Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Demasiado Tarde por Cacell Corp

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Demasiado tarde







Nunca le confesé mi amor... ¿por qué? Porque soy un cobarde, por supuesto. Ya pasaron diez años y no lo he vuelto a ver, me preguntó qué estará haciendo de su vida, aunque sea un tanto obvio, Kaiba Corp por supuesto.

Pasado todo este tiempo, me lamento de no haberle confesado mi amor, ahora que ya lo perdí para siempre, ¿por qué me estoy lamentando? Ya lo perdí, no puedo hacer nada al respecto. Tal vez, si me hubiese declarado, él igual no me hubiese correspondido, quiero decir, vivía rodeado de chicas, sus fans, miles de chicas a su completa disposición, ¿por qué habría de fijarse en mí, después de todo? Igualmente repito: lamento no haberle confesado mi amor por él antes... ahora que ya no le puedo ver, no tengo nada que hacer...





.·º·..·º·..·º·.·º·...·º·..·º·..·º·..·º·..·º·.·º·...·º·..·º·..·º·..·º·..·º·.·º·...·º·..·º·.





Un joven de cabello tricolor caminaba lentamente por el centro comercial. Su vista estaba perdida en el suelo sobre el que caminaba, y la tristeza reinaba en sus ojos. Así había sido en los últimos años. ¿Las razones? Nadie lo sabía, ni siquiera a su propio yami se lo había explicado. Ya no tenía la misma forma alegre y optimista de ser, su mirada parecía un tanto vacía, pero nadie preguntaba porque sabían que él no quería hablar al respecto. Bueno, ni que les prestara mucha atención a sus amigos, últimamente

los tenía un poco dejados de lado, pero no le importaba en absoluto.

Siguió caminando, cada tanto levantando la vista en busca de la tienda que buscaba, para comprar las cosas que le había pedido su abuelo. Caminó un poco más y volvió a levantar la vista; no era lo que buscaba, eso era un centro de confeccionar vestidos para bodas, ahí no estaba lo que él buscaba. Cuando ya estaba bajando la vista de nuevo, la subió sorprendido ¡Seto Kaiba! ¡Después de prácticamente diez años de no verlo! Pero si se había ido del país por asuntos del trabajo, ¿cómo era posible que estuviera allí? Y peor aún, ¿¡Dentro de la tienda de vestidos de boda!? No, no podía ser, ¡¡¡Estaba pidiendo un vestido!!!

Se le cayó el alma a los pies... ¿Seto pidiendo un vestido de boda? No, no, no podía casarse ¡No él! ¡No! Se quedó estupefacto mirando hacia la puerta de la tienda. Por un momento se había alegrado de que estuviese de nuevo en Japón, pero... el que estuviera comprando un vestido sólo podía significar que... ¡NO!

Sacudió fuertemente la cabeza, como queriendo alejar ese pensamiento. No podía ser que Seto, SU Seto se casase, y él ni siquiera se había animado a confesársele. Irónico, pensó, hablo de Seto como si fuese mío. Se quedó unos minutos más parado allí, mirando la tienda como un idiota, hasta que Seto salió de ella.



- ¿Yuugi? –preguntó Kaiba al salir. Era la primer vez que veía a Yuugi en años (diez de ellos para ser precisos, cuando tuvo que irse del país por asuntos de Kaiba Corp.), y el chico había crecido bastante.

- Mm... Kaiba –Yuugi tartamudeaba, todo eso parecía un sueño. ¡Seto había vuelto a su país!-, ... cuánto tiempo sin verte...

- Sí, ha pasado mucho tiempo –respondió el CEO, con su usual tono frío-, veo que estás muy bien.

- Sí. Por cierto, ¿qué hacías ahí? –su curiosidad no aguantó más, tenía que saber si su Seto se casaría o no.

- Creo que resulta un tanto obvio, comprando un vestido para boda. Ya le encargué y me lo darán en dos semanas, justo a tiempo para la celebración. Tienes que ir, no te perdonaría si no lo haces.

- Bueno...

- Entonces nos vemos en la boda...

- Debe ser una novia muy feliz... –murmuró Yuugi, al borde de las lágrimas.

- Lo es, y también es increíblemente hermosa. Yo tengo que seguir con los preparativos, si tengo tiempo te la presentaré... También tengo que presentársela a la señora que hará la vestimenta, ya sabes, por las medidas y eso...nos vemos.

- ...Sí... –Seto se fue dejando atrás a un muy triste Yuugi. *Debe ser hermosa para conquistar tu corazón... muy hermosa*



Yuugi siguió su recorrido en busca de lo que le había pedido su abuelo, todavía triste por lo ocurrido. Aunque, además de tristeza, había algo más que lo inquietaba. Kaiba no había tenido una actitud tan fría, se le notaba más alegre. Es lógico, pensó, está a punto de casarse, es obvia la razón de su repentina alegría.





.·º·..·º·..·º·.·º·...·º·..·º·..·º·..·º·..·º·.·º·...·º·..·º·..·º·..·º·..·º·.·º·...·º·..·º·.





Yuugi’s POV



Aquí estoy, parado esperando por verte... soy un idiota, ni siquiera vi la invitación, aunque ya ni importa. Entro al lugar, y por fin te encuentro, vistiendo un traje muy elegante. Pareces particularmente feliz, nunca te había visto así, sonriendo de esa manera. Te me acercaste y me hablaste, aunque tu voz me suena lejana. Me dices que me siente en un lugar de honor... genial...



Me llevaste hacia el frente y me indicaste un lugar en la primera fila, al lado de unos chicos que no conozco y no me interesa la idea de conocer. Mi corazón derramaba amargas lágrimas, iba a perderte para siempre y para colmo lo vería y no haría nada. Te pregunté por Mokuba, y me dijiste que él tenía un lugar muy especial, por lo que supuse que era tu padrino; es una de las personas a las que más quieres, después de todo, aunque no sé que tanto quieras a esa chica.



La música comenzó, la novia debía estar a punto de entrar. No puedo soportar esto, así que bajo definitivamente mi rostro y cierro mis ojos, no quiero que me veas llorar. Se escuchan gritos de emoción y halagos al vestido, parece que la novia se ve muy bien en él. La siento pasar al lado mío, pero sigo sin levantar la vista, hasta que llega y toman sus lugares, aprieto más mis ojos para evitar que las lágrimas salgan, pero siento que no podré soportarlo por mucho.



Lentamente levanto el rostro y abro los ojos. Ahora sí estoy llorando, pero de felicidad. Tú eres el padrino, ¡Es Mokuba quien se casa! ¿¡Por qué demonios no vi antes la invitación!?



- ¡Qué felicidad! –grité emocionado, interrumpiendo al padre. …ste me mira enojado, Mokuba me mira y sonríe, mientras que tú sólo me miras extrañado.



Miré a todos lados con una cara que claramente pedía una disculpa y me volví a acomodar en el asiento, todavía con mi corazón regocijándose de felicidad. No eres tú, no eres quien se casa.



Ahora sí estoy decidido, tengo que hacerlo hoy mismo antes de arrepentirme. Te veo sentarte a mi lado... hoy te lo diré sí o sí, sólo necesito juntar valor, y mucho.

Todas las mujeres se reúnen en espera a que la novia lance el ramo, no mentiste, de verdad es muy bonita. Todas ellas se agrupan a punto de iniciar su pelea para ver quién se queda con el tan apreciado ramo.



También todos los hombres se agrupan, pero detrás de Mokuba, quien está por lanzar la liga. Tú te levantas para ir, en cambio yo me quedo sentando, rogándole que quién sea porque no te toque a ti.



Doy un salto al sentir unas ramas contra mis manos... el ramo, me cayó encima. Todas las mujeres me miran enojadas, a punto de echar fuego por la boca, de seguro mi cara ha de estar roja.



- Así que tú atrapaste el ramo –dijo Seto sonriendo, como se está acostumbrando a hacer eso, y a mi me encanta. Está algo despeinado, pero se ve TAN bien así.



- Yo no quería, simplemente me cayó encima –respondí sonrojándome aún más.



- Pues yo conseguí la liga –dijiste mostrándome la maltratada prenda.



- ¿Conseguir? –pregunté, se ve que peleó por ella.



- Sí, le di 100 dólares a cambio a un amigo de Mokuba.



- ¿100 dólares? ¿Y por qué la querías tanto?



- Porque vi que a ti te cayó el ramo –respondiste calmadamente, dejándome estupefacto, esperaba cualquier cosa menos eso-. Y.. bueno... yo quería...



- Pero... –no pude terminar mi oración, ya que tus labios se posaron sobre los míos. Siento que puedo morir ahora mismo y no me importaría.



- Porque yo siento lo mismo, y si no te decidías no llegaríamos a ningún lado, por eso volví... yo tenía que dar el primer paso, bueno, beso...



- ¿Có-cómo te diste cuenta?



- ¿Quién es el genio aquí? Tus actitudes, tus miradas, todo eso me lo dijo, aunque claro que no sabía si estaba en lo correcto, aunque ahora veo que sí.



- . . . . –no dijo nada, simplemente se acercó y besó de nuevo a su (y ahora nadie podía negar que era SU) Seto...







Owari???

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).