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Y tú, ¿Qué le dirías? por AIKO_love

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Notas del fanfic:

Mmmm.. No pregunten como es que logre hacer esto ._. Me ha salido algo raro, pero bueno.. Creo que estoy conforme ^^

¿Alguien sabe cómo se escribe realmente el apellido de Elle? Me he hecho un lío tratando de averiguar >>..

Notas del capitulo:

Lala~ Bueno, aquí el primero ^^Uu Gracias a Yami, por leerlo~ Y a ti, que le das una oportunidad a mi fic n_n

Death Note no es mío ¬¬ Ya..

 

I. Maldito destino..

Atinó hacia la canasta, marcando de paso un nuevo punto para su equipo. El silbato del profesor sonó, dando por terminado el partido. Light se pasó una toalla por los húmedos cabellos, mientras bebía distraído de una botella, llena de fresco líquido, y oía sin mucho interés los cumplidos de sus compañeros.



La clase había terminado sin precedentes, una felicitación del maestro de educación física, algunos gritillos lejanos de chicas, y las clásicas palmadas en la espalda. Así es, todas esas atenciones dirigidas a Yagami Light. Porque él no era sino el estudiante perfecto.



Después de las duchas, había caminado lento hacia las aulas. Al final de clases, había junta de delegados. Luego volvería a casa, estudiaría un poco, o tal vez saldría a dar una vuelta por ahí. Porque no tenía nada mejor que hacer, salvo tal vez pedirle a alguna chica que tuviesen una cita. Pero no le apetecía oír parlotear a una mujer sobre lo feliz que estaba por salir con él, o qué color le iba mejor, si el azul o el rosa. ¿Cómo iba él a saber eso?



Tomó asiento en una de las bancas cercanas a la ventana, aun restaban algunos minutos para que la clase comenzara. Era un día plenamente aburrido, si se lo preguntaban. Ese tipo de días no solían pasar seguido por su vida, pero cuando ocurría, le dejaban en un estado de total abatimiento y apatía. La clase pasó lenta y tortuosa, incluso para él.



Se dirigió tranquilo a la sala de reuniones. Dentro habían ya un par de chicos, delegados de otras clases. Saludó cordialmente, y tomó asiento sin más. La fecha del festival de primavera se acercaba, era más que obvio que esa junta era para asignar tareas para cada grupo. Light creyó que un puesto de bebidas frescas sería algo sencillo e ideal. La puerta se abrió una vez más, y por ella entró aquel desgarbado chico. Aun no comprendía como era que un grupo entero tenía tan poca materia gris como para elegir de representante a una persona como Elle. No podía negar que ese chico era brillante, si estaba a la par que él en cuanto a sus calificaciones. Pero su aspecto era lo que desencajaba con todo.



Cabello negro, y siempre enmarañado. Piel pálida. ¿Qué no sabía de algo llamado sol? Y esas eternas ojeras, debajo de los ojos que no parecían descansar jamás. Cada vez que Light le miraba, crecía en sí un impulso casi irrefrenable de regalarle una almohada. Con nerviosismo, Elle mordía ligeramente su pulgar, al sentarse en la banca más alejada de todos.



Los faldones de la camisa sobresalían del chaleco, y traía los pantalones flojos, al igual que la corbata. Desvió la mirada, algo irritado. El verle le mosqueaba sin razón alguna. Luego de unos minutos de incómodo silencio, en el que los otros chicos se miraban, cuestionándose si debían iniciar una plática con Light o Elle, el ruido de una envoltura metálica le taladró los pensamientos. Si, Elle ingería tranquilamente una barra de chocolate blanco.



Todas las miradas se dirigieron inevitablemente a él, que sólo se dedicó a partir el chocolate en pequeños trozos, y comerlos con dolorosa lentitud. Light se levantó de la mesa, buscando como excusa el ir a por una taza de café. Sirvió el caliente y oscuro liquido, Elle estaba junto a él al darse la vuelta.

 

-Buena idea, Yagami-kun..-. Dijo él - Aunque sabría mejor con unos cuantos terrones de azúcar..-.

 

Elle tomó otra taza, llenándola hasta la mitad de café, y echando tantos terrones que Light no fue capaz de contar. Ambos volvieron a sus lugares, Elle con una taza rebosante de azúcar, y Light con los nervios crispados a mas no poder.



El director del colegio llegó luego de algunos minutos. Traía una camisa blanca, con pequeñas gotas de café en el pecho, y un saco azul marino, que le cubría la incipiente barriga. Sus pardos ojos se pasearon por cada uno de los delegados, deteniéndose con una extraña mueca al reparar en Elle, antes de empezar con el anuncio. Miraba atento unas hojas, algo amontonadas en un fólder oscuro.

 

-Bien chicos..-. Pronunció, carraspeando la voz. -Como todos aquí ya deben saber, el festival se acerca, y estoy seguro de que tienen unas ideas brillantes para hacer de este evento algo sumamente entretenido. -Sonrió rascándose levemente la calva cabeza. -Sin embargo, el sindicato de maestros..-. Bajó la voz, pronunciando algunas maldiciones. -Ha decidido acortarnos el tiempo para las fiestas. Luego de darle muchas vueltas al asunto, creo yo que sería excelente que, en lugar de hacer un evento por grupo, se unieran dos grupos a la vez, para crear una participación más elaborada. Así trabajarían todos los grupos, y se acortaría el tiempo de celebración. Créanme cuando les digo que he pedido el mayor plazo de días para que tengan fiesta, pero el sindicato se muestra inflexible-.



-Pero señor..-. Interrumpió Light. -¿Cree usted que los grupos realmente querrán trabajar unidos, cuando todos los demás años han competido?..-.



-Pero Yagami-kun, no es la competitividad lo que queremos resaltar aquí, sino el entusiasmo del alumnado..-.



-Entonces podremos elegir con qué grupo trabajar, al menos, ¿cierto?..-. Cuestionó enseguida una chica rubia, de la que Light no conocía nombre.



-Me temo que no. Se ha decidido también que el emparejamiento de los grupos sea al azar. Pensamos que sería más justo-.



-Si es lo justo, entonces no se diga más..-. Pronunció Elle, y todos se giraron a verle.



-Así se habla.. Ahh-. El director titubeó. -Disculpa, hijo, ¿cuál es tu nombre?..-.



-Elle Lawliet..-.



-Eso. Ahora que todos estamos de acuerdo, me resta pedirles que anoten su nombre y el grupo al que pertenecen-. Mientras pronunciaba esto, dejó sobre la mesa unos pequeños papelillos. -Haremos las uniones ahora. Una vez que este asunto se encuentre listo, quisiera el reporte de la actividad que planean hacer en el festival, dentro de tres días, en mi escritorio-.



-¿No le parece que es muy poco tiempo?..-. Pronunció un cuarto chico, que hasta el momento había permanecido inmutable.


 
-No hay nada que se pueda hacer, tenemos el tiempo encima-. Tomó de vuelta los papeles. -Ahora, es momento de elegir los equipos..-.

 

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Simplemente era el colmo. ¿Cómo podía cargar con tan mala suerte? Había varios chicos más, la rubia, Misa, hubiera sido perfecta, o el tío torpe pero simpático. Cualquiera de los que había en ese cuarto hubiera servido. Pero no, gracias a la regordeta mano del director y al estúpido destino había terminado con Elle Lawliet.



Todo había sido tan rápido que apenas le dio tiempo de reaccionar de una forma socialmente aceptable.

 

-Yagami, La-.. Lawliet..-. Había dicho el director.


-Está de coña..-.

-¿Disculpa, Yagami-kun?..-.

-No, no.. Nada, señor..-. Agradeció la sordera del director.

 

Ahora se encontraba sentado en una de las bancas del salón del fenómeno, con hojas llenas de rayones, en las que se podían apenas leer las ideas para el festival. Un desfile, un concurso de disfraces, competencia de baile o de imitación. A Elle no le parecía nada. Se la pasaba mordiéndose el pulgar, con los ojos fijos en las variadas hojas con propuestas apenas bosquejadas.



-¿Entonces qué? Aun no le veo nada malo a lo del desfile.-. Reclamó Light, con tono frustrado.

-Le falta originalidad. Oí que los de la clase de junto harán eso.-.

-¡Pues hagamos uno mejor! Atraemos al público, y le quitamos puntos al otro grupo. ¿¡Ves!? Es perfecto.-.

-Lo siento, no estoy de acuerdo.-.

-Entonces, señor, ¿qué le parece?-. Habló, lleno de sarcasmo.

-Cartas-. Light abrió los ojos, justo como L.

-’Cartas’, ¿dices? ¿Quién en su sano juicio querría car-..?-.

-Cartas de amor. Podemos poner en funcionamiento una especie de correo. Alguien trae su carta, nosotros la entregamos. Confesiones-.



Yagami estuvo a punto de estrellarle la blanca cara contra el pupitre al otro, antes de que una frase dicha por su madre hace muchos años, cruzase su mente.



‘Las mujeres somos románticas, hijo. Pero los hombres no pierden jamás el toque. Oh, tu padre era tan galante cuando nos conocimos. Flores, cartas, bombones. Todo lleno de amor. Y nuestra primera noche…’



Y de ahí un montón de sandeces que de pequeño le causaron náuseas y malas noches, pero que ahora cobraban sentido. Los sentimientos no podían ser subestimados. Y las cartas eran un método clásico para las ansiadas confesiones de amor. La agente amaba las pequeñeces que representaban algún sentimiento.



Odiaba admitirlo, pero al otro se le había ocurrido una idea.. Decente. No diría más.



-Está bien, Lawliet. Acepto tu sugerencia de las cartas. Ahora, no podemos hacer un simple sistema de correos. Debemos aplicar algo novedoso-.

-Mandar la carta. Que la persona la reciba. Si decide corresponder, en el segundo día del festival podemos arreglar un pequeño café y su primer encuentro, como una cita a ciegas, para que tengan una velada juntos-.

-¡Si!..-. Light se arrepintió de haber accedido tan efusivamente, al ver una extraña sonrisa en la cara de L.

-Y dime, Yagami-kun. ¿Tú qué sabes del amor?..-.



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El sol le daba de lleno en la cara. Se limpió el sudor de la frente, mientras admiraba lo que sería la entrada de su stand. Rojo, elegante y atractivo. Había ordenado a algunos chicos de su clase repartir volantes de propaganda, con la pregunta ‘Y tú, ¿qué le dirías?’ con letras grandes en el frente.



Había sido un problema conseguir el permiso del director. Las conductas de pareja no estaban permitidas en el colegio. Pero con la excusa de que las citas serían inocentes encuentros, lograron que el hombre accediera. Tras las puertas del stand, se encontraba una caja, con una pequeña abertura. Detrás estaría él recibiendo las cartas, y dando esperanza a las personas, aunque fuese falsa.



Por la noche del segundo día, recogerían todo eso y pondrían unas cuantas mesas. Algo simple, habían dicho tanto Elle como Light. Pero de eso ya no sabía nada. Esa ya era tarea del fenómeno.




-Debemos terminar de armar esto para hoy. Mañana no habrá tiempo mas que para arreglar pequeños detalles-. Dijo a los chicos que en ese momento trabajaban en la fachada del local de cartas.



Luego de unos minutos, todo estuvo listo. Sonrió complacido de su trabajo. Al final que lo de las cartas había quedado a su cargo. Ya era más de medio día y no había visto a Lawliet. ¿Se habría enfermado? ¿Habría arreglado ya lo de los encuentros?



Como había dicho el otro, varios grupos organizaban algunas ideas que él había pensado. Le molestó saber que Lawliet tenía razón. Pero se supo satisfecho al ver que el mejor stand era, sin duda, el suyo. Agradeció el trabajo de su grupo y, después de preguntar a unas cuantas personas, logró conseguir el número de móvil de Elle.

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Estuvo mirando largamente los números marcados en la pantalla del celular, sentado en una de las bancas de la explanada del colegio. Era cuestión de apretar un botón. Rojo o verde. Ese era el dilema. Oprimió una vez el verde. Y a los dos segundos, el rojo. Pero si sólo iba a preguntarle del festival, ¿qué problema habría?



Se dispuso a llamar de nuevo. Primer número, segundo, tercero. Y de ahí una llamada entrante del contacto Elle -muerto viviente- Lawliet.

 

-¿Diga?..-. Contestó Light, tratando de sonar casual.

-Yagami-kun, ¿cómo marcha todo?..-.

-¿Cómo crees tú? Lo mío ya está hecho. ¿Has conseguido todo lo que necesitabas para la noche?..-.

-Si, ya está en camino. Sólo es cuestión de montar las mesas. No será tardado-.

-Espero, de eso depende que nuestro stand salga triunfante-.

-¿Por qué no llamabas?..-.

-¿Disculpa?..-. Preguntó Light alarmado, a punto de ahogarse con su propia saliva, y luego miró instintivamente hacia su alrededor. -¿Llamar a dónde?..-.

-Nos vemos, Yagami-kun-.



Después, sólo oyó el molesto tono que da cualquier teléfono cuando a uno le han colgado. ¿Y ése raro de qué iba? Miró una vez más a su alrededor, de ahí el móvil en su mano, y sin más, comenzó a andar hacia la salida de la escuela soltando improperios en voz baja.



Elle sonrió de lado, mirando los pasos del castaño desde la azotea.



-Todo irá bien, Yagami-kun..-.

 

 

Notas finales:

Bien.. Gracias por leer~ n__________n

L es uke :D XD..


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