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Por una simple confusión por mihll

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Notas del fanfic:

Los personajes de este fic no me pertenecen y sólo los utilizo a modo de diversión

Notas del capitulo:

Hola

Les presento un fic creado por  Laura y mihll, escrito por mihll.

Espero que sea de su agrado

 

" Por una simple confusión "

 

Capítulo 1:

La casa del lago

 

Hanamichi caminaba descalzo por la orilla del lago, disfrutando un paseo suave y rítmico mientras charlaba amenamente con  una chica rubia de tez blanca y ojos verdes como el color del pasto fresco. Aquella era Yumi, una de las tres elegidas por Akito Rukawa para ser candidata a novia de su hijo Kaede, si, aunque sonara tonto e ilógico, se hombre se empeñaba  en comprometer a su  unigénito   formalmente antes de que éste efectuara su viaje a Estados Unidos con tal de cumplir sus sueños jugando básquetbol profesionalmente en ese País

Por primera vez desde que el alto moreno de ojos azules se sintió muy contento, su corazón rebosaba de alegría mientras veía como la suave y cálida brisa de la tarde mecía con suavidad y gracia los rubíes cabellos de Hanamichi, tan rojos como el fuego más ardiente. No podía evitarlo, su mirada estaba perdida en él, como si se tratara de una imagen celestial que embriagaba sus sentidos, haciéndolo sentir a ratos muy mareado...

Una persona se encontraba tras él, le observaba y observaba a la vez a Hanamichi desde la puerta de acceso al balcón, mostraba una sonrisa divertida en su blanco rostro  tan níveo como el del mismo de Kaede. Era una mujer bella, que cargaba no más de cuarenta años sobre su cuerpo estilizado y esbelto, su cabello era negro como la noche que le caía hasta media espalda y sus ojos, eran de un color azul tan profundo como el mar mismo

-a veces me pregunto si realmente serás feliz con una chica siendo que estás enamorado de un chico-murmuró Kazumi, con su suave voz femenina.

Kaede salió repentinamente de su ensimismamiento y se volvió a su madre

-no estoy enamorado-respondió frío-...y menos de él-aclaró después despectivamente

-vamos Kaede, no seas tonto...a mi no me engañas, sé que Hanamichi te trae loco hace bastante tiempo-dijo mirándolo directamente a los ojos mientras sus pies iniciaban la marcha para acercarse su hijo

-realmente no entiendo porque insinúas eso, sabes que siempre nos hemos llevado muy mal y las cosas no han cambiado mucho-respondió desviando la mirada

Kazumi obligó a su hijo a voltear

-cualquiera que te viera mirando hacia ese sitio-dijo señalando  a la pareja que esta vez jugaban tirándose agua-creería que es Yumi quien te interesa...yo creo que es ese lindo y bello pelirrojo, a mi no puedes engañarme hijo-concluyó segura

-Y si así fuera tampoco tengo opciones con él, sólo soy el zorro apestoso que si pudo seguir jugando básquetbol y además, esta misma noche me tendré que comprometer con una de esas niñatas -explicó sin poder evitar que su voz expresara un tono de frustración, que aunque leve, su madre sabía percibir perfectamente

-hijo-llamó ella suavemente acariciándole la espalda

-quiero ir a Estados Unidos, siempre ha sido mi sueño, y si tengo que elegir está misma noche a mi novia, voy a hacerlo-Expresó el moreno decidido

- si tu padre fuera menos terco lo hubiera convencido de desistir en su idea-

Kazumi suspiró con fuerza al decirlo y después se abrazó a su hijo para contemplar el paisaje que se presentaba en el atardecer de aquel día, hasta ese entonces Hanamichi y Yumi ya se habían perdido de sus rangos de visión quienes habían corrido en dirección a la casa

-eres muy gracioso y lindo-le dijo Yumi a Hanamichi cuando terminaron su carrera en la entrada de la casa, ella se inclinaba sobre sí apoyando sus manos en las rodillas tratando de recuperar el aliento

El pelirrojo se ruborizó un poco, desde Haruko que no conocía a nadie que lo tratara así,¿ pero esta muchacha le decía que era lindo?

-Gracias Yumi-correspondió un poco cohibido

-lo digo en serio Sakuragui, eres todo lo contrario a Rukawa, él es muy frío e indiferente-dijo al tiempo que se erguía mostrando una mirada queda -mi padre quiere que él me elija como su novia...pero ojalá que no sea así-finalizó sonriendo con esperanza

-yo tampoco te veo como su novia...bueno, no es que no seas lo suficientemente linda, de hecho lo eres...pero es que ese zorro tarado no merece tener a alguien como tú a su lado, no creo que con ese carácter vaya a hacer feliz a nadie-se explicó bastante nervioso

Yumi sólo sonrió

-oh Yumi, aquí estabas-de pronto Arimi les interrumpió. Ella aparecía por la puerta principal

Se trataba de otras de las chicas, pero su aspecto era diferente al de Yumi, era una muchacha en extremo delgada, de mirada coqueta, cabellos rizados de color castaño que le caían hasta los hombros. Vestía un vestido color azul, muy corto, que realzaba las líneas de su figura, demasiado llamativa en comparación a Yumi que era más sencilla en su forma de vestir, maquillarse y manera de comportarse

-estaba dando un paseo con Sakuragui-

-bueno, pero viendo que ya te he encontrado te pido que vengas conmigo al cuarto de Sora-le dijo presurosamente y luego dirigiéndose a Hanamichi le dijo:-cosas de chicas, disculpa que me la lleve pelirrojo-

Antes de que Hanamichi pudiera dar una respuesta Yumi ya era arrastrada de una mano al interior de la casa. Se encogió de hombros, luego entró tranquilamente dirigiéndose al despacho improvisado de su jefa, ella no estaba allí en ese momento. Mientras esperaba se dedicó a revisar un archivo del caso Nakatomi, un empresario acusado de asesinar a su esposa, Kazumi era su abogada defensora y debía presentarse en la corte el día tres del mes siguiente, apremiaba el estudio de los antecedentes, razón por la que ella había llegado a Chile esa misma mañana en vez de llegar el día de víspera de navidad cuando el resto de la familia y las chicas llegaron.

-¿te divertiste en el paseo?-preguntó apareciendo en el despacho, rato más tarde

 Hanamichi se encontraba reclinado en la silla del escritorio. Se puso inmediatamente de pié cediéndole el lugar, eso de ocupar su sitio cuando ella no estaba ya se había convertido en costumbre por estos casi tres largos años que llevaba trabajado para ella

-mucho, el lugar es muy bonito y fue muy agradable hacer el recorrido por la ciudad en compañía de Yumi-

-ella es una chica muy linda y dulce-expresó Kazumi, pero no se sentó sino que fue hacia la ventana, que también tenía vista al lago- pero no es para ti-aclaró simplemente fijando su vista en el paisaje exterior, el que poco a poco comenzaba a teñirse de un color café rojizo por la caída de la tarde

Hanamichi guardó silencio aceptando su comentario, Kazumi a veces actuaba como su madre, siempre le decía cual chica le convenía y cual no, pero eran mayores las veces en que se daba la última opción

-lástima que Hitomi  no haya querido viajar con nosotros, esto es algo que no se ve todos los días-expresó refiriéndose al espectáculo que contemplaban sus ojos

-si-respondió Hanamichi bufando y dejando apoyar su espalda contra una pared-sin tan sólo no le tuviera miedo a volar-murmuró con desgano

-pero ya-Kazumi se volvió al muchacho-no es hora para que te pongas triste, mejor ve a tu cuarto, descansa un poco y nos vemos en la noche-

Hanamichi le miró sorprendido

-con dos años en la carrera eres un excelente asistente pero no te traje para trabajar sino para que disfrutes un breve descanso-

Kazumi era muy consiente para con el muchacho, hijo de una buena mujer que había conocido hace algunos años atrás. Hanamichi se había ido a trabajar con ella antes de terminar la preparatoria, tiempo en que ella, Kazumi, le inculcó el amor por estudiar derecho en la universidad. Le parecía un chico esforzado, que había madurado bastante en el tiempo que llevaba conociéndolo dejando atrás parte de la arrogancia y alegría excesiva de la inocencia juvenil.

Hanamichi estudiaba y trabajaba a  la vez, todo por su madre, la misma a quien Kazumi estimaba como una amiga con la cual tenía la responsabilidad de cuidar del muchacho

-¿está segura?-preguntó Hanamichi

-si Hanamichi, ya revisé gran parte de los antecedentes Nakatomi, veré ahora un caso pequeño y luego descansaré...hasta pasado mañana-le dijo con una firme sonrisa que sabía que le despreocuparía

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Los fuegos artificiales explotaron en el cielo reflejando sus multicolores brillos en las aguas oscuras del lago... el reloj ya marcaba las cero con quince minutos del primer día del nuevo año.

Hubieron abrazos y buenos deseos para el nuevo año que iniciaba, también hubieron felicitaciones para el joven de ojos azules que cumplía veinte años; los regalos, abrazos y besos para él no se habían hecho esperar...ahora era el momento de contemplar el hermoso espectáculo, los ojos brillantes en emoción se habían dirigido al cielo instintivamente con el primer estallido.

Kaede no disfrutaba para nada el momento, era la única persona entre todas las que se encontraban en la fiesta que se llevaba a cabo en la terraza que pensaba que toda esta celebración era para sellar una condena, la suya, porque la hora de elegir a una de las chicas se aproximaba

Suspiró con pesar mientras bebía el primer y último sorbo de champagne...sabía que estarían un buen rato entretenidos al ver a todos con las vistas perdidos en las figuras que se formaban en el cielo, más de uno, como era el caso de Hanamichi y las tres candidatas, se habían ido hacia el barandal como consumidos en un maravilloso sueño...luego le siguieron otros, háblese de padres y amigos de la familia

Él permaneció en su sitio con desgano, pensando es si perderse o no tan sólo por un rato... con sus manos en los bolsillos del elegante traje su cabeza viraba entre las personas y la entrada a la casa, dudando

Finalmente su vista se quedó en el perfil de Hanamichi, lo vio con el rostro iluminado, como si fuera un niño maravillado, embobado pero muy lindo...

Sonrió, con una mezcla de fascinación y tristeza, lo amaba pero debía tragarse ese sentimiento por que jamás podría echarlo fuera

Al final de tantos pensamientos se decidió a irse por ahí pero no lo haría sólo, caminó hacia Hanamichi y lo jaló de un brazo arrastrándole hasta el interior de la casa, y como lo había supuesto, nadie se percató o si tal vez pero no le dieron mayor importancia

Hanamichi no podía salir de su asombro, no había dicho nada, ni chistado siquiera por el repentino acto del moreno, pero ya dentro de la casa tenía que preguntar

-¿Qué se supone?...-

La boca de Hanamichi había tratado de esbozar una pregunta de reproche que murió rápidamente ahogado por los labios de Kaede que repentinamente le besó sin dejarle hablar

El pelirrojo no se dejó  hacer y con un empujón a la altura de su pecho lo separó con fuerza

-¡¿Qué mierda?!-chilló Hanamichi  pasándose la mano por la boca en una clara intensión de quitarse de encima la esencia del ojiazul

-fue un beso-respondió simplemente y sin inmutarse

 Hanamichi no lo creía ¿Cómo se había atrevido?

-¿Por qué lo hiciste?-chilló

-por que quiero-

-¿Por qué quieres?-preguntó viéndolo como un fenómeno

-aja, simple curiosidad por saber que se sentía al besar a un hombre... y tengo una más que satisfacer antes de que mi padre me obligue a comprometerme con una de esas-explicó refiriéndose a las chicas elegidas por su padre

-Ja! Y no se te ocurrió mejor propuesta que yo para besar-soltó Hanamichi con sarcasmo, superado con la simpleza en que le hablaba, ese no era el zorro, era algún otro con la misma cara inexpresiva

-eres el único disponible, no veo a nadie más-

-¡estás loco!-

Después de esas palabras Hanamichi dio media vuelta para irse pero Kaede le dio alcance inmediatamente abrazándolo por detrás, deteniendo su huida al tiempo que su boca se situaba lo más próximo a su oído

-no estoy loco, sólo quiero satisfacer una curiosidad -susurró suavemente dejando que su aliento diera de lleno contra la oreja del pelirrojo que sintió como todo su ser se estremecía impensadamente- ven conmigo un momento-suplicó sensualmente

-olvídalo zorro, no voy contigo por nada-

-todos tenemos esa pizca de curiosidad dentro de nuestras mente, es excitante con tan sólo preguntarse qué pasaría con probar, imagina lo que sería llevarlo a cabo...yo quiero saberlo ahora porque después ya no podré...y sé que tu también quisieras saberlo  -ronroneó esta provocándole con una suave caricia de sus labios que le dio en el lóbulo de la oreja

Definitivamente Hanamichi creyó que ése que le provocaba era otro zorro

-no-respondió apenas sin negarse que ese toque le producía algo

-es mi última posibilidad, no me la niegues...ven y tengamos sexo   -

-no-dijo, aunque sinceramente la duda ya se había apoderado de su mente, al sentir toda la cercanía del moreno se preguntó cómo sería el mismo contacto pero a piel desnuda... no se reconocía a sí mismo ¿tan fácil era entrar en su mente y hacerlo dudar?

- será una gran experiencia que ni tú ni yo olvidaremos-

Esta vez ya no hubo respuesta, Hanamichi se estaba confundiendo, pensándolo sin querer, si hasta se había olvidado de la fiesta, de que alguien podría entrar y encontrarlos en esa embarazosa posición

Por su parte Kaede sonrió, el silencio de Hanamichi era ventajoso, sabía que ya había logrado algo, al menos hacerlo dudar...este era el instante que necesitaba

Cuando al fin Hanamichi tenía decidió una respuesta, un rotundo "no" que pretendía esbozar tras haber pensado mucho en que  si lo hacía por satisfacer una curiosidad estaba bien, era posible, pero tratándose del zorro, su rival desde siempre, llegó la negativa a cualquier posibilidad... ya era muy tarde para decir que no, ni siquiera se había dado cuenta como fue conducido hasta un cuarto, pero ya se encontraba allí y a esas alturas no habría vuelta atrás para las pretensiones del moreno

 -no quiero estar aquí, no quiero hacerlo-dijo ante la inminente situación que sucedería estando allí, sabía que Kaede no se andaba con sutilezas y que  no cedería ahora que ya lo tenía donde quería

-si -dijo el moreno seguro

-yo no quiero- contradijo

Muy tarde otra vez, Kaede le había soltado un par de segundos para asegurar la puerta pero de nuevo le atacaba por la espalda. Hanamichi no sabía por qué reaccionaba así, por qué no se separaba y lo golpeaba por su atrevimiento...mientras era empujado hacía el escritorio, que resultaba el de la mamá de Kaede, en su despacho mismo, todo en él no hacía ni la más mínima intensión de rebelarse

El pelirrojo se vio forzado a apoyar su mano contra la superficie del escritorio, mientras Kaede se encargaba de sus pantalones. El moreno tenía claras intensiones de ser tomado pero consideraba que era él quien debía tomar ya que Hanamichi se estaba oponiendo aunque no del todo, aún así quería ir con seguridad

-por favor no-suplicó Hanamichi con voz débil, al tiempo que sentía sus pantalones y bóxer por los pies

Kaede se acercó a su oído nuevamente para tranquilizarlo

-será esta vez, sólo una vez y va a gustarte- aseguró suavemente, luego se alejó nuevamente para encargarse de sus propias ropas

Hanamichi cerró los ojos ¿acaso quería probar?...no era posible que se quedara allí esperando que Kaede hiciera de las suyas

-no va a pasar nada malo y te prometo que nadie va a enterarse de esto-fue lo último que Hanamichi oyó claramente del moreno antes de que todo iniciara.

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Hanamichi abandonó el despacho de su jefa después de que Kaede saliera para dirigirse a la terraza. Se fue a su cuarto, se dio una larga ducha mientras sentía una molestia en su parte baja ante el menor movimiento...

Decididamente lo que había hecho no tenía nombre, pero bueno, tal como Kaede lo dijo, nadie lo sabría y era mejor olvidar o intentar hacerlo lo más pronto posible

Con respecto al resto de la fiesta, no quiso saber más. Se durmió hasta el otro día, enterándose en el desayuno que Kaede había elegido a Sora, Yumi era la más feliz por esa elección que evidentemente la liberaba, su rostro sonriente lo decía todo

Daba medio día cuando Kazumi, dio por terminada la espera para que su hijo se dignara a salir de su cuarto. Pidió una bandeja con el desayuno y ella misma se lo llevó al cuarto

Lo encontró despierto, escuchando música y con la mirada fija en el techo.

Kaede estaba tan ensimismado en los recuerdos del momento que pasó junto a Hanamichi que no la vio venir, y sólo se dio cuenta de su presencia cuando Kazumi le quitó los audífonos del oído

-te traje el desayuno-dijo la mujer señalando la bandeja que había acomodado sobre la cama

Kaede miró la comida con desgano, simplemente no le apetecía, no podía tener hambre después de lo vivido

-gracias mamá pero no quiero nada-

Kazumi suspiró y se sentó cuidadosamente retirando la bandeja y colocándola esta vez sobre la mesa de luz

-entiendo que por verte atado a alguien que no quieres te moleste, pero no es razón para dejar de comer-

-nadie dijo que es esa la razón que me quita el  hambre-murmuró en doble sentido sin el deseo de entrar en explicaciones

-Hanamichi-concluyó rápidamente-te tiene mal saber que no puedes estar con él ¿verdad?-

-no mamá, no insistas con eso...no lo entenderías en todo caso-

-no sé porque no elegiste a Yumi, ella parece interesada en él-comentó sólo para molestarlo

-¿acaso crees que tengo que alejar de él a todo quien se le acerque?, da igual no crees...ya estoy comprometido, no hay más que hacer-dijo mas sereno de lo que su madre esperaba

-el divorcio existe por una razón,  no tienes por qué atarte toda la vida a Sora, cumples tu cometido, te divorcias y luego vuelves por él...-

Kaede le miró entre extrañado y sorprendido

-madre, te recuerdo que mi padre quiere nietos, el trato con él está en que mi novia debe estar embarazada al momento de irme...te imaginas estar casado con un hijo y divorciarme, nunca dejaría a un hijo mío solo por estar buscar un amor que tal vez jamás me corresponda...no tengo más opción que atarme de por vida-

-te resignas antes de tiempo y no entiendo cómo puedes amar tanto un deporte como para llegar a un trato semejante con tal de conseguir tu sueño-

-ya lo hablamos mamá, es el sueño de mi vida, lo quiero cumplir desde que tengo memoria-

Kazumi se puso de pié resignada

-Hanamichi y yo nos vamos en dos horas, espero que te hayas levantado para despedirnos-

-claro mamá-respondió

Tal como Kazumi había anunciado, dos horas más tarde iba rumbo al aeropuerto  ubicado en una ciudad a dos horas de camino en coche, allí le esperaba un jet privado, mismo que emprendería regreso dos días más tarde para trasladar al resto de la familia

Después de que Hanamichi y Kazumi dejaran la casa, Kaede fue al despacho. Una sonrisa se apoderó de su rostro, el pelirrojo había sido suyo en ese lugar...aún mantenía frescas todas la sensaciones que sintió en ese momento, estaba seguro que nunca se olvidaría de aquel orgasmo único que alcanzó con él...

Si, su madre tenía mucha razón en lo que le dijo, no debía sacrificar su amor por un deporte pero estaba convencido que Hanamichi no le llegaría a amar, entonces no valía la pena...resultaba ser un cobarde al no dar la lucha pero no podía quedarse sin al menos una de las dos cosas que amaba, solo era consciente y se iba con aquel sueño que si tenía la esperanza de cumplir

Obligado o no a  casarse con una mujer, estaba destinado a no estar nunca con la persona que amaba...

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Luego de finalizado el receso por las fiestas, Kaede regresó a clases y entrenamientos por la tarde. Era inevitable no encontrarse día a día con Hanamichi en los salones, ya que por cosas de la vida estaban en la misma carrera, pero claro, él mostraba un poco de desinterés por llegar a ser abogado ya que sólo estudiaba para seguir la tradición familiar

El mes había pasado rápido, las cosas eran muy simples, todo estaba exactamente igual y el comportamiento del pelirrojo hacia él no había variado, eso era el producto de haber dejado las cosas claras aquella noche

Aquel día, un jueves por la tarde, Kaede se dirigió presuroso al gimnasio, llevaba unos minutos de retraso para el entrenamiento dado que había ido al despacho de Kazumi, con intensiones de hablar con ella y también para saber algo de Hanamichi quien hacía tres días que no asistía a clases, por supuesto éste tampoco había ido a trabajar, se había excusado con su madre argumentando una enfermedad

Terminaba de atarse las agujetas del tenis dispuesto a salir a la duela cuando de manera sorpresiva  unos pies aparecieron frente suyo. Levantó la vista sólo para encontrarse con un airado pelirrojo que le tomó por la solapa e hizo que su espalda se estrellara contra los casilleros

-¿Qué demonios de te pasa?-preguntó enojado por su brusco actuar, ese golpe en su espalda le había dolido

La mirada de Hanamichi era cólera pura, las facciones de su rostro se encontraban claramente entumidos en un enojo inusitado

-¡me prometiste que nadie iba a saber!-gritó Hanamichi

Kaede le vio extrañado, no le había dicho a nadie, nadie los había visto ¿Por qué tenía que venir e interrumpir su ida al entrenamiento para gritarle semejante tontería?

-nadie lo sabe, torpe-respondió enojado pero muy seguro

Hanamichi al oír su respuesta golpeó el casillero con el puño cerrado al lado de su oreja

-¿si verdad? Nadie lo sabe, pero se sabrá zorro, ¡maldita sea, sí que se sabrá!-lo dijo entre dientes tratando de no gritar esta vez

-no, si tú ni yo hablamos nadie lo sabrá, no tienes por qué perseguirte-

Tras decir esto, se hizo a un lado, daba por concluida la charla y estaba dispuesto a ir de una vez a la duela donde sabía que le esperaban

-se sabrá cuando tenga cuatro meses o cinco-Hanamichi comenzó a decir con voz suave  y la mirada fija en esa mano apoyada aún en el casillero-estoy embarazado zorro...se supone que lo hombres no pueden tener hijos pero al parecer yo si-concluyó con voz débil

Kaede se había detenido, sintiendo como si un balde  de agua helada hubiera caído sobre su cuerpo ¿no estaba hablando en serio o sí?...era inconcebible, no podía ser...con el temor de que todo fuera verdad se giró lentamente hacía el pelirrojo que no había variado su postura

-¿estás mintiendo verdad?-preguntó sintiendo un nudo en la garganta

-no-

La seca respuesta del pelirrojo dejó al moreno sin habla, no le mentía, no hubiera llegado indignado a enfrentarlo si no fuera verdad...sería padre, iban a ser padres...

Ni siquiera tomaba el peso a todos los pensamientos que invadían su mente en ese momento cuando la voz enojada del entrenador le sorprendió por la espalda

-no esperaremos toda la tarde para su majestad se digne a ir a entrenar- y dirigiéndose a Hanamichi le dijo:-usted no debería estar aquí- luego de eso dio media vuelta y se fue

-hablamos después -dijo Kaede a Hanamichi y al no tener respuesta de éste, simplemente salió

 

 

 

Notas finales:

Espero sinceramente que les guste esta nueva propuesta...

Hasta pronto


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