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Seres de la oscuridad por devil may cry

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Notas del fanfic:

Me ha costado mucho hacer este fanfic intentando que no se pareciera a Crepúsculo.

Por eso espero que no le déis ascos...

Bueno, espero que os guste.^^

Notas del capitulo:

Bueno, antes de empezar, está basado en el best-seller de Crepúsculo y Buffy Cazavampiros, la mejor historia del mundo, pero he intentado que no se parezca mucho, salvo por el nombre de la furgoneta, los vampiros, los hombres lobo y el papel de los personajes.

Espero que lo disfrutéis, de veras ^^

No soy muy original XD

 Capítulo 1: el encuentro 

 

Era una mañana bastante encapotada, tenía pinta de que iba a caer una buena tormenta sobre Konoha. Era todo gris… un color por lo general bastante oscuro y deprimente, sin embargo, la lluvia le encantaba a nuestro protagonista, que recién acababa de llegar a una modesta casita de un pequeño barrio rodeado de naturaleza, en un taxi.

 

  

-   ¡¡Naruto!! –Exclamó un sonriente rubio cuando este salió del taxi –¡¡estoy aquí!!

 

-   Ya, ya…  –respondía cansado a la efusividad del mayor y cogiendo las maletas del maletero –ya te veo Deidara, no hace falta que me hagas señales de humo…

 

-   Perdona –dijo todo sonrojado y bajando la cabeza –es que me alegro tanto de volver a verte… –dijo dándole un gran abrazo que parecía asfixiarle.

 

-   Ya… –intentaba hablar el rubio –Deidara… me… asfixias…

 

-   Ooops… –dijo dejándole libre –gomenasai.

 

-   No importa… tranquilo… estoy bien… –decía más para si mismo que para su hermano mayor. Fue directo a pagar al taxista, y este se fue.

 

  

Este, era el reencuentro tan esperado por parte del mayor, y el momento de patalear para el menor de ellos.

Naruto vivía con sus padres, pero Deidara no, ya que, cómo era mayor de edad, se fue de casa, ahora tiene 22 años recién cumplidos. En cambio, Naruto sólo tiene 17 años, y cómo es menor, tiene que vivir con un adulto. Los padres de Naruto y Deidara se han ido de viaje, y por eso han enviado a Naruto con su hermano mayor a Konoha para que acabe sus estudios allí, ya que el instituto tiene también universidad.

 

  

-   Bueno… yo te subo las maletas, ¿vale? –dijo cogiéndole las maletas.

 

-    Si te dijera que no… ¿llevarías las maletas? –dijo cruzándose de brazos y pensando lo evidente.

 

-   Sip…

 

-   Aaaaish… –soltó un suspiro el menor.

 

  

Ambos entraron en la casita, y después de que Deidara le enseñara su habitación y el rubio dejara sus maletas sobre la cama, además de enseñarle hasta la más mínima mota de polvo de aquel lugar, le dijo que tenía una pequeña sorpresa para él.

 

  

-   ¿¿Qué?? –Dijo Naruto –¿¿Qué regalo es??

 

-   Mira… –le dijo señalando una pequeña furgoneta negra…. bueno, más bien marrón por el barro, de segunda mano, y cómo un chico salía de dentro junto a su padre.

 

-   Hola…  –dijo el chico joven con vergüenza pero tendiéndole la mano –me llamo Kiba… em… bueno…  –su padre le dio un codazo –pu-puedes venir a mi casa cuando quieras… yo… estaré encantado de ayudarte en lo que sea. –Sonrió finalmente.

 

-   Gracias… supongo –dijo Naruto mostrando una leve sonrisa y cogiéndose el codo derecho con su mano izquierda.

 

-   Oh, vamos Kiba…  –dijo su padre mirándole con una gran sonrisa –sé que tú sabes ligar mejor… –el chico se sonrojó ante el comentario de su padre.

 

-   Pa-papá… –dijo bajando la mirada. Naruto rió nervioso.

 

-   Bueno Jake, quieres… ¿pasar? –preguntó Deidara educadamente con una gran sonrisa en los labios, y con un ademán para que pasara él solo dentro.

 

-   Sí… dejemos que se conozcan mejor… y… quién sabe…  –dijo mirando a su hijo cómo quién no quiere la cosa. Kiba le mataba con la mirada.

 

 

Los dos mayores entraron en la pequeña casita, primero Deidara y luego Jake. Kiba y Naruto se quedaron fuera, no se movieron ni un ápice cuando los mayores desaparecieron de escena.

 

  

-   Bueno… esto… esta camioneta es para ti. Espero que te guste… si la lavas un poco verás que su color real es el negro… –ambos rieron ante el comentario.

 

-   ¿¿En serio es para mí?? –Dijo acercándose a la camioneta y dándole un golpecito al capó.

 

-   Por supuesto… en un principio no iba… pero le he hecho unos arreglos, he cambiado algunas cosas y… bueno, este es el resultado final.

 

-   Vaya… eres increíble… –Kiba se sonrojó ante el comentario –¿¿puedo probarla ahora??

 

-   ¿¿Qué?? –Dijo mirándole sonrojado. Naruto le señaló la camioneta –Ah… la Chevy… claro, claro, la camioneta,… querías… probar la camioneta…

 

-   ¿¿Puedo?? –preguntó dubitativo ante la respuesta de su compañero.

 

-   Por supuesto… claro que puedes probarla… cuando quieras y dónde quieras, es tuya… –Kiba se sonrojó más ante su propio comentario. –Si bueno… mejor me callo… no sé por qué he pensado eso… –pensaba  el moreno.

 

 

Naruto se subió a la Chevy abriendo la puerta con cuidado y cerrándola de un golpe suave. Kiba se sentó en el asiento del copiloto y le enseñó algunos trucos para poder manejarla mejor.

Después de unas sonrisas de parte de Naruto, y unos sonrojos por parte de ambos, se bajaron de la furgoneta y entraron en la casa.   

Durante toda la tarde, estuvieron hablando sobre trivialidades, como cuál era su grupo favorito y qué cosas les gustaba a cada uno, entre otras cosas.

 

  

-   Y… ¿tienes novia? –Preguntó Kiba así, como quién no quiere la cosa.

 

-   ¿Qué? –Preguntó Naruto sonrojado y alterado –. No, e-en realidad no… ¿Y tú?

 

-   No, yo tampoco tengo pareja… –dijo bajando la cabeza avergonzado.

 

-   Bueno… ¿tú vas a ir al mismo instituto que yo? –dijo Naruto cambiando de tema repentinamente.

 

-   ¿Eh? ¡Ah! Sí, es el único instituto de la zona…

 

-   Me alegro –sonrió sinceramente Naruto –así por lo menos conoceré a alguien allí. Kiba le miró con dulzura. No sabía muy bien por qué, pero ese chico rubio le había llamado mucho la atención.

 

 

  

OooOooOo_En la cocina_oOooOooO

 

 

  

-   Creo que se llevan bastante bien… –dijo Deidara volviendo de espiarles por la puerta que daba al comedor.

 

-   Espero que se lleven mejor en un futuro… –dijo Jake bajito.

 

-   Pero bueno Jake… no te referirás a… bueno, no creo que Naruto sea de esos, sinceramente… como amigos se ven mejor.

 

-   Eso lo dirás tú Deidara… Es que quiero que se lleven mejor para que Kiba pueda convencer a tu hermano para que no se acerque a los Uchiha…

 

-   Oh vamos Jake… nadie se acerca a los Uchiha… ¿Qué te hace pensar que Naruto sí?

 

-   Pues es bastante obvio, Naruto tiene un olo… –decidió cortar esa palabra que sonaría tan rara en ese tipo de contexto –. Tiene unas características… quiero decir, es muy atractivo y es nuevo… puede que les llame la atención, quién sabe.

 

-   Y aunque les llamara la atención… ¿Qué? –Preguntó Deidara sacando la sartén y los ingredientes para poder cocinar –no es para tanto… que tampoco muerden. –Dijo girándose hacia el mármol para preparar la cena.

 

-   Sí, ya ves tú, ni que mordieran, ¿¿verdad?? –hizo una risita nerviosa –ni que fueran vampiros… jejeje –dijo desviando la mirada.

 

-   Eso digo yo… ni que fueran vampiros… entonces sí sería un problema –rompió a reír Deidara.

 

-   Sí… claro ellos son vampiros y yo soy un hombre lobo… –Jake miró cómo Deidara se giraba para mirarle a los ojos y entonces los dos se carcajearon ante lo ocurrido.

 

-   Sí… jijiji… hombres lobo… –dijo Deidara aún riéndose –.¿Te vas a quedar a cenar? –Preguntó el rubio empezando a encender los fogones.

 

-   No, no puedo. He quedado con Tom para arreglar unos asuntillos.

 

-   Bueno entonces… ¿nos vemos el sábado? –Preguntó Deidara cuando Jake se levantó de su silla.

 

-   Por supuesto, tengo ganas de ver ya la nueva temporada de House contigo…

 

-   Me alegra oír eso. –dijo mientras se dirigían ambos hacia el salón.

 

 

  

OooOooOo_En el salón_oOooOooO

 

 

  

Ambos chicos reían ante la anécdota que le estaba explicando Kiba a Naruto sobre sus compañeros suicidas que se tiraban desde los acantilados de la playa más cercana. XD

 

  

-   Bueno Kiba, no quisiera interrumpir tu gran conquista, pero he quedado con Tom y tenemos que irnos.

 

-   Papá… –dijo Kiba poniéndose rojo hasta las cejas, entonces todos rieron ante este pequeño acto.

 

-   Entonces nos vemos mañana Kiba –dijo Naruto sonriente.

 

-   Eso espero –dijo levantándose seguido por el rubio menor.

 

-   Bueno chaval –dijo Jake –nos vemos el sábado. –dijo dándole un gran abrazo.

 

-   Uagh…–dijo el rubio casi sin poder respirar –ya sé por qué os lleváis tan bien… –dijo colocándose bien la camiseta que llevaba –. Los dos dais abrazos mortales…

 

  

Todos rieron ante el comentario del rubio, incluido él. Después de despedirse como tal, Jake y Kiba desaparecieron por el umbral de la puerta llevándose toda la alegría y la naturalidad del entorno.

 

  

Naruto subió por las escaleras para dirigirse a su habitación, cuando Deidara le interrumpió diciendo:

 

  

-   ¿¿Te ha gustado la Chevy??

 

-   Sí. –contestó secamente.

 

-   Oh vamos Naruto, ¿cuándo vas a perdonarme? –dijo Deidara con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

 

-   Te fuiste de casa sin decirme nada –le envió una mirada acusadora y recriminatoria.

 

-   Pero luego te llamé… ¡Te pedí perdón! ¿Qué más quieres? –dijo como si estuviera suplicando perdón.

 

-   Me voy a la cama, buenas noches. –Dijo el rubio menor para después seguir su rumbo hacia su habitación.

 

  

Una vez allí, cerró la puerta con el pestillo que había pedido previamente, y se estiró en su cama para reflexionar sobre lo que había pasado durante el día. Pensaba sobre Kiba, sobre qué haría mañana en el instituto, y sobre el presentimiento, que no sabía discernir entre bueno o malo, que había tenido al llegar a Konoha.

 

  

Pensó durante demasiado tiempo, tanto, que cuando quiso darse cuenta, ya era la 01:00 de la madrugada. Se levantó de la cama, abrió el pestillo de su cuarto, y se fue con pasos precavidos hacia la habitación de su hermano mayor.

 

 

Al abrir la puerta, vio la luz apagada, y el sonido del rozar de unas sábanas. Se dio cuenta rápidamente que su hermano ya estaba durmiendo. Bajó las escaleras intentando hacer el menor ruido posible y se dirigió a la cocina para prepararse un vaso de leche, pero una vez allí, vio encima de la mesa un plato envuelto en papel para envolver comida y una pequeña notita encima:

 

Naruto, 

Sabía que bajarías para cenar, te conozco más de lo que piensas.

Te he dejado este tazón de ramen casero para que te lo calientes en el microondas. 

Buenas noches ^^ 

PD: ¿¿Podrás perdonarme?? No puedo vivir en paz si mi mejor amigo/hermano está enfadado conmigo.  

Te quiero.

 

 

  

-   Qué ocurrencias tiene Deidara… si supiera que ya le he perdonado…–pensaba Naruto.

 

  

Cogió el tazón de ramen, se lo preparó y se lo comió. Le encantaban las comidas caseras de su hermanito mayor. Si supiera que el ramen era su comida favorita porque fue la primera comida que le preparó Deidara… en fin.

 

 

Después de dejar el vol en el lavavajillas y limpiar un poco la cocina, subió a su habitación, otra vez lentamente para no despertar a su hermano, y cuando llegó, volvió a cerrar la puerta con el pestillo.

 

  

-   ¿Pero qué…? –dijo Naruto abrazándose a si mismo – ¿por qué hace tanto frío aquí? –preguntó sin entender la baja temperatura de su alcoba.

 

  

Miró hacia la ventana, y vio cómo se ondulaban las cortinas al son de la fría brisa otoñal.

 

  

-   ¿Pero qué demonios ha pasado aquí? –dijo Naruto acercándose a la ventana para cerrarla de un golpe seco. –juraría que antes estaba cerrada… no lo entiendo –se quedó mirando la ventana, y entonces se sentó en la cama dándole la espalda.

 

  

En ese preciso momento, una sombra parecida a la de una persona surcó la habitación del rubio a la velocidad de la luz. Estaba empezando a asustarse. Actuando presa del pánico, cerró las cortinas y la ventana con el pestillo. No podía ser que se abriese sola, era prácticamente imposible, ya que la ventana se abría de abajo a arriba, y el viento no la podía hacer nada contra la ley de la gravedad.

 

  

Se alejó de la ventana lentamente y encendió la luz de la habitación. Hurgó en su maleta hasta encontrar su pijama y dejó encima del escritorio la ropa que se pondría por la mañana para ir al instituto.

 

  

Se acercó a la cama y se sentó para quitarse los zapatos. Entonces oyó un golpe seco en el cristal. Se asustó. Miró hacia atrás. Y la ventana estaba abierta de nuevo. Se quedó con la boca entreabierta, tenía tanto miedo, que no se atrevía a moverse. Entonces la ventana volvió a cerrarse y reaccionó. Se levantó de un golpe y se tropezó con sus bambas, cayendo así de culo al suelo dándose un golpe en la cabeza contra el armario.

 

  

-   ¡¡¡Aaaaaaaaau!!! –gritó Naruto para luego ponerse la mano en la boca. –¿¿qué demonios está pasando?? No entiendo nada, no puede ser el viento, es físicamente imposible… ¿Habrá alguien ahí fuera? –con estos pensamientos se levantó sobándose el culo, y se dirigió hacia la ventana.

 

 

Una vez delante de la ventana, la abrió y sacó la cabeza para mirar en ambos lados. No había nadie. Pero… ¿Y esa sombra? ¿Qué había sido? ¿Su imaginación le había jugado una mala pasada?

  

Fue entonces cuando se percató de la presencia de aquel árbol en frente de la ventana del baño de al lado. Las ramas llegaban hasta su ventana y más allá de ella.

Entonces supuso que los golpes en la ventana y las sombras se debían a eso, y que la ventana estaba rota o algo así… ya lo hablaría mañana con Deidara. Muy seriamente…

 

  

Volvió a cerrar la ventana con el pestillo y se sentó de nuevo en la cama para quitarse los calcetines. Cuando se estaba quitando los pantalones, le daba la sensación de que le estaban observando… quizás desde un punto muerto que no podía ver…

Se puso rápido los mini pantalones del pijama de color naranja opaco que llegaban un poco más arriba de la mitad de su muslo, y quitarse la camiseta de vestir para ponerse la camisa de manga corta y muy ancha de color amarillo, tanto que casi le tapaba los pantaloncillos, apenas se veía un fino hilillo se color naranja.

 

  

Se metió rápido entre los cobertores para dejar de sentirse observado y apagó la luz. Intentaba dormir, pero no lo lograba. Era demasiado difícil… lo de la ventana, lo de sentirse observado… era demasiado como para poder conciliar el sueño.

Entre las tonterías ya eran las 02:30 de la madrugada, y no había pegado ojo. Como no podía dormirse decidió poner música para relajar el ambiente y dejar volar lejos esos pensamientos.

Se levantó de la cama y cuso el disco de Leona Lewis en el cassette y se volvió a meter entre las mantas. Se fue relajando lentamente, hasta que por fin se quedó dormido.

 

 

________________________________________________________

 

 

      

Debían ser las 06:00 de la mañana cuando Naruto se despertó sobresaltado al notar frío en una de sus mejillas. Él siempre había tenido el sueño muy ligero, el mínimo ruido o cambio de temperatura le despertaban.

 

  

-   ¿Qué demonios ha sido eso? –preguntó medio dormido al aire sin esperar respuesta.

 

  

Eso ya pasaba el límite; ventanas que se abren y se cierran solas, sombras sospechosas, mirones escondidos y el contacto con ese frío tan abrumador… ¡¡¡No podía soportarlo!!! Seguro que alguien le estaba tomando el pelo o algo por el estilo…

Pero… ¿Quién tendría tan mala baba?

 

  

Volvió a acostarse, ya de mal humor, porque se había quedado sentado ante el frío contacto, e intentó dormirse intentando no alarmarse. Seguro que no era nada.

 

 

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07:00 de la mañana; Naruto no había conseguido pegar ojo en toda la maldita noche. ¡Era de locos! ¿Quién podría dormir después de algo como eso? Naruto no, desde luego.

 

  

Resignado, se levantó de la cama, y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. El cambio de temperatura tan repentino no le había sentado del todo bien…

Cogió la ropa que se pondría para ir al instituto y se fue directo a ducharse. La noche anterior no le había dado tiempo.

 

       

Eran ya las 08:00 de la mañana cuando Naruto bajaba corriendo por las escaleras hacia la cocina. Las clases empezaban a las 08:30 y él tan tranquilo en la ducha… odiaba la impuntualidad, pero pensando en todo lo ocurrido, se le fue el santo al cielo.

 

  

-   ¡¡Gomen, gomen, gomen!! –iba gritando el rubio menor mientras cruzaba el umbral de la puerta de la cocina corriendo.

 

-   Naruto tranquilo, te da tiempo a llegar si te comes esto por el camino –le dijo Deidara extendiéndole un zumo de naranja y unas tostadas.

 

  

Naruto cogió el vaso a la velocidad de un rayo y se lo bebió en la mitad del tiempo que le costó cogerlo. Cogió luego las tostadas y la cartera que estaba encima de una silla al lado de Deidara.

 

 

¡¡¡Muchasgraciasporeldesayunotodoestámuyriconosvemosluego!!! –dijo saliendo de casa lo más rápido posible, pero cómo no, se tropezó antes de llegar a la Chevy y se hizo un pequeño rasguño en la palma de la mano.   

 

Se subió a la camioneta lo más rápido que pudo y arrancó sin ningún problema, mientras conducía hacia el instituto con precaución, se iba comiendo las tostadas con mantequilla que le había dado su hermano.

 

  

Llegó con diez minutos de antelación a las clases, y dándole las gracias a Kami-sama se bajó de la Chevy y se dirigió a recepción.

 

  

Una vez allí, le dieron sus horarios y la ubicación de sus clases mostrándoselas un poco así por encima y salió de allí dos minutos antes de su primera clase.

 

  

Decidió darse mucha prisa para así llegar a ser puntual y no le tuvieran en cuenta ya el primer día de clases en ese instituto. Corrió tan rápido como pudo hacia el edificio B, si no se equivocaba, más o menos su clase de lengua estaría al lado de la biblioteca.

 

 

En efecto; Edificio B, clase 1-F, o eso ponía en el folleto.

 

 

Llamó a la puerta de la clase, maldijo por lo bajo pues ya estaba cerrada y suponía que ya estaría el profesor. Pero se equivocaba. Cuando entró en la clase, no había ningún profesor, los alumnos estaban a su bola, es decir, divididos en los típicos grupillos:

 

 

  Grupo 1: Pijas

 

Ese típico grupillo de chicas con ropa de marca que hablan sólo de moda y de chicos y no son para nada inteligentes.

 

Aficiones: comprar, inventarse cotilleos y hablar mal de los demás.

 

Las dividiríamos en la fase de los bacterios o microbios.

 

 

  Grupo 2: Macarras

Los macarroni son aquellos que únicamente tienen por objetivo joder a todo el que se le cruza por delante. No suelen meterse mucho con las personas de la clase… aunque aquellos parecían ser la excepción…. Básicamente porque estaban molestando a las pijas.

Aficiones: hablar de sus ligues, fumar quién sabe qué y molestar a las pijas, no precisamente para ligar, sino para dejarlas en ridículo.

Los dividiríamos en… los peces quizá…

 

 

  Grupo 3: Los sin nombre

Sí, aquellos amigos desde la infancia que no se separan nunca y que parecen culo y mierda… pues esos.

 

Aficiones: suelen quedar para hacer fiestecillas e ir al cine de vez en cuando. Cada uno tiene su estilo personal e intransferible.

Estos ya se pueden catalogar como personas.  

 

Grupo 4: Los pasotas

Ya sabéis, los que van por libre y no quieren tener nada que ver con los demás estúpidos grupillos que no sirvan para nada.

Aficiones: desconocidas, vete tú a saber si alguno se trasviste…

 

Catalogados también como personas.

 

 

 

 

  Grupo 5: “Los popu” (como suelen llamarles la gente)

 

 Esos típicos chicos y chicas perfectamente bien vestidos/as y perfumados/as. Asombrosamente inteligentes y buenos/as en todo lo que hagan. Perfectamente hermosos/as que se creen que están por encima de los demás simplemente por destacar en todo y ser lo mejor.

 

Aficiones: ser engreídos y egocéntricos, mirar a los demás por encima del hombro e ir de sobrados.

 

Los catalogaríamos como… Dioses… sep… Dioses prepotentes.

 

  

Después de ver los grupitos Naruto decidió quedarse con los pasotas, los que van por libre. Al dar un paso hacia el único asiento vacío visible, todos se giraron a verle.

En la clase reinaba un silencio sepulcral. Nadie decía nada.

 

 

Entonces Naruto cogió más fuerte su mochila colgada sólo del hombro derecho y se dirigió hacia el asiento con la cabeza gacha para no mirar a nadie. Cuando llegó a su respectivo asiento y dejó la mochila sobre la mesa, empezaron a cuchichear todos sobre “el nuevo”.

 

 

 Se oían risas por todas partes, y murmullos por doquier. Quería desaparecer. No le gustaba ser el centro de atención, le ponía demasiado tenso. Se sentó.  

Cuando se dispuso a sacar las cosas necesarias para la materia correspondiente, le vino un chico moreno con ojos verdes y puso su mano en la mesa de Naruto.

 

  

-   Hola. Tú debes ser Naruto, el hermano de Deidara-senpai. –le dijo dándole la mano –me llamo Reita Fukumiya. Encantado de conocerte. –le estrechó la mano.

 

-   Naruto Uzumaki, mucho gusto. –le contestó con una gran sonrisa, y los murmullos se oyeron más fuerte.

 

-   Si quieres un guía para enseñarte esto… estoy disponible. –le dijo guiñándole el ojo. Les hizo un gesto al Grupillo de los sin nombre y vinieron todos sonriendo. Parecían buena gente.

 

  

El rubio consiguió entablar una conversación con ellos, y así lograr integrarse en un grupo de amigos que parecían ser leales.

 

  

En el preciso momento en el que Mark estaba contando una anécdota de cuando eran pequeños, un hombre apareció en la clase como Pedro por su casa dejando unas libretas en la mesa.

 

  

-   Siento llegar tarde chicos, es que me he encontrado al chico nuevo que no sabía para dónde ir y le he ayudado…

 

-   ¡¡Eso es mentira Kakashi-sensei!! –gritaban algunos mientras los otros soltaban un bufido.

 

-  ¿Y qué sabéis vosotros? –preguntó Kakashi sorprendido de que su mentira no hubiera colado.

 

-   Porque para empezar, “el nuevo”, está aquí –dijo Mark señalando a Naruto –y no se llama “nuevo”, se llama Naruto Uzumaki.

 

-   Vaya… me has roto mi coartada… –le dijo al rubio mirándole a los ojos.

 

-   En realidad te has roto la coartada tú solito al no fijarte mejor en tus alumnos y darte cuenta de que falla algo…

  

Todo el mundo empezó a carcajearse incluido el profesor, y Naruto bajó la cara avergonzado.

  

-   No te avergüences hombre, esa ha sido buena… –dijo Kakashi con una gran sonrisa. –soy Kakashi Hatake, tu tutor. Encantado de conocerte.

 

-   Igualmente… supongo –dijo mirándole con cara de carnero degollado.

 

-   Tranquilo, no te pondré ninguna falta de disciplina… no soy tan autoritario. –sonrió.

 

  

Ahora que se fijaba… ese profesor era muy raro… tenía un pañuelo negro con adornos blancos de nariz para abajo… ¿Podía respirar? Además, tenía el pelo de tal forma que le tapaba el ojo izquierdo de la cara. A pesar de todo parecía simpático.

 

 

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La mañana transcurrió con total normalidad, entonces llegó la hora de comer…

 

  

Después de poner la comida que se iba a comer en la bandeja, se giró con esta en las manos para observar las mesas divididas en grupos que había en el comedor.

No quería para nada sentarse con las pijas… mucho menos con los macarroni… quizás en aquella mesa que no había nadie.

 

  

Cuando iba a dirigirse hacia la solitaria mesa, Mark y Reita se acercaron a Naruto y le cogieron cada uno de un brazo.

 

  

-   No, no querido Naruto. –le dijo Reita.

 

-   Ahora eres uno de los nuestros. –le sonrió Mark.

 

  

El rubio no dijo nada, y dejó que le arrastraran hasta la mesa de los sin nombre.

Una vez allí, todos se enfrascaron en una intensa e irrelevante discusión sobre si era mejor que nevara o hiciera sol. Estaban hablando tan tranquilamente cuando una pija pelirosa de la mesa de la derecha subió el tono de voz a propósito, y dijo:

 

  

-   Pues yo creo que el chico nuevo parece un monstruo con esos bigotitos tan feos. –dijo sonriendo con altanería.

 

-   Pues yo creo que le quedan bi… –pero la pelirosa le interrumpió y le señaló en una dirección disimuladamente.

  

Naruto, al escuchar semejante ofensa, se llevó los dedos de la mano derecha a las marquitas de su cara. Puso cara de tristeza. En el otro instituto, decían que le daba un toque de personalidad, que esas marquitas eran muy agradables.

 

  

-   No les hagas caso –dijo Mark –es que ellos te están mirando.

 

-   ¿Ellos? –dijo Naruto con cara de no entender nada –. No sé a qué te refieres…

 

-   Mira detrás de ti. –dijo Reita.

 

  

El rubio se giró para mirar hacia atrás. Tenía curiosidad por saber por qué le habían ofendido de ese modo.

 

 

Al mirar hacia atrás se encontró con una mesa especial, más o menos a seis metros de distancia, ¿era la mesa de los “popu”? No. Eran mucho mejor que los populares. Eran… eran como de película. Simplemente perfectos… eran tres chicos muy pálidos y el pelo de color ébano con reflejos azules.

 

 

Era increíble, pero lo más increíble era que los tres chicos le estaban mirando muy fijamente, casi sin parpadear. Se sonrojó. Esa mirada tan penetrante…

 

 

Pero… el chico que más le llamaba la atención era el chico que estaba en medio de los otros dos. Tenía dos hebras cayéndole elegantemente por los dos lados de la cara, y el pelo en punta por la parte de atrás.

 

Esos ojos… tan oscuros como la noche… tan oscuros que podías llegar a perderte en ellos… tan oscuros y atrayentes… simplemente… tan perfectamente oscuros…

 

  

¿Pero por qué le miraba tanto? No había razón. De repente puso cara de asco y de odio, apartó la mirada en un visto y no visto, les hizo señas a los otros dos y se levantaron de la mesa como si nada, caminando con movimientos puramente felinos y ágiles.

 

  

-   Los Uchiha. –dijo en un murmuro Mark.

 

 

 

 

   CONTINUARÁ  

 

 

   

Notas finales:

Espero que os haya gustado... es algo parecido sobretodo por la Chevy, pero intentaré que no se parezca, me gustan más las ideas propias ^^

Nos leemos *0*


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