El asfalto caliente por el sol de la mañana, que a diferencia de los días anteriores, este día en especial, calentaba en su mayor esplendor, era verano y las vacaciones habían empezado, en días anteriores el clima, a pesar de haber sido caliente, favoreció a los habitantes del lugar.
Se quejo al sentir sus pies arder en medio de la calle, había olvidado calzarse antes de salir, y lo lamentaba, pero ya había avanzado y le era estupido devolverse. El calor era abrasador, sentía como las gotas de sudor resbalaban a través de su frente, mientras sus pies seguían ardiendo, pronto desistiría, y pararía a descansar. Únicamente salio a comprar un helado, uno para el y otro para su acompañante que había preferido quedarse en la habitación, por el mismo calor que hacia. Siguió caminando, faltaban solo unas cuadras para llegar a su destino, pero sintió no poder mas, por el esfuerzo que hacia tratando de respirara correctamente, se agoto, el calor lo agotaba. Sosteniéndose de un poste, tomo un poco de aire, saco un pañuelo de uno de los bolsillos de su pantalón, y la paso por la frente, secando el sudor, respiro hondo y volvió a continuar, hubiese querido sentarse, pero sus pies no soportaban el calor, no imaginaba sentarse en un lugar que pronto ardería como el propio infierno.
Un hombre, detrás de su dependienta, bebía agua en grandes cantidades, cuando su mirada se dirigió al frente vio al muchacho, un joven que aparenta unos dieciséis años, vio como se sentaba en una de las sillas de el frente de su local, se acerco a el, y pudo observar detenidamente sus facciones, no pudo evitar fascinarse por lo que vio. Aquel rostro que luce cansado, posee unos hermosos ojos azules, que solo son opacados por el brillo de sus cabellos, se encanto al ver las mejillas sonrojadas del joven, al mismo tiempo le causo curiosidad saber el por que de aquellas marquitas que lo hacían parecer un pequeño felino, bajo un poco y vio el pecho medio descubierto del joven, su piel tostada, y con una delicada capa de sudor, que lo hacia lucir descaradamente y sin ser vulgar… demasiado sexy y apetecible, el hombre rió ante sus pensamientos, el joven lo miro, le pidió lo dejara descansar un momento, argumentando que nunca había imaginado que recorrer cinco cuadras fuera tan agotador
- Es el calor, y si vienes descalzo será peor
- Jiji, olvide ponerme algo
Permaneció allí sentado por unos minutos, luego se levanto y miro a través del vidrio de la heladera, tratando de elegir el sabor correcto para su acompañante, tomo uno de chocolate para el, y uno de pistacho para su acompañante, esperaba no equivocarse en su elección. Pago los helados, y le regalo una sonrisa al señor con el que había platicado, emprendiendo su camino de regreso.
La temperatura no disminuía, termino de quitarse la camisa tratando de buscar algo de frescura para su acalorado cuerpo, de nuevo pensó en las sandalias que habían quedado a un lado de la puerta, seguramente si se las hubiese puesto ya hubiese llegado, y sus pies no estarían ardiendo, se rió de si mismo, se sorprendía de su torpeza.
Por otro lado, un muchacho de oscuros cabellos y piel blanca, permanecía acostado en la cama, cambiando los canales de televisión, y preguntándose por que el rubio tardaba tanto, recorrió la habitación con la mirada y aun lado de la puerta vio el par de sandalias, las de el, y su compañero.
- Usuratonkashi
Como pudo olvidar ponerse algo en los pies, ahora seguro llegaría con los pies hechos añicos. Se levanto y fue hasta el baño, pensaba que haría si su helado llegaba derretido, junto sus manos y las lleno de agua del lavamanos y se la aventó en la cara, deseo que las tuberías no se hubiesen calentado, por que el agua no le dio ningún alivio, parecía arder igual a el, ¡malditos hoteles baratos! Pensó, ahora solo esperaba su helado. Escucho cuando la puesta se abrió y salio apresurado del baño.
En cuanto entro en la habitación sintió una frescura recorrer su cuerpo, Sasuke tenia todos los ventiladores prendidos, y eso refresco su agobiado cuerpo, abrió los brazos tratando de que el aire pasease por su cuerpo, luego empezó a girar sobre su eje, con una gran sonrisa en sus labios, se sentía vivo, incluso sus pies parecían volver a la vida, termino por tirarse en la cama.
- Dobe… trajiste el helado
- Si teme esta en la mesa
Abrió la bolsa sobre la mesa, tomo el envase de chocolate, lo saboreo, y de la misma manera volvió a dejarlo, luego tomo el de color verdusco, igual era dulce, pero lo soporta mas, además necesitaba que por su garganta algo fresco circulara, y bendijo el helado, dulce pero frío.
- ¿Te gusto?
- No.
- Ha bueno… me alegra…
- Mm, no te duermas.
Escucho el concejo en tono de orden, pero su cuerpo permanecía debajo del ventilador del techo, y sus ojos se cerraban, aun contra su propio deseo. Momentos después sintió algo totalmente frío tocar su frente, abrió los ojos y el envase de su helado estaba sobre su frente, sonrío ante el tacto, era totalmente delicioso, sintiendo como las gotas frías del envase resbalaban por su rostro volvió a cerrar los ojos.
- Que no te duermas.
- Hummm
Sasuke tomo los pies del rubio entre sus manos y los sacudió, el rubio rió ante el tacto, pero no trato de quitárselos, luego tomo un poco de crema y empezó a masajearlos. Para Naruto era increíblemente relajante el masaje de su compañero.
- Como pudiste olvidar ponerte algo en los pies.
- No lo se teme.
- Mira como los has dejado.
Permaneciendo acostado, tomo el helado que estaba en su frente y que al parecer empezaba a derretirse, lo destapo y bebió de un solo sorbo lo que se había derretido, luego con el dedo empezó a comerlo. Sasuke dejo los pies de Naruto, escuchando un gran quejido de disgusto por parte del rubio, que quería seguir sintió sus manos. El azabache se sentó a su lado y lo vio comer.
Antes de que Naruto pudiese meter el dedo lleno de helado en su boca, Sasuke lo hizo, introdujo aquel dedo completo en su boca, sacándolo suavemente, para luego lamerlo, Naruto lo observo sonrojado, sintiendo como su temperatura empezaba a subir de nuevo. El azabache metió uno de sus dedos dentro del envase y lo llevo a la boca del rubio, pero antes de que este pudiera consumirlo, esparció el helado por sus labios, luego se acerco y lo beso, mezclando el sabor de sus labio con el del helado, al final delineo los labios del rubio con su propia lengua encargándose de no dejar ningún residuo, el rubio se relamió los labios, sintiendo ese esquistito sabor.
- Ahora no Sasuke
- Dobe, no me gusta el dulce, tengo que buscar la manera de poder comer lo que me trajiste
Ahora tomo el de pistacho y dibujo una línea a trabes del pecho del rubio, para luego limpiarla con su lengua, el rubio solo disfruto, la humedad del helado aumentaba al ser recorrida por la lengua del azabache, pero su cuerpo ardía y el movimiento lo único que hacia era empeorar su estado, luego untándose los dedos de su helado de chocolate lo esparció por el cuello del azabache, se incorporo un poco y se apodero de su cuello, lo saboreo, al principio con delicados besos, luego paso a succionarlo esperando quitarle todo el sabor, para terminar mordiéndolo, Sasuke solo respondió con un gemido cada ves que sentía un espasmo recorrer su cuerpo. Era su turno y no permitiría que el rubio fuese mejor que el, dibujo una línea por debajo del mentón hasta llegar a los labios, de la misma manera la fue quitando, lamiendo y succionando, sacándole pequeños gemidos al rubio, hasta llegar a los labios del rubio y consumirlos en un beso cargado de lujuria.
- Si sigues así lo acabaras ttebayo
- No queremos que eso pase cierto
Delineo las tetillas del rubio, y las mordió, mientras le hacia suaves masajes con la lengua, el rubio solo pudo gemir, sintiendo como el calor aumentaba, sintiendo como su cuerpo reaccionaba a los expertos labios de su compañero, y mientras Sasuke continuaba jugando con su pezones completamente duros, sintió como una mano se adentraba en su pantalón, completamente fría y humedad, esa misma mano se apodero de su miembro, acariciándolo suavemente, frotándolo, obligándolo a levantarse, un sordo gemido salio de su labios al sentirlo, movió sus caderas contra las manos que lo aprisionaban, pidiéndole se movieran, el helado derretido y aun frío empezó a delirarse a través de sus testículos, doblo su espalda, ante el espasmo tan fuerte que había sentido, el azabache sonrío, no había planeado nada de eso, pero al parecer funcionaba.
- Sasuke.
- Enserio que no lo planee.
- Teme, no te creo.
Naruto se quito los pantalones, mientras aquella mano sequía masturbándolo. Se miraron a los ojos, ambos cargados de lujuria, ambos deseando continuar, se besaron, mordiéndose y gimiendo entre cada respiro. Sasuke bajo, empezando por su cuello, terminando el helado de chocolate, mientras el rubio lo desnudaba…
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¡¡¡Rayos!!! Debo dejar de pensar en eso, maldición, jamás debí haber permitido que eso sucediera, ahora me es imposible comer un maldito helado, estupido teme…
- Naruto… ¿Cuánto tiempo estarás mirándolo?, comételo de una ves se te va a derretir si no lo haces.
Lo hace de aposta, seguro que sabe en lo que estoy pensando. – Sas… Sasuke… métela, ¡¡ya!! – ¡oh, dios!! Ese fue un buen momento, sin duda tuvimos buen sexo ese día. Pero ahora, las cosas han cambiado, el helado se ha convertido en un recuerdo, y ha vuelto a ser un simple alimento. Introduzco una cucharada en mi boca, esta frió, dulce, refrescante. De nuevo es verano, ha pasado un año desde aquel día, sus gemidos retumban en mi cabeza, lo calido de su boca, sus choques contra mi cuerpo.
- ¿Qué te sucede?, tu mente parece estar en otro lugar.
- No es nada dattebayo… solo pensaba.
- No sabía que eso estuviera dentro de tus habilidades.
- Maldito teme.
De hecho, solo en aquellas vacaciones, nos dimos la oportunidad de conocernos a fondo, de unir nuestros cuerpos, de ser uno… solo duro las vacaciones, allí empezó y allí termino, no hemos vuelto a estar juntos, pero ninguno de los dos parece estar arrepentido o con ganas de mas, juntos tomamos la decisión, juntos decidimos acabar con esto… de la misma forma en que lo empezamos… en medio de una discusión… Jiji.
El sudor recorre mi frente, esta ves no olvide ponerme las sandalias, así que el trayecto es mas fácil, esta vez el ha decidido venir conmigo, y nos comimos el helado en la tienda, la misma que me dio un respiro hace un año, el dependiente, en cuanto me vio sonrío encantado.
- Joven, pensé que jamás lo volvería a ver, que lastima que esta vez venga acompañado.
- Jeje… bueno pensé que seria más llevadero el camino.
No pensé que me recordaría después de un año, pero lo mas gracioso fue la forma en que Sasuke reacciono, se puso frente a mi y pidió los helados, luego no le quito la mirada de encima, vaya que es celoso, aun cuando no tenemos nada.
Me quito la camisa, falta poco para llegar al hotel, pero ya no aguanto mas, por el sudor la tela se me pega en la piel, y es incomodo, además sin camisa puedo disfrutar las oleadas de viento, que por momentos pasan, saco el pañuelo de mi pantalón y lo paso por mi frente, es algo calido sentir la tela fría acariciando mi frente, y dándome aunque solo por unos segundos la sensación de frescura. Sasuke camina a mi lado, sus manos en los bolsillos y la mirada al frente, sus rostro esta algo sonrojado, se abra acordado de lo que paso, no… solo tiene calor.
- Dobe…
- ¿Que ttebayo?
- Nada…
Ja… tiene las mismas dudas que yo… tal ves no lo diga pero lo se, se pregunta ¿que hubiera posado si hubiéramos continuado?, ¿podríamos intentarlo de nuevo?
Entremos en la habitación, me tiro en la cama, es increíble pensar como el cuerpo se agota en estas condiciones. Ha pasado una semana desde que las vacaciones empezaron, aun queda una semana, pensé que si compartíamos el cuarto, algo podría suceder…, que ingenuo he sido, al parecer me estoy engañando y el no piensa en eso.
- Sasuke… ¿puedo preguntarte algo?
- Claro dobe, para eso estoy aquí.
- Teme… no olvídalo.
Haaaaa!!!! Me odio, como puedo ser tan idiota, maldición, ¡¡¡Uzumaki Naruto habla!!!, no tiene nada de malo que le pidas un beso, solo uno.
Mi mirada se dirige al techo, los ventiladores están encendidos. Tengo sed. El viento mueve mis cabellos, y mi pecho empieza a refrescarse, la temperatura de mi cuerpo empieza a bajar, quisiera comer helado… solo un helado más…, no, no es helado lo que quiero. Volteo mi rostro hacia su cama, y como una grata sorpresa, o tal vez como una tétrica pesadilla, también me mira, sus ojos están fijos en los míos, su respiración esta agitada, su pecho me lo demuestra, tiene la boca entre abierta, y esos ojos negros, fijos en los míos, ¿Qué nos impide hacerlo?, ¿Por qué no se levanta y viene hacia mi?, ¿tan malo puede ser? Le sonrío, quiero que lo interprete como una invitación, como un camino a mi cama, siento el calor en mis mejillas, mis pensamientos se están subiendo de tono, vuelvo la mirada al techo, cierro los ojos y dejo que un gemido escape de mis labios, tanto es el deseo que tengo por ser poseído, que hasta puedo sentir su cuerpo dentro de mi. Abro mis labios y tomo una bocanada de aire, ¿y si…? no seria demasiado… ¿o tal vez no?
Pongo las manos en mi pecho, empiezo a acariciarme, deslizo mis manos de arriba a bajo, y de ves en cuando pellizco mis pezones, mantengo mis ojos cerrados, tratando de imaginar que son sus manos, que son sus finos dedos los que me tocan. Un gemido vuelve a escapar, y mi cuerpo empieza a reaccionar, bajo mis manos, juego un poco con mi ombligo, relamo mis labios, juego con ellos, y dejo que mi cuerpo se estremezca, dejo que mi mano se deslice a través de mi pantalón.
- Detente…
- No
Desabotono el pantalón, y lo deslizo por mis piernas, hago lo mismo con la ropa interior, y mi erección es liberada, la tomo entre mi manos y empiezo a mover mis manos de arriba a bajo, un gemido vuelve a escapar de mi boca, imagino que estoy entre su boca, que su calor es el que me conciente, el que me enciende, y mi mente me juega sucio, se que mi cuerpo arde, que el ventilador en el techo, ha dejado de cumplir su función, aun cuando sigue funcionando. El último gemido fue más fuerte, sigo el movimiento de mi mano, el pre semen, lo a ensuciado todo alrededor de mi mano, volteo mi rostro hacia el, abro mis ojos, y mis caderas se mueven, completando el movimiento, completando mi carta de invitación.
- Vasta… no… mas
- Ven… anda
Mis ojos están entreabiertos, mis labios también, permitiendo que cada gemido se escape, lo miro fijamente, sus mejillas están sonrojadas, se ha sentado en la cama, y me mira en todo mi esplendor. Estoy cerca, cerca de llegar al clímax, cerca de confesarle lo mucho que deseo tenerlo dentro de mí. Llevo una de mis manos a mía boca, y empiezo a lamer tres de mi dedos, y puedo ver como pasa saliva, como lucha contra si mismo para no abalanzarse sobre mi. Relamo mis dedos, hasta que están bien húmedos, vuelvo a gemir, aun mas fuerte que antes, siento como el semen, de esta actividad recorre toda la longitud de mi pene, siento como esta apunto de llegar, cierro los ojos y siento como ese liquido abandona mi cuerpo, duele, y sigo moviéndome, dejando que el liquido resale por mis piernas, por mi trasero.
Meto uno de mis dedos dentro de mi entrada, no sin antes levantarme, y pararme frente a el, introduzco otro dedo y empiezo a moverlo. Por fin se a decidido, ha empezado a desabrocharse el pantalón a bajarlo y dejar libre su potente y dura erección, se abalanza sobre mi y me tira en la cama, pone mis piernas alrededor de su cintura, levantando mis caderas y dejándose el espacio libre, retira mis dedos y los relame.
- OK… ganaste. Espero… estés bien lubricado,… por que no estoy dispuesto a aguantar… un solo minuto mas…
- Hazlo… rápido… Sasuke
Me penetro de lleno, sin esperar un solo segundo para dejarme acomodar, mi cuerpo choco contra el suyo, y arde, como si estuviera en el mismo infierno, un gemido cargado de dolor, y con un sonido algo infantil salio de mis labios, en cuanto sentí la primera embestida, y así continuo, aumentando el ritmo en cada segundo, obligando a mi cuerpo a estremecerse, a mi erección a despertar aun mas fuerte que antes, y cada ves que me toca en lo mas hondo de mi, el gemido se hace aun mas fuerte. Su vos ronca se esparce por toda la habitación, su gemidos son fuertes y cargados de poder, y lujuria. Continúa las embestidas, mientras satisface mi cuerpo, la fricción es suficiente, me siento llegar de nuevo al clímax y mi cuerpo se contrae, obligándolo a una ultima embestida más fuerte, a un grito ahogado, y a correrse dentro de mi, todo mientras yo lo hago en su abdomen.
Dejo caer su cuerpo sobre el mío, luego se incorpora un poco y me besa, un beso prefundo y sano, volvió a dejarse caer, lo abrace y acaricie sus cabellos, mientras recuperamos el aliento…
- ¿Quieres un helado? Usuratonkashi
- Yo invito…
No se si esta ves será de nuevo únicamente por las vacaciones, no se si es el calor lo que nos hace perder los estribos, y desearnos de manera semejante, no se si ahora traigamos el helado al cuarto de hotel,… pero puedo asegurarles que no hay mejor manera de hacer el amor, que ardiendo en deseo… y con un buen helado.