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Deseo por Yakumo

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Notas del fanfic:

¿Alguien había notado que si solo dejamos los apellidos de los cachorros queda BL? Boys Love!! Adoro los mensajes subliminales.

Notas del capitulo: Primer Slash de esta servidora. OwO que nervios... En realidad no espero mucho. Es una historia terminadamente incompleta. No espero hacer continuación, pero estoy segura de que tendré que hacerlo (¿?)

Ojalá... ehh... no me maten. (No diré "disfrútenla", es comprar una pistola, ponerle balas y dársela a mi peor enemigo (si tuviera) diciendo "dispárame!" OO)
Deseo

Fandom:
Harry Potter

Yakumo Kaiba Eiri

Serie de One-Shots del Fandom de Harry Potter inspirado en canciones del grupo La Ley
(o sea, no es necesario escuchar la canción)


Notas:Harry Potter no me pertenece, como tampoco sus personajes (De ser así muchas cosas serían distintas T w T), esta es una historia exclusivamente de fans para fans sin ánimo de lucro (a quien quiero engañar, si tiene ánimo de lucro, pero ¿quién pagaría por esto? xD) si no que con el solo objetivo de entretener. Yaku-chan se une a la Campaña liderada por Katrinna Le Fay: No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante. Muchas gracias Katrinna por prestar tus palabras y seamos muchos los que las gritemos.

Deseo

Autora:
Yakumo Kaiba Eiri

Canción Inspiradora: La Ley- Aquí (www . youtube . com /watch?vW7h7VyrUOQE) (sin espacios)


One-Shot


Todo era nebuloso en ese lugar. Sus memorias se dispersaban como vapor mientras su cuerpo se iba sintiendo cada vez menos consistente.


Deseaba gritar, pero no podía. Probablemente sus cuerdas vocales se encontraban lejanas, en algún punto donde su garganta no alcanzaba a captarlas.


Deseaba ver, pero no lo lograba. Sus ojos debieron haberse cegado o simplemente se habían desvanecido.


Deseaba oír, pero no había nada que escuchar. O quizás todo su aparato auditivo simplemente ignoraba los sonidos de ese ambiente.


Deseaba sentir, y sentía. Sentía más de lo que podría desear. Pero lo único que en realidad deseaba sentir, no lo sentía.


Sus recuerdos pasaron frente a él por una última vez antes de perderse para siempre en el vacío en el que él no podía ni ver, ni oír, ni sentir, ni gritar.


Al comienzo solo eran nebulosas tan inservibles como todo en ese lugar, pero de pronto deseó saber. ¿Qué era ese lugar? ¿Cómo había llegado? Y sobre todo… ¿Qué era lo que le hacía sentirse tan vacío?


Todo comenzó. Por que él lo deseaba. Y en ese mundo nadie deseaba recordar, por lo que todas las fuerzas de ese lugar se esforzaron por ayudarlo a recordar. Por que él deseaba recordar.


En un instante estaban corriendo al rescate de Harry (se llamaba Harry, ¿cierto? Su ahijado… el hijo de… de sus amigos…); un beso de esperanza, un beso de Volverás a casa conmigo, ¿cierto?; unos ojos dorados que tuvo que ignorar para seguir sus instintos protectores hacia su ahijado; una carrera; una batalla; unos odiosos ojos grises, gemelos suyos; una risa cruel; un paso atrás para esquivar el Avada Kedavra; y unos ojos dorados, llenos de dolor, mientras sentía la mortal caricia de un velo.


Ya sabía donde estaba. Lo sabía. Y, en el momento en que lo supo, sintió una caricia nuevamente. Pero no era de un velo… era una mano… una pálida mano que le reformó el rostro.


Ya no había desorden, todo volvía a su lugar.


Sentía sus dedos, sentía sus piernas, sentía su cabello contra su rostro.


Oía su propia respiración agitada, sus pasos en el silencio, buscando el cuerpo de aquella mano tan conocida.


Veía el horrible panorama del otro lado del velo, veía esas almas desarmadas, y vio a aquellos que se las comían, cuando ya nada de humanidad quedaba en ellas.


Y gritó. Gritó como no había gritado nunca. Al saberse solo, en un mundo de pudrición y desamparo. Un mundo sin él. Y donde tampoco quedaría pronto mucho de si mismo.


Pero su grito fue acallado. Acallado por la pálida mano de su salvación. Una mano que no podía ver. Pero si deseaba sentir. Y algo le dijo que todo el que deseaba era bendecido en ese lugar. Por eso él era diferente a esas almas. Por que él había deseado.


Y deseó seguirla. Seguirla a un mundo mejor. Incluso si pertenecía a la mano de la muerte, si la muerte era tan cálida como esa mano, él deseaba morir.


Y la siguió. Y la siguió.


Y atrás iban quedando esas almas putrefactas, y esos seres que las devoraban. Y el vacío. La soledad. Y el desarmarse.


La siguió por caminos luminosos solo para sus ojos. La siguió por vacíos llenos de nadas, pero que eran mejor que vacíos simples.


La siguió. Y finalmente la sintió. Nuevamente en su mejilla y más tarde en su nuca, enredándose en sus cabellos. Como solo una mano alguna vez lo había hecho.


Fría humedad cayó por sus ojos, y antes de que pudiera siquiera sentirlo, supo que estaba llorando. Llorando por lo que había dejado al otro lado del velo. Por lo que quería recuperar.


Y sus labios fueron tocados, tocados por dedos húmedos por lágrimas. Y la vio.


Esa mano pálida ahora era levemente dorada. Y no estaba sola. Había un cuerpo con ella y cuando levantó los ojos perdió la respiración al ver el dorado del par que le miraba.


Y las lágrimas inundándole.



- Es… igual al cuadro…- susurraron esos labios delgados, abrazándole más.



Sintió sus brazos rodeándole y gimió. Gimió de dolor, le apretaba fuerte. Gimió de frío, estaba empapado. Gimió de felicidad, lo tenía nuevamente a su lado.


El abrazo se soltó un poco y él se angustió. No deseaba que le soltara y abrió la boca para decírselo. No me sueltes. Nunca más me sueltes.


Pero no pudo, esos dedos le callaron.



- No digas nada. Yo sé que debes estar agotado.- una sonrisa tan sincera, y vacía de dolor. Solo felicidad. Nunca le había visto tan feliz, como si los tiempos pasados no hubieran existido, ni siquiera en el colegio se veía tan feliz.



Sus cabellos estaban largos, sus ojos brillantes, y su piel mojada. La oscuridad del lugar le hizo buscar la fuente de la luz que le permitía ver y arriba vio un redondo agujero. Flotaban en el agua, él afirmado por la cintura de aquel que le miraba feliz.


Le miró nuevamente y separó sus labios. Su garganta dolía, como si hubiera gritado por siglos. Seca, como si no hubiera bebido por milenios.



- Rem-…-pero esa mano le volvió a callar.


- No te esfuerces… Accio Saeta Lunar… - susurró y por el agujero bajó volando una escoba plateada y se mantuvo en el aire sobre el agua. Los labios del ojos dorados sonrieron y le instó a subir, sin soltarle la mano-… vamos…- la Escoba bajó, metiéndose en el agua y haciendo que ambos quedasen sobre ella para luego, como con vida propia, saliese hacia la superficie.



El cabello negro golpeaba su rostro. El viento, la luz, el cielo. Sus ojos grises se cerraron, sintiendo, solo sintiendo, pero luego se abrieron, buscando. Y vio la sonrisa tranquila, y los dedos entrelazados, el brazo en su cintura, protector.


Era él. Y tenía nuevamente 20 años. Su piel clara estaba un poco bronceada. Sus cabellos estaban largos. Pero era él. Era él.


La escoba bajó hasta tierra, y el menor tomó la mano del de grises ojos, ayudándole a sostenerse en pie para luego sentarse a su lado en el pasto.


Un silencio tranquilo se puso entre ellos. No había presión, pero si comprensión.


El de largos cabellos castaños se levantó pero la mano del mayor se encerró en su muñeca. Sus labios estaban cerrados, pero sus ojos gritaban. No me abandones.


Sonrió con dulzura y se dejó caer a su lado, tomándole las manos.



- No te dejaré… solo voy a buscar mi morral que está al lado del Pozo…- le apuntó y por fin supo de donde habían salido. Un pozo.



Pero no dejaría que se fuera. No después de… de haber estado sin él. Hizo el amago de levantarse pero el menor negó.



- No, no, estás agotado… no te dejaré, lo prometo…- sonrió y susurró mirando hacia el pozo- Accio morral…- el bolso llegó a su lado y lo abrió, sacando un poco de comida y pasándosela-… ten, debes tener hambre…- sonrió.



El mayor tomó lo que le tendía y se sorprendió al recibir un paquete de…



- ¿Maní con miel?- preguntó con la voz rasposa. El menor se sonrojó un poco y sonrió tímidamente. Lo necesité tanto.


- Es… mi favorito… lo siento, creo que tengo algo mejor por aquí…- rebuscando, pero la mano del de largos cabellos negros y ojos grises le detuvo, haciendo que le mirase. Chocolate. Maní con Miel NO ES chocolate.-… ¿si?



Esa mirada le atravesaba el alma. Y él tembló. Sentía que podía saber todo de él con una sola mirada.


No es que tuviera mucho que esconder tampoco.


El mayor no pudo aguantar más. Deseaba besarlo, deseaba calor, cercanía. ¿Por qué sentía que entre ellos había un muro entre ellos? Era él, un poco cambiado, quizás, pero era su…



- ¿Remus?- su voz sonó necesitada. Ansiosa. Temerosa de que fuese solo una fantasía.



El menor sonrió un poco, sus ojos brillaron.



- Soy Remus… pero me temo que no soy el Remus que tú esperas…- respiró profundo mientras la respiración del otro se cortaba-… soy Remus Lupin Weasley, hijo de Ted Lupin y Victoire Weasley. Nieto de Remus Lupin y Nymphadora Tonks…- vio como los ojos grises se abrían impresionantemente-… No soy el Remus que esperabas…- corroboró con una sonrisa algo triste.



Y Sirius Black comprobó que definitivamente el Velo te robaba la vida.


Pero que un Pozo de los Deseos puede devolverte una nueva.



¿Fin?



Dedicado a:
Definitivamente a todas (y todos) aquellos que no se resignan a creer en lo que Rowling dice y que a través de sus propias palabras, dedos y fics nos cuentan a los demás las múltiples caras de una misma moneda. Por que la magia no solo hay que leerla, hay que creerla y vivirla. A Daia Black, por contestarme todos mis reviews, apesar de que sé que soy algo cargante - es que me gusta recibirlos, por eso doy muchos...


Notas de Autora: Bueno, la idea era dejar con la Intriga definitivamente. Un día que viajaba de casa de mis abuelos a la ciudad donde está mi universidad iba muy aburrida escuchando música en mi Mp3 cuando me di cuenta de que una canción de la Ley (Grupo Chileno de Rock Melódico que se separó hace poco uu) me recordaba mucho a Sirius Oo... entonces me dije que iba a hacer un fic por cada canción que tuviera en el Mp3 de ellos y saqué mi cuaderno y comencé a escribir. Esta fue la primera (notarán que "Aquí" empieza con "A" U), no sé si los siga. En realidad lo publiqué por que... maldición, TENÍA que publicar algo de HP, los cachorros no me dejaban vivir. Así que aproveché mi término de exámenes y escribí esto mientras viajaba a mi casa. Vamos, que de algo sirvan las 5 horas de viaje uU... en fin, este One-Shot deja espacio para MUCHA MÁS historia (como el de cómo salió, por que Remy estaba allí, por que habla de un cuadro, por que no usa varita (no, no es que me halla olvidado de mencionarlo ¬¬) entre otras muchas cosas). Y está toda en mi cabecita, pero no sé si quiera salir. Dependerá si a alguien le interesa, supongo. Lo del maní con miel fue por que ese día que viajaba lo probé. Me divido entre que lo odio y me agrada, no sé.


En Fin... los reviews se agradecen, pero no es necesario - -U no tengo esperanzas tampoco.

¿Continuación? Ustedes deciden, yo veré si puedo escribir el de "Delirando"... si, delirando voy a acabar xD.


Nota Final: (Justo después de buscar el video de la canción para dejarlo) Yo NO RECORDABA el video de esta canción OO lo juro... no es que me halla basado en él para hacer el otro lado del velo... Bueno, no es como si la canción tuviera mucho que ver con el One-Shot... pero si tiene que ver con la posible continuación =)
Notas finales: Ahm... no sé si quieren continuación *de verdad sin saber* Si quieren, pues... veré que hago... aunque tengo ya algunos planes *Divaga en su mundo lleno de Slash y Yaoi*

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