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Mi enfermera particular por Emina Minami

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Notas del fanfic:

Un fancic de KuramaxHiei, que escribí el invierno pasado, espero les guste ^___^

Notas del capitulo: Capitulo 1: un decisión apresurada… (N/a: no se por que le puse capitulo 1 si es el único XP lo siento ahora si a la historia…)

Ninguno de los personajes de YuyuHakusho me pertenece o lo más seguro es que ya me hubieran metido presa por las cosas que les haría pasar a estos pobres chicos XD

“PENSAMIENTOS”
- DIALOGOS –
(NOTAS MIAS)
Cambio de escena…
En casa de Kurama…

- la fiebre aún no te baja – Shiori miraba un termómetro que sostenía en alto

- está bien madre, de verdad no pasa nada, puedes irte de viaje tranquila… - kurama se veía tranquilo aunque lo único que tenía en mente era un demonio pelinegro que muy probablemente le hacía subir aún más la temperatura.

- lo tengo, conseguiré una enfermera, ahora vuelvo – y así antes de darle tiempo a Kurama tan siquiera de decir una palabra su madre había salido de la habitación dejándolo solo con sus berrinches.

- … - “por dios soy un demonio no voy a morir por una estupida gripe”

En el primer piso…

TOC-TOC-TOC…

“Kurama espero que tengas una buena excusa por haberme dejado esperando hoy…” – Hiei estaba furioso, después de insistir mucho, en verdad mucho tiempo, varias suplicas y casi llantos del Youko había aceptado pasar con él un día en la ciudad, de compras, en el cine y por supuesto comiendo golosinas, y ahora simplemente lo dejaba plantado, sin ni siquiera una pequeña consideración para con él faltaba a su “cita”, eso era mucho descaro que no iba a soportar” (N/a: lo que mas le molesta es no tener sus golosinas ^__^)

- Hola pequeñito ¿Qué deseas? – Shiori le abrió la puerta con el teléfono en la mano y una gran sonrisa que asusto a Hiei, según sabía la madre de Kurama se iba de viaje, por eso vino por la puerta principal y no por la ventana, el pelirrojo ya le había dicho en varias oportunidades que entrara por la puerta, las últimas veces una vecina lo vio entrar y salir por la ventana y lo confundió con un ladrón fueron un millón de explicaciones por parte de Kurama que no quería repetir y por ello castigo a Hiei sin nieve dulce por un mes, aunque el la conseguía “amablemente” de Yusuke…

Hiei se contuvo de sacar su katana y cortar en cientos de miles de pedacitos a esa humana que le había dicho “pequeñito” pero no podía hacerlo era una ningen importante para Kurama y no quería tenerlo de enemigo, así que respiro profundo y trato de calmarse…

- busco a Kura…Suichi, si a Suichi – “por poco”

- estará feliz de verte, ¿son amigos? lleva tres días en cama con fiebre, solo un momento no quiero que te enfermes tu también – la madre de Kurama lo tomo de un brazo y lo arrastro escaleras arriba hasta la habitación de su hijo – Kurama tienes visitas ¿podemos pasar?

- adelan…achú…

- pasa…etto…¿Cuál era tu nombre?

- Hiei – y nada más decir esto entro a la habitación escapando de la madre de Kurama a la cual tenía cada vez más deseos de asesinar…

El gran ladrón Youko Kurama era todo un caso, en cama semisentado, con un pañuelo limpiándose la nariz, ojos ojerosos, el cabello revuelto, las mejillas rojas y la piel más pálida que la nieve…además de la increíble cantidad de pañuelos usados que rodeaban la cama y esta misma toda revuelta…

- Hiei, necesito pedirte un favor…

Media hora más tarde…

- bien acepto que se queden los dos, ya saben cualquier cosa llaman al número que te deje en la cocina, le encargue a la vecina que viniera esta noche a ver como están, cuídate cariño – la madre de Kurama el revolvió un poco el cabello de su hijo y se fue después de darle un millón de explicaciones a Hiei, que no acaba de entender que hacer con el termómetro automático…

Hiei solo miraba y se preguntaba como había aceptado quedarse como la “enfermera de Kurama”, ok no nos engañemos había sido prácticamente comprado por Kurama que le había ofrecido comprarle de esa nieve dulce que tanto le gustaba…

- ¿y ahora que?

- cof, cof, Hiei gracias por achú…quedarte conmigo – Kurama sonrió tiernamente mientras tomaba otro pañuelo de la cajita de pañuelos ellite extra suave, que tenía en su mesita de noche.

- si, si, será mejor que te recuperes pronto para que me des mi nieve dulce.

Kurama se levanto de su camita y llevo a Hiei a la cocina, le paso una gran caja de helado, perdón nieve dulce a Hiei y miro como el demonio de fuego parecía más bien un niño chiquito con la caja en la manos, después regresaron a la habitación y el pelirrojo se durmió viendo a su “enfermera” prácticamente devorar la nieve, era el demonio más angelical que existía…

Algún tiempo después…

- me siento mucho mejor, gracias por quedarte a mi lado Hiei –

- tú me das nieve dulce y yo soy capaz de besar a Koenma –

- ò.”, solo por eso, yo creí que…podría haber otra razón – Kurama se sienta con la cabeza baja y con un moviendo de la mano le indica a Hiei que se acerque y se siente a su lado.

- ¿Qué otra razón podría haber? – Hiei se sienta junto a Kurama

- no lo sé – con voz sensual y movimientos lentos gatea a su lado – algo como esto por ejemplo – y con un rápido movimiento el pelirrojo se encontraba sobre el recostados en la cama respirando rápidamente, y sin previo aviso le dio un beso al impactado Hiei que no atino ni siquiera a moverse por la sorpresiva invasión en su boca… la falta de aire hizo que Kurama lo dejara un momento. Pero sin salir de encima de él – ¿y bien?

- pues…tú, tú estás enfermo y estas delirando, tienes fiebre, yo…yo…

- vamos, me vas a decir que no te gusto? – Kurama susurra las palabras al pequeño oído de Hiei.

- si empiezo después no te garantizo que parare… - Hiei estaba sonrojado pero era verdad que hace tiempo le tenía ganas a Kurama y no se atrevía decírselo, pero es que el muy idiota era tan sexy cuando caminaba, como lo miraba y ese gran cuerpazo que tenía lo volvía loco…

- no quiero que pares, yo no lo haré…de verdad quiero que esto pase Hiei…

- después te puedes arrepentir, o creer que me aproveche de ti, mejor me voy…

- Hiei, si sales por esa puerta o por esa ventana nunca más tendremos esta oportunidad, vamos, ven aquí conmigo – la camisa de la parte superior de la pijama del Youko estaba a medio abotonar y se veía su deliciosa piel ofreciéndose a él y solo a él…

Allí se encontraban ambos tocando y descubriendo lentamente el cuerpo del otro, tratando inútilmente de controlarse pero esa manera en que el pequeño le besaba y saboreaba su pecho le hacía perder la cordura hasta el punto de gemir sin control alguno y decir su nombre sin ni siquiera notarlo, hasta el punto de dejarlo casi afónico, sin darse cuenta ya estaba en ropa interior sobre sus sabanas y así fue su turno de recorrer suavemente el cuerpo que tenía para él esta vez, sentir por debajo de la ropa oscura de su demonio la piel suave y los músculos firmes, ese pecho en el que se quería refugiar y arrancar esas molestas ropas que le impedían unir las pieles ardientes de ambos rozarse con pasión.

Así con la misma pasión y locura del momento dejo una pequeña marca en el hombro derecho de su amante que le arranco a este un quedo te amo…

Ambos ya en ropa interior disfrutaban cada momento que se miraban, rodando sobre la cama, un juego de caricias que vienen y van entre gemidos que inundaban la habitación, disfrutando al máximo del otro, ambos haciéndose sufrir por tenerse tan cerca pero ninguno querer comenzar a avanzar más para disfrutar ese momento en toda su gloria…y sentir el máximo placer que ambos deseaban obtener…

Mientras el pelirrojo mete su lengua juguetonamente en el ombligo del pequeño koorime también roza suavemente sus cabellos…

- Kurama… - susurra el pelinegro – ya no puedo esperar más…

- yo tampoco… - responde el youko abrazándose con las piernas a la cintura de Hiei

Muy lentamente Hiei comienza a entrar en el estrecho pelirrojo que arquea su espalda y gime quedamente cuando siente que su demonio se detiene un segundo para besar su cuello y luego besar una traviesa lagrima que caía por sus sonrojadas mejillas…

Sin esperar más y en busca de placer Kurama comenzó a moverse y pronto Hiei le hizo compañía con embestidas cada vez mas rápidas, fuertes y profundas, acompañadas de sus entrecortadas respiraciones agitadas y roncos gemidos…entonces el koorime tomó el miembro erecto de su amante en sus suaves manos y comenzó a masturbarlo al ritmo de las embestidas. Tal era su placer en ese momento que el mundo no tenía importancia para ellos, llegaron juntos al clímax y el pequeño demonio de fuego se vino dentro de su pelirrojo que ahora lo abrazaba posesivamente…

- te amo… - susurro mientras se volvía a dormir

- yo también… - dijo el pelinegro mientras le daba un beso en la frente y se entregaba a los sueños también…

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- Kurama…KURAMA…KURAMA!!!

Kurama despertó confundido y con la misma expresión de desconcierto con la que Hiei lo miraba aún sosteniéndolo del brazo por el cual lo había estado zarandeando para despertarlo.

- fue un sueño? – Kurama guardo silencio pensando en su sueño…

- ¿estás bien?, estabas hablando y gemías mucho…

Kurama se sonrojo – ¿que fue lo que dije?

- dijiste ‘yo tampoco’ y luego te retorcías mucho en la cama y no dejabas de gemir, ya te lo dije, ¿estás bien?

- si, estoy bien, solo fue un sueño

- Nh…yo creo que fue una pesadilla

- te puedo contar el sueño…era algo así – Kurama se puso sobre Hiei intentando repetir lo que acaba de soñar, por supuesto fue mucho mejor que el sueño…

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Desde entonces Kurama se ha enfermado varias veces y le compró un lindo traje de enfermero a Hiei ^^
Notas finales: Espero que les haya gustado mi fanfic de esta serie ^^ hace mucho tiempo que no publicaba nada…
Dejen review porfis, así se si es mejor que me dedique a otra cosa o sigo escribiendo XD

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