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Mi angel Vengador por Luna Shinigami

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Mi Ángel Vengador

By Luna shinigami

[One - Shot]

 

[Harry Potter]

 

 

Nota: los personajes de Harry Potter no pertenecen, este fic es sin animó de lucro.

Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo… propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Luna Shinigami.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-**-*-*

 

Todo pasa y sucede por una razón, no importa cuan extraña sea esa razón.

Todo sucede por alguna imperfección y amamos esa imperfección no importando cuan imperfecta puede ser.

Todos amamos de una manera u otra, no importando si la manera es cruel y dolorosa o amable y amorosa.

Todos aprendimos de la vida... todos de sus errores, de sus logros, nimiedades y razones.

Todos somos un cúmulo de errores y todos sin excepción buscamos un ángel, no importando que tipo de ángel llegue a tu puerta, si un bello ángel traído por Dios para llevarse tus penas en las alas o un Ángel negro dotado por el lucifer para hacerte vivir y sufrir al mismo tiempo que venga tus penas...

Todos pedimos un ángel, todos incluyendo a Severus Snape... aunque ni el sabe que tipo de ángel llegue a sus brazos.

 

*-*--*-*-*-*-*-*-**-*--*-*

 

Severus esta sentado mirando a la tumba que se erguía ante sus ojos, mas ni una lagrima fue impuesta en esos onix que residían, esos posos oscuros que francamente pertenecían al infierno.

Si bien su rostro no mostraba ningún cáliz su mente siempre analítica, se pregunta millones de cosas sin poder dar respuesta a ninguna, sobre todo aquella mas recurrente.

¿Porque seguía vivo?.

si, esa era su pregunta mas recurrente, sobrevivió a sus padres, a los merodeadores, a Voldemort, a Howards, a Albus Dumbledore, a la traición, la soledad, la ridiculización, al miedo, al fracaso, al odio, a la soledad y a toda la mierda que el mundo le lanzaba...

Toco con sus frías manos la lapida de aquel hombre, de su ángel, de su dulce ángel...

Su dulce ángel estaba allí, en esa tumba fría, lejana, casi destruida, impunemente olvidada y él estaba vivo...

¿que seria de su vida sin ese ángel que lo había salvado de la mediocridad, de la tortura, de la locura, de la soledad?

¿que seria de su vida sin un verdadero motivo para vivir...?

sintió que el fuerte frió de Londres congelaba su huesos, sus viejos huesos, sus cansados, roídos y podridos huesos, se levanto despacio, a sus cuarenta años, su cuerpo pesaba como uno de cien...

Sintió que detrás de él había alguien, vigilándolo, atento a cualquier movimiento... sonrió despectivamente, mostrando la mueca característica en ese rostro pálido avejentado por los años de espía doble, por los años de silencio.. por simplemente los años que calaban con fuerza sobre su cuerpo.

-deberías dejar de espiarme Lupin.. incluso los animales como tu merecen un descanso...- dijo dejando una rosa en aquella vieja tumba, mirando ahora al hombre de ojos dorados de manera feroz.

-solo.. quería saber si estabas bien Severus...- murmuro aquel hombre con prendas mediocres, remendadas, dando a entender su humilde posición, en la mano derecha llevaba la alianza de matrimonio con Nymphadora Black.

Una risa retorcida salio de los labios del pocionista, colocando un mechón negro como la oscuridad de su alma, detrás de su oído - No te preocupes Lupin- escupió el apellido con odio - me se cuidar solo...- dijo pasando por el lado de Lupin - después de todo pude salvarme de una bestia asquerosa como tu en la casa de los gritos, aun cuando tu querido perro Black quería verme muerto bajo esas garras y colmillos que tanto ocultas... pobre bestia...- dijo con sarcasmo viendo herido el corazón de Lupin - crees que no lo se...- dijo encarando a Lupin y tomando con fuerza su rostro - Pobre cosa.... pobre bestia... solo estas aquí, mirándome desde lejos... añorando que te envenene un día de estos con la poción matalobos...- dijo con su buen sarcasmo - No, no buscas eso.. solo buscas que no muera el único imbecil que te prepara la poción, no sea que en las noches de Luna llena salgas con ganas de comer sangre fresca... la de tu esposa y tu hijo talvez?.. ese es tu miedo pobre bestia.. pobre cosa... - era hiriente, maligno, cruel.... muerto su ángel para que necesitaba ser calmado y meditar cada una de sus palabras, el veneno salía de su boca sin pedir el mínimo de permiso, solo salía... como las lagrimas en las viudas, como la sangre en los muertos, sin excusa, sin permiso y pudo ver el daño de sus palabras en aquella bestia de ojos dorados, un daño que jamás hubiera ocasionado un crucio o cualquier maldición y se saboreo los labios con su propio veneno...- pues preocúpate pobre bestia...- dijo en su oído lamiéndoselo, sintiendo el temblor involuntario del hombre lobo, que si bien parecía de miedo era de placer, un placer mórbido, masoquista y sadista - porque este pobre imbecil no te va a ayudar mas, pobre cosa...- murmuro desapareciendo de allí, dejando atrás a un petrificado Remus Lupin mirando las ruinas y nada al mismo tiempo que había quedado en El mundo mágico después de la batalla de Harry con Voldemort, sabiendo que a sus espaldas Severus Snape, héroe nacional, espía doble y profesor de Howards acababa de desaparecer para siempre...

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Severus apareció en un jardín desolado, donde cada rama por insignificante que pareciera, sonaba aterradoramente con el viento, delante suyo una vieja ruina, antes había podido ser una casa, una mansión quien quita, ahora solo eran ruinas, los ojos negros miraron el cielo con nada en su mirada...

El cielo era gris.. cubierto de nubes grises, todo el panorama era gris tormenta, diluviano... presagio de malos augurios... presagio de su futuro, sonrió sarcástico.

¿Cual futuro?

se movió entre las ruinas, entrando, sabiendo que a cada paso, sonaba como un alma que se quería vengar por sus pecados, que en la lista no eran pequeños ni pocos, eran largos... sintió el crujir de la madera a cada uno de sus pasos fuertes.. sintió el olor a quemado aun a pesar de tantos años...siente entre su fino olfato el olor no solo a madera quemada sino a cuerpos quemados en el proceso y sonrió... movió un poco su varita limpiando un sillón viejo, lleno de telarañas, humedad y uno que otro bicho.

se sentó dejando aun lado las formalidades con su túnica y convoco un Whiskey de fuego, sabiendo que a pesar de estar quemados hasta los cimientos, el bastardo que antes vivía allí, protegía al Whiskey mas que a su propia vida y cuando la botella llego a su mano se dio cuenta que era verdad, el bastardo había muerto pero las botellas estaban intactas.

-eras un hijo de puta alcohólico pero bien que lo valió..- dijo sintiendo caer el licor por su boca, pasar a su lengua causando un ligero quemon para luego pasar a su garganta de allí a su estomago y con facilidad a sus venas... hoy todo lo tenia planeado y cerro los ojos tratando de recordar como demonios un joven prometedor, experto en pociones, con una vida profesional y exitosa por delante acabo miserablemente sentado, con una botella de Whiskey, donde alguna vez fue su casa y apunto ir en busca de su ángel de la guardia.

Cerro los ojos, recordando con fuerza...

No sabia como había sobrevivido los dos primeros años en Howards con los merodeadores jodiendole la vida, el era un muchacho delgado de cabellos negros, ojos Onix y lastimosamente una nariz causante de las burlas de los Gryffindors, sus pesadillas constantes.

Ellos habían remplazado sus pesadillas, ahora no la habitaba ese viejo que decía ser su padre, sino los cuatro merodeadores... James Potter con su maldita suerte que siempre escapaba de los castigos y era uno de los mayores promotores de las burlas hacia su persona, le seguía Black, esa asquerosa y exquisita sabandija que poblaba sus temores y miedos, dado que era un baúl de sorpresas sobre humillantes formas de torturarlo, le seguía el fiel Remus Lupin, amable como pocos, esa misma amabilidad había sido causal para que Severus desconfiara aun mas de él, también estaba esa pequeña rata asustadiza de Petewriet, que mientras estaba acompañado era valiente, pero bien que cuando estaba solo, huía de Severus como la rata de una serpiente y no olvidar para nada a Lily Evans, esa chica amable y tierna, cuyo único pecado es ser tan tonta y enamorada de Potter que evite darse cuenta que su novio es uno de los bastardos mas jodidos de la escuela.

Caminaba encorvado a pesar de sus trece años, Black lo había hecho caer de las escaleras cuando estas estaban cambiado de posición, tenia una pierna sangrante y la mano la tenia ligeramente vendada, no había ido a la enfermería, total quien le creería a un Sly arisco que los merodeadores le hicieron una "broma" pesada, Dumbledore, ese hombre, había aprendido que con ese hombre debía tener sus ligeras dudas e inclinaciones, ese hombre, el director jamás haria nada en contra de sus leones, siempre había sido así y no iba a cambiarlo por un Sly desvalido.

Se sentó en el pasto, recargando su espalda en un tronco de un árbol, cuando sintió unas manos grandes y aristócratas encima de esa pequeña mano que tenia lastimada, lo vio, sabia quien era un Sly de quinto grado, tan fuera de su alcance como lo eran las estrellas fugaces o la verdadera felicidad.

-deberías ir a la enfermería - musito el rubio mirando de soslayo al pelinegro - la caída fue muy fuerte...- murmuro quitando lentamente las vendas, dejando aparecer una mano profundamente hinchada por el golpe, seguramente tenia mas de un hueso fracturado, la tomo con cuidado y murmuro un hechizo, que hizo que la piel de Severus sintiera una pequeña descarga eléctrica con fuerza, su mano comenzó a perder la hinchazón y ese color morado tan molesto, con cuidado Lucius se arrodillo ante él, levantando con delicadeza la capa y el pantalón hasta dejarlo en la rodilla viendo la pierna sangrante, con cuidado como si Severus fuera de cristal deposito un beso en la rodilla lastimada llenando sus labios de sangre espesa y murmuro entre labios un hechizo que cerro su cicatriz.

Severus no lo había imaginado, pero después de pedir como un loco a Merlín, a dios, a buda a quien fuera por una salida por algo... alguien se apiado de su alma y le mando a Lucius Abraxas Malfoy, como su ángel de la guarda.

Su corazón estaba desbocado y sintió que el rubio podía sentir cada latido de su corazón con mas fuerza.

Sintió como el rubio lo miraba - desde hoy tienes mi protección.. si siempre estas conmigo Severus..-

El de ojos negros solo asintió - si me ordenaras mandarme al lago junto con el calamar gigante te obedecería Malfoy- dijo mirando a el rubio que se sorprendió por la docilidad del mas indócil de sus serpientes y miro sus ojos negros con cuidado, pasando sus manos blancas por la piel de porcelana del niño y lo supo apenas esos ojos se posaron en sus ojos azules plata... ese niño jamás había tenido un buen contacto humano y él había sido el primero en mostrarle la bondad humana y sonrió, solo el podía mostrársela... solo él tendría esa devoción y ese rostro de gratitud y de admiración de Severus Snape.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

Severus caminaba con los libros de pociones en sus manos, caminando recordando cada uno de los pasos que debería tener la poción Verseratum, que nada tenia que ver con la clase mediocre del profesor, cuando sintió un jalón de su túnica, haciendo que se cayeran todos sus libros, incluyendo el de Eileen Prince...

Se quedo en silencio viendo como el imbecil de Black sonreía con sus amigotes viéndolo hincado en el suelo, recogiendo todo lo que le fue regado por el suelo.

-así te vez bien Snivellus...- dijo con malignidad el Black que quien sabe porque demonios fue enviado a Gryffindor.

-Si Snivellus... eso es por tratar de acercarte a Lily, acéptalo ella solo se te acerca por lastima - eso le dolió pero bien lo disimulo - lastima es lo único que puedes engendrar Snivellus...- dijo maligno y algo celoso el adolescente Potter, que si bien era un muchacho, no sabría cuanto dolor podría estar causando gracias a sus desmanes poco de leones... cuando sintieron un rayo de color azul.. que los lanzo hacia atrás... allí en mitad del pasillo estaba el aristocrático Lucius Malfoy acompañado por sus dos gorilas de siempre empuñando la varita contra Black y Potter, también detrás de Malfoy estaban Bellatrix Black, Narcissa Black, Regulus Black y todo el sequito de quinto año de Slytherin.

Malfoy era fuerte pero no idiota de pelearse con esos imbeciles sin todo su sequito... tomo con cuidado la mano de Severus y lo hizo levantarse - Goyle recoge los libros de Sev..- ordeno sin soltar al joven que miraba a la nada pero por dentro estaba en un sistema contradictorio, pensó que el joven rubio lo protegería entre la oscuridad no delante de todo el colegio, delante de los Sly, de los Gry de todos, incluyendo a los perplejos docentes del colegio de magia y hechicería y de los ojos azules de Dumbledore que debía y tenia que cambiar lo que fuera a pasar tanto con Severus Snape como con Lucius Malfoy- muy valiente Black - siseo el rubio sin solar ahora a Severus de la cintura - atacando a tus compañeros por la espalda, además mi querido Severus para que querría meterse con una sangre sucia como su adorada Evans, solo dañaría su sangre, la contaminaría con algo tan bajo como "esa"- dijo en sarcasmo mirando los ojos verdes dolidos de la pelirroja.

-NO TE METAS CON ELLA MALDITA SERPIENTE¡¡¡¡ O TE JURO QUE¡¡¡- grito Potter defendiendo a su dulce pelirroja.

En un momento tenían todas las varitas de Slytherin en sus rostros, haciendo que el rubio de cabellos largos soltara una risotada- o que Potter?... dime que harás... lanzarme al saco de pulgas que tienes como amigo...- dijo con cinismo - esa pobre cosa... esa pobre bestia..- dijo señalando a Lupin...- o ese otro Traidor, sin descontar a tu querida rata callejera, que mas que un sangre pura, es solo una inmundicia de ser humano...- dijo ahora mirando a la pelirroja - duele?? duele sangre sucia???- dijo con arrogancia mirando aquellos ojos verdes que sufrían cada vez escuchaban el insulto - cierto que duele, como cada vez que Sev le dicen Snivellus...- la muchacha abrió los ojos con fuerza, dándose cuenta por primera vez de las cosas, cuando iba a abrir la boca para decir algo, Malfoy la cayo - Severus esta bajo mi tutela y protección y si no quieres que nos metamos con tu adorada sangre impura... Potter, no te atrevas a meterte con Severus..- dijo jalando a su pequeño de allí, con toda la tropa.

Aun estaban sin creerse ese cuento, estaban perplejos de la ayuda dada por Malfoy a Severus Snape, pero si el príncipe de las serpientes cuidaba de aquel niño feo y enclenque por algo seria.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Severus se subió al tren al final del curso, debía volver a su pequeño infierno, se despidió de Lucius con un casto beso n los labios, abandonando por completo el mundo mágico.

pronto diviso la estación de Londres Muggle y suspiro, tomo sus maletas y camino desde la estación a su casa... dizque su casa... quedaba algo retirada de la ciudad en un pequeño escarpado a las afueras, su cuervo se lo había dado a Lucius para que se lo cuidara, no le dio muchas indicaciones y el rubio como entendiéndolo solo asintió sin mas preguntas para el precioso pelinegro.

Fueron seis horas a pie, tomando un poco de agua, haciéndola rendir, diviso una bella casa, casi una mansión a lo lejos, y trago saliva, ese infierno era el suyo y estaba llegando como en todas las vacaciones, en las que rogaba por quedarse en Howards pero no era permitido.

Entro despacio, sintiendo el olor a alcohol ene l ambiente, dejo sus maletas en su habitación, lo mas lejos de la habitación de sus padres.

Su madre era una bruja amorosa pero algo inestable, su padre un muggle sádico y alcohólico que se divertía torturando a su único hijo.

Camino hasta la sala donde vio a su madre tejiendo un saco de lana, delgada, demacrada, tal vez a los malos tratos a los que estaba acostumbrado y allí Severus sintió pesar de su madre, él al menos se largaba 10 de los 12 meses del año, pero ella debía vivir con él en ese infierno... se acerco despacio y le beso la frente retirando esos mechones negros como los suyos.

-Buena tarde madre...- dijo suavecito sonriéndole a su progenitora.

-Sev...- dijo ella nerviosa, tomando un vaso con agua y bebiéndose una pastilla de algún tranquilizante de los que acostumbraba a beber - hijo ... no sabia que venias... estas hermoso.. grande.. lindo..- dijo pasando varias veces las manso por el cabello de Severus en un acto plenamente sicótico, pero que el pelinegro dejo hacer como quien ha vivido esa experiencia varias veces..- tu padre.. no.. no esta.. pero vendrá... se buen chico..- dijo mirándolo fijamente.

Severus trago fuerte, tenia trece años y ya sabia que decía su madre con lo de buen chico y odiaba eso, su madre a la que amaba pero por ratos odiaba mas que la vida misma, su madre que debía protegerlo de ese hijo de puta, su madre debería ser su ángel guardián y el que tenia estaba muy lejos, tan lejos que no podría protegerlo.. sintió la puerta abrirse despacio y se dio la vuelta con aprensión... su madre se levanto, esa escena era repetitiva...pero no por eso dejaba de ser abominable.

-Llego.. el anor... mal de mi hijo..- dijo el hombre plenamente borracho, llegando en dos zancadas mal dadas al lado de Severus y dándole una fuerte bofetada, lanzándolo al suelo rompiendo su tierna boca... la madre de Severus se hizo a un lado llevándose su tejido como su nada pasara.

-MADRE¡¡¡- grito el pelinegro cuando vio que su padre se empezaba a quitar el cinto y golpearlo...- MADRE¡¡¡¡-

-no grites mariquita..¡¡¡- dijo el hombre - ya se lo que.. quieres... aun..no te he dado la bienvenida...- dijo quitándose el pantalón jalando los pies de Severus, se removía con fuerza, no era la primera vez que pasaba pero no pensaba acostumbrarse francamente, el hombre le dio dos golpes mas dejándolo casi inconsciente - eso.. te gusta... eso es lo que haces.. en la escuela.. de anormales.. verdad?'- dijo con el aliento a cigarrillo y trago barato... Severus ladeo su cabeza viendo como su madre cerraba la puerta de aquella oficina y se fuera como si nada, como si aquel hombre no estuviera violando a su propio hijo su propia sangre, se trago las lagrimas y resistió lomas que pudo sin llorar o pedir clemencia las crueles embestidas de ese animal, hasta que cayo desmayado del dolor y de las heridas, esperando que esta vez su padre hiciera el más grande de los honores y lo matara.

Despertó en el mismo lugar varias horas después... tomo su ropa que se hallaba inservible y camino hacia su habitación, tiro la ropa a la chimenea y camino hacia la ducha, fría... como quería que quedara su alma, se paso la esponja con tal dureza que empezaron a brotar sangre de sus heridas... y lloro, lloro de nuevo como un crió.. como el crió que era...

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

LAs cosas no habían cambiando en los dos meses, seguían igual y la escena del primer día se repitió hasta que a Severus se le acabaron las lagrimas, se le acabaron los ruegos y solo se disponía a mirar el techo hallándole figuras inconexas cuando esa porquería de ser humano estaba encima suyo...

Ese día volvería a Howards su otra pesadilla, sus ojos ya no tenían brillo de nada, vació, un cascaron absurdo e inconexo, algo que no siente y solo sirve para ser utilizado de formas crueles, no era nada mas. perdió totalmente la esperanza de cualquier cosa, se habían encargado perfectamente de matar su joven alma y su mas joven corazón, mancillando su autoestima, flagelando su cuerpo... ya no había nadie... entro cubierto con su bonita bufanda de Slytherin y se sentó en el primer vagón vació que vio, no quería incomodar a nadie y no quería ver el rostro de Lucius.. no quería darle la cara ya que la vergüenza era demasiada, además que este seria su ultimo año, el jamás volvería a ese lugar, a una maldita bruja que decía ser su madre que jamás lo cuidaba y dejaba que ese animal muggle que decía ser su padre lo violara delante de sus narices.

Escucho la puerta abrirse y no levanto los ojos, el otro acompañante se quedo callado hasta que empezó a hablar.

-hola Severus..- dijo tratando de ser amable el chico - espero.. que bueno, no peleemos tanto.. prometo... bueno quiero cambiar, el odio entre casas no debería ser tan fuerte no se creo yo que dices..- dijo nervioso el de cabellos rubios oscuros.

-Cállate Lupin - dijo con voz muerta Severus y levanto sus ojos, aquellos onix, fue un impacto para Remus, ver aquellos ojos, estaban muertos.. a Severus le había pasado algo lo suficiente grave para que sus ojos no reflejaran nada...ni odio, ni rabia, ni vida... ni ganas de vivirla.

-Sev...- dijo tratando de entablar una conversación.

-hasta donde se Lupin no te di el derecho de llamarme por mi nombre..- dijo levantándose de allí... Remus sintió un dolor en el pecho, no quería que se fuera, no quería que huyera, quería que confiara en el como lo hacia con Malfoy... quería que dejara que él lavara sus heridas.. quería que confiara en sus sentimientos.. quería verlo vivo... pero no alcanzo a decirle ni la mitad de Lo que pensó ya que Severus había salido de se vagón.. y desapareció el resto del camino.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

La estancia en el gran comedor fue dolorosa, sobre todo por que Malfoy no le quitaba la mirada de encima, ni que decir Lupin y por ende los merodeadores, eso sin descontar la mirada preocupada del director.. fantástico.. un día no le importaba nadie y al otro ya le importaba a todos, le valió un comino todo y salio ne mitad del discurso, no estaba para soportar esas estupideces todo el día.

Lo que no supo es que un rubio platino le seguía los pasos muy de cerca.

-que te pasa?- dijo Lucius deteniéndolo en mitad de las mazmorras, sujetándolo con fuerza de la muñeca, un temblor paso por el cuerpo del mas joven - no me determinaste... que demonios te pasa Sev-

-Suéltame Malfoy- ordeno con un siseo en la piel, no quería que lo tocaran, no quería cerrar los ojos y que al abrirlos no estuviera Lucios sino el bastardo de Tobías Snape.

Los ojos de Lucius se abrieron en descontento jalando aun mas fuerte a Severus.

-auhjh- ahogo el gemido de dolor Severus y Lucius abrió los ojos, algo paso por su mente y jalo a Severus a un salón en desuso, sin saber que eran seguidos por unos ojos dorados - suéltame...- dijo medio asustado Snape.

-Severus...- murmuro Lucius alzando las manos . soy yo.. Lu...- dijo acercándose tratando que Severus no se alejara como un animalito indefenso - soy yo...- murmuro acercándose mas hasta abrazarlo con fuerza -Soy yo Lucius Malfoy.. el bastardo mas engreído de todo Howards...- dijo sin soltarlo...- Soy yo Sev, mírame- le alzo el mentón para que pudiera verlo y tomo una de esas manos suaves para que lo tocara - Soy yo...-

-Lu...- murmuro quedo...- Lu...- bajando sus ojos de vergüenza - suéltame no deberías mirarme..yo doy asco.. lastima...soy basura, escoria...- dijo tratando de herirse pero fue detenido por las manos fuertes del platino.

-No.. no, no digas eso... mírame.. mírame- le ordeno -mírame...- hasta que Severus obedeció- no das asco...ni lastima, eres el Sly mas retorcido que conozco y eso es un placer... mas sádico y también es un placer.. mas lindo y también es mi placer..- dijo acariciándole la cara - eres hermoso... eres, eres muchas cosas sev... menos asqueroso.. entiendeme.. entiendeme... eres precioso...- dijo mirándolo - Sev... déjame probar algo... no te haré nada... lo juro..- dijo quitando con cuidado la bufanda, desatando con una serenidad los botones plata de la túnica, sintiendo el respirar cada vez mas fuerte de Severus como este había cerrado los ojos para no verlo, no se oponia a que el otro le hiciera lo que quisiera, si después de todo no se opuso a bastardo tardo de su padre, como oponerse a uno de los chicos mas hermosos del planeta, de su planeta, las ropas fueron faltando hasta que Lucius ahogo el gemido de dolor, todo el cuerpo blanco perla de su querida serpiente estaba marcada por moretones, golpes, mordidas... no había un espacio sin torturar, hasta tenia en los brazos quemones de cigarrillo...- Merlín...- murmuro sin dejar de mirarlo - Sev.. quien te hizo esto, quien fue el hijo de puta¡¡¡- dijo abrazando el cuerpo desnudo del mas pequeño, mientras sus ojos se llenaban de lagrimas, de aquellas que ya no soltaba Snape, también el testigo oculto estaba llorando, al ver la mar de cicatrices que habían en ese cuerpo unas recientes unas por lo visto mas antiguas.

-Lucius doy asco.. no me mires...- murmuro dejándose abrazar, dejando que las manos de ese ángel que mando merlín curara las heridas.

-Asco??? Asco el bastardo degenerado que te lastimo.. tu no...- dijo limpiándose las lagrimas el rubio...- sev,, quien fue... dime quien fue.. Black?, Lupin? Potter?...-

-No... ellos no tienen cerebro para tanto Lu...- dijo abrazándose al mas alto - fue... fue...- no podía pronunciarlo - no es algo nuevo, cuando mi padre se entero que yo era mago comenzó a llamarme anormal, bestia, fenómeno... cada vez tomaba mas y me tomaba de excusa...- Lucius tomo la varita y lo vistió para luego sentarse en el suelo y sentar a Severus en sus piernas para que siguiera, mientras el lo consentía dándole la seguridad para seguir hablando- cuando tenia 10 años... mama estaba en la sala, yo la besaba, él llegaba y me golpeaba hasta la inconciencia, solo que algo ese día cambio la rutina de golpearme hasta matarme... ese día me abrió las piernas... me convirtió en su puta personal.. eso ocurre cada vez que voy a casa..y mi madre no mueve un dedo para evitarlo.- dijo sintiendo la tensión de la manos que lo acariciaba - soy su prisionero por lo menos hasta la mayoría de edad...- dijo recostando su cabeza en el pecho del rubio - pero estar aquí contigo, vale la pena el infierno Lu...-

-No mereces el infierno Severus..- dijo decidió el rubio sin dejar de consolar a su niño...- ellos si...- y Lupin estuvo de acuerdo con las palabras de Lucius Malfoy.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Esa semana no estuvo Lucius en el colegio, pero igualmente los merodeadores no se habían metido con él, supuso que era obra de Lupin que cada vez lo miraba mas insistente...

Estaban en el gran comedor recibiendo las lechuzas, el jamás recibía ninguna.. hasta que una lechuza moteada llego hasta su lugar, se asombro.. y tomo la nota luego de dar una pequeña botana abrió el sobre, un sobre del ministerio, oficial, leyó las letras una y otra y otra vez...

Lupin podía sentir el olor a miedo,... a sentimientos... sobre todo cuando el pelinegro tomo la carta entre sus manos y la arrugo, saliendo de allí corriendo, Lupin se levanto para seguirlo.

-que pasa Moony?- pregunto Sirius al cual no había pasado desapercibido los ojos de su adorado Moony hacia el sucio Snivellus..

-nada.. solo ya vengo...- dijo dejando a sus amigos con la comida en la boca y saliendo detrás de Severus, sabia que este sin Malfoy podía cometer estupideces.

lo siguió hasta los linderos del bosque prohibido... viéndolo allí.. sintiendo que se le partía el alma y no era para menos Severus estaba hiperventilando al lado de un árbol...

Severus lloraba a mares... de sus ojos salían lagrimas sin pedir autorización... - maldita sea Lu...- gimio de dolor, de rabia de tantas cosas... lloraba lastimándose contra el árbol, clavandose las astillas de madera entre sus manos - merlín...- gimio de nuevo... cuando sintió la presencia del rubio a su espalda.

-No te lastimes, mi bello niño...- el rubio estaba allí como si nada hubiera pasa.. Severus se lanzo con fuerza tumbándolo al suelo sin dejar de llorar -shhh calmate... calmate.. deja de llorar.. shhh...- dijo despacio.

-Porque???- dijo mostrando sus ojos limpios...

-te dije que ellos merecían el infierno y tu, mi bello niño, tu libertad...- dijo robándole el primer beso... limpiándole las lagrimas- dime de que son tus lagrimas? de rabia o de alegría?-

Severus sonrió entre las lagrimas - no se que es la libertad... yo... gracias¡¡¡¡¡- dijo lazándose a los brazos de su ángel de la guarda de su ángel vengador...lloraba de alegría de añoranza, de tantas cosas...Lucius sonrió, después de todo haber torturado y matado a ese muggle y su traidora y bruja esposa, era el mejor sacrificio para su Lord Voldemort y de paso aniquilaría a ese par de abominables monstruos, todo rastro de que Severus fuera un mestizo y de paso se vengaría por todo el daño que le hicieron a su niño, Su lord estuvo contento su padre orgulloso, lo que ninguno de los mayores sabia es que ese trabajo lo había hecho con gusto, escucharlos gritar fue un bálsamo de sus pesadillas donde los gritos de Severus se escuchaban por doquier y el no podía salvarlo de esas garras.

-shhh.. niño llores...- dijo besándole la mejilla - ya paso.. no estarás de nuevo en sus manos...- dijo sonriéndole y cubriéndole de caricias ese cabello azabache - desde hoy serás libre...-

Severus se limpio el rostro aunque las lagrimas seguían cayendo - pueden meterte.. a Azkaban y no quiero... no quiero Lu..- dijo ahora sollozando al ver que posiblemente Lucius pudiera purgar una pena mas alta por haber matado y torturado a sus padres pero se desconcertó con las sonrisa que gano del rubio.

-No te preocupes Sev.. Mi señor pensó que era una prueba, torturarlos, dañarlos, escucharlos gemir de dolor y retorcerse... que ese bastardo de tu padre fuera la puta de muchos mortifagos antes de morir.. mi puta...- dijo acariciando a Severus..- sabes que fue lo ultimo que escucho ese bastardo?- Severus negó- escucho decir a uno de los futuros mortifagos mas prominentes que su hijo... su adorado hijo seria mío y lo cuidaría hasta el fin de la tierra... que es mío... es inmaculado y es el tesoro mas grande que me regalo la oscuridad, que su hijo, Severus Snape seguiría con vida... viviendo la vida, gozándola a mi lado, haciendo el amor con alguien de su altura... sonriéndole a ala vida... siendo feliz..- dijo besando castamente a Severus - porque serás mío verdad Sev?...- dijo mirándolo a los ojos - dime Severus ¿serás algún día mío?-

-Solo tuyo Lucius... tu eres mi ángel vengador...- dijo dándole un beso en los labios, lleno de lagrimas de alegría de libertad, de muchas cosas mezcladas.. sobre todo de redención.

En los arbustos Lupin se limpiaba las lagrimas, sabiendo que contra Lucius era imposible ganar, ¿Que tan grande podría darle a Severus, si Lucius le había dado la libertad?... la respuesta era nada, absolutamente nada podría darle a Severus y dolió, porque sabia que en parte tenia la culpa por seguirle la corriente a james y Sirius, cuando hicieron victima perfecta a Severus, cuando no lograron ver la soledad y el infierno que vivía su compañero... desde ese día Lupin se lamento haber dejado ir el amor de la forma más tonta del mundo, sabiendo que cuando un lobo escoge un compañero es para siempre, y su compañero era aquel niño pelinegro que reposaba besitos suaves en el rostro de un bastardo aristócrata, un bastardo que lo libero.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Ese año se graduaría Lucius con honores, él mejor prefecto, el mas envidiado y por dentro del lobo el más odiado, con repulsión Remus veía como la oscuridad se apropiaba por completo del alma de Severus, del niño tranquilo no quedo absolutamente nada, solo recuerdos, si los merodeadores se enfrentaban a él, debían temerle a su varita y a cuidarse de comer algo, ya que sus pociones se volvieron mas legendarias que las de su estupido profesor, su astucia supero a muchos, las trampas fueron cada vez mas crueles, siempre apoyadas por Lucius, y dado que como buenas serpientes jamás eran descubiertos, Albus no tuvo opción de dejarlo libre de los cargos antepuestos.

Ese año ocurrió algo que cambio las percepciones de Severus unas que cada vez tomaban mas consistencias, mas hacia el lado del Lord, del cual Lucius sentía una plena devoción.

Black lo condujo por los recovecos de Howards hasta tenerlo donde quería, hasta ingresarlo a la casa de los gritos, hasta que Severus se enfrento al mismo hombre lobo que era Remus Lupin que por cierto casi lo mata, de no ser por James Potter que salvo su pellejo y ahora estaban todos en la oficina del director junto con Minerva.

El rostro de decepción de Albus hacia los merodeadores era infinita, pero aún así eran solo muchachos.

-Severus entiende que nadie debe enterarse de lo que paso, ni de que Remus fue mordido... seria apartado y hasta censando, no podemos permitir que eso le pase a un alumno, entiende mi muchacho..- Severus estaba pálido y si bien tenia algunas magulladuras y raspones no era nada que no hubiera sufrido antes, sonrió con maldad, el viejo era predecible, muy predecible, así que jamás lastimaría a sus preciosos gryffindors, allí James Potter lucia arrepentido junto con Sirius Black que no sabia que su broma iba a ser tan fuerte ni que iba a acarrear tantos problemas y tan perjudiciales, Remus solo estaba callado como si le hubieran lanzado un montón de hielo, casi mata a Severus porque su lobo estaba celoso de que la esencia de Lucius estuviera en el cuerpo de su pareja...

-nadie debe enterarse de lo que me hicieron? esta escondiendo un hombre lobo y si después esa pobre cosa quiere hacernos daño..- dijo aparentemente enfurecido y Remus alzo la mirada... "pobre cosa" "pobre bestia" así lo llama Malfoy y gruño fuerte entre sus labios, todos lo miraban con algo de aprensión, si algún día se topaba con Malfoy en luna llena, le daría un pequeño recordatoria de esa "pobre bestia" de "esa pobre cosa".

-Muchacho.. entiende... nadie va a decir nada...- dijo Albus levantándose mirándolo con ese rostro amable pero aun dándole una orden implícita.

Severus se levanto mirando con odio al director y luego con victoria - no diré nada Director, ni de la broma de Black que casi me mata, ni de su "pobre bestia", ni del rescate de lastima que tuvo Potter, para evitar que Black fuera a Azkaban - dijo mirando ahora a los merodeadores y Albus sonrió, sabia que en el fondo Severus no era tan mal muchacho, pero Remus que había memorizado cada gesto supo que eso no lo hacia de gratis - pero debo pedirle encarecidamente entonces un favor "señor director"- dijo con cinismo.

Albus alzo una ceja mientras los demás estaban en silencio, Severus siguió hablando no importándole nada mas - a cambio de mi silencio voluntario... y de evitar que sus dulces leones vallan a Azkaban.. deberá quemar toda evidencia de que Lucius mato a mis padres-

Albus lo miro con furia por primera vez, ese reporte casi nadie sabia, como se había enterado Severus, quería alejar a Lucius Malfoy del muchacho quería defenderlo del rubio -No me mire así, director, usted sabe perfectamente de lo que hablo y quiero que queme toda evidencia... mis padres merecían su destino y no dejare que Lucius valla a Azkaban por un favor mas que personal- James se levanto mirando con miedo al joven al igual que Sirius, ¿muerte? Severus Snape y Lucius Malfoy habían matado a los padres del primero y sin ningún remordimiento pedía que se le dejara libre de tal atrocidad.

-Estas loco Snape¡¡¡mato a alguien¡¡¡- grito Potter a través de esa voz de tenor y mirándolo con algo de miedo y repulsión...- Debe ir a Azkaban¡¡¡-

El de cabellos negros se volteo a mirar a ese intento de hombre que era Potter - Pues si vamos a eso Potter- dijo siseando - Black casi me mata con sus trampas, Lupin es un lobo y tu, poco querido y poco estimado Potter, si me salvaste fue porque sabias que Black quería atentar contra mi vida, es un intento de homicidio... si Lucius va a Azkaban, juro por todos los magos oscuros del mundo Potter, que veré a Black y a Lupin luchando contra los dementores para no ser absorbidos por sus besos... o para que crucen el cruel velo, tu decides...- dijo saliendo de allí, dejando a todos perplejos.

A los pocos días la investigación que tenían sobre Lucius Malfoy fue entregada a Severus Snape sellada bajo un hechizo...

Esa noche, Lucius sonreía al ver a su pequeño reírse entre sus brazos, ambos estaban desnudos y Severus le besaba el cuello lanzando los papeles al cielo, como si se tratara de dinero.

-eres malvado Sev...- dijo abrazándolo con fuerza- pudiste haber echo daño-

-No me haria daño te lo dije Lucius, esa pobre cosa me Eligio como su pareja, por fuerte que fuera su rabia no me dañaría, solo un par de rasguños nada que no hubiera pasado antes, además debes aceptar que mi plan fue espectacular, hasta el viejo tonto de lo creyó... yo cayendo en un truco hecho por el perro de black y salvado valerosamente por el idiota del cuatro ojos del Potter...- dijo con falsa inocencia - no sabes cuanto miedo tuve Lucius...-

-aja- dijo besando la nariz del pelinegro - el que no te conoce Severus...que te compre, pero te conozco como a mi mismo, eres un maldito manipulador pequeño demonio, mi bello demonio, fue peligroso...-

-no lo fue, además ese viejo quería meterte en Azkaban.. y no podía permitirme quedarme sin ti, además de que hubiera dicho el lord, si por este pobre demonio, lo hubieran dejado sin su mejor mortigafo... no no podía permitirlo... te amo demasiado para dejarte caer en azkaban- dijo mientras Lucius convocaba su varita y hacia pequeños incendios con las hojas, no dejando ni las cenizas de aquellos papeles que culpaban de la muerte de Tobías Snape y Eileen Prince.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-**

Remus se movía con agilidad cuando vio que Severus jalaba a Malfoy luego de un altercado con la rubia Black, lo seguía jodidamente de cerca.

-estas loco Lu... definitivamente estas loco...- dijo enojado el pelinegro.

-No pienso casarme con esa bruja..- dijo Lucius mirando con aprensión a su pequeño amante...- o es que te cansaste de mi y quieres alejarme obligándome a casarme con ella, cuando ni mis padres han podido?-

Severus frunció el seño - Lucius... entiende, si yo pudiera darte hijos las cosas serian diferentes pero no lo son, como le darás herederos a la dinastía Malfoy si te acuestas solo conmigo- dijo abrazándole - me duele, no creas que no, me duele que esa mujer te valla a tener, pero debes darle un heredero, uno que sea tan hermoso como tu..- dijo besándole las manos.- Narssisa solo será un accesorio, algo que mostrar, estaría preocupado si te hubieran dicho que te tocaba casarte con la loca de Bella, pero no es así, Narssisa es imponente, un buen ejemplar, rubia e inteligente, demasiado banal pero eso sirve, será una buena fachada ante la sociedad mágica y ante el Lord... entiendelo mi Lu..- dijo recostando su cabeza negra en el pecho de Lucius.

Lucius le tomo con fuerza entre sus brazos - si me caso, jamás te iras de mi lado, ya que me caso por ti, si me caso, te conformaras con ser mi amante... estarás para siempre conmigo, serás el padrino de mi primogénito y lo cuidaras y enseñaras como si fuese tuyo, pero jamás te iras de mi lado...- ordeno con furia, dolía pensar en que Severus se alejara de él, así que debía obligarlo a quedarse con él - jamás te casaras... jamás tendrás un hogar... por qué solo puedes tener uno conmigo y si renuncias a una familia constituida por ti y por mi, renuncias a cualquier clase de familia-

-Lu.. te amo demasiado, eres mi ángel, mi ángel vengador, siempre los has sabido, jamás te dejaría...- dijo con convicción - tomare la marca por ti... así sabrás que siempre estaré contigo, el lord dejo que me conservaras como tuyo... siempre lo seré... soy tu regalo y tu el mío- dijo recostando su cabeza azabache en el pecho de Lucius que sonreía con suficiencia, el rubio sabia que perfectamente podía caer en las trampas y mentiras de su adorado Severus, pero a él lo guiaba el amor, un amor enfermizo y masoquista que tenían los dos, un amor esquizofrénico tal vez, pero amor al fin y al cabo.

Remus se trago el grito, Severus seria un servidor de Voldemort, pero no quiso decirle nada al director, después de todo, Severus no confiaba en nada que decía el anciano director de Howards, que pensando que estaba haciendo todo bien, lo estaba haciendo todo mal.

después de todo, si Remus tenia suerte también, el lado del mal caería y con él únicamente Lucius, así de esa forma, él salvaría a Severus de algo peor y así seria su ángel, de una u otra forma.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Los años fueron pasando mas inclementes que otros, mas fríos, pero siempre estaba su ángel salvador, su ángel vengador, su ángel que nublo todo pensamiento bueno, hasta que sintió que no podía mas, que la guerra podía ganarla el lado de la Luz y no su señor, desde que decidió que lo mejor para Lucius y para él, era fingir ser bueno ante Dumbledore, apostándole con pericia y astucia a dos amos, en aquel juego de ajedrez, cuidando a Lucius ante la orden, como Lucius cuidaba de él ante Voldemort, cuidando de Draco, su ahijado, su propio hijo, si bien no compartían la sangre, Draco fue él hijo que jamás quiso tener...

La muerte de los Potter, el encarcelamiento de Black, la desaparición de Lupin, la traición de la pequeña rata traicionera de Peter...

Todos los años que asesino junto a Lucius, donde su ángel de la muerte acababa con todos a su alrededor, sin importarle nada mas, de como lo salvaba una y otra vez, vendiendo su alma cada vez que asesinaba por Severus...

El lado de la Luz versus el lado de la oscuridad.

El hijo de Potter, su miniatura, igual de estupido e impertinente... igual de imbecil, creyéndose el salvador, aunque tenia que aceptar que la infancia de ese crió lo conmovió de alguna forma, ya que había sufrido penurias solo para ser una pieza de ajedrez y manipulaciones de Dumbledore, ese hombre hacia todo por el mundo mágico y hasta lo entendía, sacrificaría unas 10 almas y hasta cien por todo una sociedad.

La guerra se alzo con crueldad, el tratando de proteger a su ahijado que tomo el lado de la luz, por alguna extraña razón.. y se podía ver perfectamente la guerra, el campo de batalla.. el del lado de la luz, mirando entre las mascaras algo donde se encontrara su bello ángel vengador, aquel que había matado a todo aquel que le había dañado...

-Mi traidor...- murmuro una voz a su lado... no lo había visto y sudo frió, sabia perfectamente de quien era esa voz., se dio la vuelta para ver a la serpiente que antes había sido su lord, la persona que mas admiraba Lucius en esta vida y de ser posible en la otra - el pequeño Traidor...-

-Lord Voldemort- murmuro Severus quieto con la varita en la mano aun sabiendo que contra Voldemort solo podría el cuatro ojos de Potter.

el rostro de Voldemort se trasformo en una mueca condescendiente que se fue acercando lejanamente hasta tocar las finas hebras negras de su bello pocionista - Finite encantatum- dijo haciendo caer la mascara de fealdad que antes se había puesto Severus hace muchos años, para alejar a todo el mundo de él a todos menos a Lucius... la mascara que utilizo para presentarse hasta el lord, para que este no tomara como favorito al amante mestizo de Lucius, su cabello negro fino mas largo y brillante, la piel blanca sana y no tan enferma y esa curiosa nariz siempre firme - el bello niño de Lucius...- dijo pasando una de sus filosas uñas por el rostro pálido y haciéndole una copiosa herida- el amante de Lucius...y posiblemente el mío, cuando acabe la guerra, morirás de la misma forma que murió tu padre muggle-

Severus tembló de frió, sabia como había muerto el bastardo, cuando un rayo cayo encima de Voldemort y se dio cuenta que Lucius se quito la mascara y delante de muchos atacaba al mismo Voldemort, todos creyeron en ese momento que Lucius era un espía como lo era Severus, Potter verdaderamente lo creyó.

-Lu- dijo Severus tratando de ayudar a Lucius, pero fue lanzado con un espantoso expelliarmus, Voldemort mandaba hechizos contra el rubio pero este los esquivaba mas o menos bien, Severus abrió los ojos fuertemente tratando de levantarse, Lucius debí amarlo demasiado para enfrentarse a su persona mas adorada... Lucius lo amaba con la misma intensidad que él lo amaba y su corazón se abrió en reconocimiento, que las palabras de Lucius al bastardo de su padre fueron ciertas, él siempre tuvo el amor entre las tinieblas malditas que fue su existencia.

-No se atreva a colocar una de sus asquerosas manos en Sev..- ordeno el rubio - mestizo de porquería..- siseo lanzado un Avada, que no llego, ganándose un estrepitoso carcajada de esa cosa..

-Te atreves a revelarte a tu señor por una pobre basura como el traidor...- dijo con sorna...- Accio Severus- severus termino en brazos de Voldemort, temblando como lo hacia cuando su padre estaba vivo, sintiéndose de nuevo un muchachito de 13 años siendo ultrajad por una bestia...Lucius miro aprensivo a su niño..

-Severus.. cierra los ojos..- murmuro entre dientes el rubio a el pelinegro, que como siempre le obedeció a Lucius.

un puñado de hechizos disparados de la varita de Lucius contra Voldemort sin siquiera dañar a su pequeño niño.. Severus abrió los ojos en un momento desobedeciendo cruelmente las ordenes de Lucius, cuando de la varita de Voldemort salto un hechizo, "sectumsembra"... vio como el cuerpo de Lucius caía presa de crueles dolores, como su cuerpo se fue volviendo quemado gracias a las purulentas masas que salieron de él, como pudo se separo de Voldemort y se lanzo al cuerpo de su rubio ángel de la guarda.

-Lu...- murmuro entre dientes...- Lu...-

Lucius abrió los ojos - siempre te protegeré mientras estés conmigo...- murmuro Lucius cerrando lentamente los ojos, Severus sintió algo cayendo de los suyos, una acción que ya no repartía, llorar?... se toco el rostro... la ultima vez que lloro fue porque su ángel salvador lo había librado de esos animales que tenia por padres y ahora.. después de mas de veinte años volvía a llorar.. como un crió abrazo con fuerza el cuerpo de Lucius.

-Lu.. no me dejes...- murmuro llorando sabiendo que Voldemort lo mataría sin piedad y francamente lo esperaba - Lu.. esperame..- dijo besando los labios de aquel rubio que lo había salvado desde siempre...

Pero lamentablemente el golpe nunca llego, finalmente había ganado Potter con ayuda de su ahijado y los de la orden del fénix...pero el seguía allí en la mitad del barro y los muertos con Lucius entre sus brazos.. la lluvia empezaba a caer, cuando sintió los brazos de su ahijado.

-Sev...- dijo instándolo a soltar el cadáver de su padre - vamos Sev...- susurro el menor de los Malfoy - hay que dejarlo ir... padrino...- murmuro.

-NOOOOO¡¡¡¡¡- grito con mas fuerza - no me quites a Lucius...- dijo sollozando.

Draco lo abrazo con mas fuerte de la espalda - jamás estarás solo, yo te protegeré, pero déjalo ir padrino..- rogó sollozando en su oído..dejando que los mechones rubios cayeran en su espalda - por favor... déjalo ir...- Severus soltó despacio sus manos, dejando que los miembros de la orden tomaran el cadáver de Lucius.

Y allí se quedo con Draco entre sus brazos, toda la noche... llorando lo que no había llorado en décadas.

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Ahora que ya se había despedido de su ángel, solo esperaba morir... tomo su varita, dispuesto a acabar su vida, pero el crujido de la madera lo hizo mirar hacia afuera, el cabello rubio, aunque el rostro mas suave, unas manos aristócratas que retiraban la varita con cuidado y se arrodillaban su lado.. justo como la primera vez.

-dije que te cuidaría...- murmuro besando las manos de Severus -déjame cuidarte... déjame amarte...- murmuro besándole los labios -déjame ser esta vez tu ángel vengador Sev...-

-Draco...- dijo suavecito - no te hagas esto.. no me hagas esto... no eres Lucius...- murmuro quedo... dejando la botella en el suelo.

-No, no soy Lucius, soy Draco, y quiero protegerte.. necesito hacerlo, como mi padre.. acéptame, yo te protegeré...- dijo ayudándolo a levantar, si bien Draco era algunos centímetros mas alto, Severus era de una complexión mas fuerte, Draco lo abrazo con fuerza - vamos a casa Sev...-

-vas a ser mi ángel vengador Draco?- dijo mirándolo a los ojos, aquellos tan parecidos y diferentes a los de su ángel.

-si...aun sabiendo que eres un mentiroso y un tramposo.. aun sabiendo que mi vida puede acabar en tus manos...cuando tu lo desees- dijo robándole un beso casto...- aun sabiendo todo esto, seré tu ángel vengador y tu serás mi ángel caído, el mismo ángel oscuro que fuiste para mi padre..-

Ambos hombres desaparecieron de allí... después de todo, Severus siempre busco un ángel, pero no sabia que el mismo era un ángel de alguna extraña forma, el también lo era.

Y con Draco el ciclo volvía a comenzar.

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Owari

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No lo se no me maten.. ciclo oscuro de Luna Shinigami... HE VUELTO BABY.. jejeje periodo de locura mía, no se preocupen no es contagioso, solo que realimente, con este y con el de Asthoria Malfoy doy por iniciada la llegada de mis musas que realmente se habían ido de paseo hace años.. pero estoy de vuelta, las que me conocen saben como soy las que no.. muajajajaja esperen mas XD que amenaza.. de nuevo, dudas y comentarios.. hechizos no me bastan con los de mi clan ^^.. por cierto hace tiempo no los hago sufrir T_T deben estar extrañados.. bueno los dejo.. y besitos a tod@s... espero realmente que les haya gustado


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