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PARA SIEMPRE por andyGaladrim

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Notas del fanfic:

Se que no he actualizado los demás fics pero se me ocurrió y ya lo terminé así que ¿por qué complicarse la vida?  n.nU jojo disfruten y por fa déjenme mi alimento favorito: REVIEWS!! XD

novena vez que intento subirlo!!

Notas del capitulo: bien, antes que nada, leyeron la parte que dice muerte de un personaje? perfecto, entonces por fa no quiero reclamos, si decidiste leer bienvenida(o) y muchísimas gracias!! n.n

---PARA SIEMPRE---

 

Por: Andy Galadrim

 

CAPITULO UNO: “EL CHICO MALDITO”

 

Abrió los ojos y maldijo la oscuridad al ver que comenzaba a anochecer, se había quedado dormido, si no se daba prisa la aldea cerraría sus puertas y el tendría que quedarse fuera hasta el día siguiente, si es que sobrevivía, y no es que tuviera miedo pero la gente de ese lugar era muy extraña, siempre mirando con temor hacia el bosque cuando era de noche y desconfiando totalmente de los viajeros, sí la panadera del lugar no hubiera intervenido no los hubieran recibido a él y a su padre un año atrás. 

 

Ahora vivía con la panadera y su hijo, en verdad no se podía quejar, lo trataban bien y no le exigían nada a cambio, además el no tenía ningún lugar a donde ir, así que en pago, siempre iba por leña, no solo para su nueva “tutora” sino para los demás de la aldea que aterrorizados tan solo recogían en las mañanas la poca leña que encontraban a los alrededores. 

 

- Ray debe estar histérico…- murmuró para sí con una sonrisa de satisfacción.    

 

FLASH BACK 

 

- ¡!Kai!!, no te tardes con la leña, ¡en unas horas anochecerá!- le gritó mientras su largo cabello azabache ondeaba por el fuerte y frío aire. Sonrió al ver como Kai detuvo sus pasos y volteó a verlo, pero su sonrisa disminuyó al ver la fría mirada que le mandaban. 

 

- odio que me trate como un niño…- susurró comenzando a caminar de nuevo. 

 

FIN FLASH BACK 

 

¿Y todo por qué?, porque los temerosos aldeanos le temían a unas supuestas criaturas que habitaban en el bosque, el nunca había oído ni visto nada extraño, Ray se negaba a hablar del asunto y todas las noches, cuando las estrellas iluminaban la noche y los lobos aullaban, Kai observaba el sueño intranquilo del chico. 

 

Se detuvo un momento mirando lentamente a su alrededor, sentía que era observado. Sacudió la cabeza, el miedo de los aldeanos comenzaba a turbarle la mente… 

 

Apuró el paso y en poco más de media hora ya se encontraba en las enormes puertas de madera que impedían su paso. A su alrededor todo ya se encontraba en penumbras, apenas había podido distinguir el camino de regreso. Tocó molesto y una pequeña rendija se corrió. 

 

- déjenme pasar- dijo de la manera más amenazante que pudo. 

 

- ¿es Kai?- escuchó en la voz de Ray. 

 

- lo lamento joven Kai pero usted sabe las reglas, nadie debe estar afuera después del anochecer…- dijo el señor con voz rasposa. 

 

- ¡demonios, no le cuesta nada abrir!- farfulló tirando la leña que cargaba sobre su espalda. 

 

- ¡por favor señor Lionel, ábrale!- 

 

- no puedo, no debemos arriesgarnos a que esté acompañado, ellos pueden estar esperando!- 

 

- ¿quienes ellos?, ¡abra de una maldita vez!- gritó sintiendo un fuerte escalofrío recorrerle el cuerpo, la nieve comenzaba a ponerse mas tupida y el viento frío le calaba los huesos.  

 

- lo siento, nos veremos mañana joven Hiwatari, si es que logra sobrevivir…- la rejilla se cerró. 

 

- espere señor, ¡no puede…!- 

 

- joven Ray, debería ir con su madre, vamos lo acompañaré…- 

 

- ¡!Kai!!- el ojirojos bufó comenzando a caminar. 

 

Si esperaban que se muriera de frío, de seguro lo lograrían. Furioso pateó la puerta y dio media vuelta, debía encontrar algún lugar donde resguardarse, ¿una cueva quizás? No muy posible, ¿una cabaña? Muy imposible. Escuchó un aullido a lo lejos. 

 

- malditos lobos. ¿Me podría ir peor?- 

 

- en realidad si…- se dio la vuelta sorprendido, aunque no dándolo a notar.

 

Recargado en un árbol, un joven con un largo abrigo blanco lo observaba con sus enormes y brillantes ojos azules mientras su cabello rojo fuego se le venía al pálido rostro a causa del viento.    

 

- parece que no les agradas Kai- 

 

- ¿lo escuchaste?, no me di cuenta de tu presencia- 

 

- mi padre es cazador, así que estoy acostumbrado a caminar con sigilo- le sonrió con prepotencia- vamos…- 

 

- ¿a dónde? -  

 

- ¿acaso quieres quedarte ahí y morir de frío?- Kai frunció el ceño y siguió al chico.

 

A los pocos minutos de comenzar a caminar el ojirojos comenzó a sentirse muy nervioso, regresó a él el sentimiento de ser observado y cuando miraba a su lado tan solo se topaba con la penetrante mirada azul, que lo observaba con sumo detalle. 

 

- ¿quién eres?- preguntó para tratar de matar los desesperantes sonidos del bosque. 

 

- hablaremos cuando lleguemos- contestó únicamente. Kai no sabía si se sentía mejor al estar cerca del chico o al estar lejos. - no es la gran cosa, pero es profunda así que podremos hacer una fogata sin preocuparnos de que se apague- dijo y miró la leña que aún cargaba Kai. 

 

- hn…- dejó su carga en el suelo de la cueva y comenzó a encender la fogata. De reojo miró como el chico sacaba carne salada de un fardo. 

 

- Soy Yuriy, mi amigo y yo viajamos desde hace cuatro años, el cree en un medallón con poderes mágicos así que lo estamos buscando- Kai sonrió con burla. - ¡oye! ¡Éramos muy jóvenes!...aunque él aún cree en eso…- mencionó en voz baja mientras fijaba la mirada en la entrada de la cueva. 

 

- entonces déjalo- dijo con simpleza. 

 

- ¡no puedo dejarlo!- se formó un incómodo silencio. 

 

- y ¿en dónde está tu amigo?- 

 

- ya debería haber llegado, hoy era su turno de salir a cazar…- se puso completamente serio- deberías dormirte…- dijo con tono de mando. 

 

Kai estaba recargado contra una gran piedra con los brazos cruzados, tan solo observaba al pelirrojo mirar con insistencia la entrada de la cueva, sus ojos comenzaron a sentirse pesados, bostezó sin poder evitarlo hasta que por fin lo venció el cansancio y se sumió en un sueño ligero porque sus instintos parecían tenerlo en estado de alerta.

 

Al poco rato abrió los ojos a causa del frío ya que la endeble llama amenazaba con extinguirse, suspiró cansado y comenzó a avivar el fuego mirando alrededor. Yuriy había desaparecido. Se preguntó si debería salir a buscarlo y si llevaba mucho tiempo fuera de ahí, tal vez había salido a buscar a su amigo.

 

Unos gruñidos extraños lo distrajeron de su pensar y poniéndose de pie por inercia miró la entrada sabiendo que algo estaba ahí. Sosteniendo una daga de su cinto decidió que lo mejor era quedarse. Pasó el tiempo y nada ocurría así que se acomodó mejor. Tiempo después volvió a dormirse. 

 

- ¡……más que las demás veces!- dijo con la voz un poco en alto. Kai los observó de reojo, no se movió ni un milímetro. 

 

- vamos Yura, estaba cerca, tan solo quería saber que harías con el sujeto ese…- dijo con suma tranquilidad. El ojirojos no podía distinguir bien al sujeto que hablaba pero notaba que era más alto y fornido que Yuriy. 

 

- ¿hacerle?- 

 

- claro, hace tanto que no tienes carne fresca que podrías haber cometido una locura…- rió. 

 

- estás loco…además, baja la voz o lo despertarás…- Kai cerró los ojos al presentir que Yuriy miraría hacia donde estaba- me dio pena que los de la aldea no le abrieran…se ve muy solitario, siento que se parece a mi…- 

 

- ¿parecerse a ti? ¿Oyes lo que dices? Mejor no digas nada más, dijiste que mañana nos iríamos así que ¡¡despídete del idiota!!- dijo obviamente molesto. 

 

- ¿celoso Bry?- preguntó con tono burlón. 

 

- ¿de algo como él? ¡Ja!- Kai frunció el ceño mientras hacía lentos movimientos y se sentaba mejor. 

 

- ¿Kai?- llamó el pelirrojo y sus miradas se encontraron. Los primeros rayos del sol alumbraban su refugio. 

 

- ¿quién es ese?- preguntó con desprecio.  

 

- Es Bryan- presentó y el susodicho miró a Kai con una sádica superioridad. 

 

- no me gradas para nada, y si Yuriy no se deshace de ti yo lo haré con mucho gusto- le dijo sonriente mientras pasaba su lengua sobre su labio superior. Yuriy lo miró con reproche y caminó hacia Kai quien le mandaba fulminantes miradas al chico de misteriosos ojos verdes. 

 

- no le hagas caso, siempre está de mal humor en las mañanas…y en las tardes…- sonrió- y en las noches- Kai también sonrió. 

 

- ya no tienes muchas provisiones- le aseguró  Kai al pelirrojo- lo mejor sería que te abastecieras en la aldea-. 

 

- no creo que seamos bienvenidos, viendo como te trataron anoche- 

 

- ¡esos idiotas! pero es de día así que no habrá problema-

 

- de acuerdo, ¿vienes?- preguntó a su acompañante. 

 

- si tu vas, yo voy…- respondió el más alto. Después de alistarse emprendieron el camino. 

 

- debes tener mucha fuerza por cargar esa leña- mencionó el chico mirando curiosamente la carga de Kai. 

 

- ¡ba!- farfulló Bryan a sus espaldas. 

 

- ahora que recuerdo, había un chico que pedía que te dejaran pasar… ¿Ray? ¿Es tu hermano?- 

 

- no- 

 

- entonces debe ser tu pareja- 

 

- No, solo vivo en su casa- dijo mirando al chico, esperando alguna reacción.  

 

- ¿te renta una habitación?- 

 

- mi padre enfermó cuando llegamos y murió, así que los Kon me aceptaron en su casa- explicó. 

 

- debe agradarte vivir aquí- 

 

 - me da igual, no tengo familia ni nadie que me espere en algún lugar, además no tenemos caballos, la próxima aldea está lejana y los aldeanos dicen que en las noches unas criaturas sanguinarias vagan por el bosque…ustedes viajan a pie, ¿no han visto nada extraño?- 

 

- ¿más extraño que Bryan?- se rió y caminó más cerca de Kai- no más allá de lo normal- Kai sonrió ate el comentario y Bryan lo miro con recelo. 

 

- lo sabía, simple superstición…- llagaron frente a los grandes portones que ahora se encontraban abiertos. El guardia los miró sorprendido.

 

- ¡joven Kai usted está vivo!-  fastidiado lo ignoró tomando del brazo al pelirrojo para que siguiera caminando, pero un fusil de chispa impidió su paso. - lo lamento pero no puedo dejar pasar a extraños- Kai frunció el ceño

 

– él no es un extraño, es mi prometido, hizo un largo trayecto para venir a visitarme, además sus caballos escaparon,  no empeore su día- dijo con seguridad mientras deslizaba la mano para entrelazarla con la del chico a su lado que sonrió divertido. 

 

- ¡no sabía que tenía prometido! Hacen una bonita pareja, ¿y el otro joven?- preguntó. 

 

- es su hermano…- murmuró con placer de por fin disfrutar de la iracunda y sorprendida expresión de Bryan.   

 

- jovencito- habló el hombre dirigiéndose a Yuriy- que bueno que está bien, los bosques se han vuelto muy peligrosos y le recomiendo que cuando se marche no hable con nadie en el camino, se dice que un chico anda deambulando solo y que a cada aldea que va maldice el lugar y todas las personas acaban muertas, atrae la muerte, está maldito…- Yuriy apretó con fuerza la mano de Kai, Bryan se acercó a ellos y con un empujón les indicó que continuaran caminando. 

 

- ¿dónde está la estúpida tienda?- preguntó Bryan – entre más rápido nos larguemos ¡¡mejor!!-  

 

- no podemos quedarnos un poco?- le preguntó Yuriy. 

 

- no, no quiero que…- 

 

- ¡¡Kai!!- lo interrumpió un chico desconocido que corrió y si titubear abrazó al ojirojos. 

 

- Ray supongo- dijo. 

 

- ¡estaba tan preocupado por ti!- dijo hasta que notó las miradas sobre él. Kai lo apartó de sí con un empujón suave. 

 

- ¿no nos presentas…cariño?- dijo el ojiazul y después se rió a carcajadas. 

 

- Ray, son Yuriy y Bryan, Yuriy me ayudó ayer- el ojiámbar los miró con desconfianza. 

 

- entonces serán bienvenidos en mi casa- un escalofrío le recorrió cuando miró a Bryan. 

 

- sabes Yu, quedarnos no es tan mala idea…-  

 

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- voy a acompañar a Kai a vender leña, puedes quedarte con Ray si quieres- 

 

- claro, el gatito está como para comerse…¿no lo crees Yura?- dijo mirando lascivamente al pelinegro que a lo lejos cargaba un costal de harina. 

 

- solo no juegues mucho con el chico- dijo dándole unas palmaditas en el hombro. 

 

- ¡hace mucho que no visitaba una aldea! Casi nunca nos dejan pasar y cuando lo hacen solo  me permiten comprar rápidamente y después  me echan, todo a cambiado- pateó la nieve- ¿no has pensado en irte de aquí? Conocer a una chica divertida, casarte, tener hijos…- 

 

- no necesito nada de eso- 

 

- ¡por supuesto! Ya tienes al gato- dijo pícaramente. 

 

- no es de mi tipo, más bien me gustaría alguien como tú- respondió honesto. 

 

- ¡uh! Pues se te va a hacer difícil porque yo soy único, no te culpo por sentirte atraído hacia mi ¡soy perfecto!- dijo con una arrogante sonrisa. 

 

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- ya casi anochece, te enseñaré la habitación en la que dormirás, tu amigo ya está ahí- dijo amablemente la señora Kon cuando les abrió la puerta. Había pasado todo el día fuera y cuando Kai mencionó que la madre de Ray no se molestaría en dejarlos dormir ahí, Yuriy se emocionó tanto que no tuvo que insistir.  

 

Una vez que el pelirrojo se quitó el grueso abrigo, Kai pudo deleitarse con su delgado y bien formado cuerpo, sin poder evitarlo se imaginó a si mismo acorralando al chico contra la pared, sosteniendo sus muñecas con fuerza sobre su cabeza y mirando la sonrisa juguetona y la mirada de superioridad para después hundirse posesivamente sobre sus labios. Cuando regresó a la realidad aceptó sin dudarlo cuanto le gustaba el ojiazul.  

 

- buenas noches Kai- murmuró y abrió la puerta. Bryan estaba sentado frente a ellos y cuando vio que su amigo cerraba la puerta se puso de pie y salió.  

 

- ¿crees que no lo he notado? si Yura quiere quedarse unos días en este asqueroso lugar, bien, pero aléjate de él, no me des el gusto de verte gritar mientras te descuartizo- amenazó de tal manera que un ligero temblor recorrió el cuerpo de Kai.  

 

- estoy de acuerdo con Bryan- mencionó Ray desde su cama, que estaba al lado de la de Kai. 

 

- ¿en qué?- Ray se dio la vuelta para ver a Kai a los ojos. 

 

- en que no te acerques a Yuriy, estar cerca de Bryan me causa un miedo inexplicable pero con Yuriy… es un sentimiento de que algo malo pasará, algo de lo que no se puede escapar, él es tan…no sé, no puedo explicarlo bien-  

 

- comienzas a sonar como los demás- habló un poco molesto por lo que Ray le decía. 

 

-  pero Kai, ¡son peligrosos!, ¿que no te das cuenta? O Yuriy te gusta tanto que te impide ver la verdad...- 

 

- puedo ver todo perfectamente, tan solo tengo que encontrar la manera de que Bryan se largue, está demente…- 

 

- entonces si te gusta- señaló, deseando que el otro lo corrigiera.   

 

- sí- respondió Kai y Ray tan solo bajó la mirada con pesar. Hubo un pequeño silencio. 

 

- no pueden estar juntos, jamás podrían...- 

 

- ¡¿de que demonios hablas?!¡Yo puedo estar con quien quiera!- dijo levantándose de la cama con el ceño fruncido. 

 

- ¡no! ¡¡Él es diferente!!- gritó, cuando se dio cuenta del alto volumen es su voz abrió los ojos con miedo mientras veía la puerta.  

 

- por eso…- Ray lo interrumpió. 

 

- Yuriy, ¡es un hombre lobo!- Kai lo miró incrédulo para después comenzar a reír. 

 

- ¡que estupideces dices!- Ray lo miró con nostalgia. 

 

- ¿sabes por qué no hay caballos aquí y por qué cuando llegaste con tu padre les robaron los suyos?- Kai siguió observándolo y Ray siguió hablando.    - llegar a la aldea más cercana cuando aún hay luz es imposible sin un caballo, todos les tienen miedo a ellos, Kai…yo lo sé, los he visto, estoy seguro porque mi padre…- calló un momento- mi padre era un excelente panadero, un día llegó un hombre de una aldea al norte y por supuesto ¡quedó encantado con la comida!- sonrió levemente- así que le pidió que lo acompañara a su casa por una importante comida que tendría, mi padre fue y cuando regresó a la semana siguiente ya no era el mismo, pensamos que el viaje lo había estresado pero en la noche se transformó, ¡era espantoso! Estaba maldito, pero seguía siendo mi padre y como no nos hizo nada pensamos que no importaba mientras nadie lo viera de noche, suena como locura pero tampoco nosotros lo podíamos creer, pero cuando fueron pasado los días comenzó a comportarse muy agresivamente, casi primitivo, descubrimos que le gustaba matar animales por diversión y aunque de día se arrepentía……… llegó una noche en la que los lobos comenzaron a alterarse, parecía que había llegado la temporada de celo… esa noche mi padre trató de matarme y de ultrajar a mi madre, logramos escapar de él pero al salir de la casa mató a tres personas y al final…- dijo cerrando los ojos y apretando las sábanas con las manos- lo tuvieron que matar- su cuerpo tembló y agachando la cabeza ocultó el rostro entre los flecos de su cabello. 

 

Silencio. 

 

Ray se dio la vuelta y se acostó de nuevo sin decir nada más y Kai tras observarlo algunos minutos salió de la habitación. Molesto frunció el ceño sin entender y cuando pasó por la habitación de Yuriy no pudo evitar detenerse y pasear la mirada hacia la ventana más cercana, era de noche y todo estaba completamente oscuro. 

 

Acercó la mano dispuesto a toca la puerta pero a los escasos milímetros de tocarla alejó la mano y la regresó a su costado. Caminó alejándose unos pasos pero rápidamente regresó y abriendo la puerta entró. La recamara estaba completamente vacía. ¿Sería posible que lo que decía Ray fuera cierto?...no, no podía ser. 

 

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Notas finales: nos vemos en el segundo chap...jeje

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