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Hasta tu último aliento por uchiha_sasuke

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Notas del fanfic:

 

Bueno, antes que nada, quiero agradecer a las y los lectores que entraron a leer esta novela, (si, no es un fanfic U¬¬) aquí le llaman "originales" y pues la verdad, pude haberla escrito toda y subirla en un solo capitulo, pero es mejor de pedazos, para que se mantenga el suspenso; principalmente, desee escribir esta corta novela, para hacerlos experimentar lo que es "enamorarse" enterarte de algo que te marcará de por vida, y después, perder a esa persona, sin poder evitarlo... si, lo viví, por eso lo escribí, mas no como en esta novela, (principalmente, lo escribí por las personas que han sufrido esto) con forme vayan leyendo esto, se darán cuenta de la trama, y el significado del "titulo", espero que la disfruten, y me dejen sus comentarios...

 

Atte: Uchiha Sasuke

 

Notas del capitulo:

 

Ya dije todo lo que queria decir, en el otro segmento U¬¬

 

"Hasta tu último aliento"

por: Uchiha Sasuke

 

 

-"¿Cuándo fue, que comencé a sentir esta inmensa soledad dentro de mi?... desde que tengo memoria, siempre me e sentido sola, a pesar de estar rodeada de gente;  pero, hubo un tiempo donde yo, me sentí realmente viva, donde sentí que mi corazón latía con fuerzas y sonreía desde el fondo de mi corazón... eso era antes de que mi alma pereciera y se hundiera en este abismo sin fondo, lleno de oscuridad...

¿En qué momento comencé a sentirme viva?

En el momento en que Samui Koyuki, apareció inesperadamente en mi vida."-

 

-prosiga por favor, Taiyoo-san -dijo una mujer de lentes, cabello corto rubio, quien vestía finamente de traje, ella permanecía sentada en un cómodo y elegante sillón, que se situaba en lo que parecía, la sala de una residencia antigua, la cual era escasamente iluminada, por una lámpara de petróleo que se encontraba en una pequeña mesa frente a sí, y frente a una joven de tez blanca, cabello largo color azabache, y ojos color café, quien permanecía recostada con un vestido casual color negro, en un sillón-

-de acuerdo -contestó la joven, cerrando lentamente los ojos, mostrando un semblante en su rostro, de neutralidad, a pesar de que dentro de si misma, se ahogaba en agonía-  esto sucedió hace aproximadamente un año, la conocí a principios de la primavera, en el instituto femenino donde yo estudiaba.

 

La joven de cabello negro, la cual correspondía con el nombre de Taiyoo Natsu, comenzó a narrar su pasado... el pasado donde ella sintió que realmente, estaba viva. En un enorme y antiguo instituto estilo europeo, se podía ver claramente, a cientos de jóvenes caminando hacia este, con sus respectivos uniformes, los cuales consistían en blusa blanca de botones, y falda hasta las rodillas azul zafiro a cuadros; la mayoría de los árboles de cerezo estaban en flor, y los pétalos eran esparcidos por el viento en el lugar.

 

-buenos días, Taiyoo-san ­-saludó cortésmente una joven, que paso a su lado con una calida sonrisa-

-muy buenos días -correspondió el saludo, Natsu, con el semblante neutro, mientras caminaba lentamente hacia el instituto, el cual llevaba el nombre de "pleine lune", que significaba "luna llena"; hundida en sus pensamientos, dirigió su mirada al extenso cielo- -"que extraño, a pesar de que hoy es un día como todos, ¿Por qué siento, que hoy será diferente?"- -pensó, sin siquiera saber, lo que le esperaba horas después- ¿Tendré una nueva compañera de dormitorio? -Preguntó confundida y un tanto sorprendida Natsu, quien se encontraba en la dirección, frente a la mesa de la directora, de nombre Catrine-

-así es, espero que no le moleste Taiyoo-san, como usted es una de nuestras alumnas más destacadas y responsables, se que podrá con esta enorme responsabilidad -decía la directora seriamente, mientras que Natsu se dejaba caer en la silla que había tras de ella-

-p-pero, ¿Por qué me encomienda esta alumna a mi? ¿Qué es lo que tiene de especial como para que yo me haga cargo de ella? -Preguntó en tono sorprendido y un tanto histérico-

-como lo dije, usted es la más destacada y responsable de este instituto, y pese a que la alumna que transfirieron, posee un estado de salud delicado, no puedo dejarla a cargo de cualquiera, así que por favor, se lo encargo mucho, Taiyoo-san -dijo la directora, para después, hacerle una leve reverencia a Natsu, quien se levanto, y se reverencio también-

-"¿Delicada de salud? ¿A que se refiere con eso, Catrine-sama?"- -pensaba detenidamente Natsu, mientras miraba fijamente al suelo, hundiéndose en sus pensamientos-

 

-"En ese momento no comprendía la situación en la que me vería involucrada, solo podía pasar por mi cabeza, que alguien me traería problemas, y quizás, me quitaría mucho de mi tiempo que dedicaba a mis estudios, pero nunca me imagine,  que esa niña, fuera a cambiar mi vida de ese modo"-

 

"su nueva compañera la estará esperando en su respectiva habitación, así que, déle una calida bienvenida, y haga que se sienta cómoda"

 

-"¿En mi habitación?" -Pensaba Natsu, quien estaba parada frente a la puerta de su habitación, con la cabeza un tanto baja, y el semblante serio, pero a la vez, nervioso- -"con que no interfiera en mi vida, sera mas que suficiente, para aceptarla"-

 

-"recuerdo haber girado la perilla, y haber abierto la puerta con suma lentitud, aun que no creía en cosas de "encuentros fortuitos, ni el "el destino", en ese momento que la vi, pensé: "esto debe ser obra del destino"... frente a mi, se encontraba parada dándome la espalda, una persona pequeña de estatura diría yo, cabello corto rizado color castaño oscuro, quien miraba fijamente por la ventana a lo lejos, o al menos, eso hacia, hasta que se percato de mi presencia, y se giro lentamente, para mirarme con esos ojos color ámbar"-

 

-¿Tú eres, Taiyoo Natsu-san? -Preguntó con una voz suave y delicada, casi en susurros, esta joven castaña-

-si, tú debes ser mi nueva compañera de habitación, ¿Cuál es tu nombre? -Preguntó Natsu, acercándose lentamente a la castaña-

-me llamo Samui Koyuki, me da mucho gusto conocerla, Taiyoo-san -contestó la joven castaña, reverenciándose educadamente frente a Natsu-

-el placer es todo mío, Samui-san -respondió Natsu, reverenciándose por igual-

 

-"desde ese momento, comencé a pasar tiempo con ella; debo admitir que al principio no lo hice por gusto, si no, por sentirme obligada, pero todo eso cambio cuando ocurrió ese "incidente"; había pasado a lo mucho un mes desde que llego al instituto, y aquel caluroso día de primavera, teníamos que entregar unos libros a la biblioteca estudiantil, fue ahí donde ocurrió"-

 

-Taiyoo-san, ¿Usted también tiene que entregar el libro de "Romeo y Julieta"? -Preguntó Koyuki, quien caminaba con el uniforme del instituto puesto, a lado de Natsu-

-si, como tomamos el libro de "Romeo y Julieta" para comentarlo en el club de literatura, no soy la única que tiene que devolverlo, aun que, me sorprendió que tú también lo tuvieras, Samui-san, ya que no estas en nuestro club -decía Natsu seriamente, sin percatarse a tiempo, de que Koyuki se tropezó en uno de los escalones que daban a la biblioteca, cayendo de lleno el piso, escuchando el golpe y grito, de la castaña- ¡Samui-san! -Gritó sorprendida Natsu, agachándose un poco- ¡¿Estas bien?! -preguntó, mientras le cedía su mano para ayudarla a levantarse-

-e-estoy bien, no te preocupes -decía en tono dolido Koyuki, mientras se sentaba en el piso-

-¿Segura que estas bien? -Preguntó un tanto preocupada, Natsu-

-si, todo el impacto de la caída, lo recibió "mí cara" -al decir esto Koyuki, Natsu se sorprendió, seguido de esto, comenzó a reírse tímidamente, hasta reírse incontrolablemente-

-¡ja, ja, ja, ja, ja, jaa! ¡No puedo creer que digas esa clase de cosas! ¡¿En verdad tu cara puede soportar semejante golpe?! -preguntó entre risas Natsu, mientras Koyuki la miraba inocentemente-

-jeh, jeh, jeeh, claro que si, es la única parte de mi cuerpo que puede soportar cosas -al momento de decir esto, Koyuki sonrió dulcemente, haciendo que Natsu dejara de reír, y la mirara un tanto avergonzada- desde que llegue a este instituto, nunca te había visto reír ni sonreír, me alegra conocer ese lado tuyo.

 

-"En eso no se equivocaba Koyuki... en todo el tiempo que estuve en "pleine lune", jamás tuve motivos para sonreír o reír, ya que no había tenido tiempo para hacer amigos... no... el tiempo lo tuve, mas bien, no sabia como hacerlos, ni tenia interés en tenerlos, ya que para mi, la amistad solo era un obstáculo"-

 

-dígame Taiyoo-san, si pudiera describir a Koyuki-san con una palabra, ¿Cuál seria? -Preguntó  la dama de traje, interrumpiendo la narración de Natsu-

-si pudiera describir a Koyuki con una palabra... esa seria "ángel" -respondió Natsu, sonriendo nostálgicamente- ya que cuando sonreía dulcemente, un extraño resplandor la envolvía frente a mis ojos, y llenaba de calidez mi pecho -cerrando nuevamente los ojos, y posando sus dos manos en su pecho con una dulce sonrisa en sus labios, Natsu, continuo su narración, mientras la dama de traje, anotaba en una pequeña libreta-

 

-"El tiempo transcurrió con suma rapidez cuando estaba a su lado, riéndonos de tonterías, platicando desde que amanecía hasta que anochecía, incluso en clases, lo que nos llevo a varios castigos y regaños de las profesoras, eso quizás me hubiera molestado, ya que marco mi perfecto promedio, pero desde que conocí a Koyuki, eso ya no me importaba como antes, solo quería pasar mi tiempo con ella hasta que ya no pudiera más... y a principios del verano, en las vacaciones, cuando todos los de la escuela nos fuimos a la playa..."-

 

-bien, Samui-san, ¿Lista para conocer el mar? -Preguntó Natsu, quien caminaba detrás de Koyuki, cubriéndole los ojos, frente al mar-

-¿Eh? S-si -respondió Koyuki tímidamente-

 

Natsu, retiro sus manos de los ojos ámbar de Koyuki, dejándola admirar el extenso mar que se perdía a lo lejos, escuchándose el romper de las olas en las rocas, y el constante susurro del viento meciendo sus cabellos al son de este, junto con el cantar de las gaviotas que volaban a lo alto del cielo-

 

-¿Verdad que es hermoso? -Preguntó Natsu con una sonrisa en sus labios, mientras miraba fijamente el mar-

-si -contestó Koyuki, mientras su semblante de sorpresa, pasaba a uno afligido, posando una de sus manos en su pecho- desde que era una niña, mis padres me prohibieron que saliera de mi habitación, siempre, desde mi cama observaba "afuera" por medio de una ventana, podía escuchar el canto de las aves, y las risas de los niños que jugaban, pero yo, deseaba salir así, y disfrutar mi vida, sin importar que...

-Samui-san -dijo sorprendida y a la vez conmovida Natsu-

-muchas gracias Taiyoo-san, de no ser por ti, mi vida seguiría encerrada en cuatro paredes -agradeció Koyuki, con una calida sonrisa, provocando que el corazón de Natsu, se acelerara causándole una extraña sensación nunca antes experimentada en ella, obligándola a estrujar la tela de su blusa en la parte de su pecho, con una de sus manos-

-"me pregunto, ¿Qué será esta sensación?"- -se preguntaba Natsu, sin siquiera poder obtener una respuesta clara y firme de esa extraña sensación-

-Taiyoo-san, ¿Puedo pedirle un favor? -preguntó Koyuki, mirándola dulcemente-

-dime -respondió-

-¿Podría, llamarla por su nombre? -Preguntó Koyuki, haciendo que el corazón de Natsu se acelerara aun más, provocando un leve sonrojo en sus mejillas-

-por supuesto, siempre y cuando me permitas llamarte por el tuyo -respondió Natsu, con una calida sonrisa-

Si! ¡Muchas gracias Natsu-san! -Exclamó alegremente Koyuki, sonriendo alegremente, adornando sus blancas y tersas mejillas, de un claro pero evidente rubor carmesí-

-deja los formalismos, simplemente llámame "Natsu" -replicó Natsu, un tanto apenada-

-de acuerdo, Natsu -respondió Koyuki, con una leve risa-

-Koyuki -mencionó el nombre de la castaña, con una dulce sonrisa-

 

-"Esos días que pasamos juntas fueron inolvidables, y el ultimo día que pasamos en la playa, nos quedamos sentadas en la arena, mirando fijamente el cielo incrustado de estrellas; anteriormente, había visto el cielo en la playa pero, nunca creí que fuera tan hermoso... no... mas bien, me di cuenta de que lo era, hasta que Koyuki apareció en mi vida, y justamente ese día, me percate, que me gustaba Koyuki más que una simple amiga, y eso, me atemorizó bastante, ya que, si le decía lo que sentía por ella, posiblemente no me vería del mismo modo, y quizás, se alejaría de mi, y eso era, lo que menos quería"-

 

 

 

Notas finales:

 

 

 

 

 

 

"Merci pour lire est roman ou écrit"

(frances: "gracias por leer esta novela o escrito")

 

 

 

 

 

 


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