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"Noche de luna llena" por mihll

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Notas del fanfic:

Los personajes de este fanfic no me pertenecen y sólo los uso a modo de diversión...ni intensiones de lucrar con ello XD

Notas del capitulo:

Hola

Estaba estudiando, sip, pero me dediqué a escribir esta idea que me nació y que tiene un intento de lemon

Espero que les guste XD

 

  "Noche de luna llena"

 

    Esta noche había luna llena, como aquella vez. Había pasado el tiempo, mucho desde aquella vez a su impresión.  Cuatro años era poco para algunos, una eternidad para él...

Akira caminó lentamente por la calle rumbo a aquella casa de la que sólo quedaban  maderos carbonizados. Un incendio hace un par de meses atrás la había consumido casi por completo. Fue el acto de unos chicos vago, por lo que supo del informe policial, quienes le prendieron fuego tras una velada alocada de alcohol y drogas

Por el sector donde se ubicaba la puerta, pasó esquivando escombros. Se detuvo luego a dar un vistazo en rededor, nada quedaba de ese hogar que le vio crecer. Un aire de melancolía le presionó el pecho, eran muchos recuerdos, buenos y malos, el fuego sólo había dejado cenizas y escombros, quemado todo a su paso, pero aquellos recuerdos de toda una vida era lo que no pudo destruir, se quedarían por siempre guardados en su memoria

Con un poco de valor, avanzó unos pasos más, atravesó lo que era otra puerta. Se encontró en lo que era su cuarto. Estaba hecho añicos. Allí no había nada que esquivar. Lentamente miró todo en rededor una vez más, la pena se hizo más profunda, pero a pesar de todo sonrió y miró la luna que se hallaba imponente en el cielo. Sus ojos brillaron reflejando la luz plateada mientras soltaba un profundo suspiro

-es lamentable, pero no tanto como para llorar-dijo de pronto una voz que le sorprendió por la espalda e hizo que se le erizaran los pelillos de la nuca al reconocer la voz. Hanamichi estaba allí, justo detrás de él

Se volvió ceremoniosamente lenta. Entonces lo vio, de pié, a tan sólo unos pasos de distancia, con las manos en los bolsillos de sus pantalones. Tenía un aspecto casi irreal con la luz de luna sobre su rostro, sus ojos también brillaban...se veía hermoso, más de lo que recordaba

-hola-le dijo, con una voz muy suave al tiempo que una sonrisa se curvaba en sus labios

-hola-respondió y dio un par de pasos. Miró todo en rededor como una viva imitación del que fuera dueño de ese cuarto

-¿lo recuerdas, Hanamichi?-preguntó

-como olvidarlo-respondió

Entre sonrisas correspondidas, ambos volvieron al pasado...

 

-Recuerdo-

 

    Aquella noche luna llena caminaban uno al lado del otro. Atrás había quedado el gimnasio en que sus equipos se habían enfrentado. Tenían que reconocer que en la duela fueron enemigos acérrimos que se entregaron con todo por lograr la victoria. Hanamichi había ganado, con la ayuda de Rukawa con quien pudo jugar con entendimiento, como un solo jugador que hizo que Akira batallara como nunca

Si, Hanamichi ganó y Akira perdió, pero ahora no había una pisca de rivalidad

-estaba pensando en que podrías venir a mi casa y beber una cerveza-dijo Akira de pronto, para romper un poco el hielo en que se habían sumido sin querer

- no es mala idea-

- No, no lo es-

- entonces vamos-miró la luna-hoy puedo andar más de noche-murmuró pensando que la claridad le permitiría vagar por las calles sin problemas

-¿le temes acaso a la oscuridad?-preguntó Akira en broma

Hanamichi le miró y dijo:

-lo digo porque andaré solo sin la compañía de los muchachos...no me gustaría encontrarme con los tipos con quienes he peleado, no ahora, me siento cansado por el juego.

-tienes miedo-retó Akira

-claro que no-respondió y de nuevo el silencio

Caminaron un par de calles más hasta que Akira decidió hablar una vez más

-oye...es cosa mía o tú y Rukawa-

-¿Qué insinúas?-le interrumpió Hanamichi un tanto enfadado

 -nada-dijo al tiempo que negaba con la cabeza y sonreía por la estupidez  mencionada

-pero si quieres saber...el zorro es el zorro y sigo odiándolo por ser un acaparador de miradas, enemigos hasta la muerte.

-todo porque te ha quitado a toda chica que te ha gustado-

-eso ya me tiene sin cuidado...las chicas me tienen sin cuidado. Tú lo dijiste un día, se puede querer tanto a un hombre como a una mujer.

-pero yo lo dije que porque soy bisexual

-tal vez todos tengamos un bisexual dentro-señaló sonriendo

Caminaron unas cuantas calles más en silencio hasta que llegaron a la casa de Akira. El chico de pelos de punta le señaló la sala a Hanamichi y le invitó a ponerse cómodo mientras él iba por las cervezas

Cuando Akira regresó a la sala, Hanamichi prácticamente estaba echado en el sofá, con las manos tras la cabeza, los ojos cerrados, respirando relajadamente. Parecía que no le había oído llegar

-te invité a una cerveza y no a echar ronquidos en mi sofá-le dijo divertido

Hanamichi abrió los ojos. Una lata de cerveza pronto llegó a sus manos

-oye...me nace una duda-mencionó Akira tranquilamente mientras tomaba asiento en frente al pelirrojo. Bebió un sorbo de su cerveza y continuó- por lo que me dijiste hace rato me insinuaste que te gustan los chicos-

Hanamichi alzó la lata hasta tenerla frente a sus ojos.

-tiene 4.8 grados de alcohol-murmuró como si nunca hubiera oído a Akira

-Sakuragui,  me estás esquivando-se quejó Sendoh

-que no lo hago, sólo te estoy haciendo un comentario-

-dime-insistió Akira

-si-respondió, sin ver una salida.

Akira sonrió

-bien, sólo eso quería saber-sonrió mientras bebía otro trago

Hanamichi abrió su lata desatando un sonido chirriante del gas al salir, la espuma que se formó tuvo que ser absorbida rápidamente por su boca ante la cara divertida de Sendoh

-te ves lindo-murmuró Akira en tono alegre

Hanamichi quedó con la espuma en su boca, mientras sus mejillas se tornaban de un color carmesí

 Akira ya no quiso hablar más. Contemplaba el rostro del chico en frente suyo que se encontraba sumido en un remolino de pensamientos. Aunque no lo aceptara abiertamente, había algo en Akira que le llamaba la atención, desde esa primera vez que se encontraron en el gimnasio de la preparatoria Ryonan, allí donde le encaró y le dijo que él sería quien le derrotaría y Akira le hubo respondido con un "mucho gusto" mientras le tendía la mano con una de sus características sonrisas

Akira disfrutaba de la compañía de Hanamichi. Sonreía de vez en cuando al pensar que esa amistad que había logrado con el tiempo quizás podía dar un paso más allá. Hanamichi le gustaba y mucho, no podía evitarlo. Era un simple chico que mostraba sus sentimientos abiertamente aunque muchas veces era arrebatado y loco. Sonrió mucho más cuando se lo imaginó besando sus labios, en ese entonces Hanamichi pareció atorarse con el líquido y tosió levemente

-¿estás bien?-le dijo con un tono entre preocupado y divertido. No pudo evitar el impulso que le hizo acercarse a él, y tomar una de sus mejillas con la mano

Hanamichi sintió como si una corriente eléctrica le recorriera el cuerpo no sólo ante ese sutil contacto sino también por la mirada que se posó fija en la suya. Amabas miradas se fundían en una sola. Akira sentía que se perdía en ese mar color miel que eran los ojos de Hanamichi, tan trasparentes y profundos, que todo en rededor parecía desaparecer...no había más ruido que el emitido por el golpeteo de  corazones en el pecho de cada uno

Hanamichi por más que quiso no fue capaz de romper el contacto visual, aquellos ojos color violeta lo estaban llevando a un abismo más allá de sus propios pensamientos coherente. El contacto de su mano a su piel, quemaba como el infierno mismo pero a la vez la sentía tan bien que no pudo evitar buscar él mismo una caricia

Ninguno supo ni cuándo ni cómo sus labios terminaron unidos en un contacto, primero lento y suave, después osado y descontrolado

Cuando se separaron, el corazón de Hanamichi latía desesperado, su respiración era agitada. El beso había sido demasiado intenso, había llegado a lo profundo de su ser, que quería mucho más y él fue quien esta vez buscó el contacto. La lata que sostenía había caído irremediablemente al piso cuando la soltó buscando abrazar el cuello de Akira, buscando mayor contacto entre sus cuerpos

Terminaron besándose recostados en el sillón, Hanamichi bajo el cuerpo del ojivioleta que avasallaba su boca, recorriendo con su lengua cada recóndito espacio, saboreando todo con deleite y provocando que se le escaparan gemidos ahogados llenos de placer

Cuando Hanamichi sintió la mano de Akira posarse en su miembro, por sobre la tela del pantalón, lo separó bruscamente. Akira cayó al piso respirando entrecortadamente

-lo siento-dijo Akira

-yo también-respondió Hanamichi y le tendió la mano para ayudarle a levantarse

-Sakuragui yo-balbuceó Akira cuando estuvo en pié

-debo irme, se me hace tarde-musitó bastante avergonzado

-no te vayas, quédate-suplicó Akira

-pero yo...-Hanamichi miró al puerta, parte de él le decía que escapara, pero su cuerpo que hubo reaccionado ante las caricias y besos del ojivioleta contradecían, parecían ser superiores en deseo

-quédate, Hanamichi-repitió Akira

El pelirrojo cerró sus ojos, negando con la cabeza. Akira vio esto como una negativa y la esperanza reflejada en su rostro se fue apagando de a poco. También cerró sus ojos resignándose, que no pudo prever el momento en que Hanamichi acercó su boca a la suya y atrapó sus labios con pasión y locura, por un instante, luego se separó

-me quedo contigo...-le dijo Hanamichi sensualmente a Akira mientras sus brazos rodeaban su cuello. Sus bocas se encontraban a escasos centímetros de distancia, sus miradas, fija una en la otra...Hanamichi supo que no tenía salida, supo en ese entones que no tenía marcha atrás. En los ojos de Akira veía deseo, el mismo deseo que sabía que reflejaban sus ojos. No quería ni podía detener los impulsos de su cuerpo que deseaba al del otro, no quería reprimirse la tentación de ir más allá. Si Akira quería algo más que besos esa noche no iba a detenerlo, Akira le gustaba y no le importaba si esa noche terminaba siendo suyo-...me quedo contigo esta noche-terminó susurrando contra la boca de Akira

Akira soltó un gemido de profundo placer ante la forma casi salvaje en que Hanamichi comenzó a besarlo. Sus miembros se rozaron y ambos supieron que estaban listos. El pelirrojo, lejos de sentir miedo por lo que quería hacer, sentía un calor intenso que dominaba su cuerpo "deseo puro del otro", lo hacía enloquecer, perder todo rastro de cordura...

Sin perder el contacto llegaron hasta el cuarto y Akira una vez más quedó sobre Hanamichi

-es el tiempo para que te arrepientas Hana, porque yo no me detendré si sigo-le dijo Akira a Hanamichi en un susurro muy cerca del oído que sólo consiguió que el pelirrojo soltara un gemido de placer antes de que alzara su cabeza y buscara su boca, besándolo con devoción

Akira obtuvo la respuesta que buscaba, y respondió al beso con la misma fogosidad que el otro le entregaba. Sus cuerpos se arqueaban involuntariamente, aferrándose uno al otro con fuerza

-me gustas mucho, Hana-murmuraba apenas Akira contra la boca del Hanamichi cuando podía-me gustas... te deseo y no sabes cómo-

-entonces tómame-respondió Hanamichi con una voz cargada en deseo, lo que hizo que Akira perdiera el último vestigio de cordura que quedaba en su ser

Con desesperación Akira se quitó la polera y la lanzó a un punto perdido en el piso, Hanamichi hizo lo mismo...ambos respirando entrecortadamente se miraron el pecho descubierto, contemplando con admiración y lujuria los músculos bien formados del otro, brillantes en sudor que empezaba a emanar de sus dermis producto del calor que subía en temperatura descontroladamente

Akira no tardó en descender de nuevo hacia la boca apetecible de Hanamichi, besándolo con sutileza y maestría para después descender hasta su cuello y marcar con su esencia caliente cada recóndito sitio...Hanamichi se arqueaba en placer, hundía su cabeza en la almohada buscando darle espacio a su amante, se mordía el labio inferior y su cara de encontraba teñida de un color rojo intenso mientras sus ojos brillaban en lujuriosa pasión

Akira podía sentir todo la entrega de Hanamichi, sus gemidos era una música que alentaba su desenfreno, pero aún así pudo detener su accionar un instante para contemplar el rostro encendido de su amante pelirrojo, por unos segundos guardó en su memoria esa expresión tan deseable con que enfrentó su mirada, que detonara aún más su salvajismo interior que hizo que arrancara del cuerpo toda esa ropa molesta

Hanamichi cerró sus ojos un poco avergonzado cuando oyó caer el resto de la ropa que le cubría a un costado de la cama. Akira por su parte ni siquiera se percató de ese detalle, atacó rápidamente su miembro, engulléndolo completamente en su boca. Quería hacerle sentir el placer más intenso nunca antes experimentado...era un loco, si, Akira era un loco desesperado que hacía temblar a su amante, le hacía soltar una y otra vez suspiros y gemidos que encendían aún más el fuego que lo estaba consumiendo

Akira no detuvo el vaivén de su boca hasta haber concluido con su labor de hacer explotar ese miembro que le parecía exquisito. No pensaba, nada le importaba ni siquiera que Hanamichi, dentro del placer intenso del estallido de su orgasmo, enterrada sus dedos en su cabellera

El masculino cuerpo del pelirrojo había quedado bañado en sudor. Hanamichi no era más que respirar entrecortadamente recuperando todo el aire de sus pulmones que soltó cuando su semilla fue expulsada completamente a la boca se su amante...

Pero no todo acababa allí. Cuando Hanamichi abrió sus ojos se encontró con los de Akira que le decían que iba continuar y que ahora era su turno de encontrar alivio. Hanamichi asintió ligeramente con la cabeza recibiendo a cambio otro lujurioso beso que le hizo sentir el sabor de su semilla. Luego Akira se separó y se colocó entre sus piernas. Hanamichi pudo ver como éste se desabrochaba los pantalones con los dedos torpes en deseo. Hanamichi sabía que venía después de que ese miembro duro que se alzó imponente tras ser liberado de la prenda que lo presionaba, miedo antes ese momento nunca tuvo, menos ahora, seguía tan caliente como antes de alcanzar su orgasmo. Akira le hacía sentir deseo como nunca antes había sentido...

Una vez más los amantes entraron en una batalla de besos. Momento que Akira aprovechó para preparar al pelirrojo hasta que estuvo listo para recibirlo en su interior. Akira era consciente de que le provocaría daño y tuvo que reprimirse mucho el deseo de penetrarlo de una sola embestida; lo hizo de forma lenta y ceremoniosa, acallando los quejidos dolorosos de Hanamichi con sus besos, hasta percibir un cambio a placer. Fue en ese entonces donde se dio rienda suelta, sus movimientos de a poco se fueron tornando más profundos y rápidos, recibiendo como premio una oleada de placer indescriptible que le conducía a un abismo donde Hanamichi pedía más y más, y donde él no le iba a negar nada...

Cuando Akira explotó dentro de las entrañas de Hanamichi, marcó un instante único que quedaría tatuado en la piel de ambos y que ninguno de los dos olvidaría, ya que para ambos era la primera vez con un hombre...

 

-Fin recuerdo-

 

-ni el fuego borrará los recuerdos de esa noche-murmuraron en voz baja Hanamichi y Akira, como si pensaran como uno mismo

Akira volvió a la realidad, en la cual ya no pudo despegar la mirada del rostro de Hanamichi, quien la sostuvo por unos momentos para luego sonreír. Akira respondió de igual forma

-quedará por siempre en tu memoria-le dijo Hanamichi

-y en la tuya-respondió

Hanamichi negó levemente con la cabeza.

El silencio se hizo entre ellos de una manera muy profunda, nada se oía, como si todo ruido de la ciudad hubiese desaparecido por completo. Sólo estaban ellos dos, allí, como una vez hace 4 años atrás

Quien se atreviera a romper el hielo como siempre, fue Akira

-¿estás con alguien?-preguntó.

Hanamichi asintió sonriente.

-¿y es muy serio?-volvió a preguntar luego de pensar un poco que el tiempo, la distancia entre ellos y nunca más haber vuelto  a verse tras su partida a Estados Unidos, había hecho que muchas cosas cambiaran en la vida del pelirrojo

-si-respondió Hanamichi

-¿hasta qué punto?

-¿Qué crees tú?-preguntó Kaede apareciendo de la nada. Rodeando el cuello de Hanamichi con sus brazos y dejando a relucir un anillo en su dedo que brilló al reflejar la luz de luna

-oh, no sabía-apenas pudo decir

-estamos juntos hace tres años, nos casamos hace dos semanas-explicó Hanamichi sin dejar de sonreír

-y estaremos juntos por la eternidad-apoyó Kaede, también sonriente, como nunca antes Akira había visto en ese chico extremadamente serio

Akira respondió sin poder evitarlo. Tenía que admitir que esta noche esos dos hacían muy buena pareja, ante la molestia que le presionaba el pecho al saber que había perdido totalmente a Hanamichi. Nunca dejó de quererlo, ahora que lo veía de nuevo estaba seguro de eso

-esa sonrisa se ve triste-musitó Hanamichi inesperadamente

Akira cerró los ojos y soltó un leve suspiro antes de volver a abrirlos una vez más

-pasa cuando ves a la persona que un día quisiste felizmente en los brazos de otro-murmuró

-perdiste, Sendoh-Atacó Kaede tranquilamente-hiciste lo que yo me negué a hacer cuando tuve a Hanamichi conmigo-

-rechazaste el contrato de los Bulls por eso-dijo y sonrió. Kaede tenía razón, tal vez debió hacer eso, quedarse cuando pudo hacerlo o invitar a Hanamichi a irse con él

-pero ya no más de esto-Hanamichi suspiró-sólo vine a despedirme de ti-

-¿cómo sabías que estaría aquí?-

-sólo lo sabía-dijo deshaciéndose del abrazo de su esposo para luego tomarle de la mano-recuérdanos, esto es un adiós

-"un adiós"-pensó con cierta amargura, bajando la vista por un segundo. Cuando la levantó Hanamichi ni Kaede estaban frente a él

Akira soltó esta vez un profundo suspiro

-Tú ganaste Rukawa, por primera vez-musitó

Akira, a pesar de todo no pudo dejar de sonreír. Dio una última mirada a todo el lugar y luego se marchó al hotel en que se estaba hospedando

El vacío que Akira sentía era un pesar que no podía quitarse de encima. En un intento de distraerse se sentó frente al televisor y lo encendió. De la nada nació una necesidad de dejarlo en un canal donde trasmitían una noticia de último momento

Akira abrió los ojos como platos al tiempo que un escalofrío recorrido su cuerpo hasta la punta de los dedos

La periodista que anunciaba la noticia se encontraba en el frontis de un hospital señalado como el lugar donde una hora atrás había fallecido Hanamichi Sakuragui y su esposo Kaede Rukawa, ambos integrantes destacados de la selección nacional de baloncesto

Akira no hizo más que cerrar los ojos mientras seguía oyendo los detalles del accidente automovilístico, en el que se condenaba a un conductor en estado de ebriedad que se salió de su vía e impactó de frente al choche donde Hanamichi y Kaede regresaban a la ciudad luego de haber disfrutado de su luna de miel. Luego de eso ya no oyó más, sintió el mismo silencio que se produjo por un momento cuando estuvo con Hanamichi...el tiempo pareció correr sin sentido, no supo cuantas horas estuvo en un estado de dejadez total, hasta que finalmente se levantó del sillón de manera torpe y arrastrando los pies se dirigió hasta la ventana, corrió la cortina y contempló la luna llena, grande y plateada en lo alto del cielo. Todo era tan irreal como el momento en que los fantasmas se presentaron frente a él, en una despedida

Akira cerró los ojos recordando el rostro de Hanamichi, sus palabras y las de Kaede

-"juntos por la eternidad"-pensó dolorosamente mientras una lágrima se escapaba de sus ojos y escurría por sus mejillas

-claro que te recordaré Hanamichi...gracias por volver a despedirte de mí...adiós-

 

 

FIN

Notas finales:

Bien, si hay algunos errores es porque no lo corregí, mi beta anda desparecida (canalla que no quiere trabajar)

Comienzan mis examenes en la uni así es que los fics en proceso deberán esperar hasta que se me dé el tiempo

Hasta pronto.


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