Capitulo 1: Despertando
Harry abrió sus ojos y se acomodo perezosamente en su cama, se estiro y salió lo más silenciosamente posible de ella para no despertar a sus demás compañeros de habitación. Fue al baño y se ducho, tomándose todo el tiempo del mundo, ya que aun eran las seis de la mañana.
Luego de la relajante ducha, se vistió y comenzó a arreglar sus cosas para las clases de aquél día. Al ver su horario un cosquilleo le invadió al notar que tendría que pasar dos horas enteras en las mazmorras con Snape. Hace un par de años, eso le hubiera molestado, tener que aguantar a Snape por un minuto ya era agobiando, ni imaginarse dos horas con él. Pero eso era hace un par de años, ahora era distinto, durante su quinto curso, el año pasado, había descubierto que le gustaban los chicos y lo más importante es que en las clases de Oclumancia, se había dado cuenta que específicamente le gustaba Snape ¿Cómo? No tenia idea, pero todo en ese hombre le gustaba. Al principio se creía loco, no por darse cuenta de que era gay, sino porque era Snape el que le gustaba. Pero en la batalla final, cuando por fin derroto a Voldemort a finales de ese año, vio a Snape descubrirse como espía y luchar junto a La Orden con tanto valor, que se dijo así mismo “Si, es él”
Ahora se encontraba en su sexto curso, llevaban ya cuatro meses de clases, Ron y Hermione eran novios al igual que Ginny con Draco y Luna con Neville. Harry al terminar de ordenar sus cosas vio la hora, aun faltaba mucho para el desayuno, así que tomo su mochila, salió del cuarto y bajo a la sala común.
Salió del castillo y bajo hasta el lago, se sentó en el pasto húmedo por el rocío de la mañana y apoyo su espalda en un arbol, suspiro. Por primera vez en su vida se sentía casi pleno, tras la derrota de Voldemort, la absolución de Sirius, el matrimonio de Remus y Tonks y el nombramiento del señor Weasley como nuevo Ministro de Magia, todo a su alrededor parecía perfecto, esas vacaciones abandono la casa de los Dursley y se fue con su padrino. No se fueron a Grimmauld Place, compraron una casa, cerca de la Madriguera y pasaron todas las tardes jugando Quidditch con los hermanos Weasley, menos Percy, quien se había mudado a Londres junto a su esposa. Harry sonrío recordando como le había ganado a Ginny por muy poco la ultima vez que habían jugado. Harry, Fred, Billy, Remus y Draco contra Ginny, George, Charlie, Sirius y Ron, todo un espectáculo según la señora Weasley y Hermione que se quedaban en tierra mientras contemplaban a “los niños” jugar. Ese día Harry y Ginny se encontraban volando tras una Snitch, cuando sintió el grito de Sirius “!Hey ¿Snivellius, que haces aquí?!” Harry se paro en seco al escuchar a su padrino, miro hacia donde este apuntaba y vio a Snape, el corazon le latió a mil por hora y las manos comenzaron a sudarles “Harry, ¡ la Snitch!” Harry vio a su profesor volver la mirada hacia él cuando gritaron su nombre, lo vio mirarlo con indiferencia, por lo que giro en 180º se fue en dirección hacia la Snitch, claro ¿cómo iba a Snape alegrarse por verlo? Alcanzo a Ginny en ultimo momento y atrapo la pelota. Al bajar se despidió de Draco, quien se fue con Snape ya que tras la muerte de sus padres había quedado bajo la custodia de este. Harry salió de sus pensamientos, vio la hora, siete para las ocho, seria mejor ir a desayunar.
Al llegar al gran comedor, la gran mayoría de los estudiantes estaban sentados, Harry busco con la mirada a sus amigos y se reunió con ellos.
Harry: Buenas chicos.
Ron: Hola compañero, saliste temprano hoy.
Harry: Si, quería un poco de aire.
Ron: Me imagino, sobretodo por que tendremos dos horas con Snape.
Hermione: Pues yo no lo encuentro tan malo, Snape ha cambiado, aunque aun le queden algunas expresiones frías, por lo menos ya no da susto.
Harry sonrió por el comentario de su amiga, era cierto que a Snape aun le quedaban costumbres de los viejos tiempos, pero ahora se mostraba como cualquier otro profesor: serio pero accesible, incluso ese cambio provoco un aumento en las notas de Neville, un hito merecedor de registrase en La Historia de Hogwarts.
Harry y sus amigos se sobresaltaron al escuchar una campanilla que anunciaba que debian ir a sus aulas, tomaron sus cosas y bajaron a las mazmorras, allí se encontraron con Draco, Theo Nott y Blaise Zabini, quienes andaban de novios. Cualquiera que hubiera visto esa escena hubiera creído que Hogwarts ya no era normal, dentro de su normalidad y que el mundo se había vuelto loco. Pero allí estaban los tres Gryffindor y los tres Slytherin muy amigos conversando. Cuando el profesor Snape abrió la puerta de su aula, todos entraron, Harry suspiro, preparado para una nueva jornada admirando a su profesor.