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Ponta de Pomelo por Kurenai Mido

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Notas del fanfic:

Los personajes de PoT no me pertenecen, si fuera asi serian todos yaoistas al mango.

Aca voy a poner todo de la Silver, sus encuentros y desencuentros y varias cosillas mas, xq es mi primer fic largo de PoT y quiero q tenga de todo: romance, humor, lemon y mas lemon...disfruten.

Notas del capitulo:

Atobe esta en uno de sus dias mas sadicos y le grita a todo el mundo, y Ryou no esta dispuesto a permitir que su adorado kohai sufra ese maltrato. Lean y diganme que les parece, pero les comento q esto es solo el principio.

Hyoutei Gakuen seguía estando bajo la tiránica influencia de Atobe, cuya obsesión por ganar crecía cada día más, alentado por el entrenador Sakaki. No había ni un jugador que no estuviera al limite de sus fuerzas (excepto tal vez Yuushi y Mukahi, que desde hacia unos días estaban muy alegres) y de su tolerancia. De hecho, de los 199 miembros restantes del equipo al menos 190 estaban pensando en matarlo.

 

Ootori llego al club sabiendo que le esperaba una nueva sesión de martirios con el capitán, aunque no había forma de evitarlo. A los pocos metros se cruzo con Yuushi, que llevaba una preciosa flor blanca en la mano.

 

-Buenos días, Ootori.

 

-Buenos días, Yuushi-senpai. Linda flor- señalo el menor con voz inocente.

 

-Oh… gracias. Es para… bueno, no importa. Será mejor que nos apuremos antes que Atobe…

 

-¿Antes que Atobe que?- dijo el capitán desde atrás.

Yuushi y Ootori se quedaron congelados.- ¿Así que están de gran charla en vez de ir a practicar, eh? ¡Si no van ya para las canchas correrán 100 vueltas como castigo!

 

-Parece como si tuviera el espíritu de Tezuka pegado- murmuró Yuushi cuando estuvo lo bastante lejos. De repente este vio a Mukahi y corrió hacia el sonriendo, y le dio la flor. El chico acrobático también sonrió. Ootori parpadeó sorprendido y luego fue a cambiarse, tratando de asociar esos gestos de sus senpais. En el vestuario encontró a Shishido, que se había enredado la remera y no podía bajársela.

 

-¿Necesita ayuda, Ryou-senpai?- preguntó solícito.

 

-¿Eh? ¿Ootori? ¿Estás solo?- el menor asintió y se le acercó- bueno… tira de adelante- indicó alzando los brazos. Ootori obedeció y sintió un cosquilleo en el estómago cuando rozó el cuerpo de Shishido y lo ayudó a acomodarse la remera. Tuvo que controlarse para no seguir tocándolo, así que se apartó, mientras el mayor se alisaba el pelo distraído.- Gracias, Choutarou. 

 

-No fue nada, pero tenemos que apurarnos, Atobe-senpai esta muy paranoico hoy.

 

-¿Otra vez hablando a mis espaldas?- preguntó Atobe furioso. Shishido observo como el menor se deshacía en disculpas ante el capitán, y decidió intervenir para ayudarlo.

 

-Cálmate un poco, Atobe, no seas tan duro con el. No hizo nada grave.

 

-Todos ustedes son unos vagos- acusó el muchacho- los quiero en las canchas en cinco minutos.

 

-Gracias por defenderme, Ryou-senpai- dijo Ootori con voz suave cuando estuvieron solos.

 

-No es nada- replico Shishido- no me gusta que se lleve a todo el mundo por delante. Bueno, ¿vamos yendo?- Ootori siguió a su senpai rebosante de orgullo, tratando de reducir al mínimo sus miradas de adoración. Desde hacia un tiempo que no podía separarse de el: más concretamente, desde que el entrenador había estado a punto de echarlo del equipo. Ootori habría renunciado a su puesto de buen grado si eso servia para ayudarlo, y eso había reforzado mucho el lazo de amistad (¿amistad?) que los unía.

 

En las canchas, Atobe continuo con sus experimentos malvados, y puso a Shishido con Kabaji y a Ootori con Jirou. Después quiso que Yuushi se batiera en sencillos contra Mukahi, y el peliazul se negó terminantemente a enfrentarse a su compañero, obteniendo una buena reprimenda del capitán. Ootori también se habría negado si hubiera podido (no quería jugar contra Ryou), pero como kohai de Atobe jamás se hubiera atrevido a desobedecerlo. 

 

Al terminar el partido de practica se retiro despacio, tratando de ocultar el dolor que sentía en el hombro izquierdo. Había calculado mal una devolución y su músculo se había resentido, aunque no creía que fuera nada importante. Se detuvo ante la maquina de gaseosas, distraído, hasta que saco una moneda. Su mano choco en el aire con la mano de Ryou, que se había acercado muy sigilosamente.

 

-¡Oh, Ryou-senpai, lo siento mucho!

 

-No es nada, no hace falta que te disculpes. Adelante, tú llegaste primero.- Shishido observó una mueca de dolor por parte de su amigo y agrego:- ¿te duele el hombro, no?

 

-¿Por qué supone eso?

 

-No puedes ocultarme nada a mi, Ootori; vi que le pusiste demasiada fuerza a esa devolución y que te tiraste este músculo- dijo tocándolo. El menor enrojeció ante el contacto y también por la preocupación de su querido senpai. Shishido tal vez lo noto, porque deslizó su mano para acariciarle el cabello, al tiempo que le sonreía con dulzura.- Guarda tu moneda y deja que yo te invite con una gaseosa, ¿si?

 

-Bu… bueno, esta bien, muchas gracias, Ryou-senpai.

 

-Déjame adivinar. ¿Quieres una Ponta de Pomelo, no?

 

-¡Ah, si, es mi favorita! ¿Pero como sabía…?

 

-Ya te lo dije, soy adivino.- Shishido sacó dos Ponta de Pomelo de la máquina y le alcanzó una a Ootori, indicándole que se sentara al lado suyo sobre el pasto.

 

-Parece que te esta creciendo el cabello otra vez, Ryou-senpai- dijo Ootori con timidez.

 

-¿Qué? ¡Ah, si!- dijo el mayor llevándose una mano a la cabeza- espero no tener que volver a cortármelo nunca, realmente me gusta mas largo. ¿Y a ti, te gusta como lo tengo ahora, o como era antes?

 

La pregunta agarró desprevenido a Ootori, que contestó tartamudeando.- Bueno, el cabello largo te quedaba muy bien, Ryou-senpai, pero igual luces muy lindo ahora. Quiero decir… lo siento…

 

-Esta bien, no te pongas nervioso, no pasa nada. Solo quería tu opinión.

 

Ootori trato de disimular su turbación tomando un gran trago de Ponta, pero se dio cuenta que Shishido lo seguía mirando con atención. Si bien eran pocos (y por eso mas preciosos) los momentos en que podía estar a solas con el, no pudo soportar esa mirada tan encantadora que lo ilusionaba todo por dentro. Llevado por su sentimentalismo tenia ganas de recostarse sobre el hombro de Ryou, quería abrazarlo como un chico abraza a su peluche de cama, pero sabía que eso era imposible.

 

-Quizá debiéramos volver, ¿no te parece, Ryou-senpai? Atobe se enfadará si nos tardamos mucho.

 

-Atobe se puede ir bien al diablo- dijo el mayor- yo quiero quedarme aquí contigo.

 

Ootori se atraganto con la Ponta de Pomelo y no precisamente por su sabor acido. Lo miro de reojo y se dio cuenta que no era ningún chiste, Shishido tenia una expresión seria y concentrada.

 

-Si se enfada hablará con el entrenador Sakaki y nos echará a patadas del equipo- alegó.

 

-Quisiera verlo intentándolo. De todas formas, Sakaki no vino al colegio hoy.- Shishido se le acercó un poco y lo miró a los ojos.- ¿O acaso prefieres ir con Atobe a estar conmigo?

 

-¡No, claro que no! No se trata de eso, usted sabe que prefiero su compañía a la de cualquier otro…

 

-Entonces, relájate, y hazme un favor…

 

-Lo que quiera, Ryou-senpai.

 

-Llámame solo Ryou- dijo con una voz sumamente dulce- para que somos amigos si no.

 

-Pero es una cuestión de respeto…

 

-Respeto nada, es una formalidad innecesaria conmigo. Además, solo te llevo un año, cuando me tratas de usted me siento un viejo y eso no esta bien.

 

-Gomenasai, Ryou-sen… es decir, gomenasai, Ryou.

 

-Así esta mejor; eres un buen chico- dijo Shishido alegremente. Apuró lo que le quedaba de Ponta y luego arrojo la lata lo más lejos posible. A continuación le quito la lata a Ootori y la apoyo contra la maquina, agarrándole sus manitas al ruborizado kohai de pelo blanco.

 

-¿Qu… que… que haces, Ryou?

 

-Nada. Solo quería tomarte de la mano para sentir lo cerca que estas de mi.

 

Ootori estaba sumamente nervioso y miraba el pasto, como si fuera lo más interesante del mundo, para no enfrentarse a la mirada de Shishido. El mayor lo soltó despacio y el respiro aliviado, pero entonces sintió que lo tenia muy cerca, a juzgar por el hecho que podía oír su respiración. Levanto la vista y Ryou le dio un beso en la mejilla, sorprendiéndolo por completo.

 

-Discúlpame, Ootori, pero es que no pude resistir la tentación. ¿Me perdonas?

 

-¿A que esta jugando, Ryou-senpai?- soltó el kohai temblando.

 

Shishido iba a replicar cuando detrás de Ootori surgió una sombra amenazante: el menor volteo a ver y se encontró con la aterradora expresión que tenia Atobe últimamente. El capitán de Hyoutei tenia una latita de Ponta vacía en la mano y se frotaba la cabeza acusadoramente.

 

-No conformes con huir de la práctica me arrojan latas a la cabeza. ¿No les da vergüenza?

 

-Lo… lo siento, Atobe-senpai, fue un accidente- dijo Ootori temblando.

 

-¡Entonces fuiste tu, pequeño atrevido!- exclamo Atobe agarrándolo de una oreja. Choutarou soltó un grito y Shishido se interpuso entre ellos, liberando a su kohai del agarre de su capitán.

 

-Ya basta, Atobe, fui yo quien arrojo la lata, no te descargues con el.

 

La mirada de Atobe era terrible, pero la de Choutarou estaba llena de agradecimiento. Eso le dio a Ryou valor para continuar.- Te aconsejo que dejes de gritarnos como si fuéramos tus sirvientes, porque no lo voy a permitir. Ven, Ootori- agregó, agarrándole la mano al chico- volvamos.

 

Shishido lo sacó de allí tan rápido que ni el ni Atobe llegaron a entender realmente que había pasado. Cuando estuvieron lo bastante lejos Ootori se dio vuelta y abrazo a su senpai, y Ryou le correspondió ese abrazo.

 

-Eres increíble, Ryou-senpai, muchas gracias por defenderme…

 

-Pequeño, que no me llames senpai- lo reprendió Ryou.

 

Ootori levantó la vista y enrojeció, totalmente perdido en esos ojos maravillosos y dulces. Se soltó, murmuro gracias otra vez y luego desapareció en dirección a las canchas. Shishido lo miró con una sonrisa tierna, recordando con perfecta claridad el cuerpo de Ootori sobre el suyo. Decidió que era lo más lindo que le había pasado en la vida.
Notas finales:

Y bueno, ¿q les parecio? ¿Corto,simple? ¿Ryou es histerico? ¿Atobe tiene alma de dictador? ¿Ootori no es una ternurita total?

Espero poder actualizar pronto y q les haya gustado esta nueva creacion mia. Sayou!


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