-…Así que se ha decidido cancelar el concierto de este bimestre y lo harán el siguiente, pero por lo mismo de tendrá que cambiar de banda- explicaba un joven rubio de 16 años, pelo rubio algo desordenado, ojos claros y con un uniforme puesto.
Apenas termino de hablar el salón que estaba frente suyo comenzó a gritarle disgustados. El antes mencionado era el delegado de la clase y al parecer ya se esperaba eso.
-Gracias por lo anuncios, Nicolás-dijo la maestra mientras bajaba la cabeza, a ella tampoco le sorprendía la reacción de su clase.
-Sí, gracias, “Nico”- dijo desganado uno de la clase mientras el mencionado regresaba a su sitio en la segunda fila escuchando las risas de sus compañeros.
Al llegar a su lugar el ojiazul volteo a su izquierda con una expresión algo triste y los ojos brillantes por la humedad, todo un niño pequeño.
-¿Tú también crees que estuve mal?- le pregunto al muchacho a su lado, el cual volteo y al notar el estado de los ojos de su amigo solo pudo responder con una sonrisa de lado.
-No, aun que no todos entienden que tan difícil es estar en el consejo estudiantil- con esto logró sacarle una sonrisa a su amigo que lo miro agradecido a los ojos.
-Sí, pero supongo que la próxima vez debería esforzarme un poco más… ¿No crees?-le pregunto Nicolás a su amigo.
-Te esfuerzas demasiado, baka- le dijo mientras una mano le desordenaba el pelo sonriendo.
-¡No me digas así!- le replico este molesto-¿Qué tan difícil se te hace llamarme Nicolás?
-Mmm… no lo sé- pensó él- no suena a ti
-¡¿Cómo que no suena a mi?!- le grito Nicolás parándose
-Nicolás, creo que ya ha hablado suficiente, ¿Puede tomar asiento?- le dijo la profesora algo severa.
-Disculpe, señorita- le respondió el apenado escuchando nuevamente las risas de sus compañeros.
Al sentarse aún molesto volteo y le saco la lengua infantilmente al amigo que le había hecho molestar, pero este le sonrió divertido.
-Concéntrate, Nicolás- le murmuró sonriendo de lado
Pero este seguía algo resentido así que solo le volteo la cara, de todos modos le causó gracia al mayor pero lo dejo en paz… por el momento…
Luego de algunas horas llego la clase de educación física, la cual era algo esperada por la mayoría de la clase, en esa hora elegirían al futuro equipo de básquet para su salón en las olimpiadas. Después de cambiarse estaban viendo un increíble partido de básquet entre 10 de los mejores jugadores del salón. Mientras Nicolás trataba de apoyar a su amigo, al cual ya había disculpado, Jack.
-¡Vamos, Jack!- se trataba de hacer escuchar Nicolás por encima de la porristas de su clase que no dejaban de proponerle desde intimidad hasta matrimonio a su “pobre” amigo, que a decir verdad sonreía ante tanto alago, esto molestó un poco al rubio.
-¡Deja de sonreír y juega bien!- le grito, ahora sí, haciéndose escuchar bastante bien, mirando a Jack algo airado y molesto.
Jack lo miro con el balón en las manos, sacudió la cabeza y le sonrió, luego de esto volteo rápidamente lanzando el balón haciendo tres puntos en un tiro.
-¡¡KYAAAA!!- gritaron las porritas- ¡¡Jack te amamos!!
-Creído… - murmuro Nicolás cruzando los brazos y volteando la cara.
En ese momento el entrenador les dio diez minutos de reposo para luego volver a jugar. Jack tomo una toalla, se la puso al cuello y fue donde Nicolás, donde estaba su agua también.
-¿Era eso lo que querías?- le pregunto sonriendo mientras cogía su agua.
-¡No!- le respondió soltando sus brazos al costado de su cuerpo enojado- Si podías hacer eso ¿Porqué te seguías haciendo el… el…?
-¿El…?
-¡BAKA!- le grito cerrando los ojos.
Jack le puso la mano en la cabeza mirándolo algo divertido
-Tranquilízate- le dijo- te prometo que lo haré mejor en el siguiente partido, ¿Si?
Nicolás subió la cabeza dudoso pero la sonrisa de Jack le quito el enojo y le hizo devolverle la sonrisa, pero rápidamente volvió a fruncir el ceño y sacudió la cabeza.
-¡No juegues conmigo y solo hazlo!- le dijo algo molesto pero luego voltio la cara- y deja de hacerte el figureti con las porristas
-Aww… disculpa, ¿Estas celoso?- le pregunto Jack con un dejo de broma mientras lo cogía del mentón y lo volteaba hasta hacer que lo mire a los ojos- no tienes de que preocuparte, tú sabes que no quiero a nadie mas que a ti…
Jack le había sonreído seductoramente siguiendo sus palabras con un guiño de ojo. Nicolás sintió como le empezaron a quemar las mejillas y por instinto empujó a Jack volteando el rostro con la esperanza de que nadie más lo note.
-¡Teme! ¡Deja de hacerte el baka!- le grito Nicolás muy rojo pero muy molesto también.
-Jeje- rió Jack- no es para que te pongas así… jajaja
Nicolás volteo la cara con una mueca de niño y en ese momento el profesor tocó el silbato.
-Bueno, me voy a cumplir mi promesa- le dijo Jack con una sonrisa mientras con una mano se despeinaba aun mas de lo que ya estaba el pelo negro azabache, se descolgó la toalla pasándosela a Nicolás con otra sonrisa y salió corriendo con el resto del equipo.
Nicolás siguió molesto por un buen rato hasta que no pudo mas y se metió lo suficiente en el juego como para comenzar a gritar el nombre de su amigo nuevamente, ante lo cual Jack sonrió por lo bajo.
-¿No quieres ir a comer?- le pregunto Jack a Nicolás mientras ambos cogían sus cosas, ya que ya era salida- es que fácil el sábado no puedo…
-Bueno, entonces vamos el fin siguiente- le respondió Nicolás- ya te dije que Lunes, Miércoles y Viernes tengo francés y no voy a faltar
-¿Sabías que odio el francés?- le pregunto Jack frunciendo el ceño con su maleta en el hombro
-Si, me lo has dicho unas mil veces desde que me inscribí- le respondió el rubio rodando los ojos mientras se ponía su mochila
-¡Pero es verdad! Nunca se puede salir los viernes por que tienes francés- le respondió Jack algo exasperado- y los miércoles como hoy no nos podemos escapar a comer… que aburrido…
-¿Qué insinúas?- le pregunto Nicolás mirando con el ceño fruncido y mirándolo de lado mientras caminaban por los pasillos hasta la salida.
-¿Yo? Nada…- se hizo el inocente el mayor mientras miraba a otro lado haciéndose el desentendido.
Nicolás rodó los ojos nuevamente ya se imaginaba eso.
-Bueno, de todas formas no tengo tiempo para insinuaciones- le dijo- ya me tengo que ir, ¡nos vemos!
Ambos levantaron las manos en despedida mientras Nicolás salía corriendo hacia sus clases de dos horas seguidas de francés…