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Junto a ti por rotzcoco

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-Deja de llorar- dijo el peliblanco escuchando los sollozos de un castaño a su espalada.

-Lo…siento- dijo el castaño secándose las lágrimas que salían de sus ojos- Es que… no puedo dejar de pensar en su cara- comento volviendo a llorar.

El peliblanco sonrió tristemente al recordar como Toboe se había convertido en lobo enfrente de una niña que, de por si, estaba en shock al ver a su halcón muerto.

-Ya olvídala- dijo con tono enojado el peliblanco.

-Pero…yo no… quería…lastimarla- el castaño se volteo con dirección a la salida. Deseaba poder llorar tranquilamente pero con el peliblanco ahí, iba a ser difícil.

-Ya no llores- el castaño se tenso al sentir los brazos de Tsume rodearlo.-Olvídala- un escalofrió lo recorrió cuando el aliento del mayor le rozo la mejilla.

El castaño tenía los ojos tapados con sus manos y gracias a eso el mayor no pudo ver el sonrojo y lo sorprendido que estaba el menor.

Toboe sintió como lo giraban y como el brazo del mayor se colocaba en su cintura, mientras que la otra mano rozaba su mejilla.

-Toboe- la voz del mayor sonó dulce y tierna- deja de llorar- el castaño sintió que la mano de Tsume agarraba las suyas y las quitaba.-No vale la pena que llores por ella- la mano de Tsume recorrió las mejillas del menor para quitarle las lágrimas.

El menor abrió los ojos lentamente y vio que Tsume estaba demasiado cerca de él y con una sonrisa que nunca había visto.

-Todo estará bien- dijo el peliblanco tomando la barbilla del menor y acariciando el labio inferior.

-Tsu…me- Toboe tenia las mejillas rojas y sus manos se encontraban en el pecho del mayor.

Tsume se fue acercando más al otro, sus labios casi se tocaban.

-Toboe- susurro el mayor rozando los labios del otro con los suyos.

-TOBOE- los dos se sobresaltaron y se separaron cuando la puerta se abrió de golpe-Vamos a…- el chico pelicafe que acababa de entrar vio a los otros dos, primero al castaño y luego al peliblanco-¿Qué le hiciste Tsume?- dijo al ver que el menor tenia los ojos rojos y rastros de lágrimas.- Vamonos pequeño- lo tomo de la mano y lo jalo fuera del cuarto.

-Mi nombre es Toboe- fue lo último que escucho el peliblanco.  

*********************

-Tsume- el menor sacudió el hombro del mayor-Tsume- el peliblanco se movió en la cama y se volteo, quedando de frente al castaño.

El castaño observo el rostro del mayor, se veía tan bien dormido.  Alzo la mano y rozo la mejilla del otro.

-¿Qué haces?- pregunto el peliblanco viendo al otro. El corazón del castaño se detuvo por un momento para después empezara latir tan rápido que se le iba a salir.-Toboe-susurro el otro con voz sensual.

-Me voy a dormir- contesto con lo poco que tenia de cordura que le quedaba.

-¿y para eso me despiertas?- pregunto el mayor enojado.

-Es que…esta es mi cama-contesto el menor con una gota en la cabeza.

-A mí me gusta esta, así que más vale que me dejes dormir- comento sin apartar los ojos.

-Pero… ¿en donde voy a dormir?-  pregunto el castaño.

-Pues allá- contesto el peliblanco señalando la otra cama.

-Pero no me gusta- reclamo.

-Entonces puedes dormirte aquí- comento como si fuera lo más normal del mundo-Buenas noches- dijo volteándose, moviendo la mano del otro como si fuera lo más frágil del mundo.

El castaño vio a Tsume y luego vio la otra cama.

Después de un momento de pensarlo, Toboe se metió en la cama junto a Tsume (la otra cama daba miedo y era incomoda) (si como no).

Tsume se tenso cuando sintió que la espalda del menor se pegaba a la suya, no podía creer que el castaño se hubiera acostado con él.

-Tsume- hablo el castaño sentándose en la cama y teniendo un brazo en la cama, con el cual se apoyaba.

-¿Qué ocurre?- pregunto el peliblanco pareciendo desganado y enfadado.

-¿crees que encontremos el paraíso?- pregunto sin perderse ningún detalle del otro (le observaba la espalda).

El peliblanco no supo que responder. Él deseaba poder decirle que lo encontraría y que todos serian felices, pero eso era lo mismo que desear poder sentir los labios del otro, imposible (jajajajaja, creo que ya todos saben que es lo que va a pasar).

-No lo sé- dijo dándose la vuelta en la cama para poder ver a Toboe, pero al hacerlo provoco que el brazo del otro perdiera el equilibrio y cayera sobre el peliblanco, haciendo que sus labios se juntara.

-Lo siento- dijo el castaño separándose rápidamente del mayor. Toboe estaba sonrojado y con los ojos abiertos como platos.

Sin poder aguantarse más, el mayor, que estaba casi en el mismo estado que el otro, se medio levanto, tomo la barbilla del otro y lo beso.

Toboe no podía salir de su sorpresa. Sus labios estaban pegados a los del otro, una mano sobre su barbilla y la otra en la cama, mientras que las manos del castaño estaban inmóviles.

El menor sintió como iban descendiendo poco a poco, hasta que él quedo sobre el peliblanco y la mano que estaba de apoyo se poso en su cintura, juntando más sus cuerpos.

Tsume estaba feliz y preocupado, feliz porque por fin podía sentir los labios del otro, tenerlo cerca. Estaba preocupado porque el otro seguía inmóvil.

Toboe reacciono de la única forma que pudo, puso sus manos en el pecho del mayor y se separo.

Los dos se vieron por un momento.

El peliblanco veía a Toboe con ternura (y lujuria), mientras que el castaño veía al otro con confusión.

-yo…- empezó a hablar el menor.

-Lo siento- lo interrumpió el mayor- No quería hacerlo (mentiroso -.-), pero es que me gustas desde hace mucho- El peliblanco vio como el menor abría los ojos sorprendido. Vio que el pequeño se ponía mas rojo, pero de alguna forma supuso que el otro no sentía lo mismo por él (tonto).-Será mejor que me vaya- dijo al ver que Toboe no reaccionaba.

El peliblanco se destapo e iba a levantarse cuando (por fin) Toboe reacciono y se lanzo al cuello del otro, volviendo a juntar sus labios.

Tsume no podía creer lo que estaba pasando. No podía dejar de sentirse la persona más afortunada y feliz de todas. (Ahora era el momento de reaccionar de Tsume) abrazo al menor por la cintura y lo recostó en la cama, quedando él sobre el menor.

El menor apretó más el abrazo, se sentía nervioso y feliz (como no iba a estarlo, si estaba con la persona que más quería).

Tsume comenzó a lamer el labio inferior del castaño pidiendo permiso para adentrarse.

Toboe temblaba ligeramente, estaba muy nervioso y comenzaba a sentir algo que nunca le había sucedido (ustedes saben que y en donde jijijiji), sintió la lengua del mayor y algo en él se encendió.

El castaño abrió la boca y dio paso a la lengua del otro. Dentro de la boca del menor hubo una danza sensual, caricias y peleas.

Cuando falto el aire (¡¡¡maldito aire!!!), los dos se separaron.

-Toboe- susurro sensualmente el peliblanco al oído del otro- Deseo hacerte mió-

-Ts…Tsume- el pequeño se tenso al sentir la lengua del otro en su cuello. Estaba sonrojado, nervioso y alterado.

Tsume puso sus manos en la cintura del otro, después comenzó a meter una debajo de la playera del castaño. Toco la piel suave que tanto había deseado tocar. Toboe soltó un suspiro cuando la mano del mayor rozaba uno de sus pezones.

-Tsume- susurro Toboe cuando el peliblanco le lamió el cuello.

Tsume desabrocho el primer botón de la playera del otro y lamió esa parte del pecho descubierto. Luego fue desabrochando los demás botones, lamiendo y besando el pecho del castaño. Con sus manos le quito la camisa y se entretuvo con los pezones, mordiéndolos, chupándolos, succionándolos, besándolos, haciéndoles caricias.

El peliblanco fue bajando por el pecho del castaño, pasando por su abdomen, deteniéndose en el ombligo, jugando con él. Después siguió bajando hasta llegar al borde del pantalón, donde delineo el borde por un rato. Luego quito el botón, bajo la cremallera, deslizo poco a poco el pantalón del otro, mientras Toboe se moría de ansiedad (aunque no es el único).

Tsume beso el miembro semierecto del castaño (seguía teniendo los boxers >////<) y luego regreso a la boca del otro (Tsume nos quiere matar ¿verdad?) (Tranquila, pronto vendrá lo mejor jijiji). Sus lenguas volvieron a entrelazarse. Se volvieron a separar cuando el aire les hizo falta.

Tsume se separo un poco del otro cuerpo para verlo a los ojos (en realidad a los parpados porque Toboe tenia los ojos cerrados con fuerza).

-Toboe, abre los ojos- pidió el peliblanco besando rápidamente sus labios.

El castaño fue abriendo poco a poco los ojos, hasta que se encontró con los dorados del otro.

-Tsume- susurro el menor sin apartar la mirada del los ojos dorados que lo veían con mucha pasión (y lujuria, que no se les olvide).

Tsume vio al pequeño y sonrió dulcemente al ver que tenía las mejillas rojas y la respiración agitada.

-¿puedo seguir?- pregunto con voz sensual el peliblanco, metiendo su mano en el bóxer del menor y comenzando a masajear su miembro.

-mmm, aah, Tsume- el castaño se tenso y después comenzó a temblar levemente (era mucho placer, pobrecito).

-¿continuo?-  volvió a preguntar el mayor, lamiendo lo labios del otro.

Lo único que pudo hacer Toboe, fue asentir con la cabeza y dejarse llevar por el placer.

Sin poderse aguantar más, el peliblanco bajo de nuevo a la parte baja del menor y le quito lo único que tenia de ropa.

Lo observo por un momento, sonrió de forma lujuriosa y después se acerco al miembro, ahora erecto, del castaño y le beso la punta.

El menor sintió un escalofrió y una carga en todo su cuerpo.

El mayor saco su lengua y lamió la punta, después fue bajando poco a poco, recorriendo toda la longitud del menor, subiendo de nuevo. Repitió ese recorrido por un buen rato. Quería recordar cada detalle del que estaba debajo de él.

Cuando ya no aguanto más, el peliblanco se metió el miembro del otro y empezó a chuparlo y succionarlo.

El menor no podía dejar de gemir el nombre del mayor. Por todo su cuerpo recorrían sensaciones que nunca supo que podía sentir.

Cargas eléctricas pasaban por todo su cuerpo, empezando por la parte baja para después llegar a su cabeza, erizarle la piel y luego volver a bajar a la parte que estaba siendo masajeada.

Tsume sintio como el de abajo se tensaba, ya casi llegaba el tiempo de que soltara sus fluidos.

-Ahh, Tsume, me vengo- aviso el castaño arqueando la espalda.

El peliblanco dio dos lamidas más antes de sentir los fluidos del otro entrar en su boca. El mayor se lo trago todo y después se separo para ver la cara de éxtasis que tenia el menor (que por cierto lo éxito más).

El castaño se recostó en la cama e intento recuperar el aliento.

El ojidorado beso la frente del menor, beso sus parpados, sus mejillas, la punta de su nariz, su barbilla y después unió sus labios.

Se separo un poco para dejar que el otro se recuperara.

El castaño tenía los ojos cerrados y sus manos apretaban las sabanas.

Tsume se acostó junto a Toboe y acaricio su pecho, rozando de vez en cuando los pezones.

-Toboe- susurro Tsume sin dejar de tocar al otro.

-Tsume- murmuro el castaño entreabriendo los ojos.

-Dejémoslo aquí- dijo Tsume besando la mejilla del menor.

-Yo…-comenzó a hablar el castaño viendo los ojos de Tsume. El ojidorado sonrió al ver que el otro se ponía completamente rojo (si se podía).

-¿quieres seguir?- le pregunto lamiendo sensualmente la oreja al otro.Toboe se estremeció y tembló ligeramente.

-Sí- logro articular sin perderse (todavía) en el placer que volvía a aparecer gracias a que Tsume volvía a acariciar su miembro.

Tsume se sentó y jalo a Toboe hacia él. Sentó al menor en sus piernas y lo beso apasionadamente. Sus manos se posaron en la cintura del menor y acaricio esa parte para luego ir bajando una mano hacia la entrada virgen del otro.

Mientras, Toboe no se quedaba quieto y comenzaba a quitarle la playera al otro. El castaño se tenso cuando sintió que el peliblanco rozaba su entrada con uno de sus dedos y soltó un gemido, que fue acallado por la lengua del otro.

El mayor volvió a tocar esa parte sensible del castaño, haciendo que rompiera el beso y gimiera fuertemente.

-Lo voy a introducir- le dijo el peliblanco tocando de nuevo ese lugar.

El castaños se encogió y recargo su cabeza en el pecho del mayor. Se volvió a estremecer cuando el dedo del peliblanco comenzó a ejercer presión en su entrada.

-Aah, duele- dijo el castaño cerrando los puños y recargándose más en el pecho del otro.

-Relájate (¡sí como a ti no te lo están metiendo!)(tranquila, Roxana) (lo siento)- susurro el mayor tomando el miembro del otro con la mano desocupada, comenzando a acariciarlo.

-Mph, aah- el menor se movía inquieto ante las caricias del peliblanco.

Toboe sintió como otro dedo se abría paso por su cavidad y entraba hasta llegar junto al otro dedo y empezaban a moverse inquietamente.

El castaño empezó a sacar suspiros y gemidos llenos de placer y un poco de dolor.

Al poco tiempo, el tercer dedo se metía en el castaño, mientras que éste sólo podía soltar gemidos llenos de placer.

El peliblanco cuando vio que el castaño ya estaba preparado (en realidad Tsume ya estaba desesperado), retiro sus dedos, recibiendo una queja de parte del otro.

-Ahora viene lo mejor- comento recostando al menor en la cama y poniendo sus piernas en su cadera- Relájate- le dijo besando su pecho (del menor).

El peliblanco alzo un poco la cadera del menor y se puso en posición para penetrarlo.

El castaño cerró los ojos con fuerza y puso sus manos en la sabana.

Tsume comenzó a entrar en el menor, haciéndolo con cuidado para no lastimarlo.

-mmm estas muy estrecho- dijo el mayor cuando estuvo dentro del otro.

El (pobre) castaño se mordía el labio inferior, sentía mucho dolor en la parte de atrás y sentía el miembro del otro.

-Relájate- le susurro Tsume al oído, empezando a besar su cuello.

El peliblanco volvió a poseer el miembro descuidado del otro y lo masajeo.

El pequeño empezó a gemir con placer ante las caricias del otro. Tsume beso el pecho del castaño, mordiendo y succionando los pezones.

-Me voy a mover- aviso el peliblanco besando los labios carnosos del otro.

-Yo…- el menor apretó los ojos y sólo pudo asentir.

El peliblanco, sin dejar el miembro del otro, comenzó a moverse dentro del castaño.

-mmm…aah…Tsume- el menor comenzó a moverse después de un rato, al ritmo lento que imponía el mayor.

Tsume, al ver que el castaño comenzaba a moverse, decidió aumentar la velocidad de las embestidas, comenzando a salir y entrar en el menor.

-Tsume- el menor se aferro a la espalda del peliblanco, escondiendo su cara en el pecho de éste.

-mmm…eres…muy estrecho- Tsume comenzó a embestir con más fuerza al otro.

-Tsume… me vengo- aviso el menor sintiendo una corriente recorrer toda su espalda. Toboe soltó al otro y arqueo su espalda. El momento tan esperado llegaba.

Tsume aumento el ritmo de la masturbación. Esa cara llena de éxtasis que ponía Toboe lo volvía loco.

El peliblanco se acerco a la boca del menor, lamió eso labios rojos y carnosos, para después morderlos.

El pequeño sentía que ya no aguantaba más, los movimientos bruscos y salvajes del otro hacían que experimentaba sensaciones nunca antes sentidas.

Tsume dio tres estocadas más y el castaño se corrió en su mano mientras el peliblanco se corría dentro del menor al sentir que su miembro era atrapado por esa estrecha cavidad.

Toboe se recostó en la cama intentando recuperar el aire.

Tsume fue saliendo con cuidado del otro.

Al salir se acostó junto al otro y lo abrazo por la cintura, atrayéndolo hacía él.

El castaño recargo su cabeza en el pecho del mayor, delineando la cicatriz que tenia.

-¿realmente deseas encontrar el paraíso?- pregunto Tsume jugando con el cabello del menor.

-Mientras este junto a ti nada me importa- contesto el castaño besando dulcemente los labios del mayor.

Después se acomodo de nuevo en el pecho del otro y se quedo dormido.


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