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Una luna creciente se vislumbraba en aquella noche llena de estrellas, aquel hermoso espectáculo era observado desde el ventanal de una habitación de paredes verdes pálidas con una decoración elegante y moderna, una cama tamaño King Size estaba en medio de la habitación donde dos figuras idénticas se hallaban abrazadas en medio de la enorme cama.
Las dos figuras solo vistiendo el pants de pijama de color azul cada uno, sus miradas perdidas en los ojos del otro y sus cabellos anaranjados resplandecían bajo la tenue luz d de la luna.
-Eh…¿Hikaru?
-¿Qué pasa Kaoru?
-Pues… etto… veras, me preguntaba si… me puedes contar una historia para dormir…
-¿Pero qué dices Kaoru? Eso hace años que no lo hago
-Sumimasen Hikaru… no debí de preguntarte, es solo, que acudieron algunos recuerdos hacia mi, tu sabes yo… fue algo estúpido, una tontería…
Hikaru puso un dedo encima de los labios de su hermano, haciéndolo callar.
-No Kaoru, no seas tonto, yo no dije que no lo haría, solo que hace mucho que no lo hago, pero daré mi mejor esfuerzo para complacerte.
Las mejillas del menor se tiñeron de rojo y se acurrucó en el pecho del otro mientras este le acariciaba el cabello y comenzaba su historia.
Hikaru adoptó una voz mas grave de lo normal contó una simple pero sencilla historia de hadas; amor, príncipe y princesa, separados por sus padres pero unidos por el corazón, monstruos imaginarios y reales asechaban el amor de ambos jóvenes y como buen cuento de hadas contemporáneo contaba con un final feliz.
Kaoru grabó en su mente todo aquello que su gemelo le dijo y aun mas importante guardo en su mente todas las expresiones del mayor y los diferentes matices de voz que utilizaba, sin razón aparente de su acción.
Al final Hikaru solo se acerco a la frente de su gemelo donde deposito un suave y tierno beso y deseándole las buenas noches se durmió, aquel deseo el cual su hermano no pudo cumplir por una razón desconocida.
Miradas, recuerdos, memorias, sueños, pensamientos, ilusiones, versos, reflexiones, acudían a la mente del menor solo para atormentarlo.
Simplemente no lo podía entender, ¿Porqué no podía dejar de pensar en Hikaru?.¿Porqué últimamente se comportaba como un niño con él?, ¿Porqué invitada estúpidas excusas para que su hermano no se alejara ni un segunda de su lado?, ¡Ah! Pero cuando lo hacía simplemente lo ignoraba hasta que Hikaru se le arrodillara y le pidiera perdón.
-Me estoy convirtiendo en un monstruo…
Kaoru se retiro un poco del cuerpo de su hermano y miro las estrellas, las contempló, las admiro y resignadamente soltaba cansados suspiros que salían de su boca productos de los pensamientos que divagaban en su mente.
[[Lo siento mucho Hikaru, pero es que ya no lo puedo evitar… cada vez que veo… cada vez que te siento… ¿Por qué?, ¡No se ni siquiera a ciencia cierta que es lo que me pasa!]]
-Sí, si lo se_ se respondió Kaoru con una amarga sonrisa y una triste mirada.
[Me pregunto… ¿Qué es lo que me pasara?]
Kaoru volteo hacia donde dormía su hermano con los ojos cerrados y la boca abierta.
-Hikaru… ¿Y qué es lo que pasa cuando la misma sangre es la que los separa y es la misma que los une?
Una lágrima solitaria surcó la mejilla del chico.
Solo dejando como testigo la luna...
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Continuara...