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Siempre se puede volver a empezar... por Emina Minami

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Notas del fanfic:

capitulos quincenales...

Notas del capitulo:

El primer capitulo de este fic!!!

La verdad los que hay son poquitos en esta categoría y tambien son cortitos, pues aqui va un aporte mas XD

Espero que lo disfruten...

Ante un gran número de personas a las que no les podía ver bien le rostro, se encontraba de pie, vistiendo algo que no le quedaba bien, además todos, él incluido estaban brindando, pues en ese momento era presentado como: “Amakusa Ryu, el nuevo líder de Plutón” frente a él, al final del pasillo por el que caminaba ahora podía ver la foto de su abuelo con dos cintas negras encima de ella, sintió nauseas en la boca del estomago, por un momento el rostro de Kyu apareció en su mente y en sus ojos se veía decepción, tristeza y dolor; lágrimas caían inevitablemente de sus ojos…

 

- ¡Ryu! ¡Ryu, despierta! – Kyu lo miraba con expresión preocupada - ¿estás bien? ¿estas llorando? – el bicolor alargo la mano hacia el dragón pero este se alejo evitando el contacto entre ambos.

 

- Ryu… - dijo suavemente Kyu sentándose en su cama, el chico peliazul se levanto lentamente y moviéndose con parsimonia se sentó junto al bicolor y lo abrazó, escondió su cara en el pecho del moreno y lloró…lloró, porque sabía que estaba viviendo un tiempo prestado en casa de Kyu, porque sabía que Plutón volvería por él en algún momento, sabía que toda su vida tranquila en terminaría y no regresaría, sabía que los amigos que tenía en la DDS se convertirían en sus enemigos...y también porque Kyu que ahora lo miraba con preocupación, el Kyu que tanto quería, que era su mejor amigo, algún día lo miraría como había pasado en su sueño, hace solo unos momentos.

 

Kyu lo miraba con ternura, acariciaba su cabeza con suaves caricias y trataba de calmarlo, era tan diferente de cómo actuaba durante el día, cuando era serio, callado, pero sobre todo seguro de si mismo; ahora sin embargo entre los brazos de Kyu se sentía su fragilidad, hace dos meses, cuando se enfrentaron con Plutón el dragón estaba actuando diferente, pero nunca antes Kyu lo había visto llorar.

 

Cuando se hubo calmado, se separó de Kyu con los ojos un poco irritados, y además tenía una expresión de dolor en su rostro.

 

- Ryu, sabes que no estas solo, las penas compartidas son mas llevaderas – dijo Kyu tratando de darle ánimos.

 

- gracias… - fue lo único que le respondió el dragón

 

- quédate, aquí esta noche – dijo Kyu tomándolo del brazo y haciéndole espacio junto a él en su cama.

 

- …yo…Kyu…

 

- quédate, yo cuidare tu sueños hoy - ^^ Kyu le sonrió sinceramente y Ryu no se negó más estaba destrozado por dentro, su alma se había congelado y necesitaba de alguien que lo reconfortara.

 

Kyu abrazó a Ryu, sentían la calidez del cuerpo del otro y sus tranquilas respiraciones era lo único que se escuchaba en la habitación.

 

El sentir el contacto con Kyu le parecía un sueño, su calidez lo envolvía, el cuerpo ya no le temblaba y el escuchar los latidos del corazón de su amigo bicolor lo tranquilizaba de sobre manera, una nueva lágrima rodó por su mejilla antes de quedarse dormido.

 

Kyu por su parte, sentía por primera vez la fragilidad del dragón, lo acercó un poco más a su cuerpo, podía sentir su suave respiración, en su cara ahora había calma, y Kyu no pudo evitar besar su frente…

 

- ojala me vieras con los ojos que yo te veo a ti, Ryu, no podré ser siempre solo tu amigo… - una última caricia en la pálida piel y Kyu también se durmió.

 

A la mañana siguiente Kyu se levanto como de costumbre, sin embargo Ryu que siempre despertaba a la hora siguió durmiendo, Kyu tratando de hacer el menor ruido lo dejo dormir, como era domingo tenía todo el resto del día para aclarar lo sucedido durante la noche y no tendría intromisión de los miembros de la DDS.

 

Cerca del medio día la madre de Kyu salió para verse con unas amigas, luego iría de compras, los chicos se quedaron solos en la casa.

 

- Ryu, hace tiempo que estás raro, ¿Qué te pasa? – pregunto Kyu mientras miraba una película en la televisión como para restarle importancia, ya que en realidad estaba muy concentrado en lo que le respondería Ryu y no tenía idea de que iba la película.

 

- Kyu…anoche yo…de verdad lo siento mucho, pero creo que no podré quedarme aquí mucho tiempo más… - Ryu apago la TV para hacer que su amigo lo mirara.

 

- ¿Qué quieres decir? Sabes que eres bienvenido, mi madre también te quiere mucho y…

 

- lo sé y estoy en verdad agradecido de todo lo que han hecho por mi todo este tiempo, pero no quiero que…

 

- que… - lo animo a seguir el bicolor.

 

- Kyu, si se quedan conmigo nada bueno pasara… - Ryu cerró los ojos, no quería enfrentarse a la mirada de Kyu, sabía que descubriría que había algo mucho más profundo que solo aquello que le decía.

 

- vamos, Ryu, no te puedes ir, ¿volverás a tu casa? A donde iras y… - fue interrumpido de pronto.

 

- lo siento Kyu, no solo pienso en irme de aquí, de tu casa, también tengo planeado dejar la DDS y el país de ser posible… - lo último lo dijo más para si que para Kyu.

 

- Ryu…me estas asustando, si tienes algún problema grave, te puedo ayudar, además están los chicos, Kazuma, Megu y Kinta, también podemos pedir ayuda al profesor Dan y…

 

- Kyu, eres el mejor amigo que he tenido…antes de entrar a la DDS no conocía la amistad como aprendí con los chicos y sobre todo junto a ti.

 

El silencio se apoderó de la habitación, ambos chicos solo se miraban el uno al otro, desde que se conocieron sintieron algo extraño en el otro, y después de conocerse un poco terminaron siendo buenos amigos, ambos con una gran capacidad de deducción apoyados por los demás miembros de la sección Q lograron unirse cada vez más y ahora se debía separar…

 

- ¿Cuándo piensas irte? – la pregunta era sencilla, pero escondía algo más…

 

- mañana, hoy por ser domingo sería más difícil, mañana iré al banco y conseguiré el dinero que necesito, por la tarde cuando regreses de clases y la DDS ya no estaré aquí.

 

- bien, tengo hasta mañana para hacerte cambiar de opinión – Kyu sonreía triunfante.

 

- Kyu, en verdad hay mucho que no sabes de mi, y es mejor que me vaya ahora…

 

- nop, ya veras como te hago cambiar de opinión demostrándote lo contrario – Ryu sabía que el resto de la tarde sería difícil Kyu era bastante testarudo y no daría su brazo a torcer en cuanto a dejarlo marchar se trataba.

 

El teléfono sonó sacándolos a ambos de sus cavilaciones.

 

- ¿diga? – Contestó Kyu – si…bien, allí estaremos…claro, no hay problema…adiós.

 

- ¿allí estaremos? – pregunto Ryu.

 

- era el profesor Nanami, tenemos un caso, así que vamos, puede que sea el último caso de Ryu Amakusa, ¿verdad?

 

- ¿Por qué haces esto?

 

- porque eres mi amigo – “Ojala algo más que eso”, pensó – y no te puedo retener en contra de tu voluntad aunque no niego que me duele el hecho de que quieras irte y mas sin dejar bien en claro el porque, hasta parece que estas escapando de algo, o de alguien, por ahora vamos a reunirnos con los chicos y hacer nuestro trabajo como detectives.

 

Durante el trayecto de la casa de Kyu a la escena del crimen, Kyu trató de convencer a Ryu de varias maneras, muchas de ellas muy infantiles, pero cada una con más acierto que la anterior, por suerte el trayecto no fue muy largo y bajaron pronto del tren, que al estar atestado no le permitieron al bicolor insistir demasiado.

 

Al llegar a la mansión en donde había ocurrido el crimen, Ryu se detuvo un momento.

 

- Kyu, lo que hablamos antes, por favor mantenlo en secreto…

 

- aún no te vas, sabes que de mi no te vas a librar, soy detective y si te vas te encontrare…creo que los chicos harán lo mismo, no te preocupes que no diré nada – era idea de Ryu o eso se escuchó como amenaza…

 

La mansión era enorme, el caso era de asesinato, alguien había asesinado de forma despiadada a toda la familia, la mujer fue encontrada en su habitación abrazando a su hijo de no mas de tres años, ambos con expresión de pánico en el rostro; un hombre de edad avanzada junto a su silla de ruedas en la planta baja, en un pasillo, otro hombre, el esposo de la mujer desangrado en la tina del baño principal; los pocos empleados que estaban en ese momento en la mansión eran el jardinero que estaba en el jardín trasero arreglando las flores que rodeaban la piscina, el cocinero que estuvo todo el día en la cocina preparando un pastel de cumpleaños para el niño, y finalmente un niñera que fue la que encontró a los cuerpos.

 

Cuando Ryu y Kyu llegaron Kazuma y Megu ya habían llegado y estaban interrogando a los empleados, estos entre tanto se separaron para ir en busca de pistas; Kyu en la planta baja y Ryu en el segundo piso.

 

Al llegar a la habitación y ver a la mujer protegiendo a su hijo con su cuerpo ahora en un charco de sangre no puedo evitar fijarse en el rostro de la mujer, se parecía a alguien, sentía que la había visto en alguna parte, se acerco a los cuerpo y se arrodillo frente a ellos, el olor a sangre le inundaba los sentidos, por impulso se llevo una mano al boca, pero la otra se dirigió al cuello de la mujer, tenía un pañuelo alrededor de este, y Ryu lo retiro con cuidado encontrando un tatuaje igual al que él tenía, el símbolo de Plutón estaba en el cuello de esa mujer, por eso la reconocía, la había visto una vez hace muchos años, había estado en casa para hablar con su abuelo seguramente…instintivamente se hecho hacia atrás al sentir que alguien se acercaba a donde él se encontraba.

 

- ¿has encontrado algo? – preguntó Megu que ahora estaba a su lado.

 

- … -

 

- eso es… - dijo la pelirosa, mirando el pañuelo en la mano de Ryu y luego el cuello de la mujer, luego se puso de pie y salió en busca de alguien, pero Ryu no le prestó atención, pues noto que había un bulto bajo la cama, a gatas se acercó hasta mirar debajo, solo veía una mancha negra, pero había algo allí, estiro la mano para alcanzarlo, y se enterró algo que le hizo daño, entonces lo jalo hacia fuera, ahora tenía una rosa negra en la mano derecha y en la izquierda un pañuelo cubierto de sangre que le indicaba que la victima era parte de Plutón ¿Qué significaba todo eso?

 

- no puede ser… - susurró, la rosa negra era de Anubis, pero él había muerto… ¿o no? – Anubis… - dejo caer las cosas que sostenía, una gota de sangre corrió por su mano, al tomar la flor se había espinado; sin embargo, eso solo significaba que Anubis se las había arreglado para escapar a la explosión del barco hace dos meses y estaba tan bien que se dedicaba a matar personas, aun así el principal objetivo de Anubis era el príncipe sucesor…iría a por él, el mensaje era claro, un mensaje que solo él entendería.

 

Ahora toda la sección Q estaba reunida en la habitación, Kinta también había llegado y estaba con los demás en la segunda planta, al ver a Ryu un poco pálido el único que notó que había lago más era Kyu, no era solo por el olor a sangre y tener que examinar unos cuerpos.

 

La investigación no pareció avanzar más allá de los descubrimientos del chico peliazul, quien en silencio se apartó para pensar, los demás lo dejaron haciendo sus deducciones aunque lo que acudía a la mente del otro era otra cosa.

 

“Ryu POV’s”

 

Si Anubis está con vida lo más seguro es que vaya tras de mi, lo más recomendable sería irme de inmediato de la casa de Kyu, con la conversación de esta tarde no había problemas, pero no puedo irme ahora, sin saber si Anubis esta cerca y vigilando la casa, de ser ese el caso, puede seguirme y no podría hacer mucho…

Kyu, no quiero irme de tu casa y dejarte, eres el único gran amigo que he tenido, y ahora…tampoco les puedo decir la verdad de quien soy…¿Qué debo hacer? ¿Kyu? Porque no dejas de pasar por mi mente en todo momento, antes en mi sueño y ahora…

“Fin Ryu POV’s”

 

La noche los descubrió a todos sin que lo notaran siquiera, ya era hora de partir, cuando Kyu encontró un kanji dibujado en la mano del anciano, el kanji significaba dragón…

 

Esa noche Ryu no durmió, pensando que la manera de Anubis de hacer las cosas era muy sutil, pero el mensaje era claro, si no regresaba a Plutón sus seres queridos estarían en peligro.

 

Se levanto y vistió sin hacer ruido para no despertar a Kyu que había vuelto muy cansado, pero insistía en que Ryu se quedará en su casa, compartiendo su habitación, que se quedara con él…

 

Ryu tomó un lápiz y un cuaderno de la mochila de Kyu y comenzó a escribir.

 

A penas salió en el sol Ryu abandonó esa casa en la que paso tantos buenos momentos, donde dormía su único ¿amigo?, no era esa la palabra con que lo quería describir, pues sentía por el algo más que una simple amistad, por eso no lo quería perder.

Notas finales:

La historia ha comenzado un poco lenta, pero los siguientes capitulos ya se vienen con drama, misterio y por supuesto el amor entre los protagonistas...

Gracias por leerme

un beso...y hasta la proxima...


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