Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ASESINO por andyGaladrim

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: a leer!! ^^

---ASESINO---

Por: Andy Galadrim

CAPITULO UNO: “ROBO EN LA CASA”

El sonido de los cristales bajo mis botas y los pequeños llantos de desesperación a la lejanía me recordaba con que tipo de persona estaba tratando, así que aunque por alguna razón sabía que el chico frente a mi no dispararía seguía apuntándole con precaución.Su sonrisa de superioridad me atraía de la misma manera que sus demás expresiones, su cuerpo y todo lo que tuviera que ver con el.

- Yuriy…- habló casi en un susurro.

 - pero saberlo no te servirá de nada ya que jamás nos volveremos a ver- agregó.

- me matarás?- le pregunté como si lo retara a hacerlo mirando por un momento la pistola que apuntaba directamente a mi rostro.

- no eras mi objetivo- y al decirlo dejó de apuntarme y dio media vuelta comenzando a caminar en dirección contraria a la que yo me encontraba. Mi pregunta lo detuvo.

- por qué crees que no voy a dispararte?- y aunque no le estaba viendo el rostro supe que estaba sonriendo.

- no lo creo, lo sé- y sin decir más siguió con su camino hasta que lo perdí de vista.

- Kai!!!- después de observar a mi lado Max me dirigió una expresión entre preocupación y alivio y fue entonces cuando mi mente rememoró todo lo que había pasado momentos atrás.

FLASH BACK

Mi aburrida mirada se paseaba entre los invitados de la pequeña reunión en agradecimiento a los servicios prestados a mi abuelo, mi presencia se debía únicamente a la larga y exasperante insistencia de mi vecino Max para que lo acompañara, la razón: una chica, la hija de un rico empresario por la cual el rubio perdía la cabeza desde hacía mucho tiempo.

Y ahora yo estaba solo y aburrido en un rincón del salón mientras Max tranquilamente se había marchado para tratar de que la chica de cabello castaño cayera en sus redes cual mosca. Sonreí un poco al pensar eso y seguí paseando la mirada, mi abuelo estaba a mi lado platicando con una mujer joven de cabello castaño oscuro, hablando del mismo tema del que discutían hacía tres meses atrás, mi mirada continuó su recorrido y recayó en la para mí conocida cara del Sr. David Levart, la persona más despreciable que mi abuelo conocía.

Todos lo odiaban y sabían que lo que el empresario hacía no tenía nada de legal pero nadie había podido encontrar pruebas en su contra, y sumándole a eso que era grandemente influyente y poderoso se encontraba la razón por la cual se encontraba en la habitación con su despreciable sonrisa adornando su tranquilo rostro.

En realidad estaba a punto de irme cuando de pronto se escuchó un alboroto a la lejanía, reconociendo enseguida el sonido de balas estrellándose contra cristales, paredes y seguramente los guardias que cuidaban la entrada de la casa.

Luego de un pequeño silencio la puerta principal del salón se abrió de golpe ocasionando que todas las miradas se dirigieran en esa dirección y en especial a un chico de cabello lavanda obviamente unos años mayor que yo, vestido con una camiseta gris de manga corta con chamarra de cuero negro abierta y un pantalón de cuero también negro que estaba al frente de tres muchachos no mayores de 20, aunque eso no era lo que la ahora aterrorizada gente observaba, sino un gran fusil semiautomático que el pelilavanda sostenía en la mano derecha.

Mi primer pensamiento fue el de escabullirme hacia el estudio que fue de mi padre y armarme con algo para poder poner resistencia al grupo de (seguramente) ladrones o secuestradores, sin embargo ese pensamiento se esfumó al fijarme en el chico que se aproximaba y que los ladrones armados se hacía a un lado con respeto para dejarlo pasar. Paseó la mirada por el cuarto y sonrió de lado al ver a lo que supuse sería su objetivo.

Vestía una chaqueta negra de piel con manga larga y cuello alto de cierre adelante y pantalón de cuero ajustándose a su esbelto cuerpo, sus ojos azules brillaban con intensidad al igual que su cabello rojo peinado hacia arriba. - quien demonios son y por qué causan alboroto en mi casa?!!!!- gritó mi abuelo.

- Levart!- llamó el chico al que ahora reconocía como el líder ignorando por completo lo que había dicho mi abuelo y apuntándole a Levart con el fusil.

Los cinco guardaespaldas del empresario dirigieron las manos a sus armas pero se detuvieron al ser apuntados velozmente por el pequeño grupo de chicos. La poca gente que se encontraba ahí no había hecho movimiento o sonido alguno, demasiado aterrorizada para hacerlo.

- a excepción de Lavart todos pueden irse, cortesía de los Blitzkrieg boyz- mencionó sin importancia y su voz gruesa resonó como si lo que dijera fuera una orden, así que toda la gente comenzó a salir con desesperación por las grandes puertas a los extremos del salón.

Yo caminé hacia la puerta detrás de mi con intención de conseguir con que defenderme en caso de que sea necesario, sin embargo uno de los guardias del amenazado que se encontraba entre las personas y nadie había notado disparó hacia el líder no atinándole por unos centímetros pero ocasionando que las balas comenzaran a salir disparadas por todos lados y los gritos no se hicieron esperar.

Maldije muchas veces cuando después de cruzar la puerta me di cuenta de que Lavart me seguía con desesperación.

- chico!! Sácame de aquí!- me gritó apurando el paso y entrando conmigo al estudio de mi padre, lo ignoré y cargué la pistola que saqué de uno de los cajones del escritorio.

- Lobo! Ve por el y elimínalo!!- escuché mientras el sonido de unos pasos se acercaban.

El hombre cobarde que se había colocado a mis espaldas jaloneo mi camisa con desesperación cuando los pasos se detuvieron en la puerta. La perilla giró con lentitud y la puerta se abrió lentamente. El blanco rostro del chico pelirrojo que me había llamado la atención apareció apuntándome con una beretta.

- quítate- me dijo moviendo ligeramente la cabeza. Le sonreí.

- dispárale!!- gritó Levart sobre mi hombro pero apenas lo oí pues estaba más concentrado en la sonrisa de superioridad que el pelirrojo me mandaba lo cual me impidió notar que el empresario había sacado una pequeña pistola de su chaqueta y que le había disparado al chico quien se había dado cuenta y ágilmente esquivó el disparo mientras lo devolvía.

Me agaché protegiéndome de los disparos tras el escritorio y el chico tras la pared, me alegré de que el cajón del escritorio también tuviera cartuchos y tras unos momentos me di cuenta que no llegaría a nada en este lugar así que corrí hacia el pasillo, no es necesario decir que el idiota de Levart estaba pegado a mi como una lapa. 

No puedo negar que fue emocionante, correr y disparar, la adrenalina recorría mi cuerpo y me entretenía en disparar con sumo cuidado, impidiendo que las balas tocaran el cuerpo de mi contrincante y pude fijarme con satisfacción que la destreza del ojiazul le permitía no solo esquivar las mortales balas de Levart sino que además podía disparar con tal precisión que por algunos escasos milímetros las balas no rozaban mi piel ni la de mi indeseado acompañante. Su sonrisa decía todo, se divertía.

  Yo también hubiera querido que la diversión durara más tiempo, sin embargo el pasillo se acabó y tan solo me quedaban un par de balas, el chico suspiró con decepción  y apuntándome a la cabeza caminó hacia mí hasta quedar a un metro.

- fue divertido- mencionó y sin titubear disparó, tras de mí se escuchó el sonido de un cuerpo al caer y de reojo noté que Levart había muerto al instante por una bala entre los ojos.

- objetivo eliminado- susurró tranquilamente por su comunicador.

- la policía llegará en 5 minutos…- escuché y después ladeó la cabeza y me observó con escrutinio como si decidiera si debía matarme o no.

- cuál es tú nombre?- pregunté sin pensarlo, la pregunta tan solo salió de mis labios.

- porque no creo que sea lobo- dije sonriendo con sorna.

FIN FLASH BACK

Mi recuerdo terminó y por fin puse atención a mi alrededor, como era de esperarse, mi abuelo estaba furioso, y como no estarlo si siendo jefe del departamento de policía no había impedido que unos asesinos entraran sin dificultades a su casa y además asesinaran con facilidad a uno de sus invitados?

Sí, yo era el nieto de Voltaire, mi madre había muerto al darme a luz y mi padre, siendo policía, había fallecido en una de sus misiones cuando yo tenía tan solo 10 años, y sin embargo a esa temprana edad ya me sentía atraído por las armas,  unos años más tarde se había vuelto una obsesión, mi abuelo no me detuvo “cuando mates a alguien te convertirás en un verdadero hombre” me dijo.

Nunca fuimos cercanos, tan solo vivíamos en la misma casa, el pagaba todas mis necesidades y yo no me entrometía en su trabajo (aunque todos con los que trabajaba me conocían y decían que sería un buen sucesor de mi abuelo). No era una mala convivencia y esperaba pacientemente el día en que cumpliera la mayoría de edad para poder manejar mi propio dinero y mudarme.

Suspiré mirando el techo de mi habitación, que podía hacer para volver a ver al extraño chico?...convertirme en asesino tal vez? sonreí burlesco tras la ocurrencia que se me había ocurrido, mi sonrisa se volvió malvada.

- tal vez no sea tan mala idea…-

Caminé despreocupado por la mansión, observando a las personas que limpiaban el desastre del día anterior hasta entrar al estudio de mi abuelo, en su escritorio se encontraba una agenda color negro, la tomé, busqué un nombre y marqué.

- Mariana-

- sí? Quién es?-

- soy Kai Hiwatari, se que has estado hablando con mi abuelo sobre el grupo que interrumpió ayer en nuestra casa- la mujer no dijo nada, seguramente demasiado sorprendida por recibir una llamada mía.

- los Blitzkrieg boyz…eso te refresca la memoria?-

- el señor Voltaire sabe de ésta llamada?-

- oh, eso no es relevante, llamo para ofrecerme de infiltrado-

- joven Kai, tenemos muchos jóvenes que han sido perfectamente preparados para algo tan delicado como eso, aprecio su preocupación en el asunto pero…- cerré el celular con molestia y marqué otro número.”Hora del plan b”

- abuelo, hay algo que tengo que hablar contigo, es sobre lo que pasó ayer…-

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Bien, el plan b había resultado fructífero, y después de decirle ampliamente los pros de aceptarme en una misión como esa mi abuelo aceptó fastidiado. Así que al día siguiente caminaba complacido por la estación de policía sin saber el porqué de tanto alboroto por mi parte, tal vez mi vida era demasiado aburrida y el pequeño encuentro con criminales había despertado en mí los sentimientos de la emoción.

Entonces por que mi deseo de ver de nuevo al chico?, bueno, el era todo lo que yo no, tal vez en carácter éramos parecidos pero no en cuanto a la libertad, el se veía tan libre y yo deseaba ser así.

- sargento- saludé al entrar a una oficina y la mujer me miró con enojo.

- supongo que ya habló con mi abuelo…-

- sí lo hice, bien…supongo que ya habrá leído el informe, así que sabrá que su oportunidad tendrá un límite de una semana, si obtiene información tal vez se alargue pero si no, quedará fuera inmediatamente- asentí y me extendió un collar de plata con un dije en forma de fénix, ahora sabía porque me habían preguntado por mi animal favorito.

- ahí está el comunicador, tan solo aprieta el ojo y te podrás comunicar con nosotros- sonreí.

- ya puedo irme?-

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Bajé del coche después de un viaje de horas y después de admirar unos momentos la sublime construcción caminé con mi natural arrogancia hacia la entrada principal. Toqué la puerta y después de un tiempo escuché pasos cercanos.

- si que la abadía está lejos de la civilización…- dije para mí tras dar un pequeño vistazo a los alrededores.

- diga?- preguntó un niño de cabello negro y ojos miel de baja estatura y expresión dulce.  

- soy Kai-

- claro! El chico nuevo, pasa! soy Minsk, te llevaré con el abad Boris- y con una gran sonrisa que no se borró ni por mi fría expresión me guió por  amplios pasillos hasta detenerse en una puerta en especial, grande y a diferencia de las otras, era de madera.

- llevaré las cosas a tu habitación!- ofreció acercando el brazo para tomar mi maleta.

- no gracias- respondí secamente y me adentré tras la puerta.

 El hombre que estaba sentado tras un escritorio de piedra me miró sonriente ofreciéndome en su expresión una cálida bienvenida sin embargo pude ver la malicia reflejar en el brillo de sus ojos. Sin duda estaba en el lugar correcto.

- joven Kai! Sea bienvenido, espero que su presencia aquí sea agradable y se sienta tan bien como en la abadía de Preslio-

- no lo dudo…-

- poco a poco conocerá a los miembros de este lugar, y que bueno que conoció a Minsk, es un buen chico…el te llevará a tu cuarto y si necesitas algo no dudes en venir a pedirlo- y con una seña de la mano dio a entender que la plática había terminado.

- se que te sientes un poco desconfiado por estar en un lugar nuevo pero no te preocupes, pronto te vas a adaptar, las personas de aquí son muy amables- dijo aún con la sonrisa de antes.

- cuántas personas viven aquí?- de manera infantil y pensativa el chico tomó su barbilla y movió la cabeza de un lado al otro.

- somos como 60 sin contar al grupo A, el señor Boris dice que antes habían como 300 monjes!! Hasta que sin razón el grupo se redujo y comenzó a adoptar a niños y jóvenes sin hogar o que…-

- quien es el grupo A?- el chico parpadeó sin molestarse por la interrupción.

- son los más cercanos al abad, entre los demás chicos se dice que uno de ellos será el próximo que dirija la abadía, casi no los vemos, viven meditando en el ala oeste y son como 7…- “meditando?” reí mentalmente al imaginarme a los Blitzkrieg boyz arrodillados frente a una cama rezando antes de dormir.

- llegamos!!- dijo y me señaló una puerta.- las luces se apagan a las 9 y el desayuno es a las 8, mi cuarto está a once del tuyo en dirección derecha- sonrió más ampliamente y se marchó corriendo.

La habitación no estaba mal, obviamente no tenía decorados y las paredes eran de piedra pero el tamaño era adecuado, miré mi reloj y decidí dar una vuelta por el lugar, comenzando por el ala oeste.

Bien, el lugar era enorme y llevaba más de media hora caminando sin divisar ser viviente alguno. Las habitaciones en las que entraba estaban vacías y comenzaba a desesperarme lo monótono del lugar. Gruñí molesto, dispuesto a continuar con mi búsqueda la noche siguiente.

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

En realidad no valía la pena todo lo que había pasado en el día, a excepción de la sombra que había notado en una de las habitaciones del cuarto piso cuando habían salido al jardín en una de las actividades.

Respiré hondo cuando estuve frente a la habitación, era extraño que nadie cuidara ese lugar, si en verdad era la guarida de mis objetivos, pero eso no era relevante en el momento. Giré la perilla con lentitud cuando noté la luz bajo la puerta.- cerrada, me lo esperaba…- toqué.

- señor Boris?- preguntó una voz suave que no había escuchado antes, así que toqué de nuevo. Tras un momento la puerta se abrió y un joven alto con lentes y de cabello rubio y blondo se asomó con precaución.

- si?-

 - eres del grupo A?- sonrió y al hacerlo irradió paz.

- nunca te había visto, eres nuevo por aquí?, te perdiste o solo explorabas los alrededores? ah, por cierto soy Daniel- Tal vez el sujeto no parecía para nada un asesino pero las apariencias engañan y algo no cuadraba con todo eso.

- hn…busco a Yuriy, el lobo- dije con sonrisa prepotente pero no pude notar cambio alguno en el estado del chico lo cual me desconcertó.

- lo lamento, no creo conocer a tal persona y si no tiene algo más que pedirme tal vez podría acompañarme a meditar- ofreció abriendo la puerta por completo y haciéndose a un lado para que yo pasara.

- tal vez otro día- contesté y furioso me di la vuelta.

     ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Luego de la molesta decepción de la noche anterior, la noche siguiente me había quedado desvelado buscando en cada rincón, cada ala, cada piso y cada cuarto posible de la abadía, y no había encontrado nada, pero lo que más me había molestado era encontrarme de nuevo con el chico de la noche anterior por lo tanto ni siquiera le dirigí la palabra cuando me habló.

Me sentía estúpido y me lo repetía mentalmente mientras casi “asesinaba” con el tenedor la comida frente a mí. Una sombra oscureciendo mi costado me hizo mirar al causante.

- que quieres?- pregunté obviamente de mal humor. Minsk me mandó una mirada triste.

- lamento que te vayas…fue por algo que hice?- ahora no podía más que verlo con asombro.

- de que hablas?-

- bueno, tú me caes bien y no has hablado con alguien que no sea yo, así que supongo que hice algo que te molestó y por eso te vas…-

- quien dijo que me iba?-pregunté interesado.

- oh, no querías que alguien se enterara?...todos lo comentan. Bueno…ojalá nos veamos de nuevo- dijo sonriendo para después echar a correr.

- oye! Espera!- le grité y corrí tras él, pero inconvenientemente la campana sonó así que todos se levantaron para ir a sus respectivas habitaciones.

Perdí de vista al chico y me senté un momento en cuanto divisé una silla.Alguien había corrido el rumor de que yo me iba, y habían dos opciones del por qué, la primera era que fuera una broma y la segunda que me había metido donde no debía y debían hacer algo para eliminarme sin sospechas. Esperaba que fuera un rumor…

Para no tener interrupciones esperé a que los pasillos estuvieran vacíos para hacerle una visita a Minsk. Toqué antes de empujar la puerta.

-Minsk?- llamé y después de sentir un fuerte golpe en la cabeza, todo se volvió negro.

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

- maldición, que dolor…- me quejé y fue entonces cuando me di cuenta de que estaba amarrado de manos y pies a una silla. A mí alrededor todo era oscuridad.

- así que te internaste en la cueva buscando al lobo…pero encontraste a un halcón que te dejó ciego…- escuché a mi espalda con tono de burla en la inconfundible voz de mando del jefe de los Blitzkrieg boyz, algunas risas acompañaron al comentario.

- y bien señor entrometido,  nos estaba buscando no?...pues aquí nos tiene-

- te equivocas- repuse.- qué dijiste?- preguntó.

- que te equivocas, no los buscaba a ustedes, busco solamente a Yuriy- el chico comenzó a carcajearse.

- ya oíste lobo? Tienes un admirador!!!- gritó y las carcajadas siguieron. Con claridad pude distinguir un bufido molesto. Tras un rato el chico se calmó y dejó de reír.

- pero bueno, sabe tu nombre así que tu decides que hacer con él- una puerta se abrió y muchos pasos se oyeron antes de que la puerta se cerrara. La luz se encendió.

- fue un gran error decirte mi nombre…- dijo y suspiró cansinamente parándose frente a mi, vestía todo de blanco a excepción de una chaqueta de cuello alto color naranja. Su cabello caía sobre sus hombros.

- pero el error tendrá fin contigo- sonrió apuntándome con su arma y la cargó al instante. Supe que estaba en un pequeño problema…

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Notas finales:

Este pequeño fic ya está terminado, al principio lo pensé como one-shot pero como me quedó largo lo dividí en tres partes. Espero que les guste ^^

se cuidan y nos vemos!!! n.n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).