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Preludio por CairAndross

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Notas del capitulo: Yu Gi Oh! No me pertenece. Sólo utilizo sus personajes como diversión y sin fines de lucro. Esta es una historia de un fan y para fans
 

Larga estela grabada en el mar, contra labios llenos de pétalos de azucenas y cabellos oscuros perfumados de viento en el silencio de la noche.

Se alza en la tarde mortecina, más allá de las estrellas, y se desangra en mil rayos de fuegos multicolores.

Cae sobre el ocaso del silencio la suave frescura de tu amargura.

El cielo eterno cubre de odio el negro pasado del hombre.

Eres inmensamente frágil y, a la vez, infinitamente duro.

Casi tan lejos del año de la vida, como lejos del árbol de la muerte.

Sobre el fuego abismal del tormento, sobre la estrecha garganta del futuro, sobre tu pecho de antiguo sacerdote misterioso, sube la nube del castigo del hombre hacia los dioses.

La pregunta eterna sobre el carácter divino, escrita en las lápidas de piedra desértica, se graba a fuego sobre la ondeada superficie del mar embravecido

El bosque canta en el oscuro crepúsculo del sueño, en tu intensa mirada de dragón, en la marca, en el signo, en el enigma de dorada aureola pendiente sobre el corazón de mi pequeño amigo.

Perdura el secreto.

Inacabable es el deseo de la carne y la sangre, que al rasgarse en paños de lágrimas, mancha el traje de un ángel, un crisma, una voz del silencio que no posee cuerpo, sino acento y tono.

Lo sabes.

Ya no hay tiempo.

¡Qué corta es la vida y cuánto hemos dejado pasar por sólo no decir en ese momento una palabra amable, un gesto de paz, una verdad sin fronteras!

Pero, en esta recta final de esa larga carretera de sueños que hemos seguido impulsados por una fuerza que va más allá de nuestro propio ser, aún queda un instante.

Un suspiro del tiempo antes de que te fundas en la historia pasada, antes que cruces el muro del tiempo sin final, antes de que te desvanezcas en un giro de luces.

Tú eres  juez y verdugo, dios y demonio, blanco y negro, hola y adiós, luz y oscuridad.

Es posible rasgar los paños de odio, quebrar los cáliz de tristezas, dejar de destilar veneno a cada palabra que brotará de un rostro deformado y hasta es posible ocultar el alma desdichada bajo un cuerpo feliz, bajo el rayo oculto de la luna, bajo un canto de hombre hecho vida, sobre la cruz de esta boscosa cabaña encantada.

Es así, mi antiguo sacerdote.

Aunque no podríamos ocultar el destino, si éste lo designa un dios indiferente

 

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Joey se puso de pie y se acercó lentamente, casi como flotando, hacia los amplios ventanales. Apoyó una mano sobre el cristal y reposó su rubia cabellera junto a ella. Suspiró. ¿Por qué era tan difícil?

Sus ojos color caramelo recorrieron el reflejo de la gallarda silueta de su amante que se dibujó, en ese momento, tras él. Una mano suave y delgada se posó sobre su hombro, pero impidiéndole hablar, el joven se echó hacia atrás, amoldando su cuerpo a las esbeltas curvas. Éste se inclinó para poder hundir el rostro en sus cabellos dorados.

¿Por qué esas dos palabras se resistían a salir de sus labios?

Silencio... Sólo silencio.

Dudas... Más que dudas.

 

Notas finales: En el próximo capítulo, la respuesta de Seto a las dudas de Joey

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