Capitulo I: La noticia.
Era un día de lo más común en la escuela secundaria Seigaku. Los muchachos y señoritas que llegaban tarde, porque cuyo despertador no tenía la suficiente potencia para despertarlos, corrían por los pasillos desesperados buscando sus correspondientes aulas. Como todo primer día de clases, hasta que cada alumno distinguiera su salón y sus compañeros, sobre todos los chicos de primero, pasarían volando las dos primeras horas.
Los profesores, que también estaban agobiados y completamente cargados de material nuevo en sus valijas, corrían hacia sus aulas para recibir a los nuevos chicos.
Realmente a más de uno le gustaría saltearse ese primer día y partir desde el segundo, pero igual sería un caos o al menos el primer mes.
Volviendo a los chicos que corrían por los pasillos, entre ellos se encontraba Momoshiro Takeshi, que como todos saben desde el año anterior cuando ingreso, era el único alumno de segundo que con los días la almohada se le pegaba más al cuerpo. Era muy difícil despertarlo si estaba dormido, aun en clases. Aunque este año, su profesora era muy severa, y tenía que hacer buena letra sino quería estar todos los días en castigo permanente, aunque muy buena letra no estaba haciendo, ya que faltaba dos minutos para las ocho y seguía corriendo como desconcertado buscando su salón.
Paró unos segundos en seco y distinguió entre la multitud un especie de aplícate color verde ingresando a un aula. Sonrió para si. Era obvio que Kaoru "La serpiente" Kaidoh era el dueño de esa cabeza con aquella horrible tela; quien más según Momoshiro tenía el gusto más horrible de toda la escuela que no fuera su compañero de banco.
Apenas recordó el primer día de escuela, él se encontraba comiendo uno de sus múltiples emparedados cuando de repente a su lado se sentó "la víbora o serpiente", como solía llamarlo, colocó su comida justo al lado de la de él, por lo cual se confundió y terminó devorándola. Obviamente a Kaoru casi le da un ataque de histeria, pero por más que Momo intentó ofrecerle de su comida chatarra y poco saludable al muchacho de pañoleta en la cabeza, nada pareció acallar la ira de Kaidoh. Desde ese entonces eran enemigos íntimos.
Por otra parte y sin contar las desgracias que solían ocurrir en el segundo año, en tercero se encontraban los "viejos conocidos" o "veteranos". Estaban a un año de graduarse de la escuela y eran superiores a los demás estudiantes tanto en los clubs, por tener más años de experiencia, como en lo académico. Entre ellos se encontraba Tezuka Kunimitsu, capitán del equipo de tenis y mejor promedio en toda la secundaria. Tezuka era de aquellas personas que necesariamente las tenías que tener como amigas o como compañeros en buen plan.
A pesar de que era justo, siempre aforrándose a las normas y al orden, y por eso se debe a que fue elegido capitán del club, a veces se daba algún gusto si realmente era necesario. ¿Abuso de autoridad? No exactamente, pero si usaba su poder para lograr probar a los nuevos novatos que se presentaban, aunque hasta ahora ninguno le "gustaba".
Fuji Syusuke, el tensai, el prodigo de Seigaku. No sólo un arma mortal en la cancha, sino también en la vida diaria. Era mejor tenerlo de amigo que de enemigo, pues te haría sufrir de la peor manera. Es el hijo del medio entre tres hermanos, lo que lo privilegiaba de cierta manera. No era ni "el que debe" ser responsable, ni "el que debe" ser mimado, y usaba esa comodidad en el medio de dos para pasarla realmente bien. En síntesis, Fuji era temible.
Eiji Kikumaru y Shuichiro Oishi eran prácticamente dos siameses. No se podría concebir a uno sin el otro. Se entendían a la perfección y por eso eran la "goleen pair". No era necesario hablar para saber lo que le ocurría al otro, un gesto bastaba. Eiji era amigo de Fuji desde que entró a la escuela, aunque sus personalidades realmente eran opuestas o al menos variantes. Por otro lado, Oishi era más amigo de Tezuka, también con una fuerte convicción a que todo se haga como se debe hacer y estudiar las reglas o buscar información sobre determinadas cosas. Realmente eran una pareja dorada y en más de un sentido.
Por último y sin desvariar, Inui Sadaharu y Takashi Kawamura. El primero, un genio de los datos y estadísticas. Todo lo tenía en su pequeño libro y muchos pensaban en cuantos cuadernos tendría en su casa o si aquel que siempre llevaba era el único que tendría. Mientras que Takashi era un muchacho de aspecto tímido y frágil, o al menos mientras no tuviera una raqueta en mano o algo con mango, ya que solía alocarse y optar por una personalidad totalmente opuesta.
Y para terminar, en primer año estaba Ryoma Echizen. Ryoma era un chico del barrio que jugaba tenis como el resto. Desde primaria que mostraba habilidades innatas para ese deporte, y Tezuka ansiaba que llegara el día en que entrara a la secundaria el muchacho, ya que quería probar que tan bueno era.
Hasta ahora todo es lindo y bonito, pero recién las cosas esta empezando y la criatura se está gestando. En estos momentos la pasividad y la calma es algo que con los meses, se iba a disgregar tanto al punto de desaparecer por completo.
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Clase Matemática. Tercer año.
Un lunes y con clases de matemática es demasiado duro para los chicos de tercer año. Tener que enfrentarse a los números y las funciones a tan tempranas horas hacía que Eiji se desconcentrara regularmente. Por algo se sentó justo detrás de todo, al lado de Fuji Syusuke, que optó el lado derecho, mirando a la ventana. Eiji estaba a su izquierda, y aunque la primera clase no era tan complicada, los ojos del pelirrojo bajaban muy rápidamente y se quedaban allí, muchas veces siendo despertado por un codazo de su amigo o por un carraspeo en la garganta del profesor.
- ¡Que clase más aburrida! -musitó en voz baja Kikumaru.
Oishi trató de fingir que no oía, mientras observaba de reojo a Kawamura que estaba anotando demasiada información, hasta creyó un momento que copiaba tal cual hablaba el profesor. Tezuka, quien se sentaba al lado de Oishi y delante de Fuji, simplemente anotaba lo necesario mientras se mantenía recto, sentado perfectamente en su banco. Eiji empezó a jugar con su lapicera, haciendo sonidos con ésta que desconcentraba a Shuichiro que se encontraba delante de él, al lado de Tezuka.
Kawamura estaba sentado justo paralelo a Oishi, del otro lado del pequeño pasillo entre bancos y bancos; mientras que Inui se sentó junto a Kawamura. Así estaban distribuidos, todos prácticamente juntos para estar en contacto apenas sonaba el timbre del recreo.
El pelirrojo se dio la vuelta cuando Oishi, cansado del jugueteo del muchacho, le quitó la lapicera de la mano y lo regañó con la mirada; lo que hizo que el jugador acrobático sonriera mientras sacaba la lengua.
- ¿Pasa algo Fujiko? -preguntó una vez que volteó a ver a su compañero de banco.
- Mmm no -musitó.
- ¿Seguro? Te ves algo pálido -dijo mirándolo de reojo, con clara intención de meterse en lo que no debía.
- No te preocupes Eiji, estoy bien -sonrió.
- Mmmm esta bien -suspiró Kikumaru.
No quería seguir indagando, pues si Fuji se molestaba con él, sería el fin de su vida. Las horas pasaron rápidamente y el timbre del receso se hizo sonar. Al fin el recreo. Inmediatamente Kikumaru pegó un salto que le hizo dueño de su apodo "el acróbata" o "jugador acrobático" y colocó su mochila en su hombro derecho, dispuesto a retirarse del salón aun cuando faltaban dos horas más.
- ¡Eiji-kun! Aun faltan dos clases -regañó Oishi, lo que hizo suspirar al pelirrojo.
- Ya uno no puede saltearse las clases a gusto con "Mamá Oishi" cerca -bufó molesto el chico mientras volvía a colocar las cosas en su lugar.
- Chicos, traje sushi para todos -musitó Kawamura desempacando su lunchera-. ¿Quieren?
- ¡Eso no se pregunta! -gritó Kikumaru saltando como gato hacia la bandeja.
- Hay un 85% de que Kikumaru caiga al piso por esa acrobacia -dijo Inui viendo a Kikumaru en pleno vuelo. Pero el decir sus datos en voz alta desconcentró al chico y lo hizo caer golpeándose la cara contra la mesa.
- ¡AAAY! -gritó al recibir el golpe.
- ¡Ya Eiji! Deja de hacer el tonto -regañó de nuevo Shuichiro a lo que Kikumaru empezó a decirle que él no tenía la culpa.
Por otro lado, Takashi se acercó a Fuji, que seguía como ido mirando la ventana. Se sentó junto a él y le extendió un poco de Wasabi sushi, el favorito de Syusuke, pero éste simplemente lo miró y negó suavemente mientras palidecía a cada minuto.
- ¿Qué pasa Fuji-chan? -preguntó Kawamura con extrañeza.
- Nada Taka-san, no tengo mucha hambre el día de hoy -suspiró.
- ¿Se debe a algo? -preguntó cohibido.
- Mmm no, creo que no -se levanta-. Hoy me levanté con vómitos y mareos. No entiendo por que, he estado muy bien de salud.
- ¡Tal vez deberías ir a la enfermería Fujiko! -gritó nuevamente Kikumaru.
- ¿Puedes dejar de gritar? -otra vez Oishi regañó a su compañero de dobles.
- Fuji -musitó Tezuka por primera vez en el día-. Es mejor que vayas, si sigues así podría ser peor.
- No, está bien, debe ser por algo que comí.....no es nada -sonrió con dulzura.
Los demás miembros del equipo regular no se quedaron muy conformes con la respuesta de Fuji, pero aun así era mejor no preguntar, dado que si Syusuke se enfadaba podría hacer un gran calvario en sus vidas si es que la conservaban después de sufrir la ira del tensai.
Durante la mañana nada más pasó, bueno solo el hecho de que hubo conflictos en el aula 256 de segundo año, una pequeña pelea entre Momoshiro y Kaidoh que se arregló misteriosamente con piedra-papel-tijeras, lo que era algo innovador ya que usualmente se agarraban a golpes.
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Club de Tennis Seigaku.
Había llegado la hora que todos querían que empezara pero nadie que terminara. Los veteranos ingresaron a la cancha como era normal y empezaron a calentar con ejercicios de rutina mientras Inui apareció de la nada con un misterioso, y mal oliente, vaso con sustancia aun no identificada que seguramente y era lo más lógico, no era bebible o con un buen sabor; aun así no le importó mucho ya que el último que terminara de dar las 20 vueltas de calentamiento lo iba a beber sin chistar. También era el primer día de Ryoma, quien fue puesto a prueba por Tezuka y los demás regulares. Obviamente el hijo del samurai no era para nada una perdida de tiempo, y satisfago más de un sentido del buchou, ya que estaba complacido de tener un jugador prodigio como Syusuke, en el primer año. Al menos sabría una cosa, cuando ellos se graduaran ese año, Seigaku seguiría siendo una escuela fuerte.
Los demás miembros del club estaban entrenando en unas canchas; practicaban dobles: Oishi-Kikumaru vs. Kawamura-Fuji. El partido iba 2-3 a favor de Kawamura y Fuji, lo que hacía que la pareja de oro empezara a concentrarse realmente en el partido en vez de estar viendo como jugaba ese tal "Echizen". Pero algo pasaba, algo muy malo; la vista de Fuji empezaba a fallarle y eso no era pasado por alto por su compañero de dobles, quien le observaba de reojo mientras lo veía encaminarse hacia la línea de saque.
- ¡Vamos Fuji! ¡Haz tu mejor tiro, amigo! -gritó Kikumaru con una sonrisa.
Syusuke tomó las dos pelotas y las miró, revisándolas. Una se la guardó en el bolsillo y la otra la empezó a picar en el suelo para luego poder lanzarla. Tomó impulso y la tiró hacia arriba, pero el equilibrio y los mareos le hicieron fallar, por lo que la pelota golpeó la red y sorprendió a la pareja de oro y a Takashi, el cual frunció el ceño con preocupación.
- ¿Te encuentras bien, Fuji? -musitó Kawamura acercándose a su compañero.
- Si, estoy bien Taka-san -susurró.
- No creo, ya es la quinta vez en el partido que fallas. Tú no eres de fallar Fuji-chan -murmuró.
- Lo sé, perdón, no se repetirá -musitó el tensai dispuesto a seguir.
Kawamura aceptó lo dicho y se encaminó unos metros detrás de la red para poder iniciar de nuevo el saque. Utilizando la otra pelota volvió a hacerla botar para luego volver a tomar impulso para lanzarlo, pero otra vez el equilibrio le falló y esta vez no golpeó la pelota la red, porque ni siquiera la había golpeado, y ésta empezó a botar por la cancha luego del fuerte golpe de un cuerpo caer. Cuando Kawamura se dio la vuelta, ya Eiji había saltado la red y estaba agachado junto a un Syusuke completamente desmayado.
Ni un segundo se dudo cuando ya medio equipo y la mitad de los novatos se encontraban alrededor del tensai, entre ellos Tezuka, quien miraba con susto lo que había pasado, tratando de mantener la calma y pasar desapercibido su enajenación para no alertar a sus amigos.
- ¿Qué pasó? -preguntó el capitán.
- ¡Se desmayo! ¿Viste que le dije? ¡Tenía algo! -dijo Eiji levantándole la cabeza.
- ¡Traigan agua o algo! -gritó Oishi y los chicos más pequeños corrieron hacia la mesa con botellas de agua para ir por algunas y llevárselas a Eiji, quien abrió una con los dientes y le hecho encima a Fuji.
- ¡Cof, cof! -tosió Syusuke.
- ¡Eiji! No seas tan bestia, casi lo ahogas....sino lo mata el desmayo lo matas tú....-criticó Momoshiro.
- ¡Lo siento, estoy muy nervioso! -dijo Kikumaru.
- ¿Estás bien, Fuji? -preguntó Tezuka ayudándolo a incorporarse.
- Si, sólo fue un mareo....-musitó para evitar preocupación.
- ¡Nada de eso! Ve inmediatamente a la enfermería.....y es más, Momoshiro, Eiji, Oishi y Kaidoh te acompañarán.
- ¿Tantos en la enfermería? -preguntó Fuji.
- Es para que no te escapes....anda Eiji, llévalo a la enfermería y ustedes acompáñenlo, no quiero oírte chistar -dijo Tezuka y enseguida los muchachos tomaron a Fuji en brazos para encaminarlo a la nombrada enfermería-. Los de primer año empiecen a recoger las pelotas, los de segundo pueden ya guardar las redes y los de tercero se pueden retirar -ordenó Tezuka mientras tomaba unos papeles y los empieza a llenar.
Por otro lado, los regulares y Ryoma, quien se había hecho amigo de Momoshiro, enseguida acompañaron a Syusuke sólo de chusmas que eran. El tensai le había pedido a sus compañeros que no lo lleven, que él sabía lo que tenía y que si lo llevaban a los vestuarios él se los diría. Pero como bien dice el dicho "la curiosidad mató al gato" y como Eiji era considerado un gato, pues la curiosidad le pudo más que cualquier otra cosa y llevó a Fuji a los vestidores.
- ¡Ahora dime Fujiko! ¿Qué te pasa? -preguntó Kikumaru.
- Cierto, no es común desmayarse y tener vómitos -dijo Kawamura.
- Ay chicos, no sé como decirles esto, pero trataré de ser lo más honesto que puedo -musitó bajando la mirada-. Yo....
- ¿Tú?
- Yo.....estoy......embarazado -levantó la mirada.
-......
-..... ¿Por qué me miran así? -preguntó Fuji pestañando rápidamente.
- Fuji, tú eres un hombre....-dijo Kaidoh.
- No me digas......-el ceño del castaño claro se frunció notoriamente.
- .........que ¡Eso es imposible! -gritó Oishi.
- No estén tan seguros -musitó Inui y todos voltearon a verlo-. Últimamente se habla de una vitamina que viene en algunas verduras que a largo plazo suelen mutar genéticamente la construcción del DNA....
- En castellano neutro, por favor -dijo Ryoma.
- El wasabi que consume Fuji con regularidad tiene una vitamina que ocasiona una mutabilidad en los genes, a largo plazo los hace desarrollar....em...nuevas cosas.
- Con razón la gente común no suele comerlo -dice Eiji, la mirada de Fuji lo asesina-. ¿Eh? Jajajaja no quiero decir que tú no seas común y corriente Fujiko.
- Si, claro -bufó.
- Bueno, el punto es que eso hizo que los genes de Fuji se mutaran y pudiera engendrar a un niño -musitó mientras buscaba más datos.
- ¡Esperen un segundo! ¿Quién es el padre del bebé entonces? -Dijo Momoshiro-. Digo, si hay un X tiene que ver un Y ¿no?
- Mmm si, en eso tiene razón. Que genéticamente esté mutando Syusuke, no significa que tenga la habilidad de procrear él solo....-todos miran al tensai.
- Bueno....si....yo he estado "saliendo" con Tezuka -se sonrojó.
- ¿Con el buchou? -preguntó Echizen.
- Espera....es decir que ¿Tezuka y tú.....hicieron el acto reproductivo? -cuestionó Momoshiro, Fuji afirmó-. ¡Ah! No puedo imaginármelo.
- No lo hagas -fulminó con la mirada, Fuji.
- ¿Y qué haremos ahora? -preguntó Oishi preocupado.
- ¡Pues es genial! Digo, habrá un pequeño niño dando vueltas por aquí ¡Un nuevo tenista! -gritó con emoción el pelirrojo.
- Hay que verle el lado positivo a todo ¿no? -suspiró Ryoma.
- Tiene razón el Echizen -suspiró Kaidoh.
- El problema será decírselo a Tezuka -miró Kawamura por la ventana.
- Cierto.... ¿cómo se lo dirás Fujiko? -dijo Eiji.
- Bueno, estaba pensando en......acumular un montón de malas noticias y cuando ya tenga las suficientes ir a contárselas y entre ellas lanzarle que estoy embarazado.....creo que a comparación del resto de las noticias pasará desapercibida, y cuando ya tenga unos nueve meses y me diga que porque no se lo conté, le diré que se lo dije cuando le hablé de las malas noticias.
- Eso no es un buen método, Fuji -musitó momoshiro.
- ¿En serio crees? Porque estaba pensando que la primera mala noticia de muchas sea que un camión con acoplado atropelló a Takeshi Momoshiro de Seigaku -sonrisa sádica.
- ¿Eh? Yo....no dije nada -cabizbajo.
- Bueno, si Fujiko quiere decirle así a Tezuka que será papá, que así sea -dijo Eiji.
Y así será, aunque la mayoría se pregunta que "malas noticias" acumulará Fuji en estos días, y si por casualidades implicaba el degollamiento de alguna persona, que no sea un miembro de seigaku.
Continuará