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Vicio por yuhakira

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Sus ojos llorosos se reflejaban en el agua del inodoro, mostrándole lo patético que se veía en aquel momento, respiro mientras una lagrima salia de sus ojos, cayendo al fin en aquella agua y borrando su propia imagen. Las ondas del agua disminuían al mismo que su rostro aparecía de nuevo, pensó en por que se encontraba allí, con los ojos hinchados y rojos, con las lagrimas saliendo una y otra ves y borrando su imagen.

Se sostenía del borde del inodoro, manteniéndose en pie, únicamente con la cabeza gacha, sabia que si se soltaba terminaría cayendo por completo en aquel lugar que tanto detestaba, aun cuando ya se encontraba allí. Respiro hondo y volvió a mirarse en aquel reflejo, que hacia de su imagen algo tan sombrío y horrible, que nadie jamás pensaría que se trata de el. Luego de ese pequeño instante donde se aborreció y odio tanto, lo sintió venir, lo ultimo en la cadena de aquel despreciable acontecimiento. El vomito. Salio de su boca en un solo segundo, como una bomba, se alegro de no haber retirado la cabeza del inodoro aún, sabía la rutina, sabía cada paso, y siempre estaba dispuesto a cumplirlo. Todo lo que no había hecho digestión ese día salio de su boca tal y como entro, y al ver con sus propios ojos lo que había salido de sur ser, no puedo hacer otra cosa mas que volverlo hacer, volver a vomitar.

Esta era la parte que disfrutaba, el momento en que su cuerpo se perdía, donde caía en un estado donde si cállese de un edificio, no sentiría el golpe, se entrego por completo a esa sensación, dejando sus rodillas caer en el suelo, dejando que sus manos se resbalasen a su costado y por fin terminar con la cabeza dentro de la ducha. Sonrío, lo peor había pasado.

Pero entonces la euforia llego, recorriendo su torrente sanguíneo y expulsando otra sonrisa de sus labios, y luego, una enorme carcajada, las lágrimas salieron junto con ella, humedeciendo su rostro, y haciendo que la carcajada perdiera su sentido, para convertirse luego en un nuevo lamento.

Trato de levantarse, se apoyo sobre sus manos a medida que acomodaba sus piernas sobre el tapete del baño, al fin logro arrodillarse, respiro hondo acumulando fuerzas para levantarse por completo, de un solo salto lo logro, aunque cualquiera diría, “esta en pie, pero no deja de ser un intento fallido”, su cuerpo se encontraba tendido contra la puerta, cerro los ojos, y la cabeza le dio vueltas, si seguía así volvería de nuevo al inodoro, y por Dios que no quería. Luego de unos segundos, empezó a sentirse mejor, el mareo no desaparecería, todo lo que tomo no fue gratis, pero sin embargo sintió que podría mantenerse en pie por un rato, por lo menos para salir de allí.

Se incorporo hasta quedar frente al espejo, se sostuvo en el lavamos cunado se sintió caer. Lentamente abrió la llave, dejando fluir el agua a través de sus dedos, se enjuago las manos, y bajo su rostro para enjuagarse la boca, no quería regresar a la sala en la manera en la que se encontraba, escupió el agua sintiendo todo el sabor desaparecer de su boca, finalmente levanto la mirada. Su reflejo esta vez fue algo mas claro. Fijo su mirada en si mismo durante unos segundos, ignorando por completo la música de afuera. Vio algo que jamás creyó ver. Tristeza, amargura, dolor, todo, menos lo que algún día vio en ese mismo reflejo, la sonrisa desapareció, en cambio llevaba una mueca horrible, que no entendía a que se debía, sus ojos tampoco brillaban como en un tiempo lo hicieron, en cambio estaban rojos he hinchados, con las ojeras mas grandes que jamás había visto y sin brillo alguno, hasta su cuerpo se había dejado de ser lo que era, ya no aguantaba una caminata de tres kilómetros, no tenia la suficiente energía para hacerlo, y estaba completamente delgado y pálido. Cerro la llave y salio.

La música retumbo en sus oídos, olvido lo alta que estaba, busco su silla entre la gente, y no lograba encontrarla. ¿Era posible sentirse tan perdido en su propia casa? Si. Por fin logro verla, a la primera a quien vio, fue su pequeño tormento, hizo una mueca sintiendo todo el deseo de devolverse y vomitar de nuevo, pero al contario camino hasta allí, y se sentó en su silla, clavo su mirada en la sala, fijándose en los movimientos de la gente al baliar al son de aquel trance, el BIT de repente retumbo en su cabeza, pero no fue algo desagradable, quería levantarse ir y pararse en medio de la gente, y dejarse llevar por la música, y lo necesita, pero se sentía tan desgraciadamente torpe, que no podría haberlo hecho, probablemente terminaría cayéndose antes de llegar al centro.

La chica a su lado se abrazo a su brazo y recostó la cabeza en su hombro, la mueca volvió a aparecer, ¿es que no podía dejarlo solo?  Pero igual no hizo nada, solo respiro hondo y continuo mirando al frente. Esta vez hubo una persona en especial que llamo su atención de entre toda la gente, y como no llamarle la atención si hace solo unos minutos habían brindado por su amistad, y mas que eso era el motivo por que esta reunión se había llevado a cabo.

Sasuke, acababa de llegar de un viaje de negocios al extranjero, y en cuanto lo supo, se dispuso a hacer todos los preparativos para su bienvenida, aun sabiendo, que esta clase de eventos no son del gusto de su amigo.

Volvió a sonreír, no podía sacarse de la cabeza la imagen del moreno en cuanto entro en el apartamento, su rostro sorprendido, y sus ojos preguntándole que diablos sucedía, y antes de responderle lo abrazo, con todas sus fuerzas, sintiéndolo por primera vez luego de algunas semanas, y fue mágico, o tal vez era la tomado que estaba para aquel momento lo que lo hacían pensar así. No paso mucho antes de que el moreno aceptara la reunión y se uniera a los demás. Y ahora estaba frente a el, bailando en su sitio, moviendo las caderas contra el delicado cuerpo de la rubia frente a el. Y ante la imagen seductora de su amigo, no pudo más que cerrar los ojos y lamerse los labios.

Giro su rostro hasta quedar frente a Hinata, ella lo miro con una pequeña sonrisa, y el entendió por que no podía hacerla sentir mal, aun cuando era lo que mas deseaba, ella era muy especial, era su amiga, y sabia que en los momentos en lo que la detestaba, era cuando se encontraba así, irreconocible hasta para si mismo, y no debía dejarse llevar por eso, y mucho menos dejarle una mala impresión a la preciosa muchacha.

-                          Esta todo bien? – su vocecita sonó aun más débil al mezclarse con el estruendo musical, sin dejar de ser audible-.

-                          Si, creo que es hora, de que todo el mundo se vaya.

-                          Tienes razón Naruto, ya es de madrugada, debes estar cansado, y Sasuke debe descansar del viaje… si quieres hablo con los demás.

-                          Seria muy bueno que lo hicieras.

Hinata se levanto y camino hacia los demás, hablando con cada uno de ellos, por primera vez desde que la noche empezó se sintió tranquilo, todo terminaría y para la tarde seguro estaría mejor. A su lado había una mesita con media botella de chela, su chela, había olvidado que estaba allí, la tomo entre las manos y la acerco a su rostro, pero antes de poder beberla sintió el vomito venir de nuevo, y volvió a dejarla en la mesa tal cual. Su mirada de nuevo estaba al frente, la canción de hace un momento había terminado, y Sasuke caminaba hacia el, agacho el rostro sintiéndose nervioso, no habían razones para sentirse así, o mas bien si las habían, pero no quería siquiera pensar en eso, sabia que la discusión que vendría en cuanto se desocupara el apartamento seria hasta para asustar a los vecinos.

Sasuke por fin estuvo a su lado, sentándose en el hombro del sillón se recostó, estiro la mano frente a Naruto hasta tomar la botella que le pertenecía, y de un sorbo bebió el contenido que quedaba, luego volvió a dejarla sobre la mesa. Lo miro de reojo sin decir nada, sentía algo de vergüenza con el, aunque no del todo, en su estado pocas cosas le importaban, y lo que el pudiera decirle, estaba fuera de su preocupación.

Luego de unos minutos las personas empezaron a acercarse para despedirse, y poco a poco el apartamento iba quedando vacío, y por arte de magia la preocupación llego. El ambiente entre ambos se torno pesado, sabia que Sasuke estaba pensando lo que diría, sabia que si se quedaban solos no habría escapatoria, y la angustia empezó a apoderarse de su cuerpo, ¿a quien le diría que se quedara con el, quien lo haría? Falto poco para darse cuenta quienes lo harían. Se levanto de la silla dejando solo a Sasuke, quien no lo perdió de vista, camino hasta donde su amiga de la infancia, se arrodillo frente a ella, y ella se acerco. La música aun estaba a todo volumen.

-                          Sakura, si quieres puedes quedarte y descansar un rato, los demás también deberían quedarse, creo que hay espacio para todos.

-                          No hay problema Naruto, podremos arreglarnos.

-                          En serio, deberías pensarlo, no creo que haya transporte aun, además creo que no has tenido tiempo de hablar con Sasuke, seguro que le agradara que hables con el antes de irte – no era lo que tenia pensado, pero le daría mas tiempo, por lo menos mientras lograba sentirse mejor – entonces que dices?

-                          Supongo que podemos quedarnos, por lo menos mientras descansamos

-                          Ok, te parece si sacamos algunas colchonetas, o preparamos algo para tomar?

-                          No es necesario, aquí en el sofá estaremos bien, aunque no entiendo por que tu preocupación Naruto.

-                          No es nada, ¿o es que acaso un amigo no puede cuidar de los suyos?

-                          Tienes razón, hablare con los otros.

Había salido mejor de lo que pensó, se quedarían, y además lograría distraer a Sasuke, ahora solo le quedaba ir a su habitación, descansar, y esperar que Sasuke olvidara lo sucedido. Pronto los únicos que quedaban en el apartamento eran Sakura, Shikamaru con la novia, Hinata, Neji y Kiba, los demás habían decidido irse igual, pero sabía que con ellos era suficiente. Hinata se acerco a el, ante la atenta mirada de Neji, sabia que el chico no lo quería cerca de ella, aun cuando le tenia aprecio, y todo por la imagen que tenia de el, y tenia toda la razón, al no quererlo cerca de su prima, Naruto tenia lo que llamaban un historial negro en las vidas de las mujeres, podía hacerlas caer hasta lo mas hondo, y luego dejarlas atrás como si nunca hubieran existido, era como Neji lo llamaba, un completo bastardo.

Le sonrío a la muchacha y luego la abrazo, solo por hacerlo enojar, no había nada más que le interesara.

-                          Mierda… tu primo me va a matar.

-                          No digas eso Naruto, no seria capaz de hacerte algo.

-                          Tienes razón, nadie me pondría un puto dedo encima, por mas razones que tuviera.

La soltó y camino recogiendo la mugre que encontraba hasta llegar a la cocina, boto los vasos y las botellas de licor vacías dentro de la caneca, y luego se lavo las manos en el lavaplatos, pasándolas luego por el revoltoso cabello, que no dejaba de venírsele a la cara y humedeciéndolo para acomodárselo hacia atrás. El mareo se había ido hace unos minutos, pero el dolor le inundaba la cabeza, abrió la nevera tratando de encontrar algo de comer, algunas latas vacías, y un viejo pedazo de lechuga fue lo único que encontró.

-                          Maldición es que no hay nada comestible en esta maldita casa.

Azotó la puerta, y luego busco entre las alacenas, cerrando cada una con la misma fuerza que la anterior. Y antes de darse cuenta, el mal genio se apodero de si, respiro hondo tratando de componerse, pero no había manera, golpeaba los dedos contra el mesón, debía buscar la manera de tranquilizarse, no podía perder los estribos, además que su dolor aumentaba, fue hasta el lavaplatos y lleno un vaso con agua, y la bebió toda, luego busco entre sus bolsillos, hasta que encontró el paquete de los cigarrillos, uno era lo único que quedaba después de tres cajetillas que había comprado antes de que cerraran todos los locales, lo prendió dando una honda bocanada.

De pronto todo callo, la música dejo de sonar, y ni las voces de sus amigos se escuchaban, los nervios lo inundaron, termino de fumarse el cigarrillo y miro el reloj, las cinco y cuarto, no encontraría nada abierto a esas horas, necesitaba comer algo urgentemente, necesitaba calmarse, dejar que la ira saliera. Unos pasos empezaron a escucharse del otro lado de la puerta de la cocina, venían directo hacia el, exhalo y de nuevo dio una mirada dentro de las alacenas, y no era capaz de encontrar nada.

-                          Mierda, esto no puede estarme pasando, mierda…

Su respiración se acelero, sus manos empezaron a temblarle, su cuerpo fue cayendo hasta quedar completamente sentado en el suelo, la puerta se abrió, y con ella el cuerpo de su amigo se fue adentrando, acomodo la cabeza entre las piernas, suponiendo que todo había fallado, a lo mejor solo debió ir a su habitación y cerrar con llave, pero no había pensado en eso hasta el momento en que se sintió acorralado.

Sasuke giro en torno de el mesón en medio de la cocina, hasta encontrarlo allí sentado en el suelo, lo ignoro pasando a su lado hasta llegar a la nevera, la abrió, suponiendo lo que encontraría, de la misma manera la cerro, y volviendo a pasar al lado de el, salio de la cocina, solo quería percatarse de su estado.

La puerta se escucho cerrarse y con el un gran suspiro por parte de Naruto, se sintió tranquilo, no le había dicho nada, a lo mejor creyó que dormía, pero no falto mucho antes de darse cuenta de la realidad. Lo había ignorado, no salio una sola palabra de sus labios, lo odiaba y no le diría nada… nada. Saberlo fue peor que no hacerlo.

-                          Lo siento. Escúchame Sasuke, veraz, estaba yo… y… Maldición es que no tengo una puta escusa, como mierdas me voy a acercar ahora.

No había forma de volver a empezar, hace unas horas habían prometido tener una amistad eterna, con abrazo fraternal y todo el cuento, por su parte había sido sincero, había disfrutado del abrazo, con si nunca lo hubieran abrazado, pero sabia que su amigo era distinto, que no había negado el abrazo por no dar explicaciones, que hizo una promesa que no quería hacer, por evitarse las preguntas. Lo sabia, y trato de evitarlo, pero quería aquel abrazo, quería escuchar aquellas palabras, quería… y por querer las cosas ahora empeoraban. Absorto en sus pensamientos, no escucho la puerta abrirse, solo hasta escuchar una voz a su lado se percato de no estar solo, sin embargo, no era la voz que deseaba escuchar.

-                          Esta todo bien Naruto

-                          Sakura-chan, si todo esta bien, pensé que se habían ido, no los había escuchado.

-                          No, pero ya nos vamos, Sasuke me pidió que lo dejáramos solo, y sabes que no se le puede contradecir.

-                          Si, el cabrón es así.

-                          Aja… entonces nos vemos en estos días esta bien.

-                          Yo te llamo.

-                          Adiós Naruto.

De nuevo estaba solo, inundado en su presencia, sin ánimos de levantarse, y completamente desgraciado.

Se levanto y camino hasta la sala, estaba desocupada, excepto por Sasuke que acumulaba la basura en una bolsa negra, se recostó en la pared, viéndolo a el únicamente, fijándose en su rostro, en su cuerpo, en sus manos, en el ritmo de su respiración, observándolo por competo, y esperando escuchar su voz, no le importaba escuchar un regaño, un reclamo, un grito, lo que fuera seria bienvenido, solo necesitaba su voz, y podría irse a descansar. Los minutos pasaron, y su voz no se escucho, solo su respiración era audible. Sasuke termino de recoger la basura y se dirigió a la cocina, pasando nuevamente a su lado, y de nuevo ignorándolo. Respiro hondo, tal vez era el quien debía decir algo, tal vez debería intentar alguna disculpa, ¿Qué debía decirle? “se que rompí una promesa, pero era por tu regreso, quería que fuera especial.” No jamás funcionaria, solo lograría, que lo ignorara aun más.

 Escucho la puerta de la cocina cerrarse detrás suyo, y los pasos de Sasuke acercándose a el a través del pasillo. Dio media vuelta, y le cerró el paso, Sasuke se detuvo con la mirada al suelo, y respirando fuertemente, muestra de su enojo, trato de abrirse pasó por uno de los costados, sin éxito alguno.

-                          Di algo y te dejo pasar.

No hubo respuesta, Sasuke solo opto por recostarse contra la pared y esperar, Naruto lo miro y asintió. Que podía hacer para cambiarlo, ¿acaso había alguna forma de hacerlo? No, y para nadie era un secreto.

Sasuke continuo recostado contra la pared, esperando el momento en que Naruto se rindiera y lo dejara pasar, lo único que deseaba era ir a acostarse. Pero Naruto no parecía tener ánimos de rendirse, aun cuando sentía la cabeza estallarle y el estomago completamente vacío, también el deseaba ir y acostarse. Retiro una de sus manos de la pared, y la llevo a su rostro acariciándose las sienes, Sasuke intento aprovechar el instante para salir del encierro, pero no logro hacerlo, Naruto, puso su mano en el pecho del moreno, y lo obligo a recostarse de nuevo en la pared, luego se paro frente a el, poniendo sus brazos uno a cada lado de la cabeza del moreno.

Respiro hondo, y acerco su cuerpo un poco al del otro, quitándole cualquier opción de escape, claro esta, que si deseaba hacerlo, podría empujarlo, y dejarlo allí, tenia confianza en que no lo haría.

-                          Solo tienes que decir algo y podrás irte, o si lo prefieres me iré yo – una risa por lo bajo fue todo lo que escucho – no hagas eso, si quieres golpearme hazlo, hiciste una promesa, dijiste ser mi amigo por siempre – otra risita se escucho, y su genio empezaba a explotar, golpeo la pared con el puño y respiro hondo – Maldición Sasuke, deja de hacer eso, ¡entonces supongo que toda esa mierda no fue verdad! Solo di algo, una puta palabra, y si después de eso quieres que desaparezca lo are, no me volverás a ver en tu puta vida.

Notas finales:

Gracias por Leer


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