JUNTO A TI
- Maldita sea //reclamé
- Querido mío, que te ocurre? // me preguntaste
- Soy un inútil, una basura. Un verdadero desastre humano. Todo me sale mal, la vida es sumamente injusta conmigo. Estoy al borde de la depresión, ya no se que hacer. //suspiré con aire derrotado
- Tranquilamente cuéntame, ¿Qué te está pasando? ¿Por qué dices esas cosas // me preguntaste claramente preocupado.
Me tomaste de la mano y me llevaste al sillón, me sentaste con cuidado como si fuera un muñequito de porcelana y te sentaste a la par mía sin soltarme nunca la mano.
- ¿Estás seguro de que quieres oírlo? //dije sin muchos ánimos esperando una negativa por su parte
- Si claro, habla. //respondiste
Lentamente te empecé a narrar todo lo que estaba sintiendo, como mi corazón esta sumamente triste, porque por la Academia de Altos Ejecutivos Mágicos me está sacrificando muchas cosas, entre ellas que no he podido descansar con mis amigos. Sabes que eres lo mejor que me ha ocurrido, y que te amo con todo mi ser. Y que estoy muy feliz de que seas mi novio, sin embargo mis amigos también son importantes y no sé nada de ellos. El estudio cada día me debilita aún más. Sé que el hecho de que me vengas a visitar, me hace sentirme más feliz. Más contento. Aparte el libro que escribía está detenido. Ya no sé que hacer solamente quiero llorar.
Te acercaste aún más a mí y me abrazaste, sentí ese calor que me brindaste como cuando, perdí al que creí que fue mi primer amor. A esa persona que importaba tanto para mi, pude lentamente oler ese perfume que baña tu cuerpo. No solamente tu colonia, sino ese olor tan delicioso que sale de todo tu cuerpo, en especial de ese cuello el cual me encanta saborear. Y el hecho de sentirme abrazado por ese cuerpo tan valeroso y fuerte me hace desear no soltarte nunca. Me ayudas a ponerme en pie, me llevas a la cama y me acurrucas como si de un bebé se tratase. Me das un rico beso, dejándome saborear tus labios, decido dejarte guiar porque no quiero esforzarme y siento como me muerdes el labio inferior, como torturas mi lengua con la tuya, recorriendo cada rincón de mi boca.
- Te amo //me dijiste.
Y sin más me dormí.
Al día siguiente me desperté un poco más descansado y te veo a mi lado.
- Levántate bello durmiente, es hora de bañarse. //dijiste
- No quiero //dije haciendo un pucherito
- Vamos // y me extendiste la mano
Me levantaste de la cama, me llevaste al baño y como a un niño pequeño me bañaste, tallaste, secaste y vestiste. Me dijiste que me esperabas en la cocina. Y, de nuevo pude sentir ese hermoso cuerpo junto al mío.
Decidí que debía hacerte caso y me dirigí a la cocina. Casi me muero....
Ahí estaban todos, mis amigos y conocidos. A todos los que más quería, se encontraban reunidos en la cocina de mi casa.
Lloré, lloré como una loca, ellos me abrazaban y ahí estaban los 2 más importantes. Mi mejor amigo, mi hermano el cual me ayuda a subir mi ánimo. Al cual, hace tiempo no abrazaba, no me resistí y lo hice, parecíamos tontos llorando así, pero no nos retuvimos. Cuando por fin nos liberamos del abrazo, teníamos los ojos rojos. Y decidimos disfrutar como hace tiempo no lo hacíamos. Y cuando nos íbamos a sentar a comer, escucho que pides la palabra para hacer un brindis.
Brindaste por el hecho de que volví a ser feliz, logrando que me pusiera como un tomate. Una vez que dijeron salud. Decidiste que era hora de revelar un gran secreto. Me dejaste impactado al igual que a los invitados. Como por arte de magia apareciste por detrás de mí me abrazaste y enseñándome un bello anillo, dijiste...
- Cásate conmigo
Casi me da un patatús, claro que aceptaba. Era lo que más deseaba, desde que te conocí. Mi mejor amigo me abrazó y cuando me soltó, mi actualmente prometido, me plantó uno de esos besos tan exquisitos que me dejaron sin aire.
Meses después
Sentí como el se movía intranquilo en la cama, llegué y lo abracé, sintiendo ese hermoso cuerpo cerca de mi. Vi como se relajaba, y en como pegaba todo su torso en el mío.
- Te amo mi rubio //dijiste
- Yo también Potter, yo también //respondí
Y con un excitante beso, llegó la hora de que tuviéramos hijos. Me dejé hacer lo que él quisiera.
- Te amo //repetí
- Y yo a ti //me dijiste
Y con un último beso caímos rendidos.