El día iba atardeciendo, cuando Okita caminaba por el pasillo del cuartel del shinshengumi con el pequeño saizo en brazos, tarareaba alegremente una canción infantil cuando de pronto escuchó una especie de rugido.
-¡¡SHINPACHI!! ¡Cómo te pille te mato! ¡Ven aquí!- retumbo por todo el cuartel la voz de Sano.
-¡¡Ah!! Sano para… ¡¡Kyaaaaaaaaa!! No… no… ¡¡NO HAGAS NADA DE LO QUE TE PUEDAS ARREPENTIR!!- gritó la voz de shinpachi- Sano… somos amigo… no… no… ¡¡AAAAAAAAAAAAAAH!!
Okita fue corriendo (más bien bailando) a ver lo que ocurría.
Los gritos lo llevaron a una sala en la cual encontró una imagen de lo más divertida.Sano levantaba a Shinpachi del suelo aprisionándolo contra la pared con una sola mano, tenía una mueca de odio dibujada en la cara pero lo delataban la diversión de sus ojos, un hilo de sangre le recorría la cara desde la sien a la barbilla. La cara de Shinpachi era de horror y miedo, la cual cambio radicalmente al ver a Okita en la puerta.
-¡Okita-san!- gritó con una sonrisa de felicidad.
Sano lo soltó de inmediato y Shinpachi salió corriendo hacia su salvador y se le abrazo por la cintura.
-¡oh! ¡Okita-san me salvó!- casi grito shinpachi restregando su cara por el pecho de okita. Unas (falsas) lágrimas cayeron por sus mejillas.
-ala, ala, ya pasó *que payaso es* -intentó calmarlo okita.
-¡no seas exagerado! ¡Tú fuiste el que me abrió la cabeza!- gritó furioso sano.
OoOoO flash back OoOoO
-¡shinpachi! ¡Nunca podrás ganarme en pelea con lanza! ¡Muahaha!- se rió burlón sano- eres débil.
- ¿Cómo has dicho?- gritó shinpachi mientras soltaba su lanza y agarraba una de las espadas de madera que usaban para el entrenamiento.- vuelve a repetir eso- dijo en un susurro con su cara más sádica.
-shin… shin… shinpachi… ¡¡¡kyaaaaaaaaaaa!!!- gritó sano.
(Luego paso lo de arriba)
OoOoO fin del flash back OoOoO
Ya todo había pasado y estaban los tres en la cocina con ayu-nee,Esta vendaba la cabeza de sano, el cual miraba a shinpachi De forma diabólica.
-venga sano, perdónale-rogó okita aguantándose la risa.
Sano intento poner cara de malhumorado, pero se le escapo Una carcajada.
-¡estabas fingiendo!- se quejó shinpachi intentando parecer Dolido- y yo aquí preocupándome por ti.
-¡ah! Parar ya los dos, sois unos payasos- dijo ayu-nee mosqueada- shinpachi te has pasado, esto no lo puedo curar yo, sano, te tiene que ver un medico, sígueme.- al tiempo se levanto y salió por la puerta de la cocina.
-¡¡¡yo contigo voy a donde sea ayu-nee!!!- dijo sano siguiéndola. (Con florecitas de fondo xD)
-estáis hechos unos payasos los dos- dijo okita a shinpachi, el cual se sonrojó levemente.
Aunque lo ocultaba bien y desde hacía ya mucho tiempo, shinpachi estaba enamorado de okita, su pelo, sus ojos, su boca, su cuerpo, todo de él lo volvía loco, llevaba un tiempo pensando en confesarle sus sentimientos pero nunca había encontrado el momento adecuado y ahora que por fin se encontraban los dos a solas… no sabía qué hacer.
-okita-san… yo… te… te…- dijo en un susurro, sin saber si lo había escuchado.
De pronto okita se levanto de su asiento, un miedo terrible recorrió el cuerpo del pelirrojo, okita lo agarró de las manos y lo levantó a él también poniéndolo a su altura, aunque lo superaba en varias cabezas. El pelirrojo cerro sus ojos con fuerza pero al ver que no ocurría nada los volvió a abrir, y vio algo que no esperaba okita le sonreía de oreja a oreja, mostrando su lado más infantil.
-¡bañémonos juntos! Ya estarán todos dormidos y la bañera será para nosotros dos solos- casi grito emocionado.
-está bien- respondió shinpachi con una sonrisa, por suerte no había escuchado su inútil intento de declaración.
Se dirigían al baño por uno de los pasillos exteriores del cuartel cuando de pronto okita, que iba delante tarareando la misma canción que por la tarde, una imagen que le gustaba mucho a shinpachi, se dio la vuelta y miro al pelirrojo de arriba abajo.
-shinpachi… mejor que vayas a cambiarte, quítate el uniforme y ponte un yukata estarás más cómodo- le dijo el pelinegro con una sonrisa- Te espero en el baño.
-de acuerdo okita-san- respondió, fue rápidamente a su habitación y se puso el yukata como le había dicho y se fue disparado al baño, pero al llegar frente a la puerta de los cambiadores se paró en seco, intento relajarse un y la abrió.
Okita aun no se había metido en la bañera, se había colocado una toalla en la cintura que le llegaba por la mitad del muslo y había recogido su largo pelo negro y liso en una coleta alta, lo que le daba un aire más masculino, la visión del cuerpo del otro semidesnudo fue la primera bofetada que recibió el pelirrojo. Quería acercarse a okita, besarlo y saborearlo como si le fuera la vida en ello, un escalofrió recorrió su cuerpo desde el vientre hasta las extremidades con solo imaginar que eso pasara de verdad, pero había un pequeño problema; sus piernas no se movían, entonces el pelinegro se acerco a él y lo apartó de la puerta.
-¿Qué haces ahí parado?- pregunto quitándolo del medio y cerrando la puerta- si no te cambias ya no dejare que te metas en la bañera.
-si, si.- obedeció shinpachi con su característica sonrisa.Se quitó el yukata y se coloco una toalla al mismo modo que okita, ambos se dirigieron juntos a la bañera
-*este es el momento, este es el momento.*- pensaba shinpachi para enfundarse ánimos, cuando fue a acercarse a okita para agarrarlo de la mano, este se dio la vuelta como para decirle algo y a no esperarse a shinpachi tan cerca dio unos pasos rápidos hacia atrás, en uno de ellos resbalo, shinpachi lo agarro de la muñeca para que no callera pero como el suelo estaba totalmente empapado ambos resbalaron y cayeron al suelo. Cuando el pelirrojo volvió a la realidad se dio cuenta de que se encontraba encima de okita este lo miraba levemente sonrojado, se le Había soltado la cuerda con la que sujetaba el pelo por lo que este quedaba esparcido por el suelo.
Una ola de calor recorrió el cuerpo de shinpachi hasta llegar a sus mejillas. Estaba totalmente desquiciado, su mente le decía que se quitara de encima de okita, pero su cuerpo le pedía otra cosa.
-¿shinpachi? ¿Te encuentras bi… - shinpachi no pudo aguantar más, junto sus labios con los de okita y dejo que su cuerpo actuara por sí solo, empezó a jugar con la lengua en la boca del pelinegro de una forma tímida por si se resistía parar de inmediato, eso fue lo que más le sorprendió, okita no se resistía, al contrario se abrazo a cuello del pelirrojo y empezó a mover la lengua en su boca.Cuando se separaron de aquel beso tan pasional para coger aire (puto aire que se acaba xD) okita miro a shinpachi con satisfacción en los ojos, lo que sorprendió al pelirrojo, con un rápido movimiento, okita, cambio de posiciones, por lo que shinpachi se encontraba bajo él.
-estaba deseando que hicieras esto- le susurro okita, mientras le mordía el lóbulo de la oreja, shinpachi no pudo evitar soltar un gemido.
- okita-san… agh…- okita empezó a lamerle el cuello- yo… te… - okita lo acalló juntando sus labios de nuevo, se separaron por falta de aire.
-ya lo sé- le susurro el pelinegro- yo también te amo- le confeso, un leve rubor cubrió las mejillas del pelinegro, volvieron a juntar sus labios por pura desesperación, sus cuerpos palpitantes y cálidos se tocaban ya que las toallas que los cubrían escasamente habían desaparecido con la caída.
El cuerpo de ambos se estremecía, okita besaba el cuello moreno del pelirrojo mientras esta le acariciaba la espalda con las manos, el pelinegro fue bajando hacia la clavícula, la cual mordió y marco mientras shinpachi se derretía entre gemidos de placer, okita empezó a bajar por el pecho de su pelirrojo lamiendo y saboreando su piel, al llegar al ombligo empezó a jugar con su lengua dentro de el sacándole a shinpachi varios gemidos bajos. Empezó a besar la piel del vientre del pelirrojo y a dar besos tímidos en la ingle, lo cual hacia que shinpachi se desquiciara.
-okita… -san… este lugar… agh… no es… ¡¡agh… okita-san!!-dijo el pelirrojo refiriéndose al baño, pues podrían ser descubiertos en cualquier momento, y eso traería consecuencias negativas para ambos.
Okita asintió y recorrió el camino opuesto hacia la boca de su amante, lamio sus labios, húmedos aun por el beso anterior. Se acerco a su oído.
-tienes razón- susurro okita mientras lamia el lóbulo de su amado pelirrojo, haciendo que se estremeciera.- vayamos a mi habitación.
Se levantaron del suelo sin muchas ganas, sin parar de besarse y se dirigieron al cambiador, allí se pusieron lo yukatas de cualquier manera y salieron por el patio exterior hasta llegar a la habitación de okita, este atranco la puerta nada más entrar, se desvistieron rápidamente y el pelinegro recostó a shinpachi en el futon del suelo, prosiguiendo con el trabajo que había dejado a medias en el baño, besando lamiendo y marcando el vientre de shinpachi, este empujaba inconscientemente la cabeza de okita hacia abajo, tomo esto como un sí a su proposición anterior y en un movimiento lento lamio el miembro de shinpachi desde la punta hasta el final del vientre, moviendo su lengua con una exagerada lentitud, lo que provocaba que el pelirrojo se desquiciara entre gemidos de placer.
-¡¡agh… agh… okita-san… mmmm… mas… agh… rápido!!- pedía el pelirrojo entre gemidos, desquiciado por la lentitud en que su amante le daba placer.
Inconscientemente levantaba la cadera hacia arriba.Okita no hizo esperar más al pequeño, se metió su miembro entero en la boca y empezó a masajearlo con la lengua. Shinpachi arqueo la espalda de puro placer.
-okita-san… me… me… vengo…- aviso el pelirrojo, con los ojos entre cerrados por la sensaciones que estaba experimentando.
Okita no le hizo el mas mínimo caso y siguió lamiendo y besando su miembro. Shinpachi emitió un grito de placer y de vino en la boca del otro, se sonrojo al instante e intento levantarse del colchón.
-okita-san… yo…- dijo totalmente avergonzado.
El pelinegro no dejo que su amante se levantara del colchón y, aun relamiéndose los labios, se recostó sobre él.
-Eso estuvo realmente delicioso-dijo con dulzura en la mirada, lo que tranquilizo a shinpachi- asique no te avergüences.
-okita-san… te quiero-dijo mientras un leve rubor subía hasta sus mejillas.
- y yo a ti-dijo mientras acariciaba el cuello del otro-si quieres puedes llamarme souji- al ver que las mejillas de shinpachi se volvían del color de la sangre agregó- bueno si te da corte al menos llámame okita solamente ¿de acuerdo?
-esta... bien- dijo ruborizado.
Al shinpachi no le dio tiempo a decir nada mas pues okita había vuelto a juntar sus labios.
Shinpachi acariciaba la espalda y el pecho del pelinegro, este bajo por el cuello moreno de su pelirrojo, mientras, le abría lentamente las piernas.
-agh…okita… - gemía shinpachi.
Okita dirigió dos de sus dedos a la boca del pelirrojo el cual los lamio de una forma muy sensual.-te ves muy bien haciendo eso- dijo el pelinegro con lujuria.
-¿si?- preguntó shinpachi mientras lamia el cuello de okita. Un gemido suave se escapó de los labios del pelinegro.
Acto seguido colocó las piernas de shinpachi en sus hombros e introdujo cuidadosamente los dos dedos en su entrada.
- agh…- se quejó shinpachi por la intrusión.
- si te duele dímelo, ¿de acuerdo?- pregunto okita algo preocupado.
-no… no pares… quiero ser tuyo- rogo shinpachi mientras le daba un suave beso en los labios a okita.
Okita empezó a mover sus dedos en el interior del pequeño, y poco a poco el dolor fue pasando a convertirse en placer, introdujo un tercer dedo y cuando shinpachi estuvo totalmente dilatado los sacó e introdujo su miembro suavemente para no causarle daño.
Un escalofrió recorrió la espalda de shinpachi al notar a okita en su interior y juntó su cuerpo más al del pelinegro. Empezó un vaivén lento que cada vez se tornaba más rápido los gemidos aumentaban en aquella habitación, estaban llegando poco a poco a su clímax.
Shinpachi arañaba la espalda de okita si ser consciente de ello y le jadeaba en el cuello, lo que le provocaba escalofríos al pelinegro que aumentaba la velocidad de sus movimientos cada vez más.
Una descarga eléctrica les recorrió el cuerpo a los dos a la vez y con un grito de placer al unisonó, okita se vino en el interior de shinpachi y este en el vientre ambos.
Quedaron tumbados en el colchón, uno encima del otro.Okita no había salido de shinpachi aun, porque se sentía muy bien así, abrazo a la persona que mas amaba, noto como el pelirrojo le acariciaba el pelo y le daba suaves besos en la frente y las mejillas.
Salió de él lo que les produjo una sensación placentera a ambos. Sin soltar el abrazo en el que estaban unidos se recostó junto a él apoyando la cabeza en el hombro del pelirrojo, que aun jadeaba.
-okita…
-dime…
-esta ha sido la noche más maravillosa de mi vida- dijo shinpachi bajando para darle un casto beso en los labios al pelinegro, abrazándose más fuerte al él.- ¿estarás conmigo?- pregunto el pequeño notando que los ojos le pesaban y que el sueño se iba apoderando de él.
-hasta el final …-respondió okita mientras acariaba el pelo de shinpachi, al tiempo que este se quedaba dormido en sus brazo.- estaremos juntos siempre… porque eres lo más importante para mí- dijo mas para sí mismo que para nadie más pues sabía que el chico no lo había escuchado.
Fin