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Harry Potter el Heredero del Fénix por Pazu_chan

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Notas del capitulo: jo... lo siento no me habia dado cuenta que el capi 19 no lo habia subido u.u el viernes subo el siguiente que esta listo, espero les guste este capi ^^

a leer
Capitulo diecinueve: Tren a Hogwarts…


Los otros Gryffindor se fueron por la chimenea, a los pocos minutos se iban los Slytherin en un tenso silencio; Lucius solo miro a su hijo sin decir nada, esperando que todos los jóvenes pasaran por la chimenea para luego el seguirlos; más tarde podría hablar con Draco.


********************


Llegaron a la estación, Lucius vio a un par de distancia a su hijo junto a sus amigos, se les acerco y coloco su mano sobre el hombro de su hijo, este simplemente le miro de reojo. Diviso a lo lejos, a Potter con sus amigos y a Black, miro al primo de su ex-esposa y le dio un ligero cabeceo, para ponerse en marcha.


– Hijo – le hablo a su primogénito, dejando que los demás se subieran al tren – trata de no forzarte mucho, las cosas pronto se solucionaran – le aconsejo sutilmente, sabiendo que su heredo, siempre quería tener todo controlado, algo imposible por muy Malfoy que fuera.


Draco simplemente asintió, antes de entrar al vagón y perderse entre los alumnos, mientras Malfoy padre se quedaba aun parado, mirando el tren que por siete años lo llevo a aquel castillo, donde paso cosas que nunca imagino que le ocurrirían. Se dio media vuelta, con su porte elegante y altivo, debía volver a la mansión, para solucionar los últimos detalles.


*************


Cuando Sirius y Harry habían llegado a la estación, el animago había abrazado a su ahijado, sin soltarlo siquiera cuando ya sus amigos habían llegado. Pero el tiempo se acababa por lo que con un último abrazo y un beso en la frente, dejo que su ahijado se fuera de la mano con Hermione, se despidió de los demás con una semi sonrisa. Suspiro cuando ya no los vio más; en ese momento no quería pensar mucho en lo que había pasado, esperaba que todo se solucionara pronto vio a Lucius que le dio un cabeceo, él se lo devolvió mirándole de reojo. No podía quedarse más tiempo en el andén, debía arreglar algunas cositas que no había tenido tiempo de hacer antes, para poder tener todo listo y partir donde Lucius.


*************


Los Gryffindor encontraron muy pronto un vagón donde sentarse, Harry seguía en su mutismo, para frustración de Ron, molestia por parte de Hermione y pena por Neville. La castaña y el pelirrojo, no querían dejar a su amigo, pero tenían que ir a sus obligaciones como prefectos; sintieron como el tren comenzó a andar, empezando su recorrido hacia Hogwarts.


– Harry – le llamo suavemente Hermione, sentándose a su lado – Harry – le volvió a llamar, esta vez, colocando su mano en el rostro de su amigo, para que dejara de mirar por la ventana y le mirara a ella – Ron y yo vamos a ir a la reunión de prefectos, Malfoy también va a estar ahí, lo traeré aquí ¿de acuerdo? – termino con una sonrisa cálida en sus labios, al ver como la alegría se veía reflejado en aquellos verdes ojos.


Harry asintió fervientemente, como un cachorrito, Hermione no pudo evitar acariciarle la cabeza, antes de salir junto a Ron.


– No te preocupes Harry – le dijo Neville, mientras se sentaba al lado del azabache – ya verás que pronto tendrás a tu rubito a tu lado – le hablo con una sonrisa divertida.


Harry asintió nuevamente, con mucho ánimo, mientras se abrazaba a su castaño amigo, refregando su cabeza en el pecho de su amigo, quien reía por la forma de actuar de Harry.


– Hola fénix – dijo una suave y tranquila voz proveniente de la puerta del compartimiento.


Harry y Neville miraron hacia la puerta asombrados por aquél saludo…


*****************


Draco junto a Pansy, emprendieron la marcha hacia el vagón donde se encontrarían con todos los prefectos, habían encontrado un vagón solo para ellos, Theo se había quedado junto a Blaise, conversando tranquilamente. Habían quedado de acuerdo, en que después de la reunión de los prefectos, Draco iría al compartimiento que ocupaban los Gryffindor y Pansy iría a por ellos, para no levantar tantas sospechas. Se podía decir que estaban tomando demasiadas precauciones, quizás un poco exageradas, pero nunca estaba de mas el prevenir; no tenían ninguna pista de quien era el enemigo y tenían que ir con mucho más cuidado que cuando estaba Voldemort al asecho.


Así que como buenos Slytherin, tenían que tener la mejor cautela posible…


Pansy y Draco caminaban tranquilamente por el pasillo del tren, estaban a la hora, así que no había por qué apurarse, además podían verificar los compartimientos, esperando ver a alguno de los Gryffindor. Su plática era simplemente algo trivial, más que nada, era Pansy quien llevaba la conversación, para poder distraer a su rubio amigo de aquél fénix, que lo había trastocado tanto.


Estaban llegando al vagón de los prefectos, cuando una suave y tranquila voz los detuvo, al pronunciar el nombre del rubio.


– Buenas tardes Draco – saludo educadamente.


Draco y Pansy se dieron media vuelta, descubriendo de quien era dueña aquella voz; era una chica de quince años, de Slytherin, poseía el cabello rubio y liso que le llegaba hasta la espalda, lo llevaba delicadamente peinado hacia tras, con dos mechas adelante, enmarcando su hermoso y delicado rostro; tenía una altura adecuada para su edad, así como su físico, vestía una elegante y fina túnica de color celeste muy suave, con un delicado y sobrio prendedor de una mariposa plateada; sus ojos eran de un verde muy claro, su piel era blanca, pero no tan pálida como la de Draco, sino mas sonrojada. La chica le sonreía suavemente hacia el rubio príncipe de Slytherin.


La educación siempre estaba antes para Draco, mas si debía tratar con mujeres – buenos días… – no sabía su nombre y esperaba que la chica se presentara, no le había gustado que le tratara con tanta confianza, como pronunciando su nombre, como si se conocieran de toda la vida, en realidad jamás la había visto.


– Astoria, Astoria Greengrass – dijo suavemente con su delicada voz, aun con su ligera sonrisa.


– Buenas tardes señorita Greengrass – le saludo nuevamente con una leve sonrisa, antes de tomar la mano de la chica y besarla levemente, el rubio escucho un bufo proveniente de su izquierda, pero no dijo nada.


La chica rubia se ruborizo levemente – me gustaría hablar con usted… – comenzó a decir la tal Astoria.


– Seria un placer, pero en este momento tengo que ir a mis obligaciones como prefecto – le hiso saber tranquilamente.


– oh, perdón no sabía, disculpe – se justifico aun con su sonrisa en sus delgados labios.


– No hay problema, en otra ocasión será… – comento galantemente Draco.


– sí, sí, si… como sea – espeto molesta Pansy al ser ignorada y que su rubio amigo anduviera coqueteando con esa chica – nos tenemos que ir niña, así que adiós – le hablo seriamente, antes de tomar el brazo de su amigo e irse rápidamente del lugar, Draco simplemente le sonrió a la chica rubia y se fue con su amiga.


Astoria sonrió suavemente, en sus verdes ojos se veía un brillo de satisfacción, sabiendo que Draco Malfoy, ya no podría escaparse nunca más de ella y que de ahora en adelante, seria ella quien siempre estaría a su lado y tomados de la mano. Con elegancia se dio media vuelta, provocando que su largo cabello se moviera sobre su espalda, empezó a caminar lentamente pero segura de sí misma; comenzando a pensar e imaginar cómo sería todo de ahora en adelante.


************


– ¿Qué fue eso Draco? – le pregunto molesta Pansy, fulminado a su amigo con su mirada.


– por qué dices eso Pansy – dijo despreocupadamente.


– ¡le estabas coqueteando! – le grito anonadada por el descaro de su amigo.


– Claro que no – la fulmino con su mirada gris – solo fui amable – dijo simplemente.


– Amable, si claro – dijo sarcásticamente – me vale un cuerno ¡le estabas coqueteando! – le refuto molesta, pero por un lado aliviada de que no hubiera estado el pequeño fénix con ellos.


Draco ya se estaba molestando realmente con su amiga – escúchame Pansy, solo estaba siendo a-ma-ble – le espeto molesto, deletreando la última palabra.


– pero tú nunca eres amable con ¡nadie! – Chillo molesta – ni siquiera con nosotros – le ataco.


Draco hiso un mohín molesto, antes de sonrojarse levemente, Pansy se alarmo ante aquel gesto, no podía ser que Draco le gustara esa… esa niñata ¿cierto?


– Bueno… – comenzó a hablar algo dudoso – es que se pareceamimadre – dijo de carrerilla, mientras seguía caminando, dejando a una confusa Pansy de tras de él.


– ¿Qué? – Pregunto, agarrándole del brazo – no entendí nada de lo que dijiste.


Draco bufo molesto – que se parece a mi madre ¿contenta? – le espeto enojado, mientras se cruzaba de brazos sobre su pecho.


Pansy se le quedo un minuto con su boca abierta, antes de ponerse a reír como histérica, Draco siguió su camino sin importarle su amiga.


– oh vamos Draco no te enojes – dijo Pansy cuando lo alcanzo, ya estaban frente a la puerta del compartimiento de los prefectos – es solo que… – Pansy tuvo que cerrar su boca para no ponerse a reír nuevamente, su rubio amigo simplemente la ignoro, entrando al estancia seguida de la azabache.


***************


Cuando termino la reunión, esperaron a que todos salieran, para quedarse los cuatro, Hermione, Ron, Draco y Pansy.


– Herm ¿Cómo esta Harry? – le pregunto verdaderamente preocupada la azabache, abrazando a su novia, sabiendo que su amigo rubio no se atrevería a preguntar.


– Bien, esta más calmado – le hablo seriamente con un leve sonrojo en sus mejillas, por el abrazo de su novia, aun no se acostumbraba del todo – le dije que irías a verlo – le dijo seriamente al rubio Slytherin, en su mirada estaba claro que no quería ninguna queja o escusa.


– Y es lo que iba a hacer – le dijo seriamente, retándola con la mirada.


– vayan ustedes primero, Draco ira tras ustedes, yo voy a buscar a los demás – le dijo Pansy antes de salir, Hermione le dijo en que vagón estaban, la azabache le dio un beso superficial antes de salir.


– Vamos – le dijo Hermione a Ron, quien extrañamente se había mantenido al margen de aquella conversación.


**********


Cuando Hermione y Ron llegaron a su vagón, se encontraron con nada más y nada menos, que Neville, Hermione y…


– ¿Luna? – fue mas como si le preguntara a como si dijera su nombre, la Ravenclaw le miro con aquellos ojos celestes tan perturbadores.


– Hola Hermione, Ron – les hablo con su suave y soñadora voz.


– Hola – saludaron los dos, más por inercia que por otra cosa, sentándose ambos junto a Neville, ya que Luna y Harry estaban sentados en el suelo, ambos bien juntos y frente a ellos tenían un libro abierto.


– ¿Qué hacen? – pregunto Hermione al ver el libro abierto, era de color blanco y sus letras eran de color azul oscuro, libro que jamás había visto la castaña y verdaderamente estaba intrigada.


– Le estaba contando al fénix… – mirando a la chica, de lo más normal del mundo, como si fuera común que cualquier persona se trasformara en fénix.


– ¿cómo sabes? – le corto Ron, mirando hacia Neville con reproche.


– a mi no me mires – apelo a su favor el castaño – ella cuando llego le llamo fénix – les comento a los dos.


– ¿Cómo supiste Luna? – le pregunto intrigada Hermione.


– Los fénix son criaturas muy fuertes – comento simplemente la rubia, mientras acariciaba los cabellos desordenados del azabache, este se dejaba acariciar – además las salamandras negras han estado comportándose mas alteradas, ellas adoran el fuego – siguió con sus divagaciones.


Los tres Gryffindor se miraron simplemente, sabiendo de lo extraña que era la chica Ravenclaw, no podían esperar más de ella.


– ¿y de que va el libro? – le pregunto nuevamente la castaña.


– le muestro acerca de los fénix blancos – le dijo soñadoramente, mientras daba vuelta una de las hojas, y un hermoso fénix blanco se mostraba en toda la plana.


Harry sonrió emocionado y acaricio el dibujo como si fuera algo real, Luna también tenía puesta su atención en aquel hermoso dibujo del fénix blanco, que volaba sobre el cielo.


– Es un cuento infantil – le explico Ron.


Hermione le miro asombrada, al ver que el pelirrojo sabía algo que ella no, aunque era comprensible, ya que la castaña era hija de muggles y aunque ella estudiaba como loca, para sabe todo lo posible de ese mundo, nunca llegaría a saber todo, además que nunca se había interesado en cosas infantiles, mitos y leyendas que se basaban en simple superstición de ancianos magos y brujas que explicaban todo, con fabulas como muchos muggles lo hacían también.


La puerta se abrió y un rubio entro por ella, dejando hasta ahí la conversación acerca del libro de Luna; Harry se lanzo a los brazos del rubio, sonriendo de oreja a oreja, el rubio sonrió tenuemente, aliviado de que Harry no estuviera sentido, por lo que le había hecho antes.


Draco se sentó al frente de los tres Gryffindor y Harry no perdió tiempo en sentarse sobre las piernas de su rubito; algo que hiso fruncir el ceño al pelirrojo, mirando a matar al rubio engreído de Slytherin, mientras que ese le devolvía una sonrisa de superioridad.


– Hacen bonita pareja – hablo Luna tranquilamente, como si fuera de lo más normal, que los dos chicos, enemigos jurados frente a todo el colegio, anduvieran tan juntitos.


Draco le miro sin saber quién era aquella chica, estaba seguro que la había visto antes, pero no recordaba de donde.


– Creo que iré a ver si los duendecillos me devolvieron ya mi mochila – dijo simplemente, antes de salir del vagón con su libro apretado firmemente a su pecho.


Draco miro a los tres restantes del compartimiento, estos solo levantaron sus hombros despreocupadamente.


– era Luna Lovegood – dijo simplemente Ron, como si eso explicara el gran misterio de la existencia humana.


El rubio simplemente asintió, al saber quién era esa extraña chica, era la Lunática de Ravenclaw. El compartimiento se volvió a abrir, dando paso a los restantes Slytherin, sentándose en parejas, comenzaron una tranquila charla, dejando de lado las divagaciones de Lovegood.


Draco no hablo mucho en el trayecto, miraba distraídamente por la ventana, mientras acariciaba descuidadamente los cabellos negros de su fénix, que se había quedado dormido sobre su regazo. El rubio príncipe de Slytherin, sabía perfectamente que sería muy difícil, poder verse seguido con el Gryffindor, no solo por estar en diferentes casas y también diferentes asignaturas y horarios; sino mas bien, porque los demás no debían sospechar, aunque claramente por el comportamiento que ahora tenía el azabache, muchos comenzarían los rumores y tratarían de saber lo que le pasaba al salvador del mundo mágico, eso era algo que no se podría evitar, no con tantos chismosos en el colegio; pero si se tenía que evitar lo más posible, el que descubran que Draco, era el compañero que había tomado Harry como fénix; era un punto muy vulnerable que el enemigo, quien sea que fuera, podría utilizarlo a su favor. Lo único que podían esperar, era a que Harry volviera a ser como antes, para así poder pasar más disimulado, aun cuando aquello pudiera afectar la relación, que habían comenzado a formar.


Draco suspiro abatido, sin que los demás se percataran de aquella acción, por que el rubio sabia que cuando el tren llegara a su destino, tendría que separarse de su fénix y estaba seguro que sería muy difícil poder verse a solas con el; además debía mentalizarse, ya que cuando llegaran, debía darle nuevamente otra orden a su fénix, cosa que no le hacia mucha gracia…

Continuara…
Notas finales: gracias a Cere-chan por betear el capi ^^

nos leemos, el viernes ^^
Matta nee!

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