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“HAPPY (deja de ser virgen) BIRTHDAY Raymond” por Kikyome

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Notas del fanfic:

He aquí el fruto de años de persecución y amenazas...por fin para todas/os aquellos que lo pidieron y lo esperaron y que hasta se habían olvidado de que lo estaban esperando...ja ja ja proque Samuel es el popular!!!

 

La noche estaba más oscura que de costumbre, desde hace ya un buen rato habían dejado la carretera iluminada por faroles, ahora rodaban por un camino de tierra con algunos baches, debido a las muchas vueltas que Samuel había dado ya no se orientaba en dónde estaba, en lo único que podía pensar era en que la cantidad de árboles aumentaba y a medida que avanzaban el camino se hacía más y más estrecho, hasta que dejó de ser un camino y los árboles cerraban el paso, finalmente el convertible del sexy moreno se detuvo de un frenón un tanto brusco.

-¿Por que estamos aquí?- Preguntó Ray tratando de mantenerse sereno y por sobre todo tratando de mantener aquellas conjeturas "locas" que habían empezado a asaltarle en el instante en que el moreno se desvió radicalmente del camino hacia su casa, aunque habían pasado algunos meses y él recordaba haber dicho algo parecido a un "me rindo" su relación "aún" no iba "tan" avanzada, para ser fieles la verdad había que admitir que Samuel había sido todo un santo, ni siquiera había tratado de drogarlo y violarlo, ni siquiera lo había tentado, a parte de un par de besos a veces algo pasionales, no había pasado más, sin embargo Ray se sentía feliz, aunque de vez en cuando le asaltaba la duda de ¿Cuánto más podría soportar Samuel sin sexo?

-¡¡No me digas que no sabes!! Vamos Raymond, ya ha pasado suficiente tiempo, me conoces y sabes perfectamente como soy...no creo que no sepas por que te he traído aquí, o mejor dicho ¡PARA Que!- Contestó sensualmente mientras acortaba la distancia entre ambos

Al escuchar esas palabras salir de sus sensuales labios volteó de inmediato sólo para ver decepcionado como aquella mirada verde se había transformado en aquella lasciva señal de lujuria, tal y cómo la recordaba de vez en cuando en sus pesadillas, cuando le había robado su primer beso y también el segundo, en realidad aunque ya no pensaba que era "tan" mala persona aún guardaba cierto rencor por aquello y  con cada centímetro que Samuel avanzaba el corazón de Ray se aceleraba por mil, aún no estaba listo, aunque estaba casi seguro de que le gustaba...no quería decir que quisiese algo más, por lo menos no tan pronto, y mucho menos en un lugar como ese.

-No tengas miedo, no va a dolerte...bueno, tal vez sólo al principio...- Terminó por decir mientras lo besaba con algo de ternura que luego se convirtió en pasión.

"¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago?" era lo único que podía repetir mentalmente el pobre Ray, claro, el beso era espectacular había que admitirlo y su cuerpo casi le rogaba que no le ordenara moverse, pero su mente estaba demasiado nerviosa y confundida, estaba seguro de que sentía algo por aquel chico de ojos verdes que estaba devorando su boca en ese instante, pero aún estaba demasiado confundido como para saber qué era exactamente, lo que si sabía era que no iba a averiguar nada si seguía ahí como estatua dejándose hacer sabe dios que cosas por aquel degenerado.

-Samuel...espera- pidió Ray casi sin aliento, ¿quién hubiera imaginado que besar y pensar al mismo tiempo fuera tan agotador? -Yo...quiero un poco más de tiempo...yo aun no se si...- un fuerte puñetazo en la barbilla por parte del moreno le impidió terminar lo que estaba a punto de decir y le hizo estrellarse contra la puerta del bonito coche, abriéndola accidentalmente y dejando caer sin remedio a un desconcertado y un tanto apabullado Ray por aquel acto, de inmediato regresó su mirada hacia el de ojos verdes que en cuestión de segundos había cambiado su expresión de seria y cariñosa a seria y atemorizante, estaba molesto, pero él no era así ¿verdad? -Samuel... ¿Por qué?- se atrevió a preguntar con un hilo de voz el moreno mientras sus ojos lilas no se despegaban de la figura del pelinegro que se imponía desde lo alto desafiante y un tanto aterrador.

-"¿Por qué?" preguntas... ¿Por qué crees tú mi querido Ray? He tenido mucha paciencia contigo, más de la que he tenido con cualquiera, tu no eres la octava maravilla del mundo ¿sabes?, todo este tiempo ayudándote, apoyándote, escuchándote, acompañándote a lugares francamente aburridos, aguantando tu jueguito de cachorro asustado, no pensé que fuera a durar tanto tiempo...ya no aguanto más...este sentimiento que me corroe las entrañas, te necesito, te quiero...quiero poseer tu cuerpo desde el primer día que mis ojos se posaron sobre esa figura tuya...y ya no resisto un segundo más...voy a hacerte mío ahora, lo quieras o no....sólo así podré dormir tranquilo esta noche, ya no me importan las consecuencias, ni las apariencias...esta noche será nuestra...ya lo verás...- Con un movimiento rápido atrapó por el hombro al chico de cabellera negra que ya no tenía aquellos mechones rojizos y se deleitó con la mirada de pánico que había dibujada en su rostro, se inclinó lentamente para robarle un beso, saboreaba cada segundo, era delicioso sentirlo temblar con tan solo mirarlo de aquella manera tan apabullante, lo que no se esperaba era que estando casi sobre él un puñado de tierra fría y lodosa se estrellara de manera brusca en su cara cegándolo el tiempo suficiente para que su presa pudiera escapar.

-Puedes correr cariño...pero te alcanzaré tarde o temprano, y cuando lo haga te darás cuenta de que esta es una noche que nunca olvidarás- Le gritó mientras observaba a Ray abrirse paso entre los arbustos y perderse entre la maleza, levantó los brazos y se estiró un poco, tal y como lo había planeado, esa noche iba a ser memorable, dio media vuelta y subió a su auto, sabía perfectamente que por ese camino sólo había un lugar donde Ray podría terminar y por supuesto que lo esperaría ahí.

 

Hacía mucho frío, y aunque no escuchaba a nadie detrás de él no quería dejar de correr, ya no podía sentir sus piernas y eso era bueno ya que así el dolor no le impedía correr, sabía que si seguía por ese camino llegaría tarde o temprano a un claro y desde ahí podría saber a donde dirigirse, no sabía exactamente como pero eso ya lo pensaría después, podía notar como los árboles se abrían paulatinamente, clara señal de que el bosque estaba por terminar... ¡un camino! Si, lo había logrado ya casi podía ver la salida.

-¡Te atrapé!- Unos brazos le rodearon de manera aprisionante al tiempo que perdía el equilibrio y caía estrepitosamente al suelo, era Samuel ¿pero cómo?  ¿En qué momento se le adelantó? No podía zafarse, lo tenía muy bien sujeto, intentó lo único que se le ocurrió en ese momento, rodar fuera del bosque, tal vez en la explanada hubiera alguien que le ayudase.

Rodaron un buen trecho hasta que Samuel logró detenerlo aplastándolo con todo el peso de su cuerpo, de manera impresionantemente rápida había aprisionado sus manos sobre su cabeza con una sola mano y con la mano que le quedaba libre lo desvestía de manera lenta y sensual, mientras lamía su cuello de manera tortuosa sin dejar de clavar su mirada verde en él todo el tiempo, su expresión de burla le carcomía las entrañas, no podía creer que hubiera realmente confiado en ese tipo, que le hubiera dejado manejarlo de la manera que lo hizo y pensar que casi...casi... ¡agh! tan solo de recordarlo le entraba una rabia que superaba con creces el asco  que sentía justo en ese momento, podía sentir su mano acariciando morbosamente su estómago y buscando el camino más largo para llegar a su virilidad, aparentemente no solo se iba a conformar con obtener lo que quería sino que iba a tomarlo de la manera más asquerosa y desagradablemente lenta que pudiera...¿sería que no había nada ni nadie que pudiera impedir aquello? Cerró fuertemente los ojos en espera de lo que siguiera, solo quería que terminara...solo quería olvidar y sin saber por qué un par de lágrimas escaparon de sus ojos cerrados, sólo quería llorar.

 

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!- Gritaron al unísono unas voces extrañamente familiares, Raymond abrió sus ojos lilas de golpe y lo primero que notó fue que Samuel se había detenido y miraba hacia atrás un poco sorprendido pero al mismo tiempo molesto, al estirarse un poco pudo verlos, eran ellos.

-Chicos, creo que nos equivocamos de fiesta- Murmuró animadamente Marline mientras no despegaba sus ojos celestes de aquella escena tan interesante.

-Niños esto es un parque, las familias vienen aquí a disfrutar de tiempo de calidad- Amonestó Amy, resignada a que Marline no dejaría de verlos en lo que restaba de la fiesta.

-Si, pero nadie viene a estas horas de la noche, a no ser que sea para otro tipo de "tiempo de calidad"- Se burló Nicolai.

-Valla, llegaron temprano- Fue todo lo que dijo Samuel, mientras de manera seca se bajaba de en sima de un muy aturdido Ray.

-¿Qué es todo esto?- Preguntó el pequeño moreno incorporándose despacio sin dejar de ver de reojo cada movimiento de Samuel.

-Tu fiesta de cumpleaños tontito- Aclaró de manera risueña Marline, mientras le extendía una mano al desconcertado chico de ojos lilas para que pudiera ponerse en pie y arreglar su ropa, mientras un aparentemente muy molesto Samuel se dirigía directamente a donde estaba Andy, quien prefirió encargarse de organizar toda la comida en una mesa y justo al momento de colocar el pastel en el centro y sentirse satisfecho por su labor vio impotente como un dedo travieso dañaba la cubierta del pastel y probaba irrespetuosamente lo que no era suyo.

-¡Oye!- Reclamó Andy sin fijarse de quién se trataba.

-¿Qué?- Preguntó sin humor el moreno, mientras se sentaba y miraba de reojo a Raymond.

-Ah estás de mal humor- Notó Andy mientras se sentaba frente a él.

-Si, eso parece- Contestó exhalando un suspiro de resignación, era en momentos como esos en los que extrañaba a Erick, él si le comprendía.

-¿Quieres hablar?- Ofreció amablemente Andy -Es en momentos como estos en los que extrañas a Erick ¿verdad?- Preguntó logrando que el rostro inexpresivo de Samuel le regalara un gesto de definitiva incredulidad.

-¿Tonterías?- Protestó mientras estiraba su mano para probar más de ese pastel.

-Ah no jovencito- Andy atrapó rápidamente esa mano y la dejo lejos del pastel. -No tocarás ese pastel hasta que sea la hora de apagar las velas-

-¿Y qué hay de mi deseo?-

-Ah, ya entendí- Andy cambió de lugar y se sentó junto a Samuel. -¿Qué es lo que buscas Samuel? Si es sólo sexo temo que no lo conseguirás con Ray, él no es esa clase de chico y tampoco creo que tú seas esa clase de persona, espero no llevarme una decepción- Listo, había tomado un cuchillo y ahora había dejado más decente el hueco que el dedo de aquel moreno sexy había dejado en el bonito pastel.

-Pero que rápido olvidas pequeño, ¿ya no recuerdas lo que pasó en el parque aquella vez que estabas solito esperando por tu amigo y tú y yo no nos conocíamos?- Su voz sensual tomó por sorpresa a un desprevenido Andy que no supo como reaccionar.

-Pues verás, no lo he olvidado, ¿cómo podría? Pero he hablado mucho con Ray y por lo que él me cuenta y por la forma en que he visto que lo observas sé que tú eres más que esto, así que déjate de máscaras porque no me asustas- Declaró muy decidido, ya no le tenía miedo, porque lo conocía mejor y sabía que no era sólo un degenerado que buscaba "eso" en sus relaciones.

-Ya veo, entonces supongo que no te molesta que te robe un beso aquí y ahora, porque sabes que soy tan inocente como un angelito recién caído del cielo ¿verdad?- Todo dicho tan de cerca que casi rozaba los labios indefensos de Andy que no tenía a donde huir.

-Yo diría mas bien salido del infierno Samuel, verás al que deberías pedirle permiso no es a este jovencito, sino a mi, y como yo te detesto, pues no te doy permiso- Saliendo de la nada al rescate de su niño, Nicolai hizo acto de presencia y clavando su mirada ceniza en Samuel, agarró por el brazo a Andy de manera poco amable y lo llevo lejos del sexy degenerado.

-Valla, todos se me escapan esta noche, debí quedarme en casa- Murmuró el moreno robando otra probadita de pastel, estaba bueno.

-Si, que mala suerte bebe, pero si sigues comiendo así vas a engordar y nadie va a querer tener "algo" contigo-

-Hola, no me dirás que tú también vienes a decirme que no me acerque a tu hermano, o peor aún que no me acerque a Marline- Se burló Samuel mientras seguía probando el pastel sin importarle la mirada reprochadora de Amy.

-Oye, ten más respeto, y haber si dejas de comerte ese pastel, Marline y yo lo hicimos para Ray- Se quejó.

-¿Por qué no me avisaste? Mejor lo dejo no valla a ser que comiencen a gustarme las mujeres- Estaba de pésimo humor.

-Valla, estás de pésimo humor, pero no deberías bromear así conmigo, después de todo soy tu amiga desde hace mucho mucho mucho tiempo, y no sólo en nombre de nuestra amistad sino también porque tengo un plan para ayudarte con Ray, ya que se ve que ambos, en especial tú, están muy necesitados-

-¿En serio?- Preguntó incrédulo Samuel, mientras seguí probando la torta.

-Que sí hombre, mira lo primero que vas a hacer es integrarte a la fiesta, pero no tomes en cuenta a Ray, quédate junto a mi todo el tiempo y bromea y habla conmigo solamente, si en algún momento Ray te dice algo tu solo contéstale de la manera más seca y vuelve donde estoy yo-

-Eso solo me dice lo desesperada que estás por un hombre Amy, no veo cuál es tu punto- Declaró mientras relamía su labio para limpiar un poco de betún que había escapado de su mordida.

-No seas tonto, se llaman celos, además, así como están las cosas, Ray no volverá si quiera a dejarte tomar su mano, está muy molesto, no sabe si de verdad querías tenerlo de una manera tan poco romántica o sí sólo era una farsa para la fiesta sorpresa- Amy centró su mirada buscando una respuesta por parte de su amigo pero este solo se quedó cayado contemplando como los jóvenes se divertían.

-No deberías perder así el control, pero bueno, antes de comer voy a proponer que juguemos a las escondidas, tú y Marline van a apoyarme, y como Ray es el cumpleañero el va a buscar. Lo que quiero es que tú y yo nos "escondamos"  de manera que Ray nos encuentre en "algo" obviamente nosotros estaremos conversando, él necesita escuchar que no querías hacerlo, también necesita entender que no  puede seguir huyendo de lo que él mismo quiere, debe poner los pies en la tierra y aceptar que su relación es de dos y que va en serio, una vez que yo crea que lo ha comprendido Marline se dejará descubrir para alertarnos de que él está ahí y así hacerle pensar que nosotros no sabemos que él escuchó todo, terminará la fiesta igual como comenzó, pasarás todo el tiempo a mi lado y al final tú tendrás que regresar con Ray, cuándo estén solos le dirás que quieres hablar con él, hazlo pensar que terminarás su relación, date cuenta de lo que hace, si todo sale como yo pienso, ya no tendrás mas problemas de este tipo con Ray, pero si él no está preparado para darlo todo por ti entonces creo que pierdes tu tiempo, te advierto que deberías prepararte para esa opción, porque también hay probabilidades de que él solamente esté confundido, ¿lo sabes verdad?-  Colocó su mano sobre el hombro de su amigo.

-Lo sé, pero todo este tiempo me he engañado a mí mismo diciéndome que el problema es que Ray es muy inseguro o que es tímido o que yo soy muy directo, pero muy en el fondo temo ver que en realidad Ray y yo estamos en etapas muy diferentes de nuestras vidas y que probablemente yo hice mal en decirle lo que sentía por él porque he terminado confundiéndolo y ahora piensa que siente algo por mi pero como sólo es una ilusión por eso no puede avanzar más, lo estoy obligando a hacer algo que no es, y tú tienes razón, eso debe terminar ya- Sujetó la mano de Amy y el trato estuvo sellado, se haría como dijo Amy, y así fue, durante toda la noche Raymond y Amy estuvieron jugando a los ñaños "huevo" siempre uno junto al otro, Marline, que ya estaba avisada del plan, sólo sonreía pero en cierto momento de la fiesta se acercó a Ray para tenderle el anzuelo.

-¿No te parece que hay algo muy mal en esta fiesta Ray?- Preguntó de manera dulce mientras se servía un poco de soda y se sentaba junto al cumpleañero, quien instintivamente no podía dejar de seguir cada paso que daba aquel moreno cruelmente sensual, acto que la rubia no pasó por alto y sólo sonrió para sus adentros.

-Si lo dices por el hecho de que Samuel ha estado toda la noche tonteando con tu novia, pues a mi no me molesta en lo más mínimo- Concluyó cerrando el puño derecho con fuerza sin siquiera importarle el pobre vaso que estaba sosteniendo.

-En realidad yo lo decía porque esta es una fiesta de cumpleaños y el cumpleañero está aquí sentado más sólo que cachorro huérfano bajo la lluvia y tampoco pareces estar muy divertido mi querido Ray- Terminó de confesar con total inocencia Marline.

-Ah eso, claro que me estoy divirtiendo, es sólo que yo no soy muy extrovertido Marline y tú lo sabes- Se defendió el moreno sintiéndose totalmente avergonzado por quedar al descubierto.

-Ja ja ja que lindo te ves avergonzado- Rió encantadoramente la rubia mientras jugueteaba con un mechón de su cabello que insistía en resbalar por su hombro.

-Si crees que soy tan lindo ¿Por qué nunca me tomaste en serio Marline? Yo hubiese sido el chico más feliz del mundo si tan sólo me hubieras dado una oportunidad- Esa no sólo era la forma perfecta de cambiar el tema, sino que también era la oportunidad perfecta para averiguar por qué Marline nunca se interesó por él, claro que el echo de que la rubia fuera la chica de la hermana de Andy le daba una muy buena perspectiva de la respuesta que Marline le iba a dar.

-Pues verás Ray, en verdad eres un chico muy lindo, nunca he dejado de creerlo, pero en algún punto de mi vida mis intereses cambiaron y para cuando tú llegaste mi corazón ya le pertenecía a otro, o mejor dicho a otra je je jeje- Cada palabra dicha de manera dulce, mientras que su rostro se mostraba tranquilo y sonriente, era increíble como incluso en esos momento no podía dejar de admirar lo bella que era.

-No te lastimé con mi respuesta ¿verdad?- Continuó la plática mientras se acomodaba junto al cumpleañero.

-No, la verdad es que pensé que sentiría alguna clase de dolor en el pecho o algún tipo de malestar, pero tu respuesta no me afectó en nada- Ray estaba perplejo, se suponía que amaba a Marline ¿Desde hace cuánto tiempo había olvidado ese sentimiento?

-A lo mejor es porque ya sabías la respuesta...o tal vez es porque sin darte cuenta, al igual que a mí, alguien inesperado se robó tu corazón- Sonrió de manera pícara mientras saludaba a Amy quien reía de la manera más coqueta que nunca antes había visto agarrada del brazo del sexy moreno quien parecía no molestarle la escandalosa compañía.

-Si lo dices por Samuel, es probable que lo único que quiera de mí sea sexo, como todos los demás...-Se llevó rápidamente la mano a la boca y bajó la mirada, no debió haber mencionado aquello.

-¿Todos los demás?- Repitió intrigada Marline volviéndose rápidamente para enfrentarlo pero Ray ya se había ido. -¿Qué quiso decir con eso?-

-Es la razón por la que Ray es o al menos era homofóbico ¿lo recuerdas verdad?- Aquel rubio aparecía de la nada con su actitud de chico malo, arrimado a aquel árbol sin ninguna preocupación sobre sus hombros.

-¡Hermano!- Se admiró la rubia al verlo precisamente ahí y en ese preciso momento.

-Deberías reunir al grupo de estrategas, necesito comentarles algo que les hará modificar sus planes- Sonrió levemente a su hermana y se adentró un poco para que nadie más le viera.

-Está bien ya regreso- Concedió la mayor.

 

Dejaron a Ray bajo el cuidado de Nicolai y Andy, no que todos estuvieran entrometidos en aquella relación, pero en verdad pensaban que hacían una "adorable pareja" y eran felices de repetirlo cerca de Samuel a quien le crispaba los nervios aquel tipo de cursilerías.

-¿Erick? ¿Qué rayos haces aquí?- Inquirió en tono despectivo y bastante descortés la castaña de ojos celestes.

-Eso no te interesa- Contestó de igual forma el rubio mientras se acercaba a saludar discretamente a su amigo/amante.

-Y ¿Desde cuando sabes tú lo que a mí me interesa o deja de interesarme ah?- Continuó con la disputa Amy a pesar de que Marline hacía esfuerzos sobre humanos para que desistiera.

-Pues lo que tengo que decirles, eso es lo que te interesa y deja de interrumpirme o no te cuento nada- Amenazó el rubio haciendo que sus ojos amarillos brillasen por un instante.

-Ah mira a mi no me vas a venir a amenazar porque...-Antes de que la discusión continuara la mano de Samuel se estampó de manera casi perenne en la boca de la castaña impidiéndole continuar y acto seguido dio la señal a Erick para que contara de una vez lo que había venido a contar.

-Deben tener mucho cuidado con esto que les voy a decir, nadie lo sabe y de hecho ni yo mismo debería saber...-Pareció dudar un poco en cómo decirlo pero luego se repuso y los miró de forma directa. -bueno seré breve, Raymond fue victima de acoso por parte de varios profesores y compañeros en el internado donde sus padres lo criaron, en realidad fue un milagro que nunca llegaran a lastimarlo en verdad, pero de ahí es que viene la homofobia de Ray, además de que en ocasiones llega a creer que sigue en aquel lugar, por eso Samuel él nunca va a dejar que llegues a algo más con él, cada vez que lo fuerces a "algo" te convertirás a sus ojos en uno más de aquellos hombres en su pasado y huirá de ti- Concluyó de manera tranquila y sintiéndose realmente relajado por haberlo contado al fin.

-Demonios, justo me tuve que venir a fijar en un chico tan complicado- Se lamentó con rabia Samuel, aunque en realidad no era lo que sentía y todos ya lo habían notado, pero le seguían el juego para no molestarlo.

-Te voy a repetir lo mismo que te dije en aquella ocasión: Debes actuar con cautela si quieres cautivarle, debes ser paciente, sé que lo has sido hasta ahora y mucho debo admitir, pero eso no será suficiente, será muy difícil para ti así que o te arriesgas o lo dejas por la paz o puedes drogarlo y hacerle sentir el placer como a mí...también podría funcionar- Dijo el rubio en tono lujurioso recordando los buenos tiempos compartidos con aquel espectacularmente sensual moreno.

-Es verdad aún me queda esa opción- El comentario le devolvió un poco el humor al de ojos verdes quien arreglando su cabellera azabache decidió volver a la fiesta.

-Pero en realidad no era por eso que yo me extrañaba de que tu estuvieras aquí hermano- Marline se acercó un poco a él, pero Erick se movió casi tan veloz como un rayo, dio media vuelta y se perdió entre las sombras del bosque despidiéndose con la mano y sin voltear.

-Que miedo- Murmuró Amy en cuanto ya no pudo verlo.

-Parece estar bien, que bueno- Se alegró Marline

-¿Deberíamos cambiar los planes?- Se preocupó la castaña.

-Es probable...- Ambas chicas se miraron de forma un tanto preocupada y se tomaron su tiempo para volver a la fiesta.

 

-Se acerca la hora, ¿Por qué no jugamos a las escondidas antes de proar la torta?- Sugirió la rubia de manera totalmente adorable, a lo que todos respondieron con un sí unánime.

-Por ser tu cumpleaños Ray, tú serás el encargado de encontrarnos y añadiremos una especialidad a este juego, quien sea el primero al que Ray encuentre tendrá que cumplirle un deseo-

 

Todos corrieron a esconderse mientras escuchaban contar al moreno, como planearon Amy y Samuel se quedaron bastante cerca del claro y Marline era la encargada de guiar a Ray hasta ellos cuando el momento así lo ameritase.

 

 -En verdad espero que funcione...-Suspiró la castaña mientras arrimaba su espalda a un tronco y comenzaba a esperar.

-Es raro que dudes de tus propios planes-

-No es que dude, es que después de lo que nos contó aquel "aparecido" me siento un poco culpable por engañarlo así ¿tú no?- Clavó de manera significativo sus ojos celestes en las orbes verdes del moreno.

-Siento más pena por como estamos ahora, no es justo, en especial para él, estar atrapado en una mentira, si no siente lo mismo por mí debería darse cuenta y terminar con esta farsa de una vez por todas y si sólo se siente inseguro por su pasado... ¡DEMONIOS! También debería habérmelo dicho, ¿A caso piensa que voy a creer que sólo es una escusa? ¿Es que a caso no puede confiar en mí?- No pudo evitar elevar la voz mientras liberaba su impotencia contra aquel pobre árbol.

-Es probable, no creo que lo haga de maldad, después de algo como aquello a mí también me costaría confiar en alguien, en especial alguien con tu historial mi querido Samuel-

-¿Pero es que a caso no he demostrado ya lo suficiente que no sólo estoy con él por sexo?- Se exasperó aún más al ver como la castaña apoyaba el voto se celibato de su niño.

-Si es así, entonces ¿Por qué buscas que te demuestre su entrega precisamente con su cuerpo?- Preguntó de lo más seria Amy notando el estupor que había despertado en el nuevo oyente de aquella agradable conversación.

-Porque....porque quiero estar seguro de que me ama...y no es que con tener sexo me lo va a demostrar, el solo hecho de entregarse a mi me dirá que ya no me teme y que por fin mis sentimientos lo han alcanzado...que también me corresponde...que no sólo soy yo quien está viviendo engañado en la mentira que tenemos ahora, porque es así como me siento cada día que pasa y despierto a su lado, el hecho de vivir con él, de tenerlo a mi lado es todo una mentira, aún puedo sentir su miedo y eso...y eso me destroza el corazón...- Se dejó caer sin poder resistirlo, era verdad, todo el tiempo lo tenía a su lado pero no lo sentía suyo realmente, era una gran mentira y eso lo estaba matando día con día.

-No sabía que podía llegar a ser tan doloroso...supongo que quien se lleva la peor parte después de todo sí eres tu...Marline me debe una noche de sexo sádico por esto...- Sonrió al ver la expresión de total incredulidad de su amigo. -Con todo, ¿Has probado a decirle esto a Ray?- Continuó aún más interesada en las reacciones del moreno.

-Si le dijese algo así, probablemente se dejaría llevar aún más sólo por no herirme, Ray es el tipo de persona ridículamente buena a la que no le puedes contar este tipo de detalles porque se entregarán sin más sólo por no hacerte sentir mal, en otras palabras, si yo quisiera sólo sexo podría haberle dicho cualquier mentira, pero lo que quiero es que me ame no por complacerme o por corresponderme, quiero que en verdad lo sienta, pero aparentemente no puedo despertar ese sentimiento en él, por eso creo que lo mejor es terminar por lo sano antes de que me vuelva loco- Dijo sin querer mirar la expresión incrédula de su amiga, no quería hablar más, era suficiente, ya no lo aguantaba más.

-Entonces....- Amy se puso en pie y salió corriendo sin darle tiempo a Samuel si quiera de preguntarle  a dónde iba, acto seguido escuchó unos pasos detrás de  sí y vio a un sorprendido Ray.

-¿Ray?- Preguntó casi sin querer creerlo, ¿lo había escuchado?

-¿Tan malo así ha sido para ti todo este tiempo?- Devolvió la pregunta sin inmutarse por la expresión de sorpresa del otro.

-Yo...lo que escuchaste...esto...no es así...- Demonios, ser tan sexy no le ayudaba en ese momento, ¿Cómo explicar algo como eso? Tampoco iba a negarlo porque era cierto, pero afirmarlo tal vez tampoco era buena idea.

-También lo creo...- Dijo en un susurro captando más la atención del de ojos verdes. -Creo que lo mejor es cortar por lo sano, esto que tenemos no nos está haciendo bien ni a mí ni mucho menos a ti...yo...lo siento mucho Samuel- Iba a salir corriendo cuando los demás aparecieron de la nada.

-Vaya no me sorprende que encontraras primero a Samuel Ray, que horror el corazón no engaña- Rió alegremente Nicolai mientras abrazaba posesivamente a Ray y lo encaminaba de regreso a la explanada para continuar con la fiesta, mientras los demás no sabían cómo mirar a  Samuel, todo había salido mal.

 

-Vamos que no podemos dejar este chiquero así- Seguía insistiendo Amy mientras arreaba a todos los presentes a que recogieran la basura, la fiesta había terminado de manera un tanto falsa, pero aún así lo habían pasado bien.

-¿Quieres que te llevemos a casa Ray? Ofreció un amable Andy mientras le retiraba una funda de basura a medio llenar al moreno totalmente absorto en sus propios problemas existenciales.

-No tranquilo, de algún modo llegaré a casa- Sonrió de manera amable.

 

Todos estaban subiendo a sus autos mientras Ray los despedía de manera amable agradeciendo a cada uno la molestia.

-Por favor Ray no hagas esto, dejar escapar a un chico tan lindo como Samuel sólo por lo que te pasó cuando eras joven, Samuel no es así ¡maldición Ray por qué no lo entiendes!- Sollozó de manera discreta mientras lo abrazaba.

-¿Cómo?- Preguntó un tanto confuso.

-Mi hermano también te envía sus saludos desde donde está, vino a hacer una rápida visita porque aún se preocupa por ti- Se despidió con un beso y se subió al auto junto con Amy y se fueron casi de inmediato.

-Te llevo a tu casa, vamos- Invitó un Samuel bastante apagado para como normalmente era.

-Si...- Aceptó de manera un tanto apenada por tener que seguir molestándolo aún después de aquello.

-Lo siento pero ¿podríamos ir primero a tu casa? Ahí está la llave de mi casa- Dijo bastante apenado cuando estaban cerca de la casa del moreno, quien no dijo nada y sólo cambió la dirección para obedecer al chico.

 

-Será mejor que busques tus llaves mañana, es muy peligroso conducir a esta hora- Dijo Samuel sin mirarlo  a la cara mientras se preparaba un café. -No quiero que pienses que deseo retenerte aquí ni nada por el estilo...es sólo que estoy cansado y preferiría no conducir-

-No creo que desees retenerme, sólo creo que cuando te lo propones puedes llegar a ser muy cruel Samuel...- Dijo dándole la espalda y ocultándose en la habitación de huéspedes que había pasado a ser la suya por los 3 meses que ya llevaba viviendo junto a ese encantador moreno.

 

"Samuel no es así ¡maldición Ray por qué no lo entiendes!" Esas palabras le retumbaban una y otra vez, y por más que trataba de conciliar el sueño no podía, ¿En verdad Eric había vuelto sólo por él?

 

Sin darse cuenta cómo, sus pasos lo llevaron hasta la habitación de Samuel, a la que entró con el mismo sigilo con que hacía siempre, le gustaba verlo dormido, se veía tan increíblemente tierno, era casi como otra persona.

-¿En verdad duele tanto?- Preguntó en un susurro sin esperar ninguna respuesta, acercó su mano para acariciar furtivamente esa cabellera, se había acostumbrado a hacer eso cada noche.

-Como no tienes idea...Raymond...-Contestó sin querer abrir los ojos el moreno y disfrutando al máximo de aquella caricia que se vio interrumpida al momento de contestar.

-¿Desde cuándo lo sabes? Que vengo cada noche a verte dormir- Preguntó sentándose en un borde de la cama sin parecer perturbado por haber sido descubierto.

-Desde el primer día- Confesó Samuel incorporándose para verlo mejor, se veía extrañamente serio.

-Por eso a veces te encontraba semi descubierto y en poses sugerentes, pensé que era coincidencia- Sonrió un poco recordando la primera vez que lo encontró así y como pasó al menos una hora "clamándose" del impacto encerrado en su habitación.

-Tenía la esperanza de seducirte- Concedió Samuel con una adorable sonrisa.

-Tonto- Rió un poco más.

-Siento que hayas tenido que pasar por esto sólo por mi egoísmo...- Se disculpó un tanto apenado el moreno mirándolo fijamente, como si quisiese grabar aquella imagen para siempre en su memoria.

-¿Cuándo te lo contó Eric?- Dejó salir sin más la pregunta. -Lo de mi vida en el internado- Aclaró al ver la confusión en la cara del otro.

-Hoy en el parque...- Contestó sin un poco de nerviosismo. -Sé que suena ridículo, pero te aseguro que así fue-

-Entiendo...entonces en honor a la verdad contéstame con el corazón... ¿Qué tanto me amas?- Miró desafiante a su interlocutor.

-Haría lo que fuera por ti... cualquier cosa, hasta dejarte ir...-Confesó con dolor siendo incapaz de mantenerla la mirada al de ojos lila.

-Si es eso cierto- Se incorporó despojándose de su camisa y dejándola caer con desdén al suelo mientras colocaba sus piernas a los costados de un impresionado Samuel -Déjame tomar tu cuerpo esta noche Samuel...- Se inclinó para besar su mejilla y esperó un poco a recibir una respuesta.

Por lo general no le tomaba tanto tiempo procesar la información, pero eso era totalmente descabellado, sin embargo vio en los ojos de Ray algo que no definía bien, así que sólo asintió echando su cabeza hacia un lado y dejándose hacer, de todos modos no le importaba, porque lo amaba de tal modo que así quisiese quitarle la vida, si era pro su mano no le importaría.

 

Las caricias comenzaron de forma tan tímida que no era difícil notar el nerviosismo del pequeño, sin embargo Samuel no parecía decepcionado sino más bien embelesado con el espectáculo, era la primera vez que estaba así de "cerca" de él y no le molestaba en lo más mínimo ser poseído por alguien, si era él todo estaba bien.

Poco a poco fue despojando al mayor de sus ropas hasta que pudo apreciar aquella dolorosa desnudes por completo, allí sobre la cama de blancas sábanas se encontraba el moreno más sensual del instituto, el que podía tener a cualquier chica o chico en toda la ciudad, el seductor por excelencia a quien nadie podía resistirse, en una faceta vista por pocos de seguro, incluso como dominado se veía tan sublimemente apetecible que le era difícil ordenar sus pensamientos, un pinchazo en su entrepierna le despertó de su estupor y fue cuando bajó con un poco de temor su vista hasta aquel miembro con el que no iba a negar había soñado muchas veces y sólo pudo tragar en seco antes de infundirse valor para acercarse un poco más y poder tomarlo con sus manos con toda la intensión de prepararlo como se debía, sin embargo al tacto caliente de aquel órgano no pudo sobresaltarse de forma ridícula y se odio un poco por eso.

-Deja que yo lo haga...después de todo quien va a ir arriba eres tu ¿verdad?- Le dijo el moreno sin esperar a por una respuesta, sólo se inclinó hasta poder extraer el necesitado miembro de Ray de entre sus pantalones, todo sin usar las manos y ahora devoraba aquel delicioso trozo de virilidad con total sumisión.

-Aghhh- No pudo reprimir aquel grito, sentir aquella boca ahí y ver a Samuel totalmente entregado a su labor, se apoyó con ambas manos sobre la cama para dejarlo trabajar y sentir con más claridad aquellas ondas de placer que se dispersaban por su cuerpo con cada succión, lamida o mordida que el moreno le daba.

-Estás listo...- Le dijo de forma seca al notar que Ray no aguantaría por mucho más y sin esperar recibir orden alguna le dio la espalda y se colocó en posición apoyando sus antebrazos en la cama, volteó para ver la expresión de sorpresa del menor y en realidad lo encontró prácticamente aterrorizado, de inmediato se incorporó pero antes de que pudiera decir algo sintió un pinchazo en su parte trasera demasiado inesperado.

-Aggghhhhh- Aquel grito había expresado muy bien la sorpresa del moreno al recibir la primera embestida sin previo aviso.

-¿Duele?- Preguntó un tanto ensimismado en lo suyo Ray, parecía un tanto complacido al ver el dolor del otro.

-No...sólo un poco...pero continúa por favor...Raymond....ahh- En realidad no sabía que podía doler tanto, pero no dejaría que el otro lo notara.

-Si duele tanto que piensas que no podrás soportarlo sólo pídeme que me detenga...lo haré de inmediato-

Así que eso era lo que buscaba, hacer que le pidiera que se detenga para entonces tener la escusa de que era demasiado doloroso y que por eso no lo había dejado tocarlo, pues se equivocaba de sujeto. Ahora que conocía la verdad menos que antes le dejaría escapar, comenzó a marcar su propio ritmo y se ayudó masturbando su propio miembro, debía mejorar las cosas para él, debía demostrarle que se equivocaba.

Sin notarlo siquiera se había dejado arrastrar por el paso que marcaba Samuel y ahora ya no podía sentir nada más que aquella necesidad de salir de ese cuerpo antes de terminar, no podía perder de aquella manera, no había funcionado como lo esperaba.

-¡Espera!- Le ordenó de golpe el mayor al notar que el menor huía de él.

Fue ese momento en que Ray aprovechó para penetrarlo con toda la fuerza que logró acumular  sacando así de la garganta del de ojos verdes un grito ensordecedor que prácticamente lo dejó desvalido.

-¿Me vas a pedir que me detenga?- Le repitió con un tono muerto sin siquiera apartar su vista de él.

-No...-Susurró el mayor para voltear a verlo con un par de lágrimas en sus ojos y un rubor marcado en su rostro. -Al contrario, no te detengas...termina por favor...- Acto seguido cerró los ojos al sentir una nueva embestida por parte del menor, no dejaría que se marchase con la idea equivocada.

-¿A caso eres un masoquista? Si te duele detenlo- Volvió a incitar Ray sin dejar de ver la expresión de dolor por parte de Samuel, estaba seguro de que ya no resistiría por mucho más.

-Si amarte tanto que no me importa el dolor que puedas causarme es masoquismo, pues entonces sí lo soy, no me importa lo que hagas conmigo, siempre y cuando pueda ver tu rostro, pueda tenerte a mi lado...siempre y cuando pueda amarte y sentir que me amas no me importa nada más...te amo Raymond...y eso no cambiará sin importar quién esté arriba...ahh- No pudo continuar, era muy doloroso, no había tenido la suficiente preparación así que necesitaba mantenerse callado para soportarlo mejor, en un acto reflejo levantó su mano como quien busca alcanzar algo y entonces sintió el cálido tacto de su niño.

Sin saber por qué había tomado casi con desesperación la mano de Samuel y ahora la apretaba con fuerza como si quisiese eliminar el dolor que le estaba infringiendo, en algún momento comenzó a llorar y para cuando entendió toda la situación no pudo evitar correrse dentro de aquel espectacular moreno.

Aquella sensación cálida le invadió el interior y tampoco pudo retener su propio éxtasis y también lo dejó salir de su cuerpo con un grito un poco más sonoro que el de Ray, exhaustos, ambos chicos se dejaron caer, uno sobre el otro en la gran cama, respirando de manera agitada, y el primero en abrir los ojos fue Ray pudiendo así apreciar la cálida sonrisa que decoraba el rostro de Samuel, haciendo que se viera simplemente perfecto.

-Lo siento...lo siento Samuel...en verdad lo siento...- No pudo evitar abrazar la espalda del moreno y echarse a llorar descontroladamente.

-¿Por qué te disculpas tonto? Fue increíblemente delicioso- Le amonestó el mayor mientras se incorporaba y abrigaba a Ray en su pecho abrazándolo posesivamente.

-A pesar de tu experiencia no debía haberte tratado tan mal...lo siento- Se disculpó dejándose abrazar y sintiéndose muy a gusto entre esos fuertes brazos, el también lo amaba pero se lo había negado todo este tiempo porque tenía miedo, miedo de lo que pensaba significaba aceptar a Samuel, pero ahora entendía que estaba equivocado y que quien había sufrido por su indecisión no era otro más que Samuel.

-Pues...para ser sinceros, es mi primera vez como uke- Dijo sonriendo y un tanto avergonzado por la incredulidad del menor.

-Pero...pero...yo pensé que alguien como tú...-

-Bueno, siempre soy el dominante precisamente porque al igual que tú de pequeño intentaron muchas veces abusar de mi, por eso antes de que alguien me poseyera prefiero ser yo quien termine poseyendo- Explicó con una sonrisa que trataba de trasmitir serenidad ante tal verdad.

-Yo...lo siento- ¿Cómo había podido ser tan canalla? Había terminado siendo igual que los tipos que se metían con él cuando estaba en el internado, no pudo evitar comenzar a llorar de nuevo.

-Vamos no llores Ray no lo dije para hacerte sentir mal- Le palmeó un poco la espalda esperando que con eso se le pasara un poco, pero lo sintió tensarse de repente y lo miró un poco preocupado.

-Las cosas no cambiarán sin importar quien esté arriba ¿verdad? Eso fue lo que dijiste Samuel- Recordó con un tono de voz serio el menor.

-Si...eso fue lo que dije y lo sostengo- Respondió el de ojos verdes sin entender muy bien la situación.

-Entonces...- Se abalanzó sobre el mayor apoderándose de sus labios como si jamás desease soltarlos.

-Espera...no me digas que quieres repetir Ray...si ese es el caso debo darte algunos consejos porque de otra forma no podré ni moverme por la mañana-

-No es eso...- Aquella mirada cargada de deseo, sin notarlo habían desaparecido todos sus miedos y ahora sólo tenía esa urgente necesidad de sentirse amado, de sentirlo suyo como siempre lo había soñado y nunca había admitido. Lo abrezó fuertemente y susurró en su oído "quiero dejar de ser virgen Samuel...quiero que me hagas el amor y que no me vuelvas a dejar escapar de ti...quiero que seas sólo mío y sentirte en lo más profundo de mi ser...te deseo demasiado y ya no puedo resistirlo más..."

Aquellas palabras no fueron lo suficientemente creíbles para el mayor quien tuvo que desprenderse de aquel abrazo para poder mirar el rostro de Ray y constatar que lo que había escuchado no eran ideas suyas, la expresión apenada y aquellos ojos lilas cargados de pasión le corroboraban lo que había escuchado, era verdad, le había dicho que lo amaba.

Sin poder contenerse, acarició ambos brazos hasta poder entrelazar sus manos con las de su niño y obligarlo a recostarse quedando sobre él mientras sus lenguas se enfrascaban en una batalla sin ganador, sin querer realmente dejarlo, se deslizó hacia un costado para poder lamer toda la extensión de aquel cuello, extrayendo con ese simple acto sonidos encendidos de placer, incitado por los mismo continuó bajando hasta encontrarse con una de las tetillas en su camino, a la cual no pudo evitar dar una pequeña mordida obteniendo como resultado un grito delicioso por parte del afectado, mas caricias y besos, ahora acababa de lograr despojarlo de toda la ropa y tenía a su alcance nuevamente aquel miembro al que besó con total entrega mientras observaba como su pequeño se moría de vergüenza por lo que acababa de hacer, pero verlo así también le resultaba tan "motivador" que no se detuvo y avanzó un poco más hasta la entrado de Ray, la cual observó con detenimiento provocando la exasperación por parte del de ojos lilas.

-No me mires así, es demasiado vergonzoso- Dijo entrecerrando los ojos, no dejaba de respirar agitadamente y ese calor que recorría su cuerpo le impedía hablar demasiado.

-De acuerdo dejaré de mirar- Sin darle tiempo a negarse comenzó a lamer aquella entrada buscando lubricarla de forma adecuada mientras mantenía callado a su niño haciendo que chupase dos de sus dedos, los cuáles después fueron a dar precisamente a aquel lejano rincón de su cuerpo.

-Ahh Samuel...ahh- Sentir aquellos dedos moverse dentro de él era como una tortura cruel, le hacían querer más y más y sin notarlo siquiera comenzó a mover sus caderas como si su cuerpo supiese exactamente qué hacer.

-Lo siento, pero parece que ya es la hora- Le dijo sin querer sonar tan deseoso como realmente estaba, pero no podía evitar sentirse nervioso, no quería lastimarlo ni dejarle un recuerdo desagradable.

-De...acuer...do...ahh- Ni siquiera reconocía su propia voz, tan jadeante, se sentía sucio pero era tan delicioso que no podía pensar siquiera en detenerlo, sintió aquel miembro penetrarlo de manera lenta esperando con cada centímetro que se adentraba que su cuerpo se acostumbrar a la intromisión y aunque trató de estar relajado, de respirar, de no hacerlo terminó sin poder evitar gritar al momento de la primera embestida.

Aquel grito podría haber despertado a los vecinos de la ciudad del otro lado del país, Samuel se sobresaltó y se detuvo para ver la reacción del pequeño, quien de improviso le tomó por los antebrazos y clavó sus uñas empujándolo un poco más dentro de él.

-Vaya Ray....quién lo diría...eres un pequeño pervertido- Molestó sin poder evitar sonreír al ver la expresión totalmente apenada del menor al escuchar aquello.

-Cállate so pedazo de...ahhh- Había interrumpido el discurso embistiendo nuevamente el pequeño cuerpo, era demasiado divertido, era mejor de lo que pudiese haber imaginado nunca, tenerlo ahí a su merced y susurrando su nombre entre gemido y gemido, era perfecto, con esa idea en mente, subió para besarlo mientras lo rodeaba con sus brazos y lo levantaba para quedar sentados un frente al otro, el cambio de posición arrancó de la garganta de Ray un sonido exquisito y sólo pudo aferrarse a los hombros del mayor para ayudarlo en su faena, cada vez más y más dentro hasta que sintió una corriente recorrerle el cuerpo al tiempo que no podía evitar tensarse por completo, se aferró más al cuerpo de Samuel quien comprendió de inmediato lo que sucedía.

-Ray...por favor vente conmigo...- Le pidió de forma tierna antes de besarlo y con un último movimiento de cadera correrse dentro de su amado y al mismo tiempo sentir la explosión de placer por parte del menor, todo había sido más hermoso de lo que él jamás pudo haber siquiera imaginado, cayeron abrazados y agitados sin querer despegarse, aquella sensación de liberación y paz los llenaba por completo.

-Fue perfecto...- Concedió un apenado Raymond besando la mejilla de su amante.

-Es que todo lo que hago yo es perfecto...- Se ufanó el aludido haciendo gala de toda su "modestia"

-Eso es cierto...todo tú eres perfecto....eres perfecto para mí Samuel...te amo- Dijo aún con los ojos cerrados.

-¿Qué dijiste?- Se sobresaltó el mayor sin querer creer lo que había escuchado

-No me dirás que no te habías dado cuenta...te amo Samuel Stevenson, serás un degenerado, exhibicionista de cuarta, pedante, engreído, caprichoso, todos los defectos que no puedo recordar ahora, pero te amo y nada de eso cambia el hecho de que te adueñaste de mi corazón y ahora puedes hacer lo que quieras conmigo porque mientras pueda estar así a tu lado sintiendo tu cuerpo palpitar junto al mío ya nada más me importa- Se abrazó de nuevo al cuerpo masculino a su lado y devoró la boca de un atónito moreno quien sólo se dejó hacer.

-Lo que quiera...- Repitió como embobado y con un tanto de malicia esperando la típica negativa por parte de su compañero.

-Sí, lo que quieras...cuantas veces quieras...- Se apoderó de las caderas del mayor en un acto demasiado sugestivo frotando su virilidad con la del de atónitos ojos verdes.

-Tal vez sería mejor que descanses el resto de la noche...- Concedió un tanto nervioso el mayor.

-No era una sugerencia, era una orden, debemos recuperar el tiempo perdido Samuel- Trepó de manera demasiado sexy hasta alcanzar los labios masculinos y delinearlos con pasmosa lentitud, dejándolos esperando una respuesta afirmativa.

-Vaya...ahora le cogiste el gusto...no sé si sea bueno o malo, pero definitivamente no desaprovecharé esta oportunidad- Con aquello ultimo unió sus labios con los de Ray y comenzaron a "recuperar" el tiempo perdido.

Una última mirada a la escena y con una sonrisa adornando su rostro se marchó por entre los muros de la habitación.

-Vaya, si pudiera grabarlos ganaría mucho dinero en internet- Con es ultimo pensamiento se perdió entre la noche, ahora podía estar tranquilo, todos sus amigos estaban bien, por fin todos eran felices, ya no tendría que volver.

 

-Feliz cumpleaños Raymond-

-Gracias...Samuel-

 

Fin

Notas finales:

Je je je espero les haya gustado, de todos modos dejenme decirles que no es lo último que verán de Samuel...wuajajaja XD

Gracias de nuevo a las personas que siguieron el fanfic durante toooodo el tiempo y que ahora han llegado hasta acá!!! Y también a quienes no!! Muchas gracias y espero verlos a todos en un futuro cercano!!

Mata ne!!


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