lo mucho que  le repugnaba. 

 

Acerco su boca lentamente, aprovechando el desconcierto de su padre, sus labios se unieron como si hubieran nacido para entregarse a la otra boca, saco la lengua con lentitud queriendo así demostrar lo mucho que le amaba, pero recibió un empujón que lo llevó al suelo, alzo la mirada  observando a su padre, este estaba en estado de pánico, veía a Draco como si tuviera en sus manos las entrañas de su madre, una vez pasada la perplejidad avanzo con paso firme hacia la puerta 

 

Dolía, mas que l impacto del sectus sempra, mas que un caída de la escoba, mas que perder un hermano, mas que matar a tu madre, mas que todo. 

 

-Te amo! – argumento en un intento vano de detener a su padre, las palabras lo detuvieron.

-Entonces tal vez  deba matarte! – dijo con toda la tranquilidad que pudo – lárgate de mi casa… - sentencio 

 

Las palabras  llegaron justo donde Draco pensó que no había nada, donde nadie mas había llegado; al corazón, no había marcha atrás, después de años de encarcelar el amor por su padre como un preso  en su cuerpo, de deseo contenido y de días en pena, todo había sido dicho y el, no tenía ni una oportunidad  Se equivoco, lo sabía, por su entupido corazón  su padre mato a su hermano, el chico perfecto, el único que lo amo sin dar cabida a estereotipos o tapujos, ni apellidos, ni nada, solo siendo Draco y Alexander, ahora el estaba muerto y su padre no le correspondía, pero que cosas no se hacen por amor?

  Los gemidos dejaron su rosada prisión, para llenar la estancia con su ronco sonido, en cada uno de ellos se podía sentir la pena, el dolor del alma, de ese que no cura ni el tiempo… 

 

Se equivoco…

 *-* 

 

Lucius salió de la habitación de Draco para meterse a la contigua, una vez ahí se dejo respirar, todo esto estaba mal, Draco se había vuelto loco, la manera en que lo beso, le  decía que era verdad todo lo que grito, pero era imposible, eran familia, por que habiendo millones de magos en el mundo entero tendría que enamorarse de la familia? De su padre o de su hijo, eso estaba mal, no podía mezclarse la sangre, no era correcto, se decía una y otra ves recargado contra la puerta. 

 

Desde donde estaba podía escuchar los gemidos de Draco, su desconsuelo marcado en cada nota de su voz, el podría parar ese dolor – pensó – pero al instante se reprocho, no debía ni pensar en esa posibilidad, por Dios era su hijo! Su hijo! Su pequeño niño que rogaba por que le hicieran el amor Cerro sus ojos y apretó sus puños, que rayos debía hacer? Darle consuelo a su hijo sería quebrantar las leyes de Dios, y no podía, no podía…

 

 Paso largo rato antes de que los sollozos de Draco pararan, tiempo después lo escucho hacer sus maletas, se iba, para nunca más volver, y quiso correr detenerlo y decirle que no importaba lo que había pasado horas antes, que se quedara, que si bien no lo podía tocar, moriría de nostalgia al ya no verlo… 

 

Lo amaba. 

 

Ahora lo aceptaba, desde que era un niño siempre llamo su atención y todos estos años, tuvo que casi matarse para no mancillarlo, que fue por eso que mato a Alexander, que al verlo en brazos de otro hombre la ira lo cegó, aun cuando ese hombre fuera también su hijo. 

 

Pero no es así, como debe amarse a la familia – pensó, mientras escuchaba los movimientos de Draco, a cada  segundo se escuchaban menos, hasta que ya no se oía nada, Draco se había ido, cerro los ojos, era mejor así, lo sabía, estaba haciendo lo correcto, pero eso no le quitaba lo doloroso y ensordecedor que podía ser. Mi entras tanto Draco salía de la propiedad volteando hacía atrás, tal ves todavía tenia la esperanza de ver a su padre en el umbral de la puerta diciéndole que no se marchara, que lo amaba y que nada mas importaba. 

 

El viento frío chocaba contra su cara, era normal en Londres, alzo la vista preguntándose a donde iría, no tenía mucho futuro, de hecho no quería un futuro, solo ya no quería atormentarse con ese amor imposible, cerro los ojos y abrió los brazos; el viento siempre lo relajaba, pero esta vez noto una esencia en el. 

 

La de su hermano, abrió los ojos extrañado por ese hecho, no había nada, pero a su mente vino el recuerdo de esa noche, su fragancia, justo como ahora, le embargaba.

 

 -No eras tú… - murmuró  suspirando, apoyó su mano en su plano vientre, un soplo de esperanza nació  de su interior, dio la vuelta y  comenzó a  andar  en su nuevo e incierto camino ...     

 

Fin 06-Febrero -08

Notas finales: ejem, q tal?

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