Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Confesiones de una Chica Muggle por uroborosnake

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

One-Shot.

Sólo para fanáticos que aprecian mis rarezas literarias, saludos y muchos cariños a todos ellos.

Notas del capitulo:

"I solemnly swear that I am up to no good"

(Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas)

 

 

CONFESIONES DE UNA CHICA MUGGLE

Uroborosnake

            La verdad es que no soy una bruja, eso hay que dejarlo en claro; tengo un nombre relativamente convencional, pero no viene al caso mencionarlo, estudié una carrera poco convencional en una universidad igualmente poco convencional, y en una de todas mis clases, conocí un profesor, un ser extraño del cual me enamoré, creo que a él también le gustaba, pero jamás llegó a suceder nada. Hasta aquí todo parece relativamente normal, salvo por algunas cosillas un poco perturbadoras...

 

            Soy escritora hace años así que siempre veo cosas extrañas donde no las hay, por eso un día descubrí que mi profesor en cuestión, estaba siempre irritable y sufriendo por un dolor raro en su brazo izquierdo, al principio no le di importancia, pero se fue haciendo muy evidente con el pasar de los días y de mi curiosidad.

 

            Paralelamente con mis estudios en la universidad, comencé a escribir fanfictions en una página de la red, y un día, mientras actualizaba en la sala de computación de la facultad, me percaté de que él estaba mirando por sobre mi hombro con expresión sombría, aunque no le di relevancia al este hecho. Me hallaba por completo sumida en un universo paralelo donde Harry y Draco se besaban fuera del invernadero, tímidamente, en medio de una escena invernal y llena de una explosión de emociones apenas contenidas. Siempre he pensado que ambos chicos nunca habían tenido la necesaria instancia para conocerse y comprenderse y yo estaba dándosela entonces.

 

            Harry susurraba una palabra cariñosa a Draco;  se consumía el aliento de un suspiro, sus labios se rozaban hasta culminar en otro beso lleno de promesas, con las manos enlazadas, los ojos navegando en un océano de sensaciones, verde de árboles en primavera, gris de bruma estremecida...

 

            Mi profesor en cuestión se alejó de mí murmurando entre dientes y yo lo miré marcharse por la puerta de vidrio del salón rumbo a su despacho.

 

            Continué escribiendo, por lo general soy prolífica y me gustan las historias largas, y a medida que avanzaba el relato, la relación de ambos chicos iba in crescendo de forma interesante, llena de acontecimientos, de miradas de complicidad, de sonrisas por los pasillos y de citas en Hogsmeade, donde nadie podía descubrir que los rivales más famosos del colegio ya no eran tales, donde nadie podía descubrir los besos que Harry le robaba a Malfoy en la semipenumbra de un crepúsculo de invierno.

 

            Esa tarde, cuando entré a su oficina, encontré a mi profesor hablando por teléfono con alguien que no identifiqué, pero oí claramente que decía con voz asombrada:

 

            - Los descubrí besándose cerca de la enredadera de Madam...-se dio cuenta de mi presencia, y sin más, colgó el auricular, mirándome como si nada hubiese pasado.

 

            Tuvimos una charla acerca de cine aquél día, pero ni él ni yo mencionamos la extraña llamada telefónica. Cuando salí comencé a comprender que algo verdaderamente sospechoso estaba sucediendo, al menos no era normal que se cortara una llamada telefónica sólo por causa de mi presencia, y mucho menos que hablara de algo como eso. Empecé a fijarme más en las cosas que hacía y decía, y en la forma en la que me miraba, con cierto interés, con curiosidad y con cierto sentimiento que yo creí cariño. Al fin y al cabo, me gustó a primera vista y quería que también sintiera algo por mí, ya saben, algo así como el sentimiento compartido de Harry y Draco.

 

            Un día lo seguí, pero no logré nada, sencillamente lo vi desaparecer por el pasillo rumbo a su oficina y no salió de ella en toda la tarde, sólo pude descubrir que a pesar de ser pleno verano, salía un humo verdoso de su chimenea, como si estuviera quemando algo, papeles que le inculpaban de alguna cosa terrible quizá, tal vez cosas sin importancia, exámenes de alumnos antiguos o cartas de cobro de casas comerciales. Aunque...no parecía fuego normal, sino que se elevaba el humo verde en un par de pequeñas explosiones...

 

            Las clases siguieron normalmente, yo era su alumna predilecta y eso me agradaba demasiado a pesar de que ya estaba en antecedentes que cosas raras sucedían con él.

 

            La siguiente cosa, que acabó por confirmar mis sospechas, y condenarme de paso, aconteció un día en que me llamó a su despacho a una hora específica y yo, por curiosidad o por descuido, entré diez minutos antes.

 

            Para ese entonces, Harry y Draco tenían una relación estable con la que habían dejado en claro que se quedarían juntos a pesar de las imposiciones de sus amigos y de las cerradas ideas de Narcissa Malfoy. Lucius continuaba en Azkaban y nadie preguntaría su parecer, y el resto de Hogwarts tendría que quedarse en silencio y soportar estoicamente que loa antes rivales fueran ahora una pareja de tiernos enamorados. Ah, y Voldemort estaba hecho polvo hacía rato.

 

            La oficina del profesor se encontraba vacía y en silencio, quizá él volvería pronto, pero no pude evitar acercarme a su mesa y hurgar dentro de la cajonera, allí...¡Oh, apenas sí puedo describir lo que había allí! En primer lugar, había un periódico, pero no era cualquier periódico, sino El Profeta, en su portada, una foto mágica revelaba una trapo negro sobre un montón de cenizas que volaban con el viento, y los titulares, gritaban ¡¡El-que-no-debe-ser-nombrado fue vencido!!. No me lo podía creer, tenía el pecho apretado por la sorpresa y por la angustia. El siguiente era un número de Corazón de Bruja, y la foto de la portada, mostraba a un par de chicos tomados de la mano, sentados sobre la balaustrada de un antiguo castillo del neogótico inglés; uno de ellos llevaba el cabello desordenado y usaba un par de anteojos algo fuera de moda, el otro, era un chico pálido de cabello ceniciento y rasgos aristocráticos. Estaban tan cerca que sus labios se rozaban con una mezcla de timidez y laxitud que resultaba extremadamente perturbadora. "Harry Potter y Draco Malfoy juntos. Los solteros más codiciados de Hogwarts reconocen públicamente su relación" Así estaba escrito el gigantesco titular.

 

            En el fondo del cajón había una botellita que contenía un líquido espeso de color marrón, lleno de grumos y que olía a mil demonios. Se me erizaron los cabellos cuando entendí de qué se trataba, pero ya era muy tarde para salir de la trampa.

 

            La puerta se cerró de golpe, súbitamente.

 

            El hombre con el que me encontré no era mi profesor, no era el hombre que me gustaba tanto, sino otra persona, y a la vez era el mismo...Este tipo era alto y sombrío, llevaba el cabello negro y crecido hasta los hombros, brillando con algo que podía ser humedad lo mismo que aceite; iba envuelto en una gruesa túnica negra, su nariz larga y ganchuda se veía extraña en ese rostro flaco y severo, y cuán severo.

 

            - Severus Snape... - las palabras huyeron de mis labios petrificados por el miedo.

 

            El profesor curvó los labios en una sonrisa torcida y maligna.

 

            - Veo que nos hemos descubierto mutuamente -dijo con tono de sarcasmo-. Es usted una intrusa, no sólo me la encuentro fisgoneando en mis cosas privadas, sino que se da el lujo de manipular las vidas de los demás.

 

            - Yo no... -quise replicarle.

 

            Él me miró furioso, hurgó en su bolsillo y sacó su varita, caminó dos pasos y me apuntó con ella. Yo no tenía ni la más mínima posibilidad de defenderme contra él.

 

            - Claro que sí ¿o cree que puede ir y comenzar a usar a los demás como si se trataran de personajes o de fichas de un juego? ¿Cree que no hay consecuencias? ¡Por su culpa, ahora Potter y Malfoy quieren casarse! ¿Sabe lo que eso significa? ¡Es horrible!

 

            "Afortunadamente Dumbledore me envió aquí sabiendo que este era el origen del problema. Ahora sólo tengo que lanzar un Obliviate o ponerla en una segura dimensión paralela. Usted elige.

 

            "Ah, es cierto, me olvidaba...el Obliviate no servirá de nada porque ha tenido el descaro de publicar la información en la red, bastaría sólo una par de clics para que recordara todo y continuara con sus horrendas correrías.

 

            Se plantó frente a mí y lanzó el hechizo, no recuerdo sus palabras, sólo sé que caí en alguna parte que era como el mundo visto a través de un espejo, las cosas se veían normales, pero no eran normales, los contornos se desdibujaban, los colores brillaban demasiado o eran opacos y deslucidos, y estaba encerrada, completamente atrapada.

 

            Y aún sigo aquí.

 

            Lo que Severus Snape no sabe es que esta extraña dimensión a la que me envió, no impide que continúe cambiando su mundo por medio de los fanfics, sólo es que no se da cuenta porque él y todos creen que las cosas van como deben ir.

 

            Ahora escribo los fanfics dentro de sus propias mentes, y ellos mismos se encargan de hacerlos realidad.

 

Notas finales:

Mischief Managed!

(¡Travesura realizada!)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).