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Me da miedo amarte por Kurenai_no_Angel

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Notas del fanfic:

Este fic es muy especial para mí porque hoy (11-sep-08) cumplo 16 añitos así que se lo quiero dedicar a todos mis amigos y a mi familia, por haberme apoyado durante tanto tiempo XD. Muchas gracias también a los que han leído mis fics y me han dejado comentarios. Arigatô gozaimasu!!!!! Na no da!!!!

Notas del capitulo: Bueno espero que os guste el fic. Decir que no pensaba que tuviera ese final pero me dió una ataque y aquí teneís el resultado. No seais muy duros con los comentarios que es mi cumple T^T.

¿El amor? ¿Qué es realmente el amor? Jamás me lo planteé hasta que él apareció en mi vida… Soubi… Para él es algo tan sencillo. Tal vez lo sea porque para él no significa nada. Está continuamente diciéndome que me ama y todo porque se lo pidió mi hermano mayor. ¿Eso es realmente amar a una persona? Yo pienso que no, pero tampoco puedo opinar porque yo jamás he amado a nadie, no se lo que se siente…

  

Una vez se lo pregunté a mi psicóloga por casualidad.

  -¿Qué es amar?  -Me preguntas algo muy difícil, Ritsuka-kun- respondió sonriendo- Amar a alguien es cuando no puedes vivir sin esa persona, cuando a cada segundo piensas en ella, cuando tienes su foto y no puedes dejar de mirarla, cuando cuentas el tiempo que queda para estar con ella o el tiempo hace que no la ves, cuando tu corazón se acelera cuando la tienes delante tuya, cuando te sonrojas cuando la miras fijamente a los ojos o simplemente te sonríe. Cuando habla contigo y no sabes que responder, cuando cada minuto que pasas con ella se te hace inolvidable, cuando deseas que el tiempo se detenga cuando estas con ella, cuando harías lo que fuera por aquella persona a la que amas incluso da  la vida si fuera necesario… Todo eso es amar. Todo eso es el amor…  

Aquellas palabras se me quedaron grabadas en la mente, jamás podré olvidarlas. ¿De verdad Soubi siente todo eso por mí? ¿De verdad él… me ama…? ¿O solo lo dice por orden de Semei? Como le hecho de menos… pero de algún modo cuando estoy con Soubi me siento tan cerca de él… Semei me siento tan solo sin tu presencia… Sin ti…

  

Ritsuka salió de sus pensamientos al ver la luz de su móvil parpadear. Era un mensaje de Soubi. Tan solo había una palabra escrita “Bésame”

  

-Es increíble lo poco que lo importan mis sentimientos a ese estúpido adulto. Siempre igual. Nunca se ha preocupado lo mas mínimo por mi, por lo que yo piense o deje de pensar. Le he dicho millones de veces que deje de enviarme ese tipo de mensajes, porque por ello yo… creo que me está empezando a gustar…

  

Dejó el móvil en la mesilla y se tiró bocabajo sobre la almohada para ahogar las lágrimas indiscretas que bajaban por sus mejillas. No quería, no quería enamorarse de alguien así, pero después de hablar con su psicóloga se dio cuenta de que era así. ¿Por qué le estaba pasando esto? ¿Por qué tenía que enamorarse a alguien como él? No era justo. Incluso había intentado fijarse en Yuiko con tal de olvidarle, pero era imposible. Cada vez lo tenía más atrapado, le fascinaba más. No podía soportarlo. Sabía que con esos sentimientos no conseguiría ser feliz, no con alguien que hablaba tan a la ligera del amor y que no entendía su significado.

  

No podía amar a alguien que no sabía lo que era eso. Solo conseguiría hacerse mas daño del que sentía. Además, era apenas un niño de 6º curso, ¿qué pintaba él con un universitario? A parte, ¿qué pasaría si le descubría sus verdaderos sentimientos? Por mucho que cada dos por tres le dijera que le amaba, ¿estaba preparado para que él le correspondiera con un amor sincero? ¿Estaba él realmente preparado para amar a alguien como Soubi? El sollozo había pasado a ser llanto.

  

-Soubi… ¡te odio! No tenías que haber aparecido en mi vida. Todo me iba mejor sin ti. ¡¡TE ODIO!!

  

-¿De verdad? No sabía que pensabas eso de mí- dijo una voz masculina desde el otro lado de la habitación.

  

Ritsuka se levantó con cuidado hasta quedarse sentado en la cama. Se restregó los ojos para intentar disimular las lágrimas y miró hacia la ventana que estaba abierta de par en par. Delante de ella había una persona cuyos cabellos ondeaban con el viento nocturno que entraba por la abertura.

  

-Sou-bi…-atinó a pronunciar.

  

-Nunca imaginé que me llegarás a odiar tanto. A pesar de saber que yo te amo, Ritsuka- en sus labios se perfiló una sonrisa.

  

-¡Vete!- le gritó- No quiero verte, ¡déjame en paz!

  

-¿Por qué estas tan enfadado?- su rostro se tornó serio.

  

-Porque nunca mides tus palabras, porque no te das cuenta que haces daño- las lágrimas volvieron a asomarse.

  

-¿Qué he hecho para que te disgustes tanto?

  

-¡Decir continuamente que me amas!- se tapó la cara con las manos. No quería que le vieran así, y menos él.

  

-¿Acaso eso no te hace feliz? Todo el mundo desea que le diga alguien que le ama de vez en cuando. ¿Por qué a ti te desagrada tanto?

  

-Porque no lo dices de corazón…- balbuceó- Cuando dices que me amas no lo dices porque realmente sea así, sino porque es tu obligación.

  

-Tengo que amarte para poder luchar contra los enemigos, Ritsuka y tu lo sabes- Soubi se acercó hasta la cama y se sentó a tu lado- Si no te amo no puedo combatir.

  

-¡Es que no lo entiendes!- Ritsuka se giró hasta estar justo mirándole cara a cara.

  

-¿Sabes que luces realmente hermoso cuando tu enojo se mezcla con lágrimas?- Soubi besó a Ritsuka en los labios, pero este le apartó.

  

-¡¡Ya basta!! ¡¡Déjame en paz!! ¡Quiero acabar de una vez con todo este juego! Quiero dejar de combatir de una maldita vez, quiero volver a mi vida de antes, olvidarme de ti para siempre, intentar ser feliz y pasarme las tarde con mis amigos. ¡Ser un chico normal!

  

-¿Pero a que viene todo esto de repente?- preguntó Soubi sin perder la sonrisa.

  

-Pues… pues…- Ritsuka no podía más. Le dolía el pecho. No soportaba tanta presión- ¡¡Pues porque me he dado cuenta de que me gustas y odio eso!! ¡¡Me da miedo a amar a alguien como tu!! Me… me da miedo amarte…- dijo casi en un susurro.

  

Soubi se quedó paralizado. Semejante confesión le pilló desprevenido.

  

-No sabía que sintieras algo tan fuerte por mí.

  

-Pues ya lo sabes y… me arrepiento tanto de ello- su llanto era desconsolado. Se lanzó a los brazos de Soubi sin pensárselo.

  

-Yo… puedo amarte de verdad…

  

Ritsuka se sorprendió de haber escuchado esas palabras. ¿De verdad podía?

  

-Si tú me ordenas que te ame con la más absoluta sinceridad yo puedo hacerlo.

  

-¡¡NO!!- gritó empujándole- No puedo ordenarte algo así. Es imposible. No se puede obligar a las personas a enamorarse de alguien que no quieren.

  

-Pero tú tienes ese poder sobre mí si quieres…

  

-N-no puedo…- se llevó las manos a la cara.

  

-Entonces, ya que no me lo ordenas, te amaré sin más.

  

Soubi le retiró a Ritsuka las manos de la cara y le besó en los labios que estaban mojados por las lágrimas. Esta vez el menor no se apartó, si no que disfrutó del contacto.

  

-¿Ves como no es tan difícil?- preguntó Soubi cuando se separaron.

  

-Entonces… tú… ¿me quieres de verdad?

  

-Si, y voy a demostrártelo si tu quieres…- su boca dibujo una sonrisa pervertida.

  

-¿A qué te refieres?- preguntó Ritsuka cortado por la manera en que el mayor se acercaba a él.

  

-Te dije que cuando crecieras un poco te ayudaría a deshacerte de las orejas, ¿recuerdas?- Ritsuka asintió no muy convencido- Pues si quieres te las puedo quitar ahora- dijo susurrándole al oído.

  

Las mejillas del neko se tiñeron de inmediato de un color rojo intenso ante la proposición indecorosa del universitario. ¿Cómo se atrevía? Era solo un escolar de primaria, no podía hacer eso… ¿o sí?

  

Soubi empezó a devorarle los labios con pasión, empujándole suavemente para que quedara recostado en la cama.

  

-Espera Soubi- dijo intentando apartarle de él- No puedo…

  

-¿Porqué? Así se consumará nuestro amor y seremos más fuertes en el combate. Así te demostraré que te deseo- dijo de manera sensual.

  

-¿Qué dirán en mi clase si aparezco de repente sin ojeras? La profesora se preocupará y…

  

-Yo te compraré unas.

  

-¿Cómo?

  

-¿No sabías que venden orejas y rabo de neko para los que pierden la virginidad demasiado pronto y no quieren que los demás los descubran?

  

Ritsuka negó.

  

-No te preocupes, lo tengo todo controlado… al no ser que tú no quieras ser uno conmigo…

  

Ritsuka se tumbó resignado y dejó hacer. Una parte de su mente le decía que eso estaba mal, que aun era pronto, pero en cuanto Soubi empezó a besarle el cuello tan suavemente, tan dulce, el placer nubló su mente. Solo deseaba que siguiera adelante, que le enseñara la verdadera cara del amor…

  

El mayor se deshizo poco a poco del jersey verde oscuro del neko ante los suspiros de este. También se quitó el largo abrigo que tenía puesto para poder moverse con mas libertad. Quería ir despacio porque, a pesar de sus ansias por poseerle, sabía que era solo un crío y no quería hacerle daño.

  

Ritsuka sentía como las manos de Soubi subían y bajaban por su pecho desnudo, acariciando cada rincón de su blanca piel. Estaba sumamente nervioso y a la vez excitado. Soubi se desprendió de su propio jersey y le quitó los pantalones al moreno. Se alzó un poco para contemplar mejor aquel regalo a sus ojos. Era simplemente perfecto. El neko tenía la boca ligeramente abierta y respiraba entrecortadamente con los ojos cerrados. Su pecho de pura porcelana se movía veloz.

  

-“Qué imagen mas hermosa”- pensó Soubi.

  

Volvió a inclinarse encima suya, saboreando con su lengua cada rincón de su pálida piel, degustando con ansia su boca y los lóbulos de las orejas. Luego pasó a juguetear con sus apetecibles pezones, impregnándose de los gemidos ahogados que salían de la boca de Ritsuka. El pequeño esta con los cinco sentidos completamente nublados. Le invadía una enorme sensación de paz y placer. Pronto notó como algo surgía inquieto de su entrepierna y que algo mucho más grande surgía de la de Soubi.

  

Éste se despojó de sus pantalones y de su ropa interior y Ritsuka comprobó que tenía un enorme grado de excitación. Luego pasó a desprenderse de los bóxer del moreno que tiró lejos. Ante él tenía su ansiado trofeo, con el que tantas veces había soñado. Siempre había deseado tener a Ritsuka sometido a sus juegos y el momento tan esperado había llegado por fin. Quería sentirle, anhelaba escuchar su nombre entre gemidos del placer más absoluto.

  

Ritsuka alzó un poco la cabeza y comprobó ligeramente asustado, la cara de perversión que tenía Soubi. Este, al darse cuenta de que lo miraba, sonrió con dulzura.

  

-No te preocupes, no haré nada que tú no quieras…

  

-P-por favor… s-sigue- fue lo único que atinó a pronunciar.

  

Soubi se llevó a la boca tres dedos que impregnó bien de saliva. El crío era virgen y no quería hacerle daño, o por lo menos que sufriera lo mas mínimo. Alzó sus piernas hasta colocárselas en los hombros para que así todo fuera más sencillo. Primero introdujo uno y comenzó a hacer círculos, luego otro y por último el tercero…

  

-¡Aahhh! ¡Duele!- gritó.

  

-Cálmate, ya se pasará…- Soubi se acercó hasta el enrojecido rostro Ritsuka y le besó apasionadamente para distraer su atención.

  

Cuando estuvo preparado, sacó los dedos y le penetró de una sola vez, ahogando sus gritos de dolor con los labios. Al principio no se movió para permitir que se acostumbrara a esta sensación que era nueva para él, pero luego comenzó a moverse, primero despacio, pasando a estocadas más rápidas.

  

-Mmmmm ¡Soubi!

  

Adoraba que el muchacho pronunciara su nombre, adoraba ser él la persona que le despojara de su virginidad. Con una mano experta, empezó a masturbar a Ritsuka tortuosamente lento mientras le seguía gimiendo sensualmente al oído. El neko arañaba la espalda de Soubi y con la otra mano agarraba fuertemente las sábanas. Eran tantas sensaciones juntas que parecía que se iba a volver loco.

  

-“Es una verdadera pena que no conserve todavía mi cola”- pensó Soubi- “Con ella se podrían hacer muchas cosas”

  

Ritsuka estaba completamente envuelto en sudor. Sus mechones azabaches se pegaban con ahínco en su frente y en su cara. Se mordía el labio inferior con impaciencia deseando que eso acabara cuanto antes. En un principio quería que esto ocurriera para probar el amor de Soubi, pero cuanto mas avanzaban, más se arrepentía. ¿Y si el universitario solo le quería para sexo? ¿Y si hubiera fingido amarle solo para que llegara este momento? Tenía que pensar en positivo. Tal vez el que estaba cometiendo un error era él y trataba de convencerse de que la culpa era de Soubi.

  

Nunca había estado seguro de querer hacer el amor con él y menos a tan temprana edad. Pero ya no podía echarse atrás, no tenía el valor suficiente para decirle que se detuviera, que no quería continuar. ¿O sí?

  

Sintió un escalofrío por la médula espinal que lo hizo estremecer. Segundos después se vino en la mano de Soubi y manchó su abdomen.

  

-Mmmm, sabes delicioso- dijo lamiendo sus dedos.

  

-Soubi, yo…- pero no le dio tiempo a terminar la frase porque notó una intromisión ahí abajo.

  

-¡Ah! ¡Duele!

  

-Tranquilo, ya pasará- había tratado de contenerse, pero las ganas de acabar con su virginidad le podían y no podía aguantar mas, necesitaba estar dentro de él cuanto antes.

  

Movió en círculo los dos dedos lubricados con el semen del menor entre los gritos de dolor de éste.

  

-¡Para por favor!- gritó arañando su espalda, mientras con la otra mano asía con fuerzas las sábanas.

  

Cuando estuvo listo le penetró. De la boca de Ritsuka salió un grito desgarrador que quebró el poco silencio que quedaba.

  

-¡Por favor, detente!- gritó entre lágrimas.

  

-Tranquilo, ya casi está- trató de tranquilizarle, pero sus ansias le delataron en la voz.

  

-¡Soubi, por favor!

  

El dolor se fue yendo poco a poco. Ritsuka cerró los ojos y trató de calmarse. Intentó dejar la mente en blanco y recordara aquellos momentos tan bonitos que vivió con Soubi en los demás.

  

Sin previo aviso, el mayor comenzó a moverse. El neko jadeaba sin control aunque las lágrimas no paraban de resbalar por sus mejillas.

  

-“¿Por qué no dejo de llorar? Esto es muy placentero. ¿Por qué me duele tanto el pecho? En realidad… ¿quién derrama las lágrimas? ¿Yo o mi corazón?”

  

Los gemidos de Soubi le sacaron de sus pensamientos. Daba estocadas muy rápidas y pronto la habitación se llenó de gemidos y jadeos por parte de los dos. Ritsuka notó que algo líquido le invadió por dentro. Estaba caliente. Después de eso, escuchó un sonido ronco proveniente de Soubi.

  

El mayor salió con mucho cuidado del interior y se tumbó a su lado. Ritsuka se dio la vuelta para que no se percatara de que tenía la cara mojada por las lágrimas y de que seguía llorando. Soubi esperó a que su respiración se normalizara y se levantó de la cama. Despacio, comenzó a vestirse mirando de vez en cuando al neko de reojo.

  

Como no decía nada, pensó que se habría dormido así decidió dejarlo estar. Terminó de vértice y se abarco a él. Le depositó un beso en sus mojados labios (pensó que estaban así por el sudor) y se marchó por donde había venido.

  

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Ritsuka se despertó confuso. La cabeza le daba vueltas. No recordaba muy bien lo que había pasado. Se incorporó y miró el reloj de su mesilla. Las tres de la madrugada. Se fijó en que estaba completamente desnudo y miró las sábanas. Estaban manchadas de sangre y de una sustancia viscosa que supuso que era semen. Así que finalmente había ocurrido. Ya no lloraba, porque sabía que no le quedaban mas lágrimas por derramar, y porque sabía que en un momento como aquel no le serviría de nada.

  

Se dirigió a un espejo que había en la habitación y se contempló. Ya no había rastro de que alguna vez hubiera sido un niño, ni cola ni orejas. Se sentía sucio y desgraciado. Jamás pensó que se arrepentiría tanto de eso. No quería llegar a esos extremos para comprobar el amor de Soubi. Qué bajo había caído. Ese maldito pervertido le llevó a hacer algo que no quería con sus palabras y actos. Ya nada le devolvería su preciada virginidad. Todo el mundo ahora le miraría mal y se preguntarían que había pasado para que no llevara las orejas. Se quedaría sin amigos por ser un sucio depravado.

  

Estaba harto, harto de todo. De Soubi, de su vida de él mismo… Estaba harto de defraudar a la gente y de que su madre le maltratara por no ser el hijo que ella quería. Bajó a la cocina, rebuscó en los cajones y subió de nuevo a su habitación. Miró la luna llena por última vez y alzó el objeto que tenía en la mano.

  

La afilada hoja del cuchillo resplandeció en la oscuridad y se hundió en su pecho.

  

-¿Ves Soubi? Por esto me daba miedo amarte.

  

Cerró sus ojos violetas y dejó que la paz de la noche le envolviera para siempre.

Notas finales:

Que, os gusto??? Espero que si. Tuve bastantes dificultades para acabarlo básicamente porque me quedé sin inspiración y porque tenía que entregar un relato para un conscurso, pero bueno, lo acabé justo para eldía demi cumple.

 

Lo mas complicado de hacer un fic sobre la serie Loveless es definir los sentimientos de los personajes u.u no sabía por donde empezar, sobre todo con Ritsuka. He tenido muchos problemas a la hora de reproducir sus emociones así que espero que si he hecho algo mal me lo digais para la próxima ehhh??? Bueno espero que os haya gustado y muchos besitos.


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