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HELADO CORAZÓN. por Gaia

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Notas del fanfic:

Holaaa

Soy yo (nadie debe acordarse) después de mucho tiempo trayendoles un nuevo fanfic

Notas del capitulo:

Otra vez hola.

Ya tenía mucho tiempo que no les traía un fic, casi un año, estoy feliz de haber escrito nuevamente algo sobre Gravitation.

La verdad tengo algunos fics en mente tanto de gravi como de otras secciones, por ahora les traigo este pequeño fic, no es muy largo, pero sí más de lo que yo esperaba.

Por otro lado, no crean que me he olvidado de Kyotocalifornia y Kimi to boku >_< (probablemente ustedes ya se olvidaron de ellos T_T) pero los actualizare pronto, lo prometo.

Bueno sin más las dejo leer espero sea de su agrado n__n

 

Helado corazón.

 

La claridad que se colaba por la ventana le hizo despertar, se incorporó sobre la cama y la sabana blanca fue resbalando por su abdomen hasta descubrirlo totalmente. Se levantó y junto a su desnudez se dirigió al baño de la misma habitación. Pronto el agua que caía de la regadera recorrió su cuerpo, haciendo que el sopor del sueño de alejara completamente de él.

 

Salió del baño con una bata de color blanco puesta; se quedó recargado en el marco de la puerta mirando hacia la cama donde antes había estado dormido y observó a la persona que aún lo hacía. Se fue acercando hasta que quedó al pie de la cama, para poder mirar mejor al apacible rostro, sereno y tranquilo, envuelto por el manto del sueño.

 

-Con el ruido que hice y no se ha despertado -dijo para sí mismo. Y sin poder evitarlo llegaron las palabras que aquellos labios dormidos le habían dicho la noche anterior:

 

"No me importa ser su juguete..."

 

-No sabes lo que dices... los niños jamás saben lo que dicen -aseguró para aquel ser, a pesar de que no pudiera escucharlo. Aquella persona... la que el consideraba aún un niño... y es que de hecho diecisiete años no era mucho, a los diecisiete años aún se puede creer en los cuentos de hadas.     -Por más grande e independiente que te creas... no dejas de ser un niño pequeño... y yo... yo soy el humano ruin que se aprovecha de ti.

 

Y los labios dormidos se movieron para  pronunciar algo... para pronunciar su nombre... para pronunciarlo a él, sin que por eso el sueño fuera interrumpido.

 

-Sakuma-san...

 

Ante el gesto no le quedó otra cosa sino sonreír... sin duda... a su niño le encantaba jugar a que era un adulto... para Tatsuha... el niño era él...

 

Abrió los ojos lentamente, después aspiró profundamente para llenarse del aroma impregnado de las sabanas. Junto a él ya no se encontraba Ryuichi, pero pudo ver a Kumagoro sobre la almohada, así que lo tomó y sonriendo lo apretó contra sí. Se levantó hasta quedar sentado, para luego recorrer con la mirada aún adormecida toda aquella amplia habitación, en la que no había rastro del actor con quien había compartido la noche.

 

Ya se había vestido y se disponía a marcharse del lugar, Sakuma-san no le había dejado nota alguna, pero si tenía que atender algún asunto urgente, seguro que más tarde le llamaría para verse por ahí.

 

-Entonces... te vas de nuevo.

 

-Ya estuve demasiado tiempo aquí. Sabes que sólo vine a filmar esa película- se excusó el ex-cantante, mientras dirigía una mirada que podría catalogarse como triste a su interlocutor. El hombre que permanecía junto al ventanal de su oficina le dirigió una sonrisa... nada espectacular viniendo de él.

 

-Tatsuha se sentirá muy triste de nuevo, siendo él tu fan número uno, lamentará mucho no tenerte cerca una vez más -dijo en su modulado tono de voz, mientras se sentaba en el sofá rojo junto a su compañero de tantos momentos.

 

-No es justo lo que le estoy haciendo... él no se lo merece -se lamentó mientras agachaba la cabeza, le daba vergüenza el sólo pensar en sus actos repugnantes.

 

Tohma no dijo nada, sólo se limitó a colocar una mano sobre la espalda del otro, era una manera de confortarlo... era una de las pocas personas que tenían su cariño sincero. Era su amigo querido.

 

-¡Condené a Yuki Eiri muchas veces por tratar a Shuichi como a un juguete sin valor! ¡Sin pensar en que yo estaba haciendo lo mismo! -expresó en un tono alterado, pero sin subir la voz demasiado, al tiempo que colocaba ambas manos en su cabeza- Él me dijo anoche que no le importaba ser mi juguete... ¿Recuerdas aquel día... yo dije que ya tenía a mi juguete... le acaricié el rostro y él se sonrojó.

 

-Lo recuerdo, y parece que Tatsuha no tiene ningún problema. Tiene una moral muy abierta.

 

-Pero... él está esperando que en algún momento yo le corresponda... yo... no puedo hacer eso... -la angustia se notaba cada vez más en sus palabras.

 

-¿Estás seguro? ¿No puedes corresponderle?

 

-Sí...

 

Iba caminado por una de las transitadas calles de la ciudad, pensaba en la noche anterior, todo había sido maravilloso, esta vez Ryuichi había sido el pasivo, cosa grandiosa ya que a Tatsuha le encantaba llevar la iniciativa, ser el que dominara, aunque no le molestaba ser sometido de vez en cuando. Así eran sus pensamientos, una sonrisa de travesura se dibujó en su rostro, pero tuvo que detener sus cavilaciones cuando su celular comenzó a timbrar con el tema predilection, el tono que le había puesto a Ryuichi. Rápidamente lo sacó de la bolsa del pantalón, y contestó:

 

-Bueno.

 

-Tatsuha... -la voz al otro lado del teléfono, sonada perturbadoramente seria, esa voz que Ryuichi no solía usar muy a menudo, esto hizo estremecer al de negros cabellos.

 

-¿Pasó algo Sakuma-san? -preguntó también serio, pero con la preocupación marcada en sus palabras.     

 

-Regresaré a Los Ángeles -soltó sin más, era mejor ir sin rodeos.

 

La boca y los ojos del pequeño monje se abrieron todo lo que fue posible a causa de la sorpresa, no supo qué responder, sintió como algo bajó de su garganta a su corazón, y la boca se le secó al instante, sus piernas temblaron... una vez más se quedaría sin lo que amaba.

 

-Pero... ¿Cuándo? -dijo al fin, con voz entrecortada.

 

-Pronto... será mejor- dudó un poco -que no nos volvamos a ver -colgó.

 

Tatsuha se quedó parado en medio de la calle, no sabía qué hacer... no sabía qué decir. Estuvo quieto por unos momentos, hasta que su rostro se tornó en expresión de ira, y llevado por ella, arrojó su teléfono móvil contra el piso, el aparato al impacto se hizo mil fragmentos de cólera.

 

El cielo comenzó a nublarse... tal vez en solidaridad con aquel joven corazón ensombrecido, aquel corazón que repentinamente pasó de un día soleado a un día tormentoso. Y así sobre la ciudad, no tardó en caer la gélida lluvia... y el corazón roto caminaba sin ánimos... sin deseos... teniendo que cargar como siempre al amor... ese amor que nadie tomaba en serio... ese amor que consideraban cosa de niños... incluso la persona a quien iba dirigido. ¡¿Qué sabían todos de su amor?! ¡¿Qué sabían de sus sentimientos de niño que dolían como ningún otro, que quemaban y lo hacían agonizar... sin estar en vida... sin estar en muerte?!

 

La lluvia caía... helada... helado él... helado el corazón.

 

-Es lo mejor... yo no... yo no quiero arrastrarlo al mundo de la desolación... si llueve ahora pronto saldrá el sol... conmigo... la lluvia sería eterna... -murmuraba el ídolo japonés, aquel que era inspiración de muchos, aquel que era amado por millones de corazones, mientras estaba sentado en la banca de un parque, dejando que la lluvia muy fría cayera sobre su cuerpo... su cuerpo helado... como helado era el corazón.

 

La otra figura llegaba al parque... ni siquiera se dio cuenta cuando entró en él... pero al pasar por una banca vio de reojo a una figura sentada en ella... la reconoció...

 

Se aproximó rápidamente a él, su miraba que había estado ausente se tornó en la ira anterior, sin pensarlo lo tomó por el cuello de la camisa... lo miró... el otro lo vio, pero parecía no mirarlo... y entonces... Tatsuha estrelló su puño contra el rostro de Ryuichi, quien cayó, siendo detenido sólo por el suelo.

 

La figura en pie se fue corriendo de allí, se alejó... dolía estar allí... aunque dolía de igual manera si se iba. La figura en el suelo se quedó allí, energías para levantarse... ya no las tenía, sólo sus labios alcanzaron a decir algo en leve susurro:

 

-Me pregunto si... estoy llorando...

 

Corría... corría lo más rápido que su escasa fuerza le permitía corrió mucho hasta que... dejó de correr... ya no pudo más... fue entonces que se dio cuenta de su acto, lo había golpeado... a ese hombre, al que amaba, se quedó sin fuerzas y cayó sobre sus rodillas. Él sabía... siempre había sabido: Ryuichi no era de nadie... menos de él... era libre... era algo que también amaba de su cantante...él sabía... no podía tenerlo mucho... ya lo había aceptado... pero cuando le dijo... sobre no volverse a ver, eso jamás podría soportarlo.

 

-¡Ya no quiero ser un juguete! ¡Quiero ser alguien importante! -gritó en medio de aquella tormenta... pero el grito se fundió con el grito de la lluvia.

 

¿Salió el sol?... ¿Quién sabe? En el cielo... en el mundo por supuesto que sí, el cielo se había cansado de llorar en solidaridad... era un nuevo día en el que debía abrir paso al sol. Pero  los corazones... seguían en lluvia... seguían helados...

 

-¿Seguro que te vas?

 

-Sí...-fue apenas un susurro la respuesta, dicho con nada de convencimiento.

 

-La vez anterior... te fuiste con una sonrisa en la cara... no estaba muy convencido de que te fueras, pero esa sonrisa me dijo que estarías bien, sin embargo ahora...-Tohma dejaba ver ahora su cara preocupada, la que por lo general permanecía oculta.

 

-Está bien Tohma. Quiero seguir con mi carrera de actor. Bueno ya debo irme, por la noche sale mi vuelo y debo tener todo preparado -finalizó la conversación, mientras se levantaba del sillón rojo, luego se encaminó hasta la puerta y salió de la oficina.

 

Rápido... tenía que llegar rápido, por eso es que iba a toda velocidad en su motocicleta, no debía perder un solo segundo, la verdad era que estaba cansado de tener que conformarse, por eso, debía tomar medidas. Esquivó varios carros con maestría, nada detendría su carrera.

 

-¿Dónde está Ryuichi? -preguntó apenas hubo empujado la puerta para abrirse paso a la oficina de su cuñado.

 

-¡Tatsuha! ¿Cuánto tiempo? ¿Cómo has estado? -habló el hombre tras el escritorio, acompañado de una reluciente sonrisa.

 

-¡Tohma! ¡No tengo tiempo para estas cosas! ¡Dime dónde está! En su casa no hay nadie -espetó mientras enérgicamente colocaba sus manos sobre el escritorio.

 

-Tan impaciente como siempre... -sonrió... y después... le extendió una tarjeta.

 

Tatsuha abrió los ojos desmesuradamente, jamás pensó tener tanta colaboración de su cuñado, sin embargo así era, y aunque no entendiera por qué Tohma le ayudaba, se sintió muy afortunado.  

 

-Gracias -dijo y luego tomó la tarjeta, sin perder más tiempo salió de aquel lugar. Mientras caminaba por los pasillos de NG miró el pedazo de papel, era el reverso y decía: "Habitación 230". La giró y allí venían todos los datos del hotel. Le pareció curioso que Tohma le haya anotado el número de cuarto, como si lo hubiera previsto todo.

 

Finalmente había llegado al hotel, se encontraba en la recepción, pensó por un momento en preguntar por Ryuichi, pero luego de meditarlo decidió subir directamente a la habitación, después de ver en qué piso estaba el cuarto; subió al elevador junto a todo su nerviosismo. Llegó a la puerta tras la que estaba quien siempre había estado en su corazón... en su cama... para su edad ya habían pasado muchas personas, pero en su corazón, por ahora helado y lluvioso... siempre había estado la misma persona. Con el sí que era literal la frase: "Te he amado toda la vida". Sin más y con algo de titubeo llamó a la puerta.

 

-¿Quién? -escucho aquella voz que lo paralizó.

 

-Servicio a la habitación -anunció haciendo que su voz sonara algo áspera y que no se notara lo nervioso que estaba.

 

Escuchó los pasos aproximarse... y la ansiedad lo invadió. La puerta se abrió y...

 

-Yo no orde... -comenzó la frase al abrir la puerta... pero no pudo terminar al ver quién se encontraba tras ella... era él. La sorpresa fue muy grande, por eso ya no pudo hablar, ni moverse, sólo pudo estar allí con su cara y corazón realmente asombrados.

 

Tatsuha se olvidó del nerviosismo y con ambas manos tomó a Ryuichi por los hombros y lo introdujo al lugar, ya dentro con un pie cerro la puerta. Y entonces lo besó... besó esos labios que siempre añoraba.

 

Ryuichi no hizo nada, no correspondió, pero tampoco se rehusó...

 

-Te amo -dijo el pequeño monje, con la vista clavada en el actor.

 

-Yo... no puedo corresponder a eso Tatsuha... -informó y luego se Safo del agarre para salir corriendo de aquel lugar.

 

Bajó las escaleras a la mayor velocidad que pudo pero la otra persona fue tras él, salió del hotel y corrió al parque que estaba enfrente, pero cuando llegó hasta allí fue alcanzado.

 

-¿Por qué? -preguntó Tatsuha cuando una vez más quedó frente a Ryuichi.

 

-Tú lo sabes, cómo es mi vida... no puedo estar con nadie, así... -en realidad era una escusa muy tonta, pensaron ambos, pero no dejaba de ser, al menos para el actor, verdadera.

 

-¡Eso es tonto! ¡Yo te he amado siempre así como eres... cuando te portas infantil, cuando te portas seriamente... siendo actor o cantante, viviendo aquí o en Los Ángeles, yo siempre te he amado!

 

-¡Lo sé, lo sé! Pero yo... no quiero lastimarte... no quiero... jugar contigo -su tono era angustioso, su voz estaba quebrada, era victima del dolor.

 

-Eso tiene una fácil solución...podrías decidir amarme -la voz de Tatsuha también estaba quebrada y en sus ojos se acumulaban lágrimas, que al ser muchas terminaron desbordándose, el dolor cobraba otra victima.

 

-¡Yo... cuando hago cosas divertidas siempre pienso: "quisiera que Tatsuha estuviera aquí"! ¡Cuando estoy triste digo: "quisiera que Tatsuha estuviera aquí"! ¡Cuando vengo a Japón luego de mucho tiempo pienso: "Tal vez salga de paseo con Tatsuha"! Soy feliz cuando estoy contigo... pero siempre te lastimo. Por eso siempre me voy... no quiero lastimarte... -estaba gritando y estaba llorando, desesperado, con el gran dolor que cargaba el corazón.

 

-Sakuma-san... usted me ama -eso era una afirmación. Tatsuha aún lloraba, pero pudo tener esperanza.

 

Ryuichi estaba sorprendido... él amaba a Tatsuha...

 

-¡Sí...Sí te amo...! Pero... yo sólo te lastimo, si estás junto a mí... te lastimas...

 

Tatsuha no pudo más, abrazó con todas su fuerzas a aquella persona... aquella persona a la que él amaba tanto. Luego sin romper el abrazo se despegó un poco de aquel cuerpo. Miró aquellos ojos anegados de lágrimas, y de nuevo lo besó en los labios, con ternura y con pasión, con amor, con desesperación, con todo lo que sentía por su cantante.

 

-Te amo Ryuichi -y lo estrechó con fuerza otra vez.

 

El máximo ídolo musical japonés sintió lo confortable que era estar en los brazos de aquel monje, en lo feliz que eso lo hacía sentir... esa felicidad en el corazón que sólo podía experimentar con aquel niño y... sonrío... y también pensó por una vez, en no dejar ir aquello que lo hacía sentir tan bien, y para que las cosas fueran parejas, debería dedicarse a hacer sentir bien y a hacer feliz a quien le brindaba todo aquello.

 

-Te amo Tatsuha.

 

-Te amo pequeño

 

El cantante pensó que probablemente el niño de aquella relación sí era él... o por lo menos que así se había comportado.

 

Y entonces... comenzó a llover.

 

Hubo un nuevo beso... entregado, tierno y apasionado... un beso para estar unidos siempre... y ambos seres se dedicaron a sentir aquello.

 

...Y del cielo caía la helada lluvia... pero en los corazones... en los corazones había calor... y ya no llovía.

 

Abrió los azules ojos... un nuevo día llegaba, una mano que no era suya descansaba sobre su abdomen, giró a su costado y lo vio... hermosamente dormido... se sintió expectante... esperando a que algo ocurriera... y entonces...

 

-Ryuichi... -se movieron aquellos labios, que no podían dejar de pronunciar aquel amado nombre ni aun dormidos.

 

El mencionado sonrió... era aquello felicidad. Dejó un beso suave en aquellos labios, sonrío de nuevo y dijo:

 

-¡Qué bien se siente desperar así! -luego abrazó a ese ser que amaba tanto... y el ser amado aún dormido correspondió.

 

 

 

Fin

Notas finales:

Como pudieron ver no es nada extraordinario, me llegó la idea esta tarde, o mañana no recuerdo XD y pues me dije hoy mismo tienes que escribirla, y aquí estoy a las 3:02 a.m. subiendola.

Espero no les haya parecido muy aburrida.

n__n Gracias.

Por cierto, no hace mucho abrimos un foro yo y una amiga, espero puedan visitarlo y nos ayuden a hacerlo crecer:

http://onlyaoi.foroactivo.net/forum.htm


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