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La canción de los árboles por lizerg_chan

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Notas del fanfic:

 

Espero que les guste el nuevo fic n-n

Notas del capitulo:

 

Este fic se me ocurrio hace unos meses cuando mi hermana me conto sobre un manga, si alguien sabe como se llama o de donde bajarlo, por favor diganme

 

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimito-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión

Parejas: SasuxNaru.

Aclaraciones y Advertencia: Este es AU (Universo alterno) Contiene Yaoi, Tragedia, Lemon.

Beta: Usarechan

 

 

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La canción de los árboles

 

 

Capitulo 1.- Olmo

 

Alrededor del mundo se entretejen miles de historias y leyendas acerca de seres extraordinariamente bellos, algunos pequeños, juguetones, o con aspecto grotesco, otros seres etéreos y demás. Pero lo que resulta verdaderamente impresionante es la similitud que tienen en todas las leyendas a pesar de la distancia no solo geográfica sino temporal en su mayoría.

Una de esas fantásticas historias, habla sobre el espíritu de la naturaleza, jovencitas de belleza extraordinario, vestidas con ropajes hechos con hojas y flores, a los que llamaban ninfas. Y es de ellos, los espíritus de los árboles de quien trata esta historia.

 

 

Nuestro joven protagonista se encontraba viajando en compañía de su padre. Estaba aburrido y molesto, pues aquello significaba que ya no volvería a ver a sus amigos de la infancia nunca más. Se hundió un poco más en el asiento, con los brazos cruzados y una mueca de molestia.

Su padre lo miro de reojo, sin apartar la mirada del paisaje que se apreciaba a través de la ventana del carruaje. El hombre sabía que la molestia de su hijo era pasajera, aun así se sentía un poco lastimado.

Pocos minutos después llegaron a lo que seria su nuevo hogar, una hermosa casa, muy grande, pero acogedora, lo mejor de la casa no eran sus amplias habitaciones o su exquisita decoración, ni tampoco su rica historia, no; lo mejor era el hermoso árbol de Olmo que se encontraba en el jardín trasero.

-Ya todas tus cosas están en tu habitación -le anunció su padre -¿Aun sigues molesto?

El menor negó ligeramente con la cabeza. No estaba molesto con su padre, sino consigo mismo. Si no tuviera esa maldita enfermedad no tendría que haberse mudado.

-Iré al poblado por provisiones, ¿Quieres venir? -le preguntó con un dejo de preocupación, nuevamente otra negación, subió las escaleras excusándose que se sentía cansado y que se iría a dormir.

Aunque preocupado, el hombre decidió dejarlo a solas, tal vez era lo que necesitaba para tranquilizarse. Cuando su padre se hubo ido, bajo las escaleras para inspeccionar la casa y disfrutar sus últimas horas de soledad: Pronto, la casa estaría repleta de personas que no lo dejarían ni a sol ni a sombra, suspiró dirigiéndose a la cocina, rebuscó en los cajones y alacenas pero no encontró nada. Se dirigió, entonces al jardín trasero, llevando consigo una pequeña cajita y un libro: La única diversión que tendría mientras permaneciera ahí.

Al ver el árbol se quedó maravillado, su tronco era grueso con algunas raíces que sobresalían de la tierra, las ramas que parecían tocar el cielo y el susurro del viento entre las hojas.

Debía admitir que era maravilloso, no se lo pensó dos veces y se acomodó bajo la sombra, abrió la pequeña cajita la cual comenzó a emitir una dulce melodía, comenzó a leer su libro. Al poco tiempo se quedó dormido. Despertó al sentir una mirada sobre él, al abrir los ojos se encontró con unos ojos penetrantes que lo miraban fijamente, dió un pequeño respingo despertando del todo.

-¿Qui-quién eres? -le preguntó el rubio mirando sorprendido al dueño de esos ojos.

Un joven pelinegro de piel pálida, tan sólo vestido con una túnica blanca, cubriéndole la mitad del pecho y un poco más arriba de las rodillas, estaba completamente descalzo.

El pelinegro parecía estar estudiando al joven. Esos ojos azules intensos como el cielo, sus dorados cabellos contrastando con esa bronceada piel y esos graciosas marcas le hacían preguntarse si no se trataba de un espíritu de la naturaleza, aunque sabía, por su olor que se trataba de un humano.

-Largo de aquí, dobe -habló el azabache carente de sentimiento alguno.

El rubio lo miró molesto, ¿Quién se creía ese tipo para correrlo de SU propiedad?, se levantó para quedar a su altura -algo difícil, pues el otro joven era varios centímetros más alto que él -Frunció el ceño.

-Él que debería irse eres tú, teme -dijo molesto.

El azabache sonrió con prepotencia, diciéndole que él no se iría de ahí pues se encontraba en su casa, algo que confundió al rubio, ¿Acaso era uno de los sirvientes que su padre le había contratado para cuidarlo?

-Yo soy Naruto Namikaze ttebayo -se presentó tendiéndole la mano a modo de saludo, aunque el azabache no correspondió el gesto, tan solo se dedicó a mirarlo con expresión confusa -¿Eres al que mi padre contrato para ser mi sombra? -el aludido pudo percibir la melancolía que invadía la voz y el rostro del rubio.

-No -respondió secamente -¿No te parece que ya estas muy grandecito para tener niñera, dobe? -le preguntó con burla, ocasionando que el rubio se molestara y comenzara a gritarle cuanto insulto se le cruzaba por la mente, pero, de pronto, paro en seco y comenzó a toser fuertemente, casi queriendo sacar los pulmones por la boca.

El joven de ojos ébano, tan solo se le quedo mirando sin entender lo que sucedía. Después de un momento, el rubio se tranquilizó, estaba algo pálido, pero sus labios tenían un líquido carmesí.

-¿Estas bien, dobe? -le preguntó ayudándolo a sentarse en el suelo, el aludido asintió diciéndole que no era nada, no quería que sintiera lástima por él.

-¿Cómo te llamas ttebayo? -preguntó mas calmado.

-Sasuke... -respondió mirándolo, aun con la confusión impresa en su mirada azabache.

Después de un par de minutos, Naruto y Sasuke comenzaron una conversación, aunque la verdad era que el rubio había iniciado uno de sus tantos monólogos, mientras que Sasuke solo se limitaba a decir unas cuantas monosílabas o simplemente asentir.

Sasuke se sentía extraño. Normalmente él era reacio a estar cerca de las personas, pero algo en el rubio le había llamado la atención, ¿Qué era lo que ese humano tenía que le llamaba tanto a tal punto de dejarse ver por él? odiaba a los humanos, de eso no cabía duda. Miró la enorme casa que se erguía majestuosa ante ellos -en antaño en ese lugar había estado gran cantidad de flora y fauna, ahora, la mayor parte había desaparecido por la mano del hombre que se creía con el derecho de decidir quien vivía o moría, los odiaba por creerse dioses cuando solo eran simples cucarachas que dependían de los favores de la madre naturaleza para seguir con vida.

Estuvieron hablando por unos minutos más, hasta que algunos ruidos dentro de la casa le hicieron saber al rubio que su padre y posiblemente los sirvientes habían llegado, al voltear a ver al azabache, este había desaparecido.

 

 

Continuara...

 

 

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Lizerg-chan: Hola!! Espero les guste mi nuevo fic n-n

Youko Saiyo: Este fic esta dedicado a nuestra beta por que el día 23 de enero cumplió años

Lizerg-chan y Youko Saiyo: ¡Felicidades!


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