~... más allá de los Sueños ~
º·.*·.º
Un cuerpo mayor lo besaba... lo ansiaba... lo devoraba en cuerpo y alma... Los besos deseosos... llenos de lujuria y pasión... sólo como él sabía darlos... profundos, eficientes, nunca suficientes...
"Déjame saber que se siente... qué es amar... qué es ser amado... Soubi"
Pasaba por su mente ante la penetración...
El rubio aumentaba ritmo y profundidad... leves gemidos provenían de sus labios...
-SOUBIII
Articuló a la última embestida... el entumecimiento de su cuerpo, el cansancio extremo... la perdición de sus pensamientos...
º·.*·.º
Abrió los ojos y se encontró con su habitación vacía...
"Un sueño"
Pensó mientras se llevaba la mano a la frente... unas cuantas gotas de sudor se le habían escapado...
"Qué ha sido eso"
Se preguntó. Estuvo así por unos minutos, contemplando el blanco techo... miró la ventana... aquella gran ventana por la que entraba. No había podido dejar de pensar en él... cada día sentía que le necesitaba más... era como una droga... más que eso...
Era lujuria... lujuria pura... el rubio abrió las cortinas de su departamento... Demonios... era el mismo sueño de siempre... cómo le ansiaba, cada día que pasaba le deseaba más... acercarse a ese cuerpo, besarlo, abrazarlo... no era suficiente... Ahora le deseaba más que nunca... más que nada.
El pelinegro jaló sus cosas... era hora de irse a la escuela. No podía permanecer todo el día pensando en él... en ese sueño.
-Ritsuya-kun -escuchó el gritó de la pelirosa- Buenos días -dijo por fin cerca
-Buenos -contestó poco animado como era costumbre
-Buenos días -Yayoi se aproximó a los otros dos nekos
Entraron al instituto y se dirigieron a su salón.
Las clases eran como siempre, poco interesantes para el ojivioleta... Sacó de su mochila un libro y lo puso sobre su paleta... abrió por donde se encontraba la separación y empezó a leer...
-Hey... ¡Sou-chan!... -exclamó
-Kyo, no grites mientras sea aún temprano...
-¿Temprano? Pero si ya pasa del medio día... -le miró de cerca... tenía unas ojeras enormes- ¿Nos has dormido bien? ¿Has tenido malos sueños?
Una sonrisa se le dibujó mientras agachaba el rostro... el otro se estremeció ante el acto... era una maliciosa y libidinosa sonrisa.
-Esa sonrisa... -musitó con temor mientras le señalaba con el dedo- Pedófilo
-Hey... no me llames así...
-Fue sobre ese chico ¿verdad? Aoyagi Ritsuka
El rubio calló, sacó un cigarrillo y lo caló.
-Oh... de verdad me da curiosidad... pero a la vez tengo temor al escuchar la respuesta
El ojiazul miró el reloj de pared...
Las clases habían terminado. Salió del aula seguido por sus dos amigos.
"No entiendo... por qué no he dejado de pensar en él..."
-Ritsuka -escuchó su voz
-Soubi -murmuró al verle en la puerta
-Te estaba esperando -extendió su mano para tomar la pequeña y besarla con suavidad
El niño se sonrojó... no podía evitarlo, tenerlo cerca, mirar esos ojos azules... perderse en ellos. Agachó la mirada que se encontraba rodeada de fulgor. Arrebató la mano, aún avergonzado, e inclinó las orejas mientras escondía la cola... El rubio sonrió con dulzura... le encantaba el pequeño niño.
-Ritsuka-kun nos vemos... Yayoi y yo debemos ir a hacer unos encargos para la sensei... Bye bye
Ambos se fueron. Dejándolos solos...
-¿Nos vamos?
Preguntó mientras se agachaba a ese rostro aún rojo...
-Ah -asintió
Sus cuerpos estaban alejados y el silencio dominaba su caminata.
"Necesito tenerte... abrazarte... Soubi... Háblame... Tócame... Soubi"
Se tocó el pecho. Pudo sentir como su palpitación aumentaba... cómo la respiración escaseaba... tenerlo tan cerca le confundía los sentidos, le aturdía las emociones...
-Bésame -escapó de sus pensamientos al detenerse, su mano le jaló la gabardina al mayor
Cubrió su boca regresando al mundo... Se puso nervioso al saber lo que ya había hecho... El rubio giró y le miró... Agachó su delgado cuerpo hasta quedar a la altura del pelinegro... Atrapó entre sus manos aquel melancólico rostro y con exquisitez acarició con los pulgares aquellos pómulos fríos por las nevadas...
-Cierra los ojos -musitó
El pequeño obedeció sin dudar... Unos labios lo atraparon... sentía como su lengua perdía espacio ante la otra... era dulce, cálida... tantos sabores a la vez. Cada segundo... cada instante, sólo podía emitir leves gemidos... su cuerpo estaba siendo dominado, atraído hacia el otro. Sentía un calor que le invadía... su corazón podía salir en cualquier momento... se desvanecía en sensaciones conocidas ya la vez nuevas.
-Ritsuka, te amo -dijo al separarse
El neko le miró ruborizado... se encontraba frente a aquella única persona capaz de hacerle perder la razón. Los ojos azules, la piel pálida y cálida... esos cabellos rubios y largos... Todo le atraía... todo le ejercía gravedad a esa desbordante pasión inocente.
-Te amo
Le repitió para volver a capturarlo... ahora era profundo... tan o más profundo que el anterior... El niño cayó hincado, sintiéndose preso de esa boca. Esos brazos le sujetaban por la espalda para no desfallecer.
"Cada vez más profundo... más... Soubi... necesito más... por qué siento que no es suficiente... por qué deseo perder el alma y la razón contigo..."
La separación fue necesaria... el aire... el tonto aire les estorbaba... todo les obstaculizaba. Sólo sus cuerpos eran necesarios... sólo sus almas... sólo ellos dos en la desnudez.
Se reincorporaron y continuaron caminando. El adulto le cubrió bajo un brazo... compartiendo con ese cuerpo pequeño su calor. El ojivioleta se apoyó más a ese cuerpo... percibiendo su distinguido aroma...
-Gracias por acompañarme... Hasta aquí está bien
Se separó del mayor y caminó más adelante, faltaba menos de una cuadra para llegar a su ‘hogar'... Al darle la espalda el niño tocó sus labios... sintiendo aún ellos esa sensación acumulada... Soubi... puso las yemas sobre sus labios y los acarició, cuánto anhelaba tener esos otros nuevamente.
-Ya llegué
Ritsuka subió las escaleras para llegar a su habitación... dejó su mochila en al silla y se sentó en el borde de la cama.
"Quiero más... ansío más... Soubi..."
-Ritsuka... Ritsuka -llamaba la madre- ¿Vienes? Saldré a hacer las compras... ¿Deseas acompañarme?
Agachó la mirada y apretó el pecho. Quería escapar de ese sufrimiento, dejarlo todo atrás. La voz de la mujer se dejó de escuchar, por el pasillo se escucharon el alejarse de sus pasos.
Miró la pizarra... estaba plagada de fotos... fotos de aquel ser andante. Se puso de pie y tomó una... luego otra y otra más... las tiró al piso... para luego dejarse caer junto a ellas. Tomó sus cabellos entre sus manos y los aprisionó... Demonios no podía sólo verle... no quería sólo verle... deseaba estar entre sus brazos... percibiendo aquel cálido afecto d eser amado...
Se puso de pie y caminó hacia la cama... se dejó caer rendido... sintiéndose desventajoso ante sus deseos... ¿Sólo quedaría así... como un deseo?
¡No! Demonios que no sabía qué hacer... qué seguir, su razón y cordura o sus deseos y pasiones... Se reincorporó quedando sentado, extendió su mano y tomó el móvil... contempló la pantalla... qué difícil era atraparlo... como una mariposa... era difícil en todo. Comprenderlo, tenerlo... Cerró el celular y lo dejó encima del buró. Volvió a tirarse... debía calmarse... relajarse... ya no era el mismo... no parecía él mismo... su madre tenía razón... estaba convirtiéndose en otro... otro que no era el Ritsuka original. Un Ritsuka que se dejaba llevar... que no pensaba antes de actuar.
Cerró los ojos... debía descansar para aclarar su mente y pensamientos... más que nada sus emociones.
º·.*·.º
"Soubi... duele... arde..."
-Cálmate... estoy contigo... no te haré daño...
La satisfacción era intensa... incesante... pero más... deseaba más... No sólo deseaba estar con él... quería algo más que todo eso... No lo sabía... aún no sabía que ansiaba de esos ojos azules... de esos cabellos oro... de esos labios mentirosos...
º·.*·.º
Abrió los ojos... se sentía más confundido... el mismo sueño... otra vez el mismo sueño de las últimas noches. Algo no andaba bien con él... lo sentía... Se sentó al filo de la cama, de tal manera que quedó frente a la puerta... agachó el rostro y lo apoyo en sus manos... sus orejas se inclinaron mostrando la angustia en la que se sentía preso. Las amatistas lloraron... se derretían ante la inquietud... la ansiedad... sus manos empezaron a temblar... sentía que algo faltaba... se abrazó... deseando que el otro le acompañara.
Dos, tres... tres leves golpes en el cristal lo devolvieron al mundo... De pie... mirándolo confuso estaba él... se mostraba inquieto... El niño abrió y le dejó pasar...
-Sou... Soubi -logró articular
El adulto se agachó y le abrazó... lo unió a su cuerpo intentando perpetuar ese momento. Sus respiraciones se cruzaron mientras esos labios se enlazaban... Ambos deseaban... ambos deseaban más que mirarse... más que besarse... más que perderse en su mundo... ambos añoraban estar juntos... estar desnudos, sin temor a mostrar quienes son en realidad... Demostrarse cuanto se amaban... cuánto se deseaban... No sólo era lujuria... era algo más allá... algo más profundo que alguien ajeno a ellos no lo entendería.
Lo tomó entre brazos y lo acostó con lentitud en la cama... se puso sobre él... poco a poco fue besándole ese suave y prematuro rostro... sus mejillas enrojecían... era una manzana... una manzana de un dulce pecado... con calma fue desabotonando esas pequeñas ropas... mientras sus labios recorrían ese virgen cuerpo.
Se detuvo... se detuvo al sentir el temblor del menor...
-No haré nada que tú no desees... -susurró a sus oídos
El neko lo tomó por el cuello y lo atrajo... profundizando un beso... Agatsuma le quitó las ropas y seguidamente también las suyas... Sintió un sobresalto por parte del niño al sentirse en la desnudez... Le acarició el muslo... la cadera... el abdomen... el pecho y finalmente... las mejillas... que estaban más rojas de lo normal... acercó su boca y le dio un pequeño mordisco... para luego acercarse a aquellas orejas tan negras y prueba de su inocencia... lamidas y leves mordeduras... eso recibían.
"Mi cuerpo arde... Soubi"
-Soubi... qué me pasa... me quemo... siento que me quemo... siento que no puedo más...
El adulto sonrió de manera lasciva... volvió a besar el cuello, dejando calado el camino por el cual descendía...
-Quema...
-¿Duele?
-N-No -contestó con dificultad
"Por qué... mi cuerpo está bien... se siente bien... pero... no... aún falta algo... falta algo... no estoy conforme... mi ser no está conforme... qué es... qué falta... qué ansío..."
Una suave penetración... al principio dolorosa... pero poco a poco se había vuelto suave y placentera... Mordió su labio... al sentir como aumentaba el ritmo... Sin embargo, Soubi notaba que el niño se estaba lastimando... su boca, aquella boca que le deleitaba se hacía daño para callar...
-No te lastimes... no más...
Leves gemidos escapaban del pelinegro... sollozos que empezaban a ser atrapados por esa boca... sólo vociferar en su interior estaba permitido...
-Te amo... Ritsuka... Te amo
Hablaba perdido ya en al excitación... el niños abrió los ojos y alzó las orejas... sintió un erizo completo. En verdad esas palabras eran las mismas de siempre, pero... estaban mezcladas en esta ocasión de una manera diferente... Eso... eso era lo que deseaba su ser...
"Soubi... Yo te amo... también te amo... te amo..."
Decía insaciable... no era suficiente... las palabras nunca iban a ser suficientes entre ellos...
-SOUBIIIIII
Logró expresar al arquearse... se sentía volando... como si no fuera él... sentía que podía hacer todo lo que deseara... todo lo que sintiera...
-T-Te a-amo
La última embestida con un leve gemido por parte de los dos... seguida de la expulsión del mayor. El pequeño sintió como ese cálido líquido invadía su cavidad... mientras el otro caía sobre su cuerpo... sudoroso... tembloroso... asfixiado... ambos sofocados.
Ritsuka lo abrazó... lo tomó con la delicadeza de lo que él era... una mariposa... suave y frágil...
-¿Es verdad lo que dijiste? -cuestionó Agatsuma mientras permanecían ambos ocultos debajo de esas sábanas- ¿Me amas?... Dilo... Dilo otra vez...
Le tomó el cabello... aquel cabello negro y lacio... lo acarició... sintiendo la tesura de esas orejas... las acarició y sonrió de la manera dulce en que acostumbraba...
-Te amo
Volvió a musitarle el pequeño mientras se acercaba a ese rostro... posó sus labios sobre él y le volvió a marcar con un beso...
"Soubi... ámame más... ámame de tal manera que sepa que es amar..."