Disclaimer: Matantei Loki Ragnarok no me pertenece, sino a Sakura Kinoshita.
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Fandom: Matantei Loki Ragnarok
Characters: Loki - Heimdall
Pair: Heimdall & Loki
Rating: M - MA
Summary: Los cambios en la personalidad no fueron cosa suya; hasta ahora los repudia, pero él no pudo saber ni cómo ni cuándo supo convertido en un ser bipolar.
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Bipolar
–De verdad, Mayura –intentó decir intentando escaparse del agarre de la muchacha –No creo que se algo misterioso.
Mas no oyó el comentario del detective; ella estaba segura, completamente convencida que sí había un misterio.
Paró en seco, justo enfrente de las rejas que separaban la mansión de la calle. Loki la miró con sorpresa, preguntándose qué había hecho que se detuviera.
–Loki –dijo ella girando su cuerpo para quedar frente a él –No iremos a pie.
Éste hizo una mueca, ‘No iremos a pie’ repitió en su mente frunciendo el ceño. Se sintió idiota al pensar que quizá había cambiado de idea y que se quedaría en la casa tranquilamente como una chica de su edad, pero no, Mayura no era así. Aún así encontró una clase de solución a ese dilema.
–Fácil –respondió sonriendo –: Nos quedamos y no hacemos nada.
Mayura lo miró con odio; tanto había esperado para que un misterio se presente y Loki ni siquiera ponía de su parte para hacer que su sueño de convertirse en una gran detective, se hiciera realidad.
–Usarás tu magia.
–Pero –replicó borrando súbitamente la sonrisa –Mi magia no puede ser utilizada…
–¡Me llevarás a ese lugar! –gritó exasperada –¡Tú nunca me dejas resolver ningún caso! ¡¿Te atreves a negarme ese privilegio ahora que se presenta la oportunidad?!
Era verdad, la mitad de los casos que se habían tomado anteriormente, Mayura había sido desmayada con el fin de proteger su vida o poseída para matar a Loki aunque después no recordase nada de lo sucedido. Los argumentos eran válidos, Loki no podía tener el descaro de negarse; pero siempre se hizo para protegerla, no para hacerle sentir menos, en ningún momento pensaría algo así.
–Está bien –suspiró. No quería sentirse culpable después.
El Laevaten apareció en su mano derecha e invocando las palabras del alma, supo dónde debían aparecer. Tomó la mano de Mayura y ambos desaparecieron de la agencia.
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–¿Entonces –pronunció suavemente –no piensas regresar?
–No –respondió con la voz marchita.
–Siento que ya no quieres estar aquí.
–Yo dije que te seguiría sin importar qué –intentó camuflar su tristeza.
–Pero yo quiero que regreses –su voz se oyó firme. Extendió su mano abriendo un portal –. Nos vemos, Heimdall. Gracias.
–Hel…
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–¡Vaya, qué misterioso! –exclamó Mayura colocándose sus gafas de diseño peculiar.
–¿Qué…? –Loki parecía atónito ante la vista que tenía –¿Unas ruinas?
–¡Sí! –respondió emocionada –¿No te parece impactante? Apuesto a que hay ovnis dentro.
Mayura podía ser ingenua en ocasiones, tanto que cualquier cosa le sorprendía y pensaba que todo estaba vinculado con lo paranormal; pero Loki, más sensato e incrédulo de lo fantasioso, supo que no había nada de extraño en esas ruinas, sólo que eran muy arcaicas.
–Esto no es ningún misterio, sólo es una infraestructura caída –como pensó, aquello fue una pérdida de tiempo –. Vámonos a casa.
–¿Por qué eres así? –insinuó –¿Por qué no finges tener siquiera una pizca de interés?
–¿Por qué? –repitió –porque a mí no me gusta ser hipócrita o bipolar, como quieras lo quieras llamar; las cosas son como son.
Mayura pareció intimidarse un poco por el tono de su voz, mas no se inmutó en su protesta.
–Bien, entonces investigaré esto yo sola, tú si quieres puedes irte – dijo convencida –. Anda, vete si es lo quieres.
Loki suspiró.
–No puedo dejarte sola. Si te pasa algo, el responsable seré yo. Ella no hizo caso y se adentró en las ruinas, dejando a un Loki algo amargo. Entonces un temblor azotó el lugar, provocando que las ruinas terminaran por caerse.
–¡Mayura! –gritó entrando al lugar para rescatar a su amiga. La encontró justo a tiempo, pues una de las columnas iba a caerle encima.
Gritó fuertemente mientras que ambos cuerpo caían al mismo tiempo al suelo. Humo, tierra y polvo se levantaron en ese momento; tanto fue que ambos tuvieron que cubrirse los rostros para no asfixiarse.
–Esto es muy peligroso, ¡Vámonos de aquí!La muchacha asintió sin refutar nada. El Laevaten fue invocado justo a tiempo para marcharse de aquel lugar.
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Despertó con pesar, talló sus ojos y contempló todo lo que tenía enfrente; supo exactamente en dónde estaba, todo era tan familiar.
Se levantó de la cama con cuidado, abrió la puerta y exclamó lo suficientemente para que lo escuchara.
–Freyr... estoy en casa.
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–Señor Loki, Mayura; miren cómo están –Yamino se sorprendió al verlos así de sucios, pues claro, él no había estado al tanto de lo que habían hecho –¿En dónde han estado?
Mayura saltó del sillón en el que estaba sentada para contarle a Yamino todo lo que había sucedido, con varias exageraciones, cabe decir. Mas Loki se sentía algo mareado, ‘Tensión’ pensó; la vista se le hizo borrosa y, antes de que pudiera decir o pensar algo más, cayó inconciente.