"Sueño entre las manos"
CAPÍTULO I "NOSOTROS"
Perdóname,
si yo tengo que llamarte algunas veces porque estoy sufriendo,
si te siento tan presente cada noche en que no estoy despierto,
si he dejado así tu foto en el lecho en que muero ya,
si releo tu mensaje tu mensaje en el que dices que ya no eres mía.
-Harry, así que te vas- dice Draco en el umbral de la puerta.
-Así es, tenías razón, lo nuestro nunca funcionará- tomando su maleta.
-Si te vas, nunca podrás volver- le mira desafiante.
-No lo haré... te lo aseguro.
-Es por tu nueva conquista, no acepta compartirte- sisea con un tono cargado por lo celos.
Perdóname,
si no he sido siempre como tú querías nunca fui perfecto,
si no te he felicitado por el día de tu cumpleaños,
si no soy indiferente al ver que otro ocupa el puesto mío,
si no alcanzo por lo menos a pensar en cuanto es culpa mía.
-En cambio yo si debía hacerlo... basta Draco, se acabó el jueguito de la pareja feliz, y le puedes decir a tu padre para que no te desherede.
-No hay fortuna en el mundo que pueda pagar lo que tú me haces sentir.
-Es demasiado tarde Draco- suspiró- oportunidades hubieron, las desechaste, esa fue tu respuesta, eso es lo que yo te importo... no voy a estar al lado de un hombre que no me valora.
-Por si no te has dado cuenta, el mundo no gira alrededor tuyo, Potter.
Porque ahora que lo pienso,
no te he dicho yo jamás,
un condenado te amo,
que ahora tengo que gritar,
ya no me queda tiempo,
y aunque sé que en el fondo me amas,
nunca volverás.
-Al menos, una vez creí que era especial para ti... que podría darte todo lo que soy sin reservas... pero me equivoqué, no eres capaz de amar a nadie que no sea a ti mismo, piénsalo, no te estorbaré nunca más- avanza hasta la puerta.
En un intento desesperado, toma el rostro del moreno entre sus manos, posa sus labios sobre el otro.
Perdóname,
si recuerdo cuando nos imaginábamos en nuestra casa,
si te veo que me esperas aún despierta y no me dices nada,
si te siento todavía reír a solas con un viejo film,
si me vuelve el pensamiento a aquella fiesta en que te conocí.
-No más- pensó Harry mientras se dejaba llevar por el beso.
Porque ahora que lo pienso,
no te he dicho yo jamás,
un condenado te amo,
que ahora tengo que gritar,
ya no me queda tiempo,
y aunque sé que en el fondo me amas,
nunca volverás.
Roto el contacto, una sonrisa se dibujó en sus labios.
-Ni creas que un beso me detendrá... esto se terminó para siempre- abre la puerta y antes de irse- adiós Draco Malfoy- se marchó.
-Nadie deja a Draco Malfoy, sólo yo puedo hacerlo, ¿quién te crees que eres?
El orgullo herido, puede transformase en un arma implacable...
Porque ahora que lo pienso,
no te he dicho yo jamás,
un condenado te amo,
que ahora tengo que gritar,
ya no me queda tiempo,
y aunque sé que en el fondo me amas,
nunca volverás.
El moreno se cambió de su antiguo domicilio, al igual de que instituto... su corazón permanecía herido por el rubio, pero otro personaje apareció de la nada, un amigo de la infancia, quien estaba dispuesto a amarlo.
"Si eres tú quien siempre ha amado, ahora permíteme que yo sea quien te ame"
No pudo resistirse.
Porque ahora que lo pienso,
no te he dicho yo jamás,
un condenado te amo,
y aunque sé que en el fondo me amas,
nunca volverás.
-He perdido... Harry no volverá- pensó el rubio mientras arrojaba un vaso con licor a la pared partiéndose en mil astillas.
No reconocer lo que tienes hasta que lo pierdes... es una verdadera lástima, porqué nada es para siempre... la eternidad, no existe.
El sueño entre las manos, se entregó a los brazos de morfeo, con un grito desesperado lo llamó durante toda la noche... pero él nunca apareció.
Harry despertó asustado, creyó haber escuchado un grito de Draco, su nombre, entrelíneas el dolor.
-¿Qué sucede?- dice un chico de cabello castaño.
-Nada... Cedric, sólo que tuve una pesadilla- desvía el rostro.
-Yo te borraré todas tus pesadillas- besa la frente- soy tan feliz que creo que moriré- le susurra.
-Cedric- gime por las caricias que recibía.
-Te amo- vuelven a unir sus labios, mientras que Harry entrelaza sus brazos alrededor del cuello de Cedric.
Si acaso estás pensando estuve equivocado,
echa entonces la llave a tu orgullo y vente junto a mi,
pues me bastará una vez para decirte cuánto te he extrañado,
porque el amor es má fuerte que aquel,
te amo condenado
y aunque sé que en el fondo me amas nunca volverás...
-Y yo a ti...- pensó Harry mientras se dejaba llevar y cerraba los ojos.
Y aunque sé que en el fondo me amas nunca volverás...
"Cuando me di cuenta, ya había caído"...
fin.