Escrito por Darklore Wings y publicado en fanfiction.net en la sección en inglés de Gravitation.
Capítulo Uno. Ryuichi.
Ryuichi se acurrucó en un rincón de su oscuro apartamento. La pálida luna caía a través de las cortinas, perfilando su cuerpo. Un poco más allá, Kumagoro estaba descuidadamente tirado en el suelo.
No quiero hacer esto nunca más.
Lágrimas cayeron de los brillantes ojos azules. Su cabello castaño caía desordenadamente sobre su rostro, mezclándose con las amargas lágrimas.
Quizá debería dejar de cantar.
Sus manos estaban húmedas de limpiarse el rostro, sus vaqueros rasgados en la parte inferior, a causa de las largas sesiones cantando y bailando en las grabaciones.
No quiero mentir nunca más.
En la penumbra, no parecía un ídolo musical, ni el líder de Nittle Grasper; parecía un niño, un niño solo y asustado.
Ni siquiera puedo cantar bien, y no se han dado cuenta. Todos están ciegos.
Levantó la mirada, con la vista vacilante. Se sentó junto a Kumagoro; quiso recogerlo, pero en vez de eso se levantó y lo lanzó con furia a través de la habitación.
¡Sólo eres un estúpido juguete! ¡No entiendo cómo te he soportado durante tantos años! ¡No puedes hablar, ni ayudarme, ni reconfortarme!
Retrocedió, asustado de su arrebato. Caminando alrededor de la habitación, las lágrimas resurgieron, como sangre de una herida.
Es sangre, la sangre de mi mente.
Se reprendió mentalmente por ello. De repente, el enfado desapareció.
Sabes que no puedes luchar contra ello. Acéptalo, eres patético.
- ¡Cállate! ¡Déjame solo!- Se tomó la cabeza, desplomándose en el suelo. Los sollozos agitaron su cuerpo y exteriorizó todo lo que sentía: todo su dolor, todo su miedo, toda su tristeza surgió en ese momento. Durante un instante sólo hubo lágrimas.
Nada más. Sólo silencio.
Unos minutos después se calmó y se puso en pie. Su rostro era inexpresivo ahora. Las lágrimas habían desaparecido para dejar paso a unos ojos rojizos e impasibles. Era gracioso, Ryuichi nunca estaba tranquilo: sus emociones siempre llegaban al extremo, no importaba cuáles fueran.
Ahora, se acabaron las mentiras, se acabó el hacer lo que tú quieres. Se acabó cantar. Se acabó Kumagoro, se acabaron las lágrimas. Se acabaron las voces en mi cabeza.
Subió las cortinas; abrió la ventana silenciosamente y miró hacia la calle.
Tohma sugirió que debería comprarme un séptimo piso. Es perfecto.
Deslizó una pierna sobre el alféizar.
No debería estar haciendo esto; Tohma se volverá loco, Shuichi probablemente llorará.
Estaba sentado sobre el alféizar, vuelto hacia el aire nocturno.
No. No pienses en ellos, haz esto por ti mismo.
Se levantó, agarrándose al marco de la ventana para poder inclinarse y ver toda la ciudad.
Es una bonita noche. Silenciosa.
Se dejó caer, permitiendo que la sensación de avanzar a toda velocidad atravesara su cuerpo. Vio cómo la calle se acercaba rápidamente y tuvo un pensamiento maravilloso.
Pronto, seré silencio.
Ya sé que hay un apartado para las notas finales, pero es que el capítulo no llega al mínimo de palabras para poder publicarlo!!! Qu’el domage! (y si no se escribe así, me da igual xDDDD)
Gracias por leer!