Primer entrega
Hyoga llega con Shun a casa después de una salida.
Cuando llegan a la entrada, él, adoptando una posición ganadora, apoya una mano en la pared y le dice:
-Mi amor, ¿Por qué no me la chupas un ratito?
-¿Aquí? ¡Tú estás loco!
-Dale, rapidito, no pasa nada ...
-¡No!. Puede bajar alguien a tirar la basura o algún vecino y reconocerme.
-Pero es un ratito nada más, a esta hora no viene nadie.
-Que no Hyoga, que si bajan a tirar la basura... y mi hermano se entera nos mata
-Dale, si a ti te gusta, una chupadita nada más Shun...
-¡No! Que pueden bajar....
- Dale, no seas así....
-He dicho que no, que no y que no.
-Venga, si ahí agachado no te va a ver nadie, conejito.
-¡¡¡¡NO!!!
En ese momento aparece Saori, en camisón, toda despeinada y le dice:
-Dice Ikki que ya hemos tirado la basura, así que, que se la chupes de una puta vez y si no, que se la chupe yo, y si no, que manda a Tatsume o si no dice que baja él y se la chupa, pero, por favor, que levante la mano del puto telefonillo (Portero eléctrico) que son las tres de la mañana, ¡joder!
atte. Fliss Lete
Inframundo, palacio de justicia
Llegaban tres nuevas almas al inframundo, imposible distinguir un rostro entre esas sombras.
Lune descansaba perezosamente sobre su sillón mientras leía una revista, al verlos ingresar dio un bostezo y se acomodó mejor para atenderlos.
“Umm, se por sus cosmos que son leales caballeros de Atena y por lo tanto deberían descansar en los Eliseos como los héroes que son etcétera, etcétera, pero lo siento muchachos, con todo esto de las guerras santas el cielo esta lleno, solo queda lugar para uno mas, tendré que mandar al resto a uno de los infiernos o con la gente común y corriente, lo que prefieran” Anunció Lune como si resultara lo mas normal del mundo.
“¡¿Qué?!” Exclamaron los tres al unísono al oír tal cosa.
“Órdenes del señor Minos, no quiero reclamos, pero para ser justos lo dejaremos a la suerte, aún no he revisado el archivo, cuéntenme de que manera murieron y el que haya dejado el mundo de Atena de la manera mas asombrosa se gana el puesto en el cielo” Propuso, mas por la pereza de tener que leer ese interminable libre.
“Esta bien” Empezó el primero “Yo me llamo Hyoga Cygnus, y el día que morí regresaba temprano de entrenar por que me habían dicho que cuando me iba mi novio Shun me engañaba, así que quise sorprenderlo con el maldito que me ponía los cuernos”
“¿Y que pasó?” Preguntó intrigado Lune, guardando la revista.
“Pues que cuando entré a la mansión ya podía escuchar los gemidos, así que me apresuré y subí las escaleras, debieron sentirme por que cuando entré a la alcoba Shun ya estaba solo, tenía el cabello revuelto y solo una camisa puesta, me aseguró que era por que acababa de levantarse, claro que no le creí una palabra, y justo ahí sentí un ruido en el balcón, salí y allí lo vi al mal nacido, tratando de bajar, me le fui a los golpes y se defendió asustado, corrió dentro de la alcoba y tiramos todo a nuestro paso, logré darle con un jarrón y varios utensilios que encontré, le disparé mi ejecución aurora, ya cuando lo vi saltar para esquivarme por el balcón alcé la heladera y se la aventé, pero no me di cuenta de cuando se me enganchó el cable en la pierna y me arrastró con ella…”
“Pero que menso” Se llevó una mano a la frente Lune, antes de dirigirse a la segunda alma “¿Y tu? Vas a necesitar mucho para superar eso”
“Me Llamo Jabu de Unicornio, yo estaba simplemente haciendo unas tareas de rutina, mi amada Saori me pidió que arreglara un imperfecto en la ventana de su pieza, pero me quedé encerrado, así que salté al balcón de Andrómeda para ver si podía salir por ahí, pero ni bien pisé se me apareció el idiota del pato gritándome quien sabe que mientras me lanzaba golpes sin dejarme siquiera reaccionar, corrí dentro de la alcoba pero no me dejaba en paz, encima ese Andrómeda que solo me miraba sorprendido y no hacía nada, ya cuando me lanzó su famosa ejecución aurora no vi otra que saltar por el balcón y arriesgarme, por suerte no sufrí grandes daños al caer, amortiguó mi caída una montaña de ojos secas, pero ni bien pestañeé vi como se me caía encima una heladera…”
Lune se rasca la cabeza impresionado, antes de dirigirse a la tercera alma.
“¿Y tú?” Convencido de que ya no podían sorprenderlo mas.
“Me llamo Kanon de Géminis, y la verdad que lo mío… fue tan sencillo como raro, aprovechaba que estaba de visita en la mansión de Athena para tirarme a uno de los santos de Bronce, cuando se le dio por aparecer a su pareja, y no tuve mejor idea que esconderme dentro de la heladera…”
Atte. Hator