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MI MASCOTA ES MI AMO por Ichan y Hime

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Notas del fanfic:

I-chan: bueno, esta historia también tiene sus meses, me dió la loca del regreso de mi internet así que me puse a editar esto. Es un oneshot muy sencillo, con lemon y tierno. Como sabrán o no XD, estos personajes NUESTROS ¬¬, están siempre destinados a estar juntos y a amoldarse entre si, veamos lo que suede cuando lo llevamos al ámbito de Ai no Kusabi.

Notas del capitulo: Un beso a todos los que nos leen, de verdad lo agradecemos del fondo del alma, esto no es con fines de lucro, pero nuestro salario sn sus hermosos comentarios que en verdad siempre nos caen de 10. Muchas gracias y en nombre de Hime esperamos que disfruten esta pequeña historia.
MI MASCOTA ES MI AMO   por Ichan y Hime

Cuando no estaba en el laboratorio de Júpiter tenía que estar fuera, salir, distraerse, dejar que el dolor pasara despacio... pero que pasara.

Todo blondie llamaba la atención, pero Aryan más que nadie por ser el -Juguete de Júpiter-. Nadie se contenía en decirlo libremente, después de todo, se suponía que el chico aún no sentía, aún no expresaba emociones. Y era cierto, aún le quedaba conocer algunas cosas, pero ya tenía su carácter y eso revelaba emociones y algún que otro sentimiento de por medio.

Estaba cansado, ese tipo de cansancio que se dá cuando se está aburrido de la vida en general, pero lo que estaba por sucederle le haría retomar un poco el gusto por respirar.

En el ascensor se apoyó de espaldas mirando el contador pasar de piso en piso hasta llegar al último, donde Júpiter lo había destinado para que viviera. Pasó la tarjeta y la puerta mecánica se abrió... le extrañó encontrar las luces apagadas, él SIEMPRE las dejaba encendidas, pues cada vez que regresaba del laboratorio tenía un miedo incomprensible a la oscuridad.

Encendió las luces del techo y miró con desconfianza alrededor, algo no estaba bien, su entorno había sido profanado de alguna manera que dentro de poco descubriría. Caminó por la sala de estar y se encontró con un chip en una de las mesas, al activarlo se proyectó la imagen de uno de los científicos que le visitaban a diario.

--Te djé un regalito para que disfrutes y te distraigas un poco. Juega un rato con él--

Frunció el seño, no le gustaban las sorpresas, mucho menos los regalos. Avanzó más decidido que antes, su capa ondeaba con cada paso y sus botas resonaban en el mosaico del piso, abrió la puerta que daba a la sala y se quedó un momento sorprendido ante aquella visión: un hombre, un mongrel, encadenado de pies, manos y cuello a la pared, si bien las cadenas eran largas permitiendo cierto movimiento, no dejaba de estar encadenado. Con excepción de los grilletes solo una delgada e ínfima prenda cubría sus partes nobles, más allá estaba desnudo.

Sin cambiar su fría expresión caminó tranquilamente por la sala, llegó a la barra y se sirvió una copa de vino, y desde allí, apoyándose en la barra miró a la mascotita...

 

Y él, mascota indefensa no podía rechistar cuando se le compraba, y esta vez para deleite de sus dueños y para decepción de algunos Blondies y de el mismo, había sido comprado definitivamente, no le dijeron nombre ni nada, simplemente le habían llevado atado de manos, cubierto con una gabardina y cuando llegara al lugar, lo encadenaron y lo dejaron simplemente con... Una diminuta prenda de color negro que a penas si cubría sus partes nobles.

Había esperado allí toda la tarde hasta que oscureciera y la noche se mezclara con la ya oscuridad de aquella casa, y con la cabeza gacha se dedico a pensar quedándose dormido estando despierto tratando de desconectar, pues su nuevo Amo no tardaría en llegar.

...

Finalmente las luces se prendieron, y escuchaba pasos asi como el ruido de una capa al hacer 'fru-fru', la puerta cosas accionarse y una voz conocida que anunciaba su propia estancia en la casa, estancia que el ver la cara del blondie no parecia muy grata.

Le miro en un principio, era joven, muy joven, en nada parecido a los que solían comprarle, y su mirada fría le escudriñaba, y esas ropas y esa copa de vino le daban un toque altanero y distinguido, eso pudo apreciar a simple vista, después simplemente, acoto la cabeza, y mostró lo sumiso que sabia ser.

No mirar a su amo a la cara, no hablar sin que se lo pidiera... Hacer lo que le mandara...

 

Aryan le dió un sorbo a la copa y caminó los pasos que lo separaban de la mascota, se acuclilló frente a él y le miró desde allí, contempló su cuerpo encadenado y casi desnudo, la cabeza gacha... los negros cabellos que Júpiter tanto asqueaban pero que al parecer tanto fascinaban a otros.

Movió una mano enguantada y lo tomó firmemente del mentón alzándole el rostro, como blondie que era tenía una fuerza que no era normal en cualquier persona, de modo que si quería era capaz de destrozar el cráneo de ese muchacho en ese mismos instante.

Sonrió de lado, de forma casi burlona sin soltarlo.

-Pensé que me habían dejado un perro o algo parecido. Algo... entretenido.

 

Incluso cuando le hubo alzado el mentón Jack se mantuvo quieto, con la mirada gacha, mordiéndose la lengua para no contestarle algo realmente fuera de lugar y que podría ocasionarle la muerte, simplemente se dejo manejar, tocar por ese hombre, sin replicar ni inmutarse.

-...- el silencio era lo único que ese hombre recibiría de el, a no ser que le diera una orden directa para que hablase.

Junto con el se movían los grilletes, y el tintineo de las cadenas se escuchaban en la silenciosa y tenue habitación.

 

Aryan lo soltó y fué a sentarse al sillón que tenía justo enfrente del muchacho, se cruzó de piernas y se quedó mirándolo. Había escuchado hablar de él alguna vez, todos los blondies andaban locos por tirárselo... no era para menos, era hermosos sin duda...

Apoyó un poco en el sillón y a su vez el rostro en la mano mientras la copa de vino quedaba laxa en la otra mano.

-Separa las piernas-ordenó tranquilamente.

 

Jack no titubeo, cuando le ordeno aquello simplemente se movió un poco y despacio abrió las piernas acompañado del tintineo de las cadenas, se quedo quieto, con las piernas abiertas, las rodillas flexionadas y la cabeza gacha.

Las manos reposaban a ambos lados de su cuerpo, y esperaba simplemente una orden, extrañado de que no le hubiera tocado, o no estuviera ya, tocándole de forma lujuriosa.

Alzo la vista levemente para verle, después la acoto de nuevo, algo tenia... Que le atrapaba.

 

Aryan sintió algo extraño en ese momento... nunca antes había experimentado deseo, realmente jamás había deseado NADA, y mucho menos ese deseo lujurioso que le había enviado una sacudida a la entrepierna al verle en esa posición.

Se mordió el labio inferior y dió otro sorbo a su poca sin perder el temple altivo e indiferente que siempre llevaba.

-Quítate la prenda.

 

Al escuchar esa orden si titubeo, Jack simplemente movió su mano despacio, acompañada de nuevo por el sonido de los grilletes y las cadenas, y simplemente de un tirón, rompió la prenda y la dejo a un lado, dejando su miembro al descubierto.

Aunque llevaba años de experiencia, siempre sentiría vergüenza al mostrar su cuerpo a desconocidos, y encima estando tan expuesto, tan limitado de movimiento, pues lo único que podía mover eran las manos, lo demás estaba sujeto a la columna.

De nuevo... Solo espero.

 

Al blondie en parte le decepcionaba ver tan curioso espécimen tan dócil, siempre imaginaba a los mongrel como seres más salvajes e indómitos. Por algún motivo después de todo Júpiter los había aislado de la sociedad.

Cambió de pierna y lanzó un suspiro, sus orbes celestes se clavaron en el esbelto cuerpo que tenía enfrente. Jamás había visto otro miembro que no fuera el suyo, jamás había estado tan cerca de otro hombre en esas condiciones... y sus sentidos no podían evitar llenarse de la adrenalina que estaba sintiendo.

-Tócate.

 

-¿Que?- exclamo Jack atónito, le miro fijo entonces, y se azoto mentalmente, esa osadía la pagaría cara, lo sabia, movió su mano de nuevo, y ahí estaba el tintineo de las cadenas, empezó a respirar agitado, aun con la cabeza gacha, eso, no lo había hecho.

Tocarse, ante otros, era algo que no había hecho y que le producía una vergüenza increíble, acaricio su entrepierna, tratando de concentrarse y excitarse... Pero en un lugar así y en esas circunstancias, no se concentraba.

 

Ahora si que se ponía interesante, el que actuara como un ser vivo y pensante, con pudores a Aryan le encantaba. Se mordió el labio inferior nuevamente y se pasó la lengua por los labios mirándolo fijamente.

-Abre más las piernas, no puedo ver-comentó entonces acariciando el borde de su copa-. Y mírame mientras lo haces.

 

Jack trato de calmarse primero de todo, y le miro entonces fijo, tratando de sacar algo de excitación de esa situación, rodeo su miembro con una mano, y lo acaricio suavemente, sin dejar de verle fijamente, sintiendo entonces por algún motivo el calor acudir a su cuerpo.

Empezó a bombearse el miembro despacio, acariciando la cabecita del pene empezó a jadear sonoramente entrecerrando los ojos haciendo fuerza con la mano que aun reposaba en el piso.

 

Aryan sonrió mordiéndose el labio inferior una vez más mirándolo fijamente. Nunca había visto espectáculo tan erótico y sensual... tan excitante. Sintió su propio miembro querer reaccionar... pero se contuvo.

Quería ver aquello, verlo en todo momento y a pesar de que quería no se dejaría opacar la vista por el placer.

-Más rápido...

 

El moreno alzo la cadera lo mas que le dejaban los grilletes, y jadeando sonoramente, recargo la cabeza en la pared y cerro los ojos, bombeándose el miembro rápidamente, emitiendo débiles y quedos gemidos que se mezclaban con sus jadeos.

-Ah... Ah...- de nuevo le miro con los ojos empañados, y finalmente cuando ya no podía mas tuvo que prevenirle -Me vengo...- anuncio, sin dejar de bombearse el miembro a buen ritmo, provocando un viscoso ruido producto del pre-semen y la fricción.

 

Mancha tu cuerpo-fué la respuesta ante aquella advertencia.

Sentía las mejillas arderle y un hormigueo en la entrepierna considerable, aquello era tan... nunca había visto nada igual. Sentía el olor a transpiración y a pre-semen inundar el aire, los sonidos de jadeos, gemidos y el vaivén de la mano en medio de la masturbación.

Le encantaba... no lo diría, pero le encantaba.

 

Jack le miro una última vez y cuando su cuerpo no aguanto, y sus movimientos se hicieron tan intensos que el tintineo de la cadena era como música al compás de lo que hacia, su cuerpo se tenso, y un espeso chorro de semen le mancho el pecho el vientre y las piernas.

Y quedo jadeando, su miembro quedo laxo al igual que su mano, recargada en una de sus piernas, la cabeza aun recargada en el muro, con los ojos entrecerrados, y su pecho que en un principio estaba agitado ahora respiraba y se movía tranquilamente.

 

Aryan dejó la copa de vino, se quitó los guantes y camino despacio hasta estar frente a él, se inclinó y con un dedo limpió un poco del semen del pecho del moreno, miró casi con interés científico aquello y luego se lo llevó a la boca degustando... salado, amargo más bien y pegajoso.

Se estiró y le soltó las cadenas de los grilletes mientras le miraba todo el cuerpo laxo, en la base del pene le fascinó ver el anillo de mascota.

-Por el pasillo a la derecha hay un baño-le informó poniéndose de pie después para dirigirse a su propia habitación.

 

Jack le miro en un principio, y aun respirando agitado se puso en pie, no quería andar en bolas, pero tampoco tenia que ponerse, le vio alejarse por el pasillo y siguiendo sus indicaciones, se dirigió al baño lentamente.

Con toda libertad se apodero de la ducha y se puso limpiar bien, así como asear como le habían enseñado después de cada 'sesión', pues una mascota sucia era algo que nadie quería.

Se miro al espejo y se paso las manos por el cabello, se recargo en el lavabo, y suspiro.

¿Y ahora? Se pregunto.

 

En su cuarto Aryan se quitó las pesadas y elegantes ropas quedando simplemente en ropa interior, siquiera se molestó en cerrar la puerta y se dedicó a mirarse en el espejo de cuerpo entero... algo lo estaba confundiendo. Su cuerpo era similar al de aquel impuro... con ciertas diferencias en tamaño proporcional claro... pero eran similares.

Se miró un poco de costado y su rostro se ensombreció al ver las marcas en su espalda, sin importar cuanto tiempo pasara, su Júpiter no se detenía esas marcas jamás se irían.

Al menos eso le había servido par apagar la excitación que había sentido después de todo aquello. Echó la cabeza hacia atrás un momento... no podía quitarse de la mente esa imagen...

Agitando la cabeza se colocó unos pantalones holgados y sin nada más en el torso salió del cuerpo sacando antes una túnica. Se asomó en el baño y la dejó colgada junto al lavabo.

-Dudo que mi ropa te entre-dijo fríamente-. Pero al menos eso te tapará más que la prenda de recién.

Se humedeció los labios al verle así, desnudo y húmedo.

-Hay toallas en ese armario. Pediré la cena.

Dicho esto regresó a la sala donde el intercomunicador esperaba.

 

Jack asintió despacio, y le miro por entero, nunca había tenido un amo tan joven por lo que de algún modo se alegraba, no pensaba que se llevarían mucha edad, por lo que seguramente se entenderían, asintió despacio cuando le dio la prenda.

-Gracias...- fue lo único que dijo acotando la cabeza en señal de agradecimiento, y cuando le vio salir, se asomo por el marco de la puerta para verle de espaldas alejarse, sonrió levemente, era... Muy lindo.

Se seco por entero y se puso la túnica con cuidado, no le gustaban esas prendas pero sin duda era mucho mejor que la mini tanguita que llevaba antes, así que con la prenda puesta salio despacio del cuarto de baño hacia donde se había dirigido su amo, y ahí se paro.

-...- en silencio, miradote de vez en cuando, esperando que le ordenase algo, o que entablara una conversación.

 

-Si, envíen la cena y además una bandeja con...-se colocó el auricular en el hombro y miró a Jack que se había acercado-. ¿Qué quieres comer?

 

El moreno se señalo con un dedo, generalmente no le preguntaban, le miro incrédulo, y pensó la respuesta, no había nada en especial que quisiera.

-Lo que pida estará bien, Amo- dijo viéndole e hizo un movimiento de cabeza, en señal de agradecimiento, y miro alrededor, era un lugar muy.... Limpio.

 

El blondie arqueó una ceja y volvió a ponerse el telefono en la oreja.

-¿Qué come Seifer?-preguntó entonces y escuchó atento, casi sorprendido de las cosas que escuchaba-. ¿Y eso es... rico?-....-. Bueno, listo, traigan una bandeja con eso, pan y algo de beber.

Colgó sin siquiera despedirse y dejó el teléfono en su lugar. Miró después al muchacho, era extraño tener una mascota... en realidad no sabía lo que era exactamente tener una, nunca había tenido contacto con personas más allá de Seifer u otros científicos.

Cogió entonces el delgado control de la televisión y se lo tendió.

-Ten.

 

Jack le miro sorprendido, estaba claro que el muchacho no tenia ni idea de que hacer con el, tomo el control de la televisión y lo miro, sin entender realmente, le miro incrédulo.

-¿Que espera que haga con esto... Amo?- pregunto viéndole sin entender, y finalmente apunto el televisor y lo prendió, aun sin entender nada de nada, pero en fin ese era su mundo: Ver oi, callar, y acatar ordenes de todo tipo.

Se quedo de pie, y miro la televisión, escuchando las noticias, los diferentes conflictos, y seguidamente daban paso a los deportes.

 

-Que te lo metas por el ano-replicó Aryan pasando a su lado-. ¿Qué se hace con un control de televisión? Se mira televisión, siéntate y mira hasta que llegue la cena.

Por su parte tenía ganas de ver también un poco de frivolidad en la pantalla, pero en ese horario le tocaba leer otro de los libros de álgebra que Júpiter le había indicado.

Tomó el pesado libro y se sentó en el sillón en el que debería sentarse Jack para poder ver la televisión.

 

El moreno enarco una ceja y sin decir nada con algo de brusquedad dejo el control sobre la mesa ratona, y se sentó en el otro sillón, se cruzo de brazos, y se dedico a pensar en sus cosas, que no eran muchas pero mejor eso a replicar y después ganarse un buen castigo.

Realmente no entendía que hacia ahí, lo normal era que sus amos le andaran diciendo cosas, que debía hacer, que no debía hacer, como debía hacerlo.

La vida de Jack había llegado al punto en que no sabia hacer nada solo, y si no le ordenaba, se desorientaba e incluso se agobiaba, por que se sentía inútil.

 

Y Aryan normalmente no tenía problemas de concentración, pero le ofuscaba y daba una enorme curiosidad el modo de ser de esa persona. Lo veía y no podía creer que fuera... un títere.

Bajó el libro y lo miró atentamente un momento, realmente tenía más deseos de ver más cosas y de aprender mucho más mediante ese cuerpo... de escucharlo gemir otra vez... pero por el momento tenía curiosidad de otras cosas.

-¿Por qué te metiste en esto?

 

-No me metí...- respondió y se quedo en silencio, en un principio -Mis padres me vendieron...- termino la frase y después de haberle mirado un momento de nuevo acoto la cabeza aun con los brazos cruzados, hizo lo mismo con sus piernas, las cruzo, quedando así la túnica algo abierta.

Se quedo en silencio entonces, normalmente era educado, no preguntaba y generalmente solo abría la boca para... 'Trabajar' pero estaba visto que con ese nuevo Amo las cosas serian diferentes, o al menos así lo presentía.

-¿Que es lo que hago aquí?-

 

-Jugar conmigo aparentemente-contestó Aryan casi con indiferencia cerrando el libro y dejándolo a un lado, bueno, mañana podría hacerlo.

Se levantó, avanzando lentamente hasta llegar frente a Jack. Se inclinó y apoyó una mano en una de las piernas haciendo presión para separarlas y la otra la apoyó sobre una mano de Jack. Así bien cerca lo escrutó con la mirada, casi desnudándole todo el interior con esos ojos claros que casi parecían felinos.

-¿Cómo te llamas?

 

-Aparentemente...- coincidió Jack, y alzo la mirada cuando se recargo en el de ese modo, le miro fijo, su mirada estaba algo perdida, algo... No sabría como explicarlo, cuando escucho su pregunta sonrió de lado.

-Jack...- contesto solamente y por alguna razón tuvo grandes deseos de besarle, pero... No debía hacerlo si no se lo ordenaban por lo que reprimió esas ganas y las sepulto en lo mas hondo.-Y... ¿Vuestro nombre...?- pregunto -O... ¿Preferís que os llame: Amo?- le miro fijo esperando respuesta.

 

-Jack...

El chico degustó el nombre entre sus labios, si... le quedaba muy bien sin duda. Tardó un momento en contestar, pues realmente no entendía muy bien eso de amo y mascota, simplemente sabía algo del tema, pero de ahí a tener una mascota personal era mucho.

Se mordió el labio inferior y la mano en la pierna de Jack comenzó a subir a los muslos perdiéndose bajo la túnica.

-Aryan-contestó finalmente.

 

Jack abrió las piernas casi por inercia, y descruzo los brazos despacio dejándolos laxos a ambos lado de su cuerpo, aun viéndole fijamente, le tocaba como quien esta viendo algo completamente nuevo... Y quizás era así.

-Aryan...- susurro y atreviéndose mucho mas le halo -Es... ¿La primera vez que ve alguien como yo?- pregunto entonces mirándole fijo, notando la mano de su amo recorrerle el cuerpo.

 

-No realmente-aseguró desprendiendo la túnica para poder ver el pecho al descubierto. Por inercia terminó sentándose sobre sus piernas, mientras que su mano subía y le recorría el vientre, y luego el pecho, observándolo y sintiéndolo con detalle-. Es la primera vez que veo a uno de tan cerca y también que toco...

 

-Eso explica muchas cosas...- le miro, y acoto la cabeza, cada vez que las manos del blondie rozaban su piel esta se erizaba, y le producía un escalofrió, pocas veces, por no decir nunca, le había pasado algo así, suspiro entrecortado, y trato de mantener la calma.

No era primerizo en esas cosas, ni la primera vez que alguien le tocaba... Pero si era la primera vez que le tocaban de ese modo.

 

-Pensé que tenían texturas muy diferentes-comentó Aryan suavemente deslizando la yema de los dedos del pecho al cuello, y de allí al rostro-. Pero tienes la piel suave...

Inclinó el rostro hacia un costado, rara vez le mantenía la mirada a alguien por el simple motivo de que nadie le interesaba, pero en ese caso a Jack... lo miraba fijamente.

 

-Igual que usted... Amo Aryan- susurró y con cuidado y suavidad le tomo la mano, y le hizo tocarle el pecho y el mismo acompaño esa suave caricia comprobando la suavidad de la piel de su Amo.

Le acaricio e viendo casi con ternura, suavemente y de nuevo ambas manos volvieron al cuerpo de Jack, le hizo acariciarle el rostro, los parpados, los labios, las mejillas, sin dejar de verle fijo.

Como si pretendiera seducirle de algún modo, de ESE Modo, con esos toques y esas leves caricias... Como si le enseñara a tocar a una simple mascota.

 

El blondie lanzó una mínima risita cuando le guió las manos. Acercó el rostro y comenzó a pasar la naríz por una mejilla del moreno, descendió a su cuello y allí aspiró su aroma... a pesar de haberse bañado podía percibir la esencia del olor de Jack... un olor a hombre que no conocía de ninguna otra parte.

Se escuchó el timbre en la puerta, por lo que lentamente, aun rozando su naríz por todo contorno al que llegara llegó a sus labios, los lamió lento y despacio y habló:

-La cena.

Se bajó de su regazo y fué hasta la puerta, al abrir entró el sirviente con el carrito donde estaban las dos bandejas, se retiró y Aryan cerró la puerta empujando el carrito después hasta dejarlo junto a la mesa ratona. Su vianda era fija, comía lo que -le hacía bien-, mientras que a Jack le había llegado un pedazo de carne al horno con puré de papas.

-Me dijeron que era rico-se defendió alzando la tapa para enseñarle la comida.

 

Jack había entrecerrado los ojos ante tan dulces caricias, y cerro finalmente los ojos cuando sintió como le lamía los labios, quedándose quieto disfrutando de la suavidad y lo confortable de esas caricias, incluso se decepciono cuando se levanto para atender, se supo en pie y finalmente le sonrió.

-Te dijeron...- medito -¿Nunca lo has probado?- pregunto y se acerco para tomar una papa, le sonrió y se la tendió -Esta muy rico...- dijo con una sonrisa y mordió un trozo -Coge una, veras que te encanta...- le animo con una sonrisa.

Estaba empezando a pensar que ese muchacho debía ser alguien MUY importante, pues pareciera que lo habían tenido aislado durante un montón de tiempo.

 

-No-contestó tajante-. Yo no puedo comer cualquier cosa, me caen mal.

En realidad no tenía idea, nunca había comido algo que no fuera lo que le traían, esa comida sin forma y sabor en la que en teoría se concentraban tantas proteínas, vitaminas y minerales.

Se dejó caer en el sillón lanzando un suspiro y destapó la bandeja con aquella comida, sin embargo se puso de pie yendo a buscar el agua, en el proceso el pantalón se le había bajado un poco, dejando los huesos de la pelvis al descubierto. Fué hasta la heladera y se inclinó buscando la botella de agua mineral.

 

Jack sonrió divertido entonces, ya se había soltado un poco y se había acostumbrado al entorno, así que con cuidado y despreocupación empezó a comer lentamente degustando la rica comida que le habían llevado, realmente estaba muy buena, y obviamente no pudo evitar fijarse en lo bajo que le quedaba el pantalón.

Tomando su plato se sentó a su lado en el sillón de nuevo cruzándose de pierna sy empezó a comer, tranquilamente esperando que volviera, viéndole desde detrás, sonriendo, sin poder evitarlo por como se le bajaba e pantalón.

-¿Te queda grande la ropa?- pregunto.

 

-Parece que bajé de peso-contestó sacando la botella de la heladera, regresó y se sentó a su lado, vió como se sentaba y por alguna razón lo imitó-. No sé si se supone que baje...-meditó tomando los cubiertos.

El olor de lo que comía Jack le estaba inundando los sentidos, Aryan miró entonces, sin duda tenía más color y un olor increíblemente tentador.

-¿A... a qué sabe?-preguntó como quien no quiere la cosa.

 

El moreno sonrió al ver como le imitaba y de nuevo cogió una papa, se acerco y le tentó comiéndola despacio y después lamiéndose los labios, realmente ese muchacho hacia que se le despertaran sus instintos, hacia que intentara seducirle, quería tenerle... A su merced.

Sigue soñando... Se rió de si mismo.

-Si quieres saber su sabor tendrás que probarlo...- le dijo encogiendo de hombros comiendo un trozo de carne de la forma mas sugerente que puedas imaginar.

 

Aryan se encogió un poco de hombros y le miró nervioso. Se llevó una mano a la boca mordiéndose unas cuantas uñas para después estirarse y robarle una papa del plato, la miró un momento para después llevarse a la boca y masticar con algo de inseguridad.

-Mmhh...-saboreó cerrando los ojos-. Tiene gusto...

 

-¿Viste que si?- pregunto con una sonrisa y siguió comiendo de su carne, despacio hasta que se sintió saciado y dejo el plato en la mesa ratona, en el aun quedaban algo de papas, y carne, pero realmente ya no tenia hambre, era de comer mas bien poco.

Se acomodo entonces en el sillón subiendo sus pies a este, y se dedico entonces a mirar la televisión, la cual no tenia muchas oportunidades de ver, paso de canales hasta que encontró una serie de animación que le gustaba las pocas veces que tenia la oportunidad de verla.

 

El blondie se estiró y tomó el plato colocándolo en su regazo, sujetó los cubiertos y comenzó a comer lo que Jack había dejado. Eso era... terriblemente delicioso. No se suponía que estuviera comiendo eso pero... ya qué... si era rico y encima había bajado de peso con la otra comida.

-Voy a pedir de esto todas las noches ahora-declaró bebiendo un poco de agua para pasar la carne, no estaba acostumbrado a ese tipo de alimentos-. Uhm... ¿qué edad tienes?

 

Jack le miro y sonrió al ver que al menos había confiado en el y estaba comiendo, comida normal, por que lo que comía... Miro la bandeja, no sabría definir muy bien que era eso... Una especie de papilla... Hizo una mueca de asco.

-Pues... Veintidós...- dijo mirándole, y sonrió, estaba claro que no sabia nada de el, por ende quedo mucho mas claro que Aryan ni siquiera sabia que Jack llegaría esa noche. -¿No sabias que esta noche me encontrarías aquí verdad?- pregunto viéndole con curiosidad -Digo... Al comprarme mi Amo ya sabe mi edad mi nombre, y se supone que me ha visto... AL menos de lejos...-

 

-Había escuchado de tí, muchos blondies andan siempre haciendo apuestas o prestándose dinero, pero nunca te había visto realmente. No estoy en esto de... las mascotas o prostitución-se encogió de hombros mordiendo el último pedazo de carne habiendo limpiado el plato. Lo dejó sobre la mesa ratona y se subió un poco el pantalón-. Estoy acostumbrado, dejan cosas sin avisar y ven qué sucede con cada cual. Ven cómo reacciono...

 

-Oh vaya... No sabia que era tan conocido...- comento entre divertido y entristecido, pues ser reconocido por algo así... No era que le ponía contento precisamente, le miro entonces, y pensó que quizás había vidas más tristes que la suya propia, le acaricio el rostro con el dorso de la mano. -Eso me lleva a pensar que llevaremos un tiempo juntos...- susurro -Hasta que te canses de mi... O hasta que me vendan a otra persona...- suspiro y sonrió de nuevo -Hasta entonces disfrutaremos de papas y carne juntos- rió divertido y miro al frente a la tele.

 

Las cámaras que en ese momento captaban todo fueron testigos de algo que nunca antes había sucedido. Una sincera sonrisa se dibujó en el rostro de juguete de Júpiter.

Se acercó hasta quedar bien cerca buscando más de aquel contacto.

-Me gusta como se siente-susurró frotando la naríz contra su hombro.

 

El moreno sonrió y recargándose en el respaldar del sillón le acaricio la mejilla lentamente, con cuidado, sonriendo pues esas caricias las daba pocas y contadas veces, solo a los clientes que les gustaba 'sentirse queridos'.

-Deberías sonreír mas...- comento entonces viéndole.

 

-¿Por qué?-sonrió nuevamente aunque algo confundido, no lo estaba controlando realmente, por el simple hecho de que nunca había tenido motivos para sonreír, pero ahora que veía y hablaba con esa persona... era diferente-. Am... Perdón por lo de recién.

 

Jack le miro, realmente era muy tierno, siguió acariciándole el rostro con suavidad y finalmente le delineo el rostro y le acaricio la nariz suavemente, estaba empezando a encariñarse pero no, no debía.

-Tranquilo... Son gajes del oficio- le dijo restándole toda importancia.

 

-¿Nunca consideraste salirte?-preguntó como niño de cinco años mientras le analizaba de forma casi científica unos mechones azabaches, mirándolos atentamente, recorriéndolos con sus dedos y mirándolos con toda la atención del mundo.

 

-Ser mascota te marca de por vida, si no trabajo ahí no se donde trabajaría, seguramente terminaría como prostituto, o tirado en la calle, pues nadie daría trabajo a una mascota...- se encogió de hombros, le miro y sonrió.-Este trabajo no es tan malo...- dijo mirándole -a veces cuando me tocan clientes como tu, paso buenos ratos, y son recuerdos que me llevo conmigo...- sonrió -¿Eres muy curioso no?- pregunto.

 

Aryan se encogió de hombros retirando la mano como quien ha hecho una travesura.

-¿Lo soy?-rió rascándose la cabeza-. No sé, no lo soy realmente... pero creo que es normal si nunca había tenido a alguien como tú cerca. Y...

Se mordió el labio inferior y miró hacia una de las cámaras. Jaó a Jack de la mano y sin decir nada tiró hasta llevarlo al cuarto donde se encontraba la cama de dos plazas. Hizo que Jack se recostara en ella, subió a su lado y cubrió a ambos con una frazada por la cual traslucía la luz del cuarto.

-No sé de qué están hechas... pero los micrófonos de las cámaras no captan nada cuando me meto debajo-explicó apoyándose en los codos para verle-. No te espantes.

 

Jack se sorprendió por tanto ímpetu y se dejo llevar, le sonrió en un principio y se acomodo bajo las mantas, le acaricio el rostro y le vio entonces, parecía un niño travieso, un niño encerrado en una jaula.

Se le quedo viendo preguntándose que era exactamente lo que pretendían llevándole con ese muchacho, quizás simplemente experimentar sus reacciones, o quizás que se relacionara con otros...

-¿Por que te vigilan?- pregunto.

 

-Para que todo quede registrado-contestó jugueteando con las sabanas debajo de su cuerpo-. Y después... Júpiter analice y sepa qué hacer en los próximos experimentos...

Se humedeció los labios y le miró, evidentemente debía ser extraño para alguien que veía de afuera, así como para él... alguien que venía de afuera le resultaba extraño.

-Siempre que me canso de fingir me escondo aquí...

 

-Ya veo...- dijo Jack viéndole y le sonrió, le aparto el cabello que le caía en la cara y le sonrio, no iba a estar tan mal estar con ese chico, aunque hubieran empezado con mal pie... Podrían llevarse bien sin ningún problema, pues no se diferenciaban tanto, ambos eran esclavos prácticamente. -¿Por que no sales de aquí? ¿Por que no escapas?- pregunto curioso, no era tan difícil, y menos si era un Blondie.

 

-Porque siempre me encuentran... y ya me cansé de intentarlo-sonrió apenas encogiéndose de hombros-. Debo tener un chip o algo... pero siempre me encuentran, no importa a dónde vaya... ellos siempre saben.

Negó con la cabeza y se recostó por completo, apoyando el rostro en las manos que acariciaban de vez en cuando las sábanas.

-¿Nunca pensaste en quedarte por siempre con solo un amo?

 

-No es algo que yo decida- dijo entonces viéndole -Los que son como tu me compran y me venden a su antojo, igual me compran y estoy con ellos un tiempo hasta que encuentran uno mejor que yo...- le sonrió despreocupado.

 

-Uhm... debe ser feo-meditó mirándole con algo de pena-. Lo siento, yo no quería esto, digo... nunca me consultan quién viene o no. Perdón...

 

-No te disculpes, no es tu culpa y no voy a echártelo en cara- dijo y le sonrió emitiendo un leve bostezo, el viaje a la casa del Aryan había sido largo, y se sentía algo cansado. Le sonrió una última vez y se recargo en sus brazos usándolos como almohada para descansar su cabeza -¿Yo duermo aquí?- pregunto entonces curioso viéndole fijo.

 

-Si quieres-sonrió más animado acercándose hasta recargarse en su pecho-. ¿Sabes? Yo tengo olfato muy sensible y... tú no hueles a nadie más que a tí...

 

El moreno sonrió y le rodeo con su brazo con cuidado de no aplastarle ni lastimarle, apartándole de nuevo el cabello del rostro.

 

 -Eso es por que soy muy higiénico y por que así me obligan...- sonrió y se dedico a acariciarle los hombros, empezando a dormirse de a poco. -Hoy dormiré aquí...- susurro, y sonrió -Mañana si quieres me voy al sillón...- rió adormilado, y le dejo un beso sobre el cabello, sin pensarlo si quiera solo le beso, y recargo se mentón en el de Aryan cerrando los ojos de a poco.

Seria una etapa de su vida... Más bien interesante.

 

-No me molesta que duermas aquí todos los días-suspiró el rubito sin dejar de mirarlo-. Se siente cálido...

Se sentía calentito, sueva, acolchado... algo que nunca le había dado la mejor seda ni las mejores plumas, así se sentía tan diferente, tan... especial. Cerró los ojos lanzando un suspiro entrecortado mientras sus dedos acariciaban el pecho desnudo de Jack.

-Quítate la túnica... por favor...

 

Jack sonrió y aun bajo las mantas y adormilado se quito la túnica sacándola como pudo de dejado las mantas la dejo en el suelo, se volteo de nuevo y quedo de lado aun abrazando a Aryan con su brazo, atrayéndolo inconscientemente hacia el.

-Descansa...- susurro viéndole con una sonrisa parpadeando de seguido, sin poder aguantar mas su sueño, sin embargo mantuvo los ojos entreabiertos para verle sintiendo esas caricias que lo adormilaban mucho mas -Ary...- susurro y cerro los ojos quedándose dormido, pero no profundamente.

 

Artyan sonrió como nunca antes abriendo los ojos tras escuchar aquel diminutivo, le sonó tan... Propio, tan íntimo, tan secreto...

Sin pensarlo se desabrochó el pantalón y se lo quitó despacio arrojándolo a un lado, y luego su ropa interior siguió el mismo camino hasta quedar desnudo. Y así... piel contra piel se acurrucó en Jack, mirándolo embelesado como si fuera la maravilla número uno del mundo.

-Buenas noches... Jack...

Y de verdad quiso dormirse, pero esos no eran sus horarios por lo que era difícil que pegara un ojo en algún momento. Se le quedó viendo durante todo el transcurso de las horas, admirándolo y conociendo su cuerpo. Y en determinado momento recordó el momento en que lo vió tocarse...

Se humedeció los labios e instintivamente miró hacia su entrepierna, se mordió el labio inferior, empujó suavemente a Jack dejándolo boca arriba y descendió un poco, con un dedo acarició suave el miembro que conforme aumentaba la fricción comenzaba a erectarse. Aryan miraba todo atento, pronto acariciaba con la palma de la mano y luego imitando lo que había hecho Jack rodeó el miembro entre sus dedos y comenzó a agitarlo.

 

El moreno se había dormido tranquilamente, era la primera vez en mucho tiempo que dormía tan y tan a gusto, con un cuerpo mas pequeño que el suyo, al que acariciar y arropar, ni se inmuto cuando le movió y en un principio esas sensaciones que tan bien conocían solo le provocaron un cosquilleo que le hizo sonreír, en sueño, pero de a poco su excitación fue en aumento y jadeaba y se movía ansioso.

-A-ah...- gimió arqueando la espalda levemente, y finalmente después de que sus ojos temblaran por unos segundos, abrió los ojos y le miro, sin entender, sin entender nada -¿Que...Ah--Aha...?- gimió mirándole, y noto como todo los corrientazos que sentía se iban multiplicando de a poco.

 

-Perdona, es que...-dijo Aryan todo rojo, aunque sin dejar de acariciarle-. Quería... quería saber... enséñame a tocarte por favor...

Se apoyó en sus rodillas y siguió masturbándolo, imitando lo que había visto acarició la cabecita del pene con el dedo pulgar y jadeó al ver como babeaba pre-semen que rápidamente le llenó la naríz de aquel olor masculino.

 

Con algo de temor, Jack le tomo la mano despacio, no es que le quedara mucho, pero si su amo se lo pedía. guió la mano de Aryan con cuidado tratando de no lastimarse, empezando a jadear en cuanto las caricias compartidas se volvieron intensas, sujetaba la mano de Aryan con cuidado y la guiaba en ese movimiento que era la masturbación viéndole fijo.

-Asi... A-ah...- despacio, se recargo con la otra mano sintiendo las caricias y trato de contener su orgasmo para no venirse tan pronto -M-me queda poco... A-ah...- gimió viéndole alzando las caderas.

 

El blondie no se había dado cuenta, pero él mismo ya estaba totalmente erecto. Tenía las mejillas coloradas y las rodillas le temblaban un poco mientras acariciaba sin descanso. Subiendo y bajando la mano que ya estaba toda húmeda, impregnada de esa viscosidad y ese olor.

Jadeó y se mordió el labio inferior mirando azorado a Jack, esa expresión era diferente a la que le había dedicado en un primer momento en la sala, ahora era... muy diferente... mucho más hermosa.

 

Con cuidado y sin importarle que la cámara pudiera verlos Jack se enderezo y tomo el miembro de su amo con cuidado empezando a acariciarlo primero la cabecita de su pene y después todo el tronco notando como de inmediato expulsaba pre-semen.

-A-Amo...- gimió contra sus labios, y le mordió el labio inferior, sin poder contenerse mucho mas, fuera de la cama era un simple mascota, pero en la cama, excitado era como cualquier hijo de vecino, deseoso y pasional... Mucho mas si la persona con quien compartía lecho el gustaba.

 

-¡AH!

Aryan cerró los ojos con fuerza y se encogió un poco totalmente sorprendido y avergonzado. Jamás, jamás en su vida se había tocado, por lo que la sensación en ese momento era muy fuerte.

Por un momento dejó de acariciar a Jack, pero luego retomó con algo de esfuerzo la tarea de bombearlo como le indicaba. Apoyó la frente en la de Jack y tembló... se sentía tan rato, tironeaba un poco, y no debía sorprenderle si jamás se había masturbado.

-D-duele un poco... ahhh...

 

-Enseguida pasa...- le susurro Jack, y ralentizo su movimiento, tratando de no ser brusco si era la primera vez que se masturbaba era normal, le acaricio la cabecita del pene y trato de usar el pre-semen de Aryan para que no hiciera mucha fricción, mirándole esa cara tan linda e inocente que se desencajaba por el placer.

Finalmente le lamió los labios emitiendo leves gemidos, y jadeos, notando como ya no podía aguantar, sintiendo el orgasmo a flor de piel le miro fijo con los ojos húmedos -Ya-... N-no puedo no... Aaah Ahh... A-Amo...-.

 

Aryan entreabrió los ojos, empañados de inseguridad y nervios, le lamió los labios y no supo porqué se quedó lamiendo allí sin saber que así estaba dando un beso bastante húmedo.

Instintivamente movió más rápido y fuerte la mano mientras gemía contra esos labios, temblaba y sufría lo nuevo de aquella excitación, pero más que nada quería verle hacer ese tremendo gesto de placer otra vez.

-Está bien... hazlo... hazlo-gimió deseoso.

 

-Ah... Ah... ¡Oh dios!- gimió Jack y su cuerpo se tenso, formando una linda curva y su cara se contrajo en una expresión de puro placer, sin embargo no se detuvo en su movimiento, y su miembro expulso un choro de espeso y calido semen que mancho sus piernas y parte del torso de Aryan.

En un principio se detuvo, jadeando, pero enseguida retomo su tarea, con un brazo le rodeo la cintura y con la otra mano siguió masturbándole lentamente sintiendo lo caliente que estaba su cuerpo, y los estremecimientos que le recorrían.

-¿Como lo siente amo?- preguntó en su oído para después morderle el lóbulo.

 

Aryan cerró los ojos con fuerza al sentir el semen y tal como la primera vez se llevó los dedos manchados a la boca degustando aquello. Sin embargo se volvió una masa temblorosa de carne al sentir las intensas caricias de Jack.

-T-tápanos...

Tanteó nervioso la frazada y envolvió a ambos en esa carpa improvisada nuevamente para poder temblar, jadear y gemir libremente.

-A-ah... n-no me gusta me digas... Amo... ¡ah!

 

Jack le siguió masturbando esta vez con mas energía, y sin dejar de bombearle el miembro, le acaricio la cabecita del pene al tiempo que repartía besos por su cuello, mordiendo, lamiendo, con total libertad, recorriéndole la espalda con la mano libre, acariciándole deseoso.

-¿Como lo sientes... Ary?- le pregunto de nuevo, y le lamió el lóbulo de la oreja y tras esta suavemente, bombeando el miembro de Aryan con intensidad.

 

-¡AHH!

El blondie cerró los ojos con fuerza y le clavó los dedos en los hombros temblando descontrolado, en algún momento comenzó a mover las caderas acorde al movimiento de la mano de Jack.

-Caliente... mmmghh... muy caliente ahh... ahhh-gimió con fuerza-. A-ah...siento que voy a explotar, ¡Jack!

Le sujetó la muñeca como queriendo detener aquellos movimientos ya que sentía que se liberaría en cualquier momento, pero sentía como si fuera a orinarse encima y el miedo no tardó en hacerle mella.

-P-para... ahh se me sale... ¡ahh!

 

-Tranquilo shhh...- le susurro con ternura al oído para después lamer el contorno -Déjalo salir...- le susurro.

Y siguió bombeando el miembro despacio pese a que ele sujetaba la muñeca, tratando aun de no lastimarle, le acariciaba la cabecita del pene simultáneamente, y con los dedos a veces jugueteaba con sus testículos, sin dejar de repartir besos por su cuello y clavícula.

Era curioso como de ser la mascota dominada por hombre mucho mayores que el, había pasado a ser el que le enseñara a su amo, el que le arrancara esos gemidos.

 

-Ohhh... mmhhh... nnggg... ¡AHHH!

Parecía que Aryan había sido diseñado para ser tan jodidamente -violable-, las caras que hacía, cómo se movía y los sonidos que su garganta despedía debían ser considerados delictivos.

-Y-ya... ahh... ahh ahhhhh ¡¡AHHH!!

Clavó las uñas en el hombro de Jack, se tensó hacia adelante, sus piernas se cerraron, apretó los dedos de los pies y se dejó venir. Su primer orgasmo hizo estragos en el cuerpo, tembló y dejó salir todo un chorro de semen que se esparció por la mano y vientre de Jack.

Quedó tenso, temblando y jadeante, confundido pero satisfecho de lo que esa persona le había hecho sentir.

-Ah...

 

Jack sonrió complacido cuando le vio venirse, y le acaricio la espalda retirando su mano despacio para sujetarse del colchón y no caer, le abrazo y le arropo en su pecho tranquilamente para que descansara, quizás se estaba encariñando mucho que él, y no hacia bien de ser el caso, pero no podía evitarlo.

-Descansa ahora...- le susurro acariciándole la espalda aun bajo esa carpa improvisada, le acaricio el cabello con la mano limpia y se dedico a mimarlo como NUNCA había hecho con nadie, y se sorprendió de si mismo.

Finalmente opto por dejarse caer hacia atrás y limpiarse con la túnica así como limpiarle, ya habría tiempo para duchas, le arropo bien contra su cuerpo entonces y le observo en silencio.

 

Jadeando el blondie se dejó hacer como un muñeco de trapo. Abrió los ojos y le miró sonrojado, estiró una mano y le peinó los desordenados cabellos.

-¿Me enseñarás... más?-susurró cansado-. Pero no como mi mascota sino como... como... ¿cómo mi amante?

 

El moreno sonrió y le beso la mano con cuidado, con ternura, se la tomo y se dedico a repartir besos por ella, cerrándole los parpados con la mano libre le acaricio el rostro y dejo un besito en su nariz, se pego bien a el, y escucho su respiración acompasada mezclarse y perderse en el silencio.

-Claro que si, precioso-

Fue lo ultimo que susurro antes de que se durmiera al completo, y así acariciándole el rostro delineándolo, acariciándole y peinándole los cabellos durante un buen rato, finalmente se termino por dormir, con el, bien pegados.

Sabía que si se encariñaba al final terminaría por dolerle algo mas que el corazón, pero no podía evitar sentir cariño por esa persona tan dura y a la vez tan frágil, por que eran muchas las similitudes que veía entre ambos, como para ignorarlas.

 

*-*FIN*-*


Notas finales: I-chan: a que nadie pensó que Jack sería la mascota XD *babas*

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